Masolongoy S. Silves
Ospedale maggiore di Verona. Dellc asapro lo. Note di Terapiaclinica.
tri Real Academia de Me dicina de Madrid. . Real Academia deMe dicina y Cirugía de Zaragoza Academia Nacional de Medicina deBogotá (Colombia).. . Academia y Laborato rio de Ciencias médi
cas de Cataluna.
Colegio de Médicos de Barcelona. • • •
—( 38 )—
Discursos leidos en la solemne sesión del
ano de 1896 por el Ilmo. Sr. D. ManuelIgle sias yDíaz,Secretario perpetuo,y el senor Dr. D. AngelPulido y Fernández, Acade mico de número.
—Discursos leidos para larecepción pública del Académico electo Ilmo. Sr. D. Federico OlorizyAguilera el día 24 de Mayode 1896. —Id. id. para larecepción pública del Acadé mico electo Dr. D. Mariano Salazar y Ale gretel día 28 de Junio de 1896.
—Anales de la Real Academia. Tomo XV. Cuaderno 4.°— Tomo XVI. Cuadernos1.°,
2.° y 3.°
Discursos leidos en la Sesióninaugural del
ano 1896 por el Dr. D. Mariano Berdejo y Carrera y por el fir. D. Pablo Sen, Secre tarioperpetuo.
Comunicaciones sobre elempleode lasero
terapia en la lepra, hechasá laAcademia
por el Sr. Dr. Juan de D. Carrasquilla en
las sesiones de 30 deAgosto y 22 de No viembrede 1895.
—Tercera comunicación solcire un procedi
miento seroteríipieo aplicado altratamien to de lalepra griega,presentadopor el se
nor Dr. Juan de D. Carrasquillael 24 de Junio de1896.
Acta de la Sesiónpública inaugural del curso
de1895-96celebrada el día 23 de
Noviem-bre de 1895. .
Acta de la Juntageneralordinaria celebrada
en los días 23 y 30 de Diciembre de 1895.
Relación de los cargos, Secciones yserio-.
-Colegio Médico de Vi toria. Colegio de Farmacéu ticos de Barcelona. . Universidadde Grana da.. Instituto provincialde 2. ensenanza de Bar celona
Real Academiade Cien. cias Naturales y Ar tes de Barcelona.. . Academia provincial de Bellas Artes de Barcelona. . . . . Academiade Jurispru denciayLegislación de Barcelona. . Asociación de Arqui tectos de Cataluna. Ateneo Barcelonés.. Sociedad Económica de
Amigos del Pais.. .
—'s 39 )—
Reglamento, 1896.
Acta de la Sesióngeneralextraordinaria ce
lebradael día 31 deDiciembrede 1895. Me morias profesionales premiadas en el
Concurso de 1895.
Memoria acercadel estado de la Universidad en loscursosacadémicos de 1887 á 88, 1888
á 89 y 1889 A 90,y Datos estadisticos corres
pondientesá dichoscursos.
—Discurso leidoen la solemne apertura del curso académicode 1896 á 1897 porel doc
tor D. Arturo Perales Gutiérrez.
Memoria correspondiente al curso de 1893 á
1894.
—Id. correspondiente alcursode 1894 á1895.
Boletín. Junio de 1895.
Acta de la Sesión pública celebrada el 29 de Diciembrede 1895.
Discurso leidopor D. Juan J. Permanyery
Ayats, Presidente de la Academia,enla Se
sión pública inaugural desussesiones el
día 6 de Marzo de 1896.
Lista de los individuos que la componen. 1896. —Memoria descriptiva del Monasterio de
• Santas Creus(Tarragona)por D. Juan Bau
tista Pons Traval.
. Acta de la Sesión pública celebrada el 30 de Noviembrede 1895.
—Lallengua catalana. Discurs presidencial
llegit en la sessió pública celebrada en
1' Ateneu Barcelonés lo 30 deNovembrede 1895, per Angel Guimerá.
Fomento del Trabajo Nacional . . . . Ministerio deFomento. Vigoy Arenas(D. Eu daldo). Tarruella y Albareda (D. José) . . . .
Bassols y Villar (don Juan).
—( 40
)--Sobre laexplotación de 100.000 hectáreasde terreno enla isla de laParagua(Filipinas)
para el cultivo delalgodonero. Dictámenes de la Comisión y de la Ponencia y Estatutos de la Empresa colonizadora.
Presupuesto para el ario económico de 1896 1897.
WIANUS erzr-ros
Gimnasiade salón médica é higiénica. Apli
cableen todas lascircunstanciasde la vida
y ácualquiera edad de ambos sexos.
Sobre laurobilinuria. De la Neurastenia.
-( 41
)-CON Cil7RSOANUAL DE MEMOS
Una
memoria
presentada
en laSección
?leTopografías
setitula: Estudio médico
topográfico
de laEspluga
de Francolí,
y lleva el lema: Nihil est inintellectu,
quod prius
non
fuerit
y sensu,s(Aristóteles).
Por susexiguas
proporciones y poco valor
científico,
no hapodido
obtener recompensa
alguna.
Las cuatro memorias que sehan
disputado
elpremio
de
epidemiología
fundado por el Dr. Salvá y que continúaá espensas de la
Academia,
ofrecen condicionesvariables
distintas.
La
primera
es unapequena
monografía
destinada
ádescribir una
epidemia
variolosa en elpueblo
deA. con ellema:
(Hacer
la felicidad de lospueblos equivale
áhigie
nizarlos.)
Ni en laforma,
ni enelfondo,
ni en suestilo,
seencuentran motivos para
concedérsele
premio
ni accésit. Lasegunda,
cuyo lema es: «Si desde que se conoce eldescubrimiento
deJenner viniera(la
vacunay larevacuna)
obligando
enSociedad
6 en familia á todosaquellos
que notuvieran motivo científico que se lo
impidiere,
laPirexia,
variólica de carácter grave
(con
lahigienización
actual para desechar elorigen
expontáneo)
tendría existencia solamentecomo dato hiStórico en el
lugar
correspondiente
de la Patología médica,
y alprofesor
departido
le hubieradeducido
uno delos penosos
trabajos
profesionales
que suelenprodu
cirle cuando no accidentes en su salud los mayores sinsabo
res y
jamás (por
lolegislado
en elparticular)
consideración
alguna
por los más ó menos relevantes servicios que prac( 42 )—
lardón
álguno,
por su pocaextensión,
falta deconceptos
científicos y escaso mérito..
Lleva por lema la terceramemoria: Oinne
quod est,
in cuantunz estbonunz
ese.Constituye
un estudio de la doble
epidemia
desarampión
ycoqueluche
ocurrida en Villavieja
(Salamanca)
hermosamente
escrito y á la altura delos adelantos modernos.
Ocupase
en su1."
parte
de la climatología
deVillavieja,
sugeografía,
geología,
hidrogra
fía, atmósfera, urbe,
habitantes
yenfermedades
dominantesen la
población,
con muchos datos científicos yperfectos
conocimientos modernos de
Etiología
yMicrobiología.
De dica la 2.'parte
á la Historia de laepidemia,
orígenes
deldoble
proceso,marcha,
influencia
respectiva,
etc.En toda esta
parte
el autor ha tenido por mira y objeto
especiales
el separarse de la corriente•generalmente
seguida
en esta clase detrabajos
y que consisteen descri
bir y hacer la historia clínica de la enfermedad
dejando
aparte
la historia ó evolución de laepidemia.
El autor sigue un sistema
completamente opuesto,
yocúpese princi
palmente
delorígen,
marcha y evolución de laepidemia,
marcando los caracteres
principales
de lamisma,
sus formas y detalles ó accidentes más
principales
que la separandeotras
epidemias
de la misma índolebuscando
las rela ciones de estafenomenología
con el modo de ser de los habitantes y las condiciones de la
localidad.
No por estodeja
de ocuparse delsarampión
ycoqueluche
comoespecies
nosológicas,
manifestando lagravedad
que tienen cuando con curren en un mismoindividuo.
El autor demuestra conocer á fondo la
Patología,
los mecanismosfisio-patológicos,
y poseer además unespíritu
de observación admirable.
No
deja
de haber en estetrabajo alguno
que otro errorde
pequeno detalle
quedesmerece
algo
la bondad de laobra.
lid'ádes
intrinspeas
de'láMisina,-
la háconsiderado
acreedo--ra al
premio
deli
Dr. Salvá yCaMpillo.
La carta memoria que lleva
por
lema:_Salas
populi
lex suprema est, se ocupa de.'ladescripción
de unaepi
deniia de viruela ocurridá en Santo
Domingo
de la Calzadaen el ario .de 1871-72. Es un
trabajo
de nomily
extensas.proporciones,
pues consta tan sólo de 48hojas
en octavo.Como historia deun proceso
epidémico
es un buentrabajo,
diferenciándose
de los demás de esta clase en que apenas seocupa delas condiciones de la
localidad,
ya que solo dedicaá
ellas's'eiS
páginas
en toda laobra,
comotampoco
no seocupa gran cosa de la
enfermedad
variolosaestudiándola
tan sólo en
aquellos
puntos
que caracterizan laepidemia
deque se trata. La mayor
parte
de la materia que forma estamonografía
se hallaaplicada
al estudiople
principios
generales más ó menos
relacionados
con laepidemia
deviruela
y
principalmente
con las cuestiones referentes áhigiene,
demanera que más que memoria
descriptiva
es una memo.
ria sintética en que el autor revela conocimientos de órden
general.
Se halla escrita con buen órden ymétodo,
y nofalta
tampoco
en la misma ciertoespíritu
deobservación
apreciable.
Hállaseplagada
deerroresgramaticales,
debidos
probablemente
alcopista.
Teniendo en cuentatodas estas
condiciones,
esta Academia ha acordado concederle el accésit aunque indicando alautor que, caso de
imprimirla,
debecorregir
antes loserrores de
copia.
PREMIO DEL DR. RODRIGUEZ
MENDEZ.—Para
optar
á dichopremio
se hapresentado
una memoria cuyo lema es:«Las
leyes
relacionan la escencia de las cosas», y seocupade la
legislacion
sanitariaespanola.
Si bien el mencionado
trabajo
reune condiciones alta menterecomendables
y revelaen su autortalento y erudi—( 44 )—
mente como
requiere
lamagnitud
del temapropuesto.
Pordicha razón no ha
procedido otorgarle
elpremio ofrecido,
pero, como
galardon
altrabajo
y buena voluntad delautor,
se le ha concedido un accésit.Y con
esto,
senores,
doy
fin á la resena consuetudinaria, agradeciéndoos
la benevolencia con que habeis atendido un relato que, aun hechocon toda la
rapidez
posible,
resulta
siempre largo
yfatigoso.
El
proMema
actual de faPatología
DISCURSO INAUGURAL
leído por elAcadémico denúmero
Dr. D. Ja.ime Pi y S-u.Z.er
CATEDRÁTICO DE PATOLOG1AGENERAL CON SU CLÍNICA EN LAFACULTAD DE MEDICINA DEBARCELONA
.p1mo.
Srs.:
SENORES:
Locupar esta
tribuua,
desde la que hicieron oir su voz losingenios
máspreclaros
de laMedicina
Barcelonesa,
y al verme entrevosotros,
prez ygloria
dela
misma,
siéntome tanconmovido,
que no acierto hallar
palabras
en que espresaros el estado demi ánimo.Ninguna
ocasión fué tan sentida paramí,
ningún
momento de mi vida tan solemne como el
actual,
queme
impone
eldeber
de ocupar un cargosuperior
á mis escasas
fuerzas,
y que noaceptara
á noobligarme
con susrudas
prescripciones
elReglamento.
Conozco bien la magnitud
de la empresa á miconfiada,
y si os estrana queteniendo conciencia
de mi poco valer continue enella,
esporque
confio
en vuestrabenevolencia
y cuento con vuestraamistad
ysimpatía.
El amorque me
inspira
laciencia;
elacendrado
carinoque la
profeso
y laabnegación
que por ellasiento,
son tambien
parte
principal
de mi atrevimiento y causade que saquede mi cuerpo
energías suficientes,
para que, con ánimoesforzado,
comprenda
la para mi árela, tarea deinaugurar
vuestro ano
académico.
--( 48
Es costumbre en esta
Corporación,
costumbre casi tradicional,
que el que ocupe este sitio lo llene con la lecturade una memoria ótésis encaminada á dilucidar
algún
punto
importante
de laciencia,
ódirigida
ámostrar los conoci mientos
adquiridos
en unalarga
práctica
ó los resultadosde una numerosa série de
investigaciones
enalguna
de lasramas en que se divide nuestra esfera de actividad cientí
fica;
y pues que misaficiones,
mistrabajos
y la índole dela ensenanza que está á mi cargo, me han
llevado,
desdemuchos
anos,
al campo de los estudiosexperimentales,
nohay
que estranar que en la ocasiónpresente
dedique
misesfuerzos al exámen é
investigación
de una de las cuestio nes más árduas ?le laMedicina,
lamás oscura
probable
mente,
y ocupe mitiempo
en ladilucidación
de esateoría,
que
siempre
hallamado la atención de los másconspicuos
observadores
y que ha sido la base sobre la que se ha fundado la Medicina actual ó moderna.
Al ocuparme, pues, en esta Sesión
inaugural
de «Elproblema
actual de laPatología»,
procuraré ser lo másbreve y conciso
posible,
para evitar lafatiga
consiguiente
á una atención demasiado
prolongada;
metódicoen lo que
pueda,
porexigirlo
la índole de la materiaobjeto
deestamemoria,
ysencillo,
si me esposible,
para que este humilde
trabajo tenga,
sinó otrascondiciones que loavaloren,
almenos las de la claridad del
lenguaje
y sencillez de estilo.Puede
afirmarse,
sin temoráningún
género
deduda,
que antes de los
tiempos
quealcanzamos,
no existía real mente elproblema
patólogico.
La naturaleza humana no era lo bastanteconocida,
ni los métodos deinvestigación
losuficientemente
apropiados,
para quepudiera
conocersefundamentalmente
en que consistía laperturbación
del—( 49 )—
tado normal que se denomina
enfermedad,
ni laparte
correspondiente
de los factores que laintegran.
No es que faltasen
hipótesis
fundadas en datosempíricos
y aúnalgunas
de
ellas,
posteriormente,
enalguna
que otra nociónexperi
mental,
ni que lainteligencia
humana renunciara á la necesidad
innata,
quesiente,
de darse cuenta de los hechos que se suceden en el mundofenomenal;
nada de eso: las teoríasabundaban,
lashipótesis
eran másnumerosascuan to másdesconocidas
eran la esencia y la intimidad del proceso
morboso,
y lainteligencia,
movida por esa ardienteánsia del
saber,
que tan bien describióGoethe,
y en buscade satisfacer este natural
impulso,
inventabalosprincipios
y
agentes directores,
y daba vida alossistemas,
fruto dela
especulación
y la elucubraciónteóricas,
y traía á la máscompleta
confusión laciencia,
mezclando el hecho con lateoría,
el datoempírico
con lahipótesis,
cambiando los métodos y elevando a la
categoría
dedogma
Óprincipio
generador ciertas verdades que,
aplicables
soloáun cortonúmerode
hechos,
tenían,
por ellomismo,
unlimitado
y escasovalor
comprensivo.
Ala verdad no
podía plantearse
elproblema patológico
sin tener resuelto antes el
fisiológico,
y esto no tuvolugar
hasta la
aparición
en el mundo científico del gran Lavoissier.El fué el
primero
que afirmó la unidad de laciencia,
fun dado en la identidad de los fenómenosfísico-químicos
y losvitales y en la
igualdad
de lasleyes
que á una y otros rigen; y si Descartes y Leibnitz habían ya
planteado
el pro blema afirmando que en el mundo no había más que unaFísica,
Lavoissier locompletó
cuandodijo
que existía solouna
Química,
igual
en susprincipios
yleyes
para el mundoorgánico
que para elinorgánico.
Descartes (lió un gran pasoal sentar la máxima de que vinimos
físicamente
y pensamos
metafísicamente,
pero lo dió mucho mayor Lavoissier--( 50
)-No se crea que estas ideas de Lavoissier fuesen admi
tidas
favorablemente
y encontrasen muchosadeptos
en lostiempos
en que fueronproclamadas;
muy al contrario: hallaron seria
oposición
tanto en el campo vitalista como enel de la escuela
anatómica,
y lo mismo entre los naturistas que entre los clínicos yempíricos.
Losvitalistas continua ban aferrados á sus ideas deprincipio
directivo y á suingerencia
en losfenómenos
de lavida,
tanto en el estado desalud como en el de
enfermedad, exigiendo
á lanaturaleza,
como dice
Mosso,
uncontinuado
milagro
por la acción delo
inmaterial
sobre lo material yviceversa;
los anatómicosseguían
las ideas deBichat,
quien
á pesar de haber colocadoen las
propiedades
de lostejidos
las causasinmediatas
delos fenómenos
vitales,
descentralizando
esta misma vida yaniquilando
elconcepto
único y esencial de lamisma,
vuelve, no
obstante,
á las ideas deSthal,
cuando admite la exis tencia de unaoposición
entre laspropiedades
vitales y laspropiedades
físicas de los cuerpos. Estas últimas son eternasy las
primeras temporarias
y segastan
ydesaparecen
conel
tiempo;
aquellas fijas,
éstas mudables ycambiantes;
yen lucha continua deunas con
otras,
la vida se sostiene solopor la acción
perseverante
de laspropiedades
vitales. Si éstas se debilitan óagotan,
triunfandefinitivamente
las físicas y traen la muerte trasellas. Por eso
dijo Bichat, copian
do las ideas de
Sthal,
que «la vida cruelconjunto
defun
ciones que resistían 4 la muerte.» Y no es esto
solo,
sinoque el fundador de la Anatomía
General,
arrastrado por las consecuenciaslógicas
desusistema,
deduce que, siendofijas
y constantes las
propiedades
físico—químicas
de los cuerpos,han de serlo
igualmente
lasleyes
de las ciencias que de las mismastratan,
mientras que, teniendo por característica lavariabilidad las
propiedades vitales,
y siendo instablesen susmanifestaciones
losfenómenos
quepresentan
los seresvivos,
-( 51
)-tables á suvez,
susceptibles
deuna série decambios,
inconstantes,
nosujetos
áningún
cálculo Ó análisis científico é
incapaces
para que se funden en los mismos ideas deprevisión
ó depredicción
sobre lo quepueda
suceder. Tales fueron lasconsecuencias
de estesistema,
malastomo todas las de
aquellos
que, de unprincipio
teórico,
quieren
hacer unprincipio
de sistematización nocopiando
la
naturaleza,
sino lo queforja
la mente del inventor delsistema.
Cosa
análoga
pasó
con el de los naturistasalemanes,
llamado también de los filósofos de la naturaleza y que, por aberración de
conceptos,
ha venido á ser como elpredecesor
del actual
parasitismo.
Pocos sistemas ha habido tan senci llos y seductores como éste de la escuela médica de Jena.Sus
principios
se hallan calcados sobre los que forman lafilosofía natural de
Schelling
y consideran el mundo comoun inmenso
organismo,
cuya vida es la actividad univer•
sal;
y como todoorganismo
tiene doscaracteres,
el de launidad y el de la
multiplicidad
departes,
los tiene asimismo elmundo,
representadas
éstaspor el número inmensode cuerpos que lo forman. De estos cuerpos ó
partes
unostienen solo la vida
general
de lanaturaleza,
y son los cuerpos
inorgánicos,
y otrostienen, además,
otra vida ó actividad
propia, constituyendo
pequenos
microcosmos con los caracteres de la unidad y lamultiplicidad.,
tales son los seres vivosú
organizados.
Elhombre,
como:ser
vivoes, pues,un
microcosmos,
tiene una vidapropia
yparticipa,
además,
de lageneral
delmundo,
y en virtud de estasdoscondiciones,
sehalla constantemente solicitado por dos tendencias;
una que sedirige
á mantenerle en suindividualidad,
en su vida
propia,
contra las influencias del cosmos, y otraque lo arrastra a confundir su actividad y su cuerpo con el
mundo y la vida
general
de la naturaleza.La
primera
tendencia
llámesepolo egoístico, polo
po
.L.
•
a
°
-( 52
)--sitivo,
y por suesfuerzo existe la vidaorgánica;
lasegunda
se denomina
polo negativo, polo universal,
siendosu fin
confundirnos
con la madrenaturaleza, equiparándonos
á loscuerpos
inorgánicos.
Delequilibrio
de estas dos tendencias resulta lasalud;
delpredominio
deuna ú otra la enfermedad que,
según
domine la fuerzaegoística
ó la fuerzauniversal,
será de exceso devida,
como lainflamación,
lasneuralgias,
lasconvulsiones, etc.,
óde defecto enlamisma,
como la
litiasis,
ladiabetes,
lasparálisis,
etc. El
agota
miento,
ladestrucción
delpolo egoístico
y elpredominio
absoluto del
polo
universal danlugar
á lamuerte,
estadoen que
desaparece
el individuoconfundiéndose
con el mun
doyla vida ó actividad
universales.
Por poco que se reflexione sobre las bases de
este sis
tema,
se veráque es elantiguo vitalismo,
remozadocon
las
galas
de la filosofíagermánica;
sustitúyase
lapalabra
polo egoístico
por las de:principio
vital,
arqueo,alma,
espíritu rector,
ens, fuerzavital, etc.,
y la depolo negativo,
por cosmos, fuerzas
externas,
fuerzasnaturales,
fuerzascósmicas, etc.,
y tendremos la misma idea de que la vidase sostiene solo por el esfuerzo de un
principio
inmaterial
que lucha con las fuerzas
físico-químicas
ónaturales.
Verdades que en el sistema alemán se afirman
prin
cipios
tan trascendentales como el de laindisolubilidad
dela fuerza y la
materia,
de la esencia yforma,
delprincipio
siempre
local de lasenfermedades, consistentes,
en cuantosu
naturaleza,
en un proceso local yvivo,
principios
que
no se hallan en los sistemas vitalistas y que han sido uno
de los fundamentos del avancede nuestra ciencia. Pero ápe
sar de ello tendrá
siempre
este sistema dos defectos: elde sentar de una manera absoluta laafirmación
dequeexistentendencias
opuestas
yoposición
entre las fuerzas vivas y las cósmicas y el de lainadecuación
del métodoaplicado
á la-( 53 )—
simples
deducciones,
sacadas de unprincipio fijo
é inmate.rial y
sujeto
á lo que se supone que indica la razón y no loque resulta del examen material de los
hechos,
espreten
der loimposible.
Las verdadesbiológicas
son demasiadocomplicadas,
difíciles y oscuras para quepuedan
deducirsepor la
simple
acción delraciocinio,
viniendoobligados
los fundadores de los sistemas ácontentarse,
al querer desentranarlas,
conanalogías
aparentes
yenganosas
y contrastes ilusorios y
superficiales.
Deaquí
estos errores enormísimos de que se hallan
cuajados
todos los sistemas.Lavoissier acabó con ellos al afirmar la unidad de la
ciencia
experimental
y la identidad de los fenómenos quese verifican en los cuerpos vivos y en los inertes. Claudio
Bernard
completó
la obra deLavoissier,
formuló deuna ma nera acabada lasreglas
del métodoexperimental, aniquiló
la idea de la
espontaneidad
de los cuerpos vivos y desen tranó los más oscuros arcanos de la cienciabiológica,
dominando la materia
orgánica,
como la Física y laQuímica
habían dominado lo inerte.
La obra de Claudio Bernard fué la derrota de los siste
mas
aplicados
á lamedicina,
la destrucción de losdogmas
yla abolición del
concepto
tan dominante de la variabilidad de lasleyes
querigen
los cuerpos vivos.!Pocos
triunfos hansidotan
completos
ytangenerales,
como tanfecundos en resultados como el obtenido por el gran
fisiólogo
francés! Nosolamente la
fisiología
entró en lacategoría
de ciencia ver-.dadera,
echando sus raíces en el suelo de las llamadas experimentales
yanalíticas,
si que también la mismaMedi
cina revistió un carácter decertidumbre,
defijeza
y deexactitud de que
siempre
había carecido. Cuando uno separa a
contemplar
el camino recorrido desdeLavoissier
has ta nuestrostiempos,
queda
presa deadmiración,
suspenso elánimo,
y comosobrecogido
al mirar el inmenso adelanto de-(
54)-incesante y su
influencia
cada vez más acentuada en losdostinos de la humanidad.
!Benditos
los hombres que con sugenio
lograron
tales resultados y felicesellos,
como diríaGoethe,
que les fué dado saborear la dicha dedisipar
tantoserrores!
Resuelto el
problema
fisiológico,
no había de pasarmucho
tiempo
sin que seplanteara
elpatológico,
consecuencianatural y fatalísima de la
aplicación
del métodoexperimen
tal á laFisiología.
Débese este beneficio á la escuela
fisiológica
deBerlín;
ella fué la que sentó el
principio
de lainmutabilidad
de lasleyes
querigen
la materiaviva,
ya en el estado desalud,
ya en el de
enfermedad,
estableciendo
la unidad científicade la
Fisiología
ylaPatología.
Lomorboso, según
estadoctrina, deja
deser un estadodinámico,
opuesto
al estadosano y contrario á las
leyes
que normalmenterigen
al organismo,
siendo tan solo un modo de serde laindividualidad
viviente que se diferencia por una mayor intensidad feno
menológica
deltipo
ideal deregularidad
que por laley
de la costumbre hemos concebido y que llamamos sano.Las
leyes
querigen
laorganización
viva son inmutables;
lo que varía son lascondiciones
de los fenómenosque de las mismas
dependen:
normales en estado ordinario ó desalud,
anormales en el deenfermedad.
Para
dejar
biendemostrada
la verdad de dichatésis,
la escuela de Müller tuvo que pasar revista uno por uno á
los diversos procesos que
integran
laPatología,
estudiando eldesarrollo
desuproducción,
ó sea sumecanismo fisiológico,
el enlace óencadenamiento
de lasdiferentes
partes
que los
constituyen,
desde suprimer
manifestación hasta suterminación
definitiva,
haciendo
la historiafisio-patológica
de cada uno deellos,
ó para venirádeducir que en los mencionados procesos
patológicos
nohay
nadanuevo 6anormal--( 55
)-como no sea: la mayor ó menor
intensidad
de los mismos.No
hay
procesopatológico,
poranómalo
que parezca,que
notenga
surepresentante
análogo
en la vida normal.Este resultado
pudo
obtenerlo
laescuela
deBerlín,
despues
de unalarga
série detrabajos
y echando mano detodos los recursos de que
dispone
laobservación
analítica:Ora acudiendo al
microscopio,
para el examen de los cam bios de forma y estructura de los más diminutosorganis
mos, ora al análisisquímico,
para elconocimiento
de lasmodificaciones
de sucomposición,
así como las de las sustancias que las separan, ora
apelando
á lavivisección
y alexperimento
sobre los animales paradeterminar
sus dife rentes fenómenosmorbosos,
susvariantes,
supatogenia,
suetiología,
oravolviendo
la vista en últimotérmino,
en loscasos árduos y
difíciles,
á laobservación
clínica y al análisis
necrópsico,
para que, á la manera de farosprovistos
deluz
brillante, guíen
alexperimentalor
en sudifícilcamino,
lo
ayuden
en laresolución
deproblemas
incesantementeplanteados
y lo iluminen enaquella concepción
misteriosaen que su
espíritu
constantemente se cierne y queHelbe
tius llamaba la cazade las ideas.!Loor
á losMüller, Henle, Dcelinger, Kaltenubruner,
Wunderlich, Virchow, His, Conheim,
y tantos otros quesan la
gloria
de la moderna medicina y que tan hondamente
imprimieron
suhuella en la historia delpensamien
tohumano!
!Cómo
brillaría en vuestras frentes la llamarada del
genio
y conqué
fuerza habíais de sentir esanecesidad
intelectual,
esaaspiración
ardiente y dolorosaque lleva al
espíritu,
nuncasatisfecho,
hacia laposesión
yel dominio de la verdad y de la naturaleza!
!Bién hayan
los manes quepermiten
laaparición
de esas almas grandes que
guían
á lahumanidad
hacia superfección
y libeAntes de que
apareciera
en el mundo médico toda esapléyade
debrillantes
y sagacesinvestigadores,
la enfer medadera considerada como un procesoanómalo,
pero en elsentido de su
oposición
á losfenómenos
de la vida normaly á las
leyes
que losrigen.
Talconcepto,
debíase
á la esca sez y falta deconocimientos.
De lafenomenología
morbosaconocíase sólo la
parte superficial, externa, aparatosa,
estoes, los
síntomas;
y elsintomatismo,
únicoimperante,
porley
ineludible
de lainteligencia,
hubo deengendrar,
co
mo
engendró,
elontologismo.
En
efecto,
conocidas lasenfermedades
en suparte
externa,
superficial,
conprincipio
yfin,
sin quese conociera
sumecanismo
patogenético,
yen la creencia de que consis tían en una anormalidad del
funcionalismo
sano y no una
simple desviación,
fueronconsideradas
por todas las escuelas como fenómenos
evolutivos,
conindividualidad
propia,
formándose
con ellastipos
óespecies,
á lasque
insensible
y
gradualmente
se les dió el carácter de realidadpositiva,
cuando en
rigor
no eran más queproducto
de la comparación y la
abstracción.
Las
enfermedades,
comoindividualidad
dehecho,
noexisten
verdaderamente:
no existen más que las causasproductoras
y el desorden del movimiento vital que ellasocasionan. La
pulmonía,
porejemplo,
no existe comotipo
real,
como unidadconcreta;
lo único que existe es el pneurnococus, que, mientras
vive,
trastorna diversasfunciones,
tales como larespiración,
lacalorificación,
lacirculación,
la sensibilidad y otras
(con
sus consecuencias anatómicasconsiguientes),
pero que una vezmuerto,
cesa en su acción
perturbadora
volviendo
lasfunciones
á su estado normal,
si la economía conservalas fuerzas deregulación
necesarias.
Mas,
como las escuelasantiguas
desconocían
la causa-(
57)-patogenia
de los fenómenos morbosos que laconstituyen,
limitándose sus conocimientos á laparte
externa sensiblede los
mismos,
con unprincipio
y fin que creíanpropios
y no determinados por la vida y muerte delagente
produc
tor,
deaquí
que, tuvieron la tendenciaá considerarla como,una
individualidad
fija,
una unidad de hecho. De esto á lacreación de
tipos
reales y concretos nohay
más que un pa- .soque lo salvó facilmente el
sintomatismo,
produciendo
ydando vida al
ontologismo.
Exagerando
la ideaontológica,
creáronse dos escuelas que contaban con un número no escaso departidarios:
laescuela clínica ó
empírica
moderna á cuyo frente h.allábas,-,el
insigne
médico y observadorSchoenlein,
cuya influenciaen la medicina alemana
puede
considerarse comoigual
á lade
Boerhave,
y la escuela que se llamóparasitaria.
Lapri
mera asimila las
enfermedades
á los seres de lacreación,
transformando la
Patología
en unaespecie
de Historia natural,
en la que todo se reduce á,describir,
determinar yclasificar las diversas
especies
que laforman;
y lasegunda
considera á lasenfermedades
como verdaderosparásitos
queviven en y á expensas del
organismo.
Estas escuelas duraron lo que tardó en difundirse la doctrina de la escuela
fisiológica.
Pudo creerse que con el
advenimiento
de la Anatomíapatológica
se cambiaría elconcepto nosológico
de la enfermedad,
pues que eranconocidos el sitio y la lesión de multitud de
especies
morbosas;
perolejos
de serasí,
se continuó con la misma idea de que la enfermedad era
algo
extrano,
algo
nuevo anadido alorganismo,
yningún
partidario de las ideas
anatómo-patológicas
deMorgagni,
ósiquiera
de las deRokitanski
pudo
creer nunca que el cáncer, por
ejemplo,
fuere un proceso que evolucionara dentrodé las
reglas
querigen
alorganismo
normal,
ó que el tu bérculo fuera unaproducción análoga
á las que seprodu
cen en. la vida Sana. No
solamente
eltubérculo
yel cáncer y tantos otros remanentes
patológicos
eran tenidos como,
prcductos preternaturales
delorganismo
y debidos á untrastorno de las
leyes
que losrigen,
sino que, al aparecer el célebredescubrimiento
deSchevann,
eldescubrimiento
de lacélula,
quísose
adaptar
elhecho
nuevo á la teoría an
tigua,
y entonces fué cuando seinventaron
las células cancerosa y
tuberculosa
y otros tantoselementos
anormales,
producto
solo de laimaginación
y que no han existido nunca en el ser vivo.
!Cuán.
cierto esaquello
dequeel sistemá tico no ve lo que existe en
realidad,
sino lo que le dictasu
mentey que debe de existir
según
lateoría! Con la instau ración del métodoexperimental
enPatología,
acabaron losdualismos entre esta ciencia y la
Fisiológica.
Con la vivisec ción y el examenmicroscópico
echóse dever que los pro cesosllamados
morbosos lo eran solo denombre,
puesque nada tenían de normal como no fuera la causa
productora
yla
intensidad
de losfenómenos;
que lainflamación,
v. g., se hallaba constituida por la ectasia vascular yla
diapéde
sis
sanguínea,
fenómenos
por demásfrecuentes
en la vida sana, que el cáncer era una
producción epitelial
queseguía
las
leyes
querigen
laproliferación
de todoepitelio;
quelasdegeneraciones,
hasta lasmás raras, tenían surepresentan
te
fisiológico,
en unperíodo
ú otro de lavida,
y que lasatrofias y la misma gangrena, en sus variadas
formas,
no tenían nada de nuevo, sino que son procesos quese mani
fiestan en varias
épocas
de la vidafisiológica,
desde el na
cimiento
hasta la muerte. Nohay
nada nuevo en Patológía;
lo único nuevo son los cambios de cantidad en suscondiciones de
espacio,
tiempo
ómovimiento.
Un procesomorboso no es más que un
fenómeno
fisiológico
que se pre senta enépoca
distinta de lanormal,
ó que duramás tiem po del
regular,
ó se hallacomplicado
ó unido á otros fenó-( 59
)-confundible Con
losde anormalidad
éirregularidad.
Mas lo único que existe es elcambio
en lacantidad,
esto es, elquantum
determinado naturalmente
por elquid
ó causadel proceso. La
determinación
de estequantum
y deestequid
constituyen
todo elobjeto
de laPatología.
La
determinación
delquid puede
darse ya 301110 re suelta ó poco menos: losgrandes
progresos
en el arte dela
experimentación
realizados
en estos últimostiempos,
laperfección
de losmétodos,
y el interés que hadespertado
siempre,
y en laactualidad
sobretodo,
elconocimiento
dela causa morbosa, han sido
principalmente
las causas deladelanto que ha
alcanzado
laEtiología.
Puedeasegurarse
que
ninguna parte
delaMedicina
hallegado
algrado
deperfección
y deprogreso
á que hallegado
laEtiología.
La
determinación
delquantwn
es más difícil por servarios los factores queen la misma intervienen. Por unlado
la
resistencia
que elorganismo
opone á la extensión yper
manencia
en sí mismo de la causamorbosa,
y por lotanto,
á la acción de esta causa morbosa enespacio
ytiempo;
ypor otro la
intensidad
con que el mismoorganismo
responde á la
excitación ocasionada
por elagente causal,
reacción
quepodrá quedar
limitada alpunto
donde severificó la excitación
anormal
ó extenderseá, otraparte
de la economíasegún
lafacilidad
óenergía
de losreflejos.
Pueden combinarse estos
factores,
y entonces ladeterminación
del quantum ó
magnitud
delproceso
es máscomplicada.
No obstante,
siempre
resulta ser funciónpropia
delorganismo,
lomismo cuando se opone al aumento de la cantidad de causa,
que
cuando
procura agravar los desórdenes que la misma ocasiona.•
Conocieron
ya lasantiguos, instintivamente,
esta in fluencia delorganismo
enlamagnitud
yevolución
del proceso
patológico
y ladesignaron
confusamente con elnom
60
).—
déternaiuarmi Vagamente
el carácter de estainfluencia,
ypor
otro,
laconfundieron,
haciéndola sinónima
con el
prin
cipio
que ellosllamaban
vital,
principio director, inteligen
te y
encargado
deregir
la vida en actosde salud. Por ello fué
combatida
tanrudamente
por la escuelapositivista
y por ello
negada
hasta suexistencia
por las mayores sumidades del mundo
médico;
no siendo de extranar que unsabio tan eximio como Littré considere como maléfica esta
fuerza
medicatriz,
cuando ella hacequeseabsorba yse gene
ralice el virus
sifilítico,
el veneno de lasserpientes
y tantosOtros
agentes
morbíficos,
quepermanecerían
en elsitio don de fuerondepositados
y noinvadirían
el resto del-organis
mo á no ser por estainfluencia
que losvitalistas
llaman
salvadora.
Dada la confusión deconceptos
en estamateria,
tampoco
hay
queadmirarse
queForget dijera
queentre la naturaleza que mata y la que cura, á veces no
hay
más
espesor que el deuna
aponeurosis.
Todas estas
apreciaciones
tancontradictorias
dependen
de haberestablecido
equivocadamente
elconcepto
de la fuerzamedicatriz,
asimilándola
áprincipios
queno tienen
realidad y son
iudemostrables.
Pero,
como lainfluencia
delorganismo
en la extensión,
Marcha yterminación
del proceso es un hechopositi
vo é
innegable,
deaquí
que la idea deesta misma influen cia
haya
vuelto á aparecer condistintos
nombres ybajo
otrosconc.eptos.
Así desde mediados deestesiglo
surge ladoctrina
de los medios deequilibrio
óregularización
delcuerpo
humano,
extendiéndola no sólo álasperturbaciones
funcionales,
sí que también á las lesiones materiales: siunafunción se
altera,
existen medios en laeconomía para en
derezarla;
si sedestruye
unaparte
delorganismo, hay
po
sibilidades,
más ó ménosefectivas,
derepararla.
Pero comoesta doctrina limita la
influencia
delorganismo
en la mar
61 )
cuando
ha habido unadeficencia
en elarreglo
óequilibrio
de las
partes
ó funcionesalteradas,
dándole
un carácter deinfluencia
áposteriori,
y nocon(sordando
esto con lasideas dominantes en la
actualidad,
fundadas en hechos positivos
(en
laexperimentación),
sobre el modo deactuardelorganismo
en ladestrucción
de las causas, deaquí
que en estos últimostiempos
haya aparecido
en el mundo médicoel
concepto
de la influencia delorganismo
en la enfermedad con el nombre de medios de
defensa orytnica,
con
cepto
que es el que cuenta con mayor número departida
rios y el que está más en
boga
en laactualidad,
ya por serel
último,
ya,también,
por fundarse enmultitud
de hechos que no
dejan lugar
á dudaalguna.
De manera, que en la
actualidad,
para entender esafuerza que en el cuerpo existe y que
determina
la extensión y vuelo que ha de tomar la
enfermedad,
su marchamás ó ménos
rápida
y laterminación
favorable ó adversaque
tenga
quesobrevenir, hay
en la ciencia tresconceptos
cada uno de los cuales tiene sus secuaces: el
,antíguo,
elhipocrático,
de la fuerzamedicatriz,
maldeterminada
y confusamenteconcebida;
el de los medios deregulariza
ción ó
equilibrio
y el de los medios de defensa.Quizás,
enel
fondo,
no seanmás que unosólo,
como tendré ocasiónde
demostrar,
aunque vistos desde distintopunto
de vista.Determinar
cuál sea elverdadero,
fijar
lascondiciones
del
mismo,
dejando
bien sentado el carácter dela influencia del
organismo
en elquantum
de laenfermedad,
es loque
constituye
elproblema
actual de laPatología
y elpunto
más oscuro de la misma. Cuando sehaya
aclarado
debidamente y se conozcan las condiciones todas que de
terminan la
extensión,
duración y evolución delproceso
morboso,
podrá
afirmarse que la ciencia de laenfermedad
ha
llegado
á suúltimoperíodo,
ásuacabadaperfección.
En-( 62
mecanismos
patogénicos
de losdiferentes
procesos,
todo se
rán sombras y
dudas,
en tantoqueden
inciertas
sucantidad
y su
complejidad,
que es lo queconstituye
realmente el proceso
patológico.
Voy
ápasar en revistaen esta memoria lostrabajos
realizados
en estesentido, procurando,
sime es
posible,
demostrar que no existe más que una sola acción del
organis
mo sobre laamplitud
y ulteriordesarrollo
del proceso, aclarando los
diversos
modos ó mecanismossegún
los que serealiza dicha
influencia
orgánica
Conozco que el
punto
essuperior
á las escasasfuerzas
mías,
y si loemprendo
es tan sólo ámodo deindicación
de
un programa ó camino por
donde,
á mi
entender,
deben dirigirse
lasinvestigaciones
científicas.
Aúnasí,
es arduo el
trabajo
ydudo quepueda
llevarlo
á cabo de la manera debida. Confio en vosotros y en la
circunstancia
deque con
un buen
plan
6 método serámenos sensible la
despropor
ción queexiste
entre la fuerza de mi razón y lamagnitud
del
empeno.
Cuando una causa morbosa obra sobre nuestro
cuerpo,
sin que su acción se
haga
permanente,
como pasa con
un
traumatismo,
porejemplo,
ó con unaimpresión
de frío
ó de calor
momentánea,
ó con unaimpresión
moral,
no lequeda
alorganismo
más cuidado que reparar los danos causados,
si los hahabido,
6restablecer elequilibrio
de las funciones que se
hubieran
perturbado.
Si la acción dura y, sobre
todo,
si la causapermanece en el cuerpo, entoncessemanifiesta además otro
hecho,
que consiste en la destruc ción por laspotencias orgánicas
de esta misma causaó su
eliminación
al exterior.A laprimera
acciónorgánica,
acción dearreglo,
dereparación,
deequilibrio, puede
-( 63
)-acción
eurásica
(de
éutasis,
arreglo, equilibrio,
buenórden)
á la
segunda,
Letamendi
la hadenominado
gráficamente
ycon toda
propiedad
acción, etiolítica(de
etiolisis, resolución,
extinción
óeliminación
de la causamorbosa).
Como por esta acción se anula la del
agente
morboso y seimpide
queperturbe
y dane elorganismo,
ha sido consideradacomo un medio de defensa deeste
último,
sirviendode
fundamento
á la doctrina de este nombre. Y como todadoctrina
se exagera, lospartidarios
de lamisma,
no contentos ya con
aplicarla
áaquellas
causas quepermanecen
en elinterior del cuerpo, como los venenos y los
parásitos,
y desde
allídejan
sentirsuacción,
extendiéronla
áaquellas
otrascuyo efecto
puede
ser tambienduradero,
aunque suorigen
sea
externo,
como ciertasimpresiones
térmicas,
los cambiosde
presión
atmosférica,
las alteraciones delagente
lumínico
y otras.No sólo ha habido
exageración
en estepunto,
sino quetoda la doctrina es
falsa,
pues que descansa en unconcepto
de
finalidad
que no debe servir nunca de base en las ciencias
experimentales.
Elorganismo,
frente á una acción defrio ó de calor que dure
algún tiempo, dispone
de medios suficientes para mantenersutemperatura
propia
y anularasí la
influencia
que le viene delexterior,
defendiéndose
con dichos medios de las
inclemencias
deltiempo;
lo fundamental
aquí,
comodoctrina,
es el conocimiento de estosmedios
reguladores
que le sirven para mantener sutempe
raturapropia,
yno loaccidental
y consecutivo de sipueden
ó no servirle para defenderse de las variaciones térmicas del
medio ambiente. Lo esencial es la acción
reguladora,
eutásica,
loaccidental
45accesorio
es la de defensa.Lo mismo diremos de los cambios en la
presión
atmosférica. Si con una
presión
disminuida
aumenta el esfuerzorespiratorio,
no es porque elorganismo
se defienda contra—( 64 )—
ta el bulbo
raquídeo, propágase
lexcitación
álos músculos
respiratorios,
sobreviene
ladisnea,
y entra así más cantidadde
oxígeno
en la sangre,compensándose
deesta manera la
falta del
mismo
yregularizándose
unafunción
que se había
perturbado.
Alcontrario,
cuando aumenta lapresión
atmosférica y entran en la sangre, por el exceso
mismo de
la
presión, grandes
cantidades deoxígeno,
aparece entonces el
afnea,
ósupresión
de lafunción
respiratoria,
no porque el
organismo quiera
defenderse
delaumentode
presión,
que por este lado no le haráningún dano,
sinó porque estando la sangre ahíta de
oxígeno,
desaparece
laexcitación
del centrorespiratorio
y la de los músculospropios
delaparato.
La
regla
puede
aplicarse
conigual
motivo áaquellas
causas contra las que
aparentemente
el
organismo
parecetener una acción
especialmente
defensiva:
tales son los venenos y los
microbios.
Los venenos Ó vienen del
exterior,
como losanimales,
vegetales
yminerales,
ósonfabricados
por nuestroorganis
mo como
producto
de lacombustión
y ladesnutrición
de loselementos
orgánicos,
6 bien sonresultado de
fermenta
ciones 6
producciones
microbianas.
Los
primeros
los eliminasimplemente
el
organismo,
como elimina toda sustancia
extrana al
mismo;
y los elimina,
no porquequiera
defenderse
deellos,
sinó
simple
mente para mantener su estado deequilibrio
yestabilidad
química
en los humores y en lostejidos.
Sise
inyecta
enla sangre una
solución
albuminosa,
aparece laalbúmina
al cabo de
algunos
minutos en laorina;
y si con una alimentación sacarina el azucar de la sangre se eleva por
encima de tres gramos por
litro, enseguida
sobreviene
laglico-glicosuria.
Nopueden,
enverdad,
darse sustancias másinofensivas
que lasmencionadas,
y contra ellas no tendría quedesplegar
grandes
fuerzas defensivas
el-( 65
)--ganismo,
y,.noobstante,
las eliminaenseguida
á causa deentrar incontinenti en acción los
aparatos
encargados
de mantener elequilibrio
en la crásissanguínea.
Aún lamisma agua es
espelida
enseguida
por los rinones ó por la mucosa intestinal si seingiere
en muchacantidad,
ó se inyecta
en el interior de las venas de un animal.Los venenos que fabrica incesantemente nuestro cuer
po,
producto
de ladesasimilación
y de lacombustión
de la materiacirculante,
son transformados en sustancias menostóxicas y eliminadas en
seguida
al exterior como las anteriores. Los que son resultado de
vegetaciones
microbianas los neutraliza elorganismo
formandoanti—toxinas,
que resultan
probablemente
de ladescomposición
de la toxinaproducida
por elmicrobio,
descomposición
debidaprinci
palmente
ála fiebre queacompana
lainfección,
saliendo al exterior toxinas y anti-toxinas por los diferenteseumunctorios
naturales,
como son elrinón,
elintestino,
lapiel,
etc.Con esta evacuación
quedan
libres la sangre y lostejidos
deproductos
extranos álos mismos y en el estado de estabilidad
química
normal ófisiológica.
Y voy á ocuparme del
punto capital,
6 sea de la resistencia que el
organismo
opone á que en él vivan los microbios
patógenos,
resistencia que ha sido el fundamento ypunto
departida
de la doctrina llamada de las defensas orgánicas.
El cuerpo humano dificulta la
multiplicación
y des arrollo de los microbios por dos modos distintos: por la acción
fagocitaria
de los leucocitos y célulasepitetiales
jóve
nes, y por la virtud 6 acción bactericida de la sangre ydemás humores.
Por virtud de la
primera,
como todo el mundo sabeya, los
fagocitos
seapoderan
de las bacterias que se hallaná su
alcance,
emitiendoprolongaciones
ópseudópodos,
en66
)-diastasas
digestivas,
si son materiaapta
para sualimentación,
óarrojándolas,
en casocontrario,
á los reservOriosnaturales más ó menos
modificadas,
reducidas en su tamanoó del todo destruidas en la
mayoría
de los casos. Tal es laacción,
dicha enpoquísimas palabras,
de los leucocitos ydemás elementos
fagocitarios
delaeconomía,
y en ella seha
querido
ver un acto de defensapuesto
por la naturalezacomo
salvaguardia
del cuerpo humanocontralosataques
de losorganismos
inferiores.Nada más erróneo. Esta acción que
desplegan
los fagocitos
espuramente
nutritiva y no es exclusiva deellos,
sino
propia
de todos losorganismos
unicelulares que carecen de membrana
propia,
como los amibos é infusorios inferiores. Por esta acción se
nutren, apoderándose
de lassustancias que se hallan á su
alrededor,
digiriéndolas,
sison
aptas
para sualimentación,
ódesechándolas
sino sirvenpara ello.
Influyen
en esta acciónprehensiva
la mayor menor afinidad que tienen para dichassustancias,
habiendo
algunas
que las atraen con vivafuerza,
mientras que otras les causan una marcadarepulsión.
•
Los
glóbulos blancos,
como individuos de laespecie,
entran dentro de las
reglas generales
de nutrición mencio nadas. Seapoderan
de las sustancias que encuentran á supaso,
arrojándose
con mayor ó menorenergía
sobre las mismas,
según
la atracciónquímica
que ellas les ofrecen. Como
ejemplo
de sustancias muy atractivaspueden
citarseciertos caldos de cultivo y las que segregan los
estreptoco
cus y los
estafilococus,
y como sustancias muyrepulsivas
los caldos
simples,
cuando seinyectan
en la sangre, el éter y el cloroformo. Pero esta acción atractivaórepulsiva,
no es fundamentalmente dedefensa, pudiéndolo
ser accidentalmente,
comopuede
ser tambiénperjudicial.
Es,
porotra