- 40
-Anadamosa esto los
perjuicios
económicos que sufrennuestros ho
teleros y comerciantes.
De la
viruela,
no habría que hablar.Enfermedad
impropia
delos
países cultos, según
frase deun notablemédico,
debieran avergonzarnossus
epidemias. !Y
aunhay quien
opone reparosala vacu
nación y revacunación
obligatorias
ya presentar el certificado de vacunación en ciertos actos
públicos!
El
paludismo
es un azote nacional. Cuando tantasempresas
agrícolas
eindustriales
hanfracasado,
cuandotantos
capitalistas
sehan
arruinado,
cuandopodrían
esperarseóptimos
rendimientos deun
negocio
ylaquiebra
más
estrepitosa
hapuesto fin a tentativasgenerosas, se apena el ánimo tanto
más cuanto que una mediana
previsión
hubiera desterrado elpaludismo
delpaís,
restando víc
timas a la muerte, a la miseria
ya la
desesperación.
Ya lo he dichoen otra parte. Por cierto
que el
paludismo
ha estado apunto deproducirnos
un bochorno nacional yuna intervención
extranjera.
Dada la universalidad sanitaria que
quiere
establecerse en el mun
do,
porintervención
de la CruzRoja,
deigual
modo queuna co misión de ésta fué a Servia para dominar
una
epidemia
detifo,
quiso
venir aEspana
para combatirel
paludismo
comenzando porla
provincia
deCáceres,
una de las máscastigadas
y,gracias
a nues
tro
Monarca,
tan excelsoRey
como fervientepatriota,
se tomaroncon
rapidez
inusitada acuerdosyse
dispuso
un presupuesto extra ordinario para comenzar lacampana sanitaria,
evitando así alpaís
eldisgusto
de la intervenciónextranjera.
Respecto
de otrasafecciones,
yo he vistoalgunos
ninoscon es
carlatina,
con difteria o con tos ferinaadquiridas
en un mismo
colegio,
y cuando hellegado
a advertir aldirector del estableci miento del
peligro
que corría suclientela,
he sabido que la enfermedad le habíacausado ya varias
bajas.
Lahigiene
escolarsehalla
desgraciadamente
en estado deficiente entre nosotros,y a pesar
de que en Madrid y en Barcelona existe un cuerpo de
Inspectores
nombrados por
oposición,
ypor tanto con la demostración de sucompetencia,
el resto deEspana
se halladesposeído
deesta valiosa garantía para las familias y para la raza.No hablemos de la tuberculosis y de la facilidad con que los
tuberculosos
van portalles, plazuelas
y establecimientospúblicos,
sembrando los bacilos tuberculosos.?Y qué
decir de lalepra?
Esta es altamentecontagiosa:
se hallamuy extendida en
Granada,
enGalicia,
enLevante,
en Canariasy otros puntos; se cuentan en
tos y
ejercen profesiones
como la decarnicero,
la de vendedorade
frutas,
etc., uniendo así larepugnancia
a lapropagación
morbosa.
Subsistencias
La alimentación es una de las necesidades más
apremiantes
de la
vida;
sin el alimento que repara laspérdidas
directas de todoorganismo
vivo y que en el nino facilita además el crecimiento,
no esposible
lavida;
la ración de sostén y la raciónde crecimiento son necesidad
imprescindible
ypreferente;
sin ellas ni crecen losninos,
nihay hombres,
nipuede
haber sociedad. El alimento del cuerpo debepreceder
al delespíritu,
a la instrucción, a laeducación,
a la creación deleyes
y degobiernos.
Bien claramente lo
dijo
Leonardi: «El factor económicopredomina
enlascon diciones modernas; tieneprioridad
sobre las consideraciones biológicas, etnográficas,
éticas ypsicológicas.»
Ysin
embargo,
apesar de lasgrandes
crisis alimenticias que handejado
en la Historia tristes recuerdos delhambre,
losgobiernos
no habían acometido la administración oficial de este sector de la vida humana. Sin duda entiempos pretéritos,
los senores feudales y las clases directoras,
tranquilas
con susdespensas
bienreple
tas, no se preocuparon gran cosa de los
estómagos
de suspecheros.
Ha sido
preciso
que viniera esta gran guerra, quesurgiera
el blo queoigualitario,
que nodistinguía
de clases nicategorías,
paraimpo
ner alosgobiernos
el racionamiento yla tasa delprecio.
Elespectro
del hambre como el de la muerte, amenazó a todos por
igual.
Ysecreó elMinisterio de Abastos. Yo no he de hacer
aquí
la crítica de su fracaso entre nosotros. Pero debo afirmar que losgobiernos
están
obligados
aejercer
unaexquisita vigilancia
para evitar quemercaderes sin
conciencia,
ambiciosos y avaros, realicen sofisticaciones,
fraudes y mermas,enganen
alpúblico
en calidad o encantidad, que le envenenen o le
enflaquezcan.
Toda severidad seríapoca en esta clase de
infracciones;
secastigan
cierta clase de delitos, sin parar mientes que este delito alimenticio debiera tener las penas más severas. Para
mí,
entre el delito alimenticio y el delito de sangre es más grave elprimero
que elsegundo.
Entre el mozalbete que en un
rapto
deira,
conprovocación
o sinella,
hiere a otrapersona yel tendero que a
mansalva,
ansioso de mayorganancia,
adultera los alimentos y bebidas y envenena a varias personas o vende los artículos con merma en el peso,
empobreciendo
alcon- 42
-es mucho más
responsable
elsegundo
que elprimero.
Ysinembargo
la
ley
impone
mayor sanción alprimero
que alsegundo.
He dicho que es delictuoso el fraude en el peso; pero desde que en la Corte se ha autorizado la ventade panes de un kilonominal,
con el sólo peso real de 800 gramos y por elprecio
de losmil,
resulta queesta ficción oficial yla docilidad de la
aritmética,
quesuma a favordel mercadery resta en contradel
consumidor,
amparan al quevende con merma en el peso yle libran de toda
responsabilidad legal.
Un estudio más científico de la alimentación basado en lascalorías necesarias por cada
individuo,
serviría para calcular lascantidades
indispensables
para laprovisión
nacional,
encauzando el consumopúblico
yaconsejando
a las multitudes la cantidad degrasas, de
proteicos
y de hidratos de carbono y sales necesarias para el sustento nacional. Y una vez almacenadas las cantidadessuficientes para que no sufrieran escasez los
ciudadanos,
y se castigara
severamente elacaparamiento,
podría permitirse
la expor tación abundante para favorecer la balanza monetaria nacional.En este
respecto,
no sólohay
que conservar la pureza de losartículos alimenticios y entregar éstos con un peso
legal
exacto,sino que deben
mejorarse
las condiciones de sucomercio,
sobretodo en lo relativo al acceso y al sucio contacto con las moscas,
conlos
papeles
de envolturayaun conlasmanosde las personas quelos
expenden.
En mis andanzasprofesionales
por esos comerciosdomésticos,
en que la tienda alterna con la vivienda y la madreatiende simultánea o alternativamente al
parroquiano
y alhijo
enfermo,
hepresenciado
escenas fecundas en maniobrasepidemi
zantes y,cuando en un
rapto
dehigienización
he censuradoala madre que con sus manosrellenas de membranas
diftéricas,
ode babasfilantes del
hijo sarampioso,
escarlatinoso,
varioloso otifódico,
al acceso deun
comprador
se apresurara a servirle el pan, lafruta,
la leche o
cualquier
otroartículo,
sin másprecaución
que pasar una o dos veceslapalma
de sus manos sobre el delantal paraaligerar
las desu inmunda carga, he visto en la actitud airada y en las res
puestas
de la madre que la sociedad actual necesita no sólohigie
nizarse sino también
mejorar
y mucho suconceptomoral,
practicar la máxima cristiana de «no desear al
prójimo
lo que noquieras
para ti mismo». Por
algo
ha dicho Duclaux: «Mientras laopinión
pública
no estéinstruida,
losCódigos
Sanitarios no serán obe decidos.»Hemos detratar en estasección de las aguas
potables
ydel aprovisionamiento de las
poblaciones.
Como los alimentos, el aguapotable
es deprimera
necesidad. Yo no concibo que seaposible
lavida de
algunos pueblos
sin contar con suficienteprovisión
deagua, como no concibo
tampoco
que elfisco,
elEstado,
laDipu
tación o el
Municipio, impongan
tributos y los cobren en dineroy en
soldados,
sin atenderles en esaprimera
necesidad alimenticia.Faltas
algunas poblaciones
de ríos o de fuentes que se alumbren en su zona
fiscal,
nodisponen
de más agua que la delcielo,
recogida
en lostejados
durante las lluviaso la embalsada en unaexcavación del terreno en los alrededores de la
urbe,
y es de vercómo esa balsa sirve de fuente para el
vecindario,
de abrevaderopara las
caballerías,
depediluvio
para éstas mientras beben y dereceptáculo
detodassus excreciones. No hace mucho que la prensadió cuenta de que en
algunos pueblos
deAragón,
carentes hastade esas inmundas
balsas,
a la vez fuenteycloaca,
escarnio de lacivilización,
elejército
había sido elencargado
de socorrer a losvecinos con carricubas de agua, cual si fueran a
provisionar
uncampamento
guerrero.!No
se concibe como ante tal abandonohaya
autoridad que cobre yvecindario que pague los tributos! Yluego
nos extranarnos de lasepidemias
de fiebre tifoidea, de disen tería, de cólera y de otras por el estilo. En nombre de la civiliza ción no es lícitopermitir
que vivan en tales condiciones agrupaciones humanas que son hermanos nuestros y como nosotros con
tribuyen
alas cargas de la nación.Es,
por tanto,elaprovisionamien
to del agua
potable
uno de los másfundamentales deberes de losmunicipios.
El aguaimpura
ha sido y es uno de los vehículostransmisores del
cólera,
de la fiebretifoidea,
de la disentería y de lasdiarreas;
laprevisión higiénica
ha desterrado lasepidemias
de esasdolencias de muchas
poblaciones;
la desinfección con el cloro ocon el
permanganato
depotasio
haprobado
sueficacia,
pero espreciso apelar
a otrosprocedimientos
que aseguren supotabilidad;
respecto
de estepunto
existen en marchaprocedimientos
que satisfacen las
exigencias higiénicas
modernas.Banos
públicos
Anexo a la
provisión
de aguas debe ir el serviciopúblico
debarios;
ésteconstituye
una necesidad en toda urbe medianamenteacomodada;
debiera existir una instalación para quepudieran
ir adiario en todo
tiempo
hombres,
mujeres
yninos, en busca de losexcelentes efectos de la
limpieza
por el agua, efectos tónicos yprofilácticos,
que el uso frecuente del banoproduce
en lapiel primero
yen todo el
organismo después.
Sinembargo,
doloroso es decirlo:- 44
-excepto
la ciudad de SanSebastián,
que cuenta con un establecimiento
adecuado,
«La Perla delCantábrico», ?cuántas capitales hay
en
Espana
con establecimientos de esta clase?Barcelona,
que envarios órdenes de la
higiene
y deprofilaxia
ha mostrado hallarse bien orientada ydispuesta,
concibió el proyecto deun servicio municipal
hace arios. Se recibió conjúbilo
elpropósito;
elMunicipio
senaló el terreno detrás del
Parque
paraedificar por su cuenta; se verificó lainauguración
del Establecimiento con gran solemnidad ytuve la satisfacción de asistir a la
fiesta;
pero esta es la hora que, no obstante los ariostranscurridos,
elproyecto no hapasado
detal;
antes por el
contrario,
en estelapso
detiempo
handesaparecido
dos de los establecimientospúblicos
más acreditados(1).
En Madrid,
existe la mismadeficiencia,
y mepermito aplaudir
la feliziniciativa que ha desarrollado el Dr. Malo de Poveda
(2)
en un artículo ycon un
plan
que porresponder
a las necesidades de la clase delujo,
de lapopular
oeconómica,
de lagratuita,
de lahigiene
y de la
terapeútica, puede
reputarse decompleto
y senalarse cornoun modelo.
Ninguna
urbe,
porpequena
quefuera,
debieracarecerde una casa debanos
públicos, adaptada
en sucapacidad
y como didades al número y calidad de sus habitantes.Viviendas
Los que hemos vivido en Barcelona en
aquellas
tristesépo
cas en que lospapeles
de los balcones acusaban un mayornúmero de
pisos
poralquilar
que el de lospisos ocupados
y losque
presenciamos
en la hora actual esa dificultad por encontraruna habitación aun
pagándola
a peso de oro, nos damos cuentaexacta de la
agudización
que ha alcanzado elproblema
de la vi vienda. Esta escasez y el excesivoprecio
delalquiler,
que llevaconsigo
otros dostributos,
el de lacédulapersonal
yel delinquili
nato, ha ocasionado un movimiento de concentración de los habi tantes, los cuales viven
apinados, privándose
unos a otros del aire necesario y del terrenoindispensable
para la libreexpansión
indi vidual. Así surgen la anemiarespiratoria
y la atonía muscularpropias
de la urbaniosis. De miexperiencia
profesional
recuerdo el caso deuna familia muy acomodadaque había vivido en uno de esospisos
de lavieja
Barcelona,
en calleestrecha,
con cuartos ló(1) Enla calle de la Mina yen el Pasajede la Paz. (2) La Medicina Social Espanola, 20 noviembre de 1920.
bregos,
obscuros y de techobajo;
ellujo
delmobiliario
y la abun dante luzartificial,
no fueron suficientes a contrarrestar la escasez de aire yde
luz,
la ausenciaperpetua
de sol aun en verano.La
familia se había edificado una casa
lujosa
einmensa, acaso la fincamássoberbia del
Ensanche
ala sazón yestabapresta
a trasladarse, cuando enfermó unahija;
llamado en consultacomprobé
la exis tencia de unameningitis
tuberculosa; la nina murió a poco yno
pudo
disfrutar la nueva casa; esta muerte fué unaexpiación
para suspadres,
un tributo que hubieron de pagara las malas condi
ciones de la
vivienda;
tributo tanto mássensible cuantofué másevitable
porque la familiadisponía
degran fortuna para vivir enmejores
condiciones sin esperar laconstrucción decasapropia.
Además de esta influencia física sobre la salud del cuerpo, la
vivienda
ejerce
otra directa sobre la moral de cada individuo y decada familia y, por tanto, sobre la sociedad en
general.
En1853
lord Palmerston, con motivo de laepidemia
de cólera, decía que era más viva la influencia moral de la casa que la física. Secom
prende
esta frase en uninglés.
Cuandose ven en Londres, porejem
plo, aquellas
hileras de casas para una sola familia cadauna, todasiguales,
comotrazadas con un mismopatrón,
con sucorrespondien
te trozo de
jardín,
seexplica
el culto de todoinglés
a su homey
esa otra frase my house is my castle, mi casa
es mi castillo. Esta es
precisamente
laaspiración
actual de lasociedad:disponer
de unacasa para cada familia y de un cuarto para cada persona. Este
recogimiento
de cada individuo en un momento dado del día,le.
permite quedarse
a solasconsigo
mismo, con suconciencia,
y reflexionar acerca de su
propia
conducta y de su norma en la vida.Y el individuo que encuentra en su
hogar
el bienestar suficientea sus deseos y necesidades, no
huye
deél,
se une mása su
familia,
a sumujer
ya sushijos,
yseaparta
de lataberna y de lasreunio nes con otros hombres descontentos que,
como la manzana
podrida,
van
contaminando
atodos,
hasta los mássanos, y formanesa fa
lange
que,sugestionada
por malos y ambiciosospastores,
perturba
la
tranquilidad
social,
arruina lafamilia,
yse hacepasto
del alcoholismo ycarne de
hospital
o depresidio.
En
punto
a lavivienda,
la humanidad ha sufrido un graveerror;
podrá disculparse
lamezquindad
de dimensiones y deven
tilación dada a las casas de las ciudades donde el terreno es muy
solicitado
y caro, pero en laspoblaciones
rurales, donde el solares barato, no se
explica
que sehaya
adoptado
ese sistema de an
46 ..._
tanas y aberturas de ventilación. Indudablemente el
hombre re
cuerda en esos
pueblos
suantigua
vidatroglodita.
Intiznaxnente
ligado
con elproblema
de la vivienda está el desagüe
de los excreta; entre la casa moderna actual, con undesagüe
perfecto
de los detritushumanos,
de excreción y delimpieza
y lacasa
antigua,
falta dedesagüe lejano,
que recoge todossus excre
mentos en un
departamento
de la misma vivienda olos vierte en un río que lame sus muros, existe
una diferencia
extraordinaria,
ya que en esta última las emanaciones
hediondas,
el aireirrespi
rable
según
el lado de quesople
elviento,
la extraordinariapulu
lación de las moscas que llevan las materias fecales y los microbiospatógenos
a losalimentos,
enseres alimenticios y ala boca de los
ninos,
mantiene enperfecto
asedio la infección ylos focosepidé
micos. Frente a esta, la casa
moderna,
amplia,
llena deluz,
de soly de
aire,
con susdesagües perfectos
yterminados a
distancia,
constituye
unagarantía
de la salud.Además,
no debe olvidarse que las materias fecalesson apro vechadaspara el abono de la tierra sopena de arruinar la
agricul
tura y esto
produce
fatalmente lapolución
del terreno y la contaminación de las aguas de bebida o de los
vegetales
alimenticios,
favoreciéndose de esta suerte el entretenimiento de las endemias urbanas y rurales. Ycomoquiera
que un alcantarilladohigiénico
requiere
un presupuesto costoso, tan sólopuede
ser
practicable
en las
grandes
agrupaciones
urbanascapaces debastarse a sufra
gar tales
dispendios
y de facilitar una esterilizaciónprevia
de lasmaterias fecales para destinarlas al abono de la tierra sin empon
zonarla.
Esperemos
que losprocedimientos químicos
y la indus tria del abonopermitan
resolver económicamente esteconflictoentre los derechos de la
agricultura
y los deunsaneamiento rural y
urbano. Entonces la ciudad yel agro se verán libres por
igual
de ese cerco infeccioso que socavala salud de los habitantes.Nuestro
régimen
manicomialCon ser tantas las deficiencias
anotadas,
las de los manicomios superan a todas y son tan lamentablescomo vergonzosas. Existesí,
un R. D. deII demayo de1885
cuyo artículo12ampara el derecho de todo ciudadanoyse oponea las demasías de las familias y a la codicia de los establecimientos
industriales;
pero noobstante,
esa«visita mensual» no se
realiza;
porsu desuso muchascasas, antes
civil,
adonde son enterrados pormalas artes, con burlade lasleyes,
los que estorban el disfrute de unpatrimonio,
los que molestan enel
hogar,
lostestigos
enojosos,
los sin familia que gravan el presupuesto
provincial.
Sin salirnos de
Barcelona,
unainvestigación
hecha recientemente por la
Junta
provincial
deSanidad,
ha descubierto que son muchos los recluídos sinexpediente,
dándose «el hechomonstruoso de que elmanicomio sirva desepultura
civil a un cuerdo». Esoaquí,
donde la
avispada
crítica estápresta
para desnudar todaficción;
?qué pasará
en esasprovincias apartadas,
pacíficas,
dominadaspor el
cacique
único o detanda,
donde elvecindario
apenas seatreve a condenar entre dientes los más enormes desafueros? Los
relatos de
algunos periódicos
quese han atrevido a levantar el veloque encubre tanta
miseria,
hablan de celdaslóbregas,
de lechos depaja podrida
por las excreciones de losocupantes,
de alimentosescasos y en
descomposición,
de aguacorrompida
y deharapos
escasos porvestidos,
dehacinamientoparecido
al de gusanosbajo
tierra; es
decir,
hablan de asilados quereciben peor trato que las bestias; como que éstas sirven para eltrabajo
o para las subsistencias,
al paso queaquéllos
sonuna cargamolestaysin rendimiento. Convertirlasdesgracias
de la menteen materia de vilexplotación
y de cruelensanamiento con personas, es
impropio
de cristianos.lilienización
deltrabajo
El progreso humano va arrancando al hombre de
aquella
vidapacífica, pueblerina,
en que cadajefe
de familiaejerce
una in dustria o arte y tiene enpropiedad
o en arrendamiento una extensión mayor o menor de terreno, deregadío
o de secano, y a ratosperdidos,
pero muy bien hallados con su salud y recursos económicos, cultiva la huerta o el campo y recaba de amboslos frutos suficientes para ir sosteniendo la familia. La absorción
de las
grandes
empresas industriales haapartado
al hombre deesa vida
sencilla,
reclutándole engrandes
masas para la vida deltaller o de las
poderosas
industrias,
acaparando
suactividad,
sumándole en unejército
unido al servicio delcapital
indispensable
para esas costosas instalaciones, y como la remuneraciónde la mano de
obra,
subdividida en las unidadesrepresentadas
por cada
trabajador,
parece muydesigual,
inferior a la remuneración
condensada,
obtenida por elcapital,
hasurgido
la compara
-48
-trono y los obreros. Durante
luengos
arios,
elpatrono
ha arriesgado
tan sólo elcapital;
el obrero sufuerza,
sutrabajo
musculary parte de su
salud,
sobretodo,
en esas industrias insalubres enque los
polvos
de acción mecánica o las emanaciones de accióntóxica,
o los accidentestraumáticos,
producían
pneumoconiosis,
intoxicaciones,
heridas o avulsiones que le inutilizabantemporal
o
perpetuamente
para eltrabajo,
para ganar el sustento de sufa milia. Y no hablo de otras
agresiones
en que intervenía el abusodel
poder
patronal
sobre condicionesindependientes
deltrabajo,
representadas
por la hermosurao los atractivos de lamujer
obrera. Estadesigualdad
en el reparto debeneficios se ha hecho mayory, portanto, más
irritante,
en laépoca
de la guerra, en que espoleada la
producción
por laurgencia
del momento ypor la demandaapremiante,
ha motivado unaespeculación
activísima y una acumulación de
riqueza
tanrápida
comoinusitada;
!cuán
desmoralizadoras estas
sugestiones
de la codicia! En losprimeros tiempos,
por ser sus efectos cruentos, bruscos y
llamativos,
losgobiernos
promulgaron
laLey
de Accidentes deltrabajo; posteriormente,
en ese
desgaste
lento,
silencioso y deapagada expresión,
se suscitó por
parte
de loshigienistas preferentemente,
la necesidad demejorar,
de humanizar las condiciones dellaboreo,
disponiendo,
junto
a lasmáquinas,
cámaras y tubos deabsorción,
para arrastrar los
polvos
y vapores danosos yapartarlos
del airerespirado
por los obreros.Además,
enhomenaje
a lamaternidad,
como ofrenda almejor
cultivo de laespecie,
se han dictadoleyes
de reposo para la
mujer
embarazada,
parturiente
ylactante,
y otrascual lainstalación de casas-cunas en la mismafábrica o muy cerca
de ella para que la obrera madre
pueda
dar elpecho
a suhijo
enlas horas activas del
trabajo.
Se haadoptado
también elprocedi
miento de encargar a esta obrera que realice su labor en su
propio
domicilio a fin de nosepararla
de suhijo,
ya que esto tiene seriosinconvenientes.
Quedaba
la terceraparte,
y esta es la relativa alas horas delabor y a la
participación
en los beneficios. Asunto eseste que
corresponde
dilucidar a loseconomistas,
así como los dos anteriorescompetían
casi exclusivamente a los médicos.Pero cualquiera
que sea la solución dada por los definidores del derecho yde la economía
social,
loshigienistas
no deben ocultar que el trabajo,
la resistencia física para elmismo,
han de variaren cada casosegun el sexo, el
clima,
el carácter de la industria y laaplicación
social y que, por tanto, una uniformidad absoluta para todos lospaíses,
para todas las estaciones y para todos losobreros,
pugnala
experiencia,
la destreza yla eficacia de todos loshombres,
es un absurdo y además un atentado a la libertad individual.Nopodrá
desconocerse que entre el
jardinero
que a flor detierra,
entre aro mas ypájaros
cultiva los arriates y el minero que en el fondo deuna
galería,
entre emanaciones acres, una humedadpegajosa,
sinsol y sin
aire,
arrancabloques
deantracita,
existe una enorme diferencia de
riesgo
ydeutilidad;
la mismaque existe entre el obrero quetrabaja
sentado y a la sombra y elsegador
trashumante que desarrolla sujornal
ora encorvado sobre lamies,
oraerguido
con sugavilla bajo
el sol abrasador dejulio.
Someter porigual
a unosya otros, al mismo horario y al mismo
estipendio,
sería unainjus
ticia notoria. Y para dirimir estas cuestiones los economistas no
podrán,
no deberánprescindir
del concurso de los médicos.1-liffiene
delviajero
Las estaciones de
ferrocarriles,
los vagones deviajeros,
los detransportes, los vehículos del servicio
público
en lasciudades,
soncentros de gran
concurrencia,
agentes de difusión microbiana yparasitaria,
elementos decontagio,
no sólo entre las personas sinotambién entre éstas y los animales. Las
epidemias
y lasepizootias
en íntima
relación,
además de ser atentatoriasa la saludpública,
danan a la
riqueza
delpaís,
pues los animales que mueren por elcontagio adquirido
durante eltransporte, representan
una merma en el consumopúblico
yuna ruina para elganadero.
?Se cumple,
aeste
propósito,
rigurosamente
la R. O. de 3 de febrerode1914?
Servido sanitario rural
El médico
titular,
ejerce
en laspoblaciones
rurales unafunción
completa:
la asistencia médica a lospobres,
laprevisión
sanitaria del
vecindario,
el auxilio a los tribunales dejusticia
como
forense,
el servicio deprisiones preventivas
y el cargo dehigienista
comodelegado
de las autoridadessuperiores
de la pro vincia y del Estado.Dejemos
a un lado suejercicio profesional,
que mediante contrato libre
puede
prestar
comocualquier
particular. Y no obstante
aquellos
múltiples
servicios,
por lo cual es el funcionario más fructífero de lalocalidad,
el médico titularha sido a través de los
tiempos
el másexplotado
y el más des atendido por el Estado. Harto sacrificio hace el médico cuando___ 50 —
después
de 13 ó 14 anos de estudios en unagran ciudad yde cuantiosos
dispendios,
va a encerrarse en unpueblacho
y en un mediosocial tan
diferente,
para que se leexija
además eldesempeno
deservicios que no sele remuneran,ypara
entregarle
alaspasioncillas
y veleidades de autoridades locales inferiores en
instrucción,
en educación y sin criteriohigiénico.
Si la acción tutelar de la nacióndebe extenderse a todos los súbditos en lo
sanitario,
como en lo
administrativo
yen lojurídico,
es necesario que elEstado seaquien
remunere el agente médico como lo hace con losdemás,
inclusocon el maestro y con el cura; ?por
qué
motivo elmédico,
demayorcategoría
académica y social que los otrosfuncionarios,
ha de serdepeor condición oficial? Todavía más: se da el caso de que mien
tras el
alguacil
deunjuzgado
de instrucción tieneasignadas
1,750pesetas de
sueldo,
el médico del mismojuzgado
tienetan sólo1,000.La Convención sanitaria internacional vindicará a los médicos titulares de esa afrentosa
preterición
que hansufrido,
apesar de
sus
clamores,
de lasJuntas
y de los Patronatosque han alardeado de
redimirles;
unas yotros, todos los que han fomentado o tolerado esa desatenciónoficial,
sonlos verdaderos
responsables
de esosactos criminosos en que han incurrido
algunos desgraciados
companeros.
La R. O. del 22 de octubre de 1920
(Gaceta
del23)
si bien mejora
enalgo
el pago a los médicos forensesy
titulares,
a los farma céuticos yveterinarios,
comoempleados
sanitarios,
deja
un cabosuelto en
poder
de losalcaldes,
esto es, que para hacer efectivoel cobro de la
Delegación
de Hacienda esindispensable
que losAyun
tamientosexpidan
una certificación de los débitos extendida porel secretario ycon el V.° B.° del alcalde. Si les
place pueden
andarremisos ambos
funcionarios,
y seaconseja
entonces que se recurraal
gobernador civil,
que a su vezpuede
estarinfluído porun alcaldecaciquesco.
Todavíaqueda
otra rueda:pedir
amparo alColegio
demédicos para que éste reclame.
!Cuánto mejor,
cuánto másgallardo
no hubiera sido que el Gobierno se entendiera directamente
con los
empleados
sanitarios,
con los médicos titulares!Por el abandono oficial existente
hay
muchos médicos sinplaza
y muchas
poblaciones
sin médico. Laley
municipal
permite
a losAyuntamientos
nombrar a su médico y destituirlo a suarbitrio,
sin que sirva de
cortapisa
a sus veleidades ni laley
deSanidad,
ni la
Junta
deGobierno,
ni el Patronato.!Si
yopudiera
exponeraquí
la tristeexperiencia
que headquirido
en laJunta
deSanidad,
cuando frente al
gobernador
civil surge un alcalde testarudo! Debidamenteorganizado
elCuerpo
de SanidadCivil,
nopodrían
subsistir ni
aquellas
deficiencias ni prosperar tantos desafueros.Hay
muchospueblos
—según
el Dr. Pardo
(t)
— quecarecen
de médico y tienen sólo un
practicante
para hacer ver que llenalas necesidades
profesionales,
ypara firmar laspapeletas
de defunción,
se valen deun médicopróximo;
en otrospueblos
hace más dedoceo catorcearios que no se hafirmadouna
papeleta
dedefunción,
y los cadáveres han sido enterrados
previa
informacióntestifical;
enotros se
obliga
al médico a que firme el certificado aun cuando nohaya
asistido al enfermo ysiaquél
pordignidad
seniega
se le impone por la autoridad
judicial
elcertificado;
como es lológico,
es tampa «por causa desconocida»yse leobliga
apracticar
laautopsia;
entonces los deudos del cadáver la
emprenden
contra el médico. El médico se halla entre laespada
de laley
y lapared
berroque
fia dellabriego.
Con estasprácticas
se falta a laley
dehumanidad,
se falta a laley
judicial,
seatropella
ladignidad
deun médico porquien
debieraampararla
y se concitan contra éste las iras de losdeudos
imprudentes
yvengativos,
acaso resentidos de antemanopor las
quintas,
por elecciones o por accidentes deltrabajo. !Esto
en unapoblación
europea y enpleno siglo
xx!Medicina veterinaria
Un concepto
equivocado
de lo quesignifica
la ciencia veterinaria ha sido causa de que se trate con cierto desdén o con menos consideración de la que merecen los servicios de los vete
rinarios. Si no tuviéramos el convencimiento de que la
experi
mentación en los animales es yha sido la base del progreso ex
perimental
de la Medicinahumana,
sería motivo suficiente para enaltecer la veterinaria el hecho de que lasepizootias constituyen
gravespeligros
para la colectividadhumana, grandes
mermasparala
riqueza
pecuaria
que es a su vez base de ladespensa
nacional,
fuente de
ingresos
para el Tesoro y, por laexportación
eimporta
ción,
unvigorizador
de nuestra moneda. Sidejamos
a un lado laparte económica y la
experimental,
no hemos de desconocer queel carbunco
bacteridiano,
que la tuberculosis bovina transmisiblepor la
leche,
por las carnes y por lasexcreciones;
laglosopeda,
elmuermo, la fiebre rnelitensisson,
junto
con otros procesos, motivosde seria
preocupación
para todogobernante
que se interesapor(1) Boletín Oficial de la Unión Sanitaria.Guadalajara.
B4Rrt
-u
A9,
-52
-conservar la salud y por
mejorar
laespecie
humana. Por todo estoes
llegada
la hora de elevar lacategoría
académica de laprofesión
veterinaria,
cual se ha hecho con laOdontología.
Según
las conclusiones de la Federación Sanitaria de Andalu cía en la sección deveterinaria,
sedebeimponer
la vacunación obligatoria
delganado
contra el carbuncobacteriano,
someterlasvacas a la reacción tuberculínica y sacrificar todas las que den resultadopositivo; investigar
en lascabras,
por lasueroaglutinación,
si padecen o no de fiebre rnelitensis y, en caso
afirmativo,
prohibir
sucirculación por las
calles;
redactar el censopecuario
delganado
productivo
deleche,
imponer
elReglamento
deZaragoza
a todaslas ciudades mayores de 50,000
habitantes,
exigir
con todorigor
el
cumplimiento
delReglamento
de Mataderos en todaEspana,
robustecer los recursos de los laboratorios y el
reglamento
sobre decomisos de los mataderos.Curanderismo e intrusismo
Es este un vicio social que sólo
puede
prosperar en una sociedad
inculta, ignorante,
como la cizana en un campo abandonado.En nuestro
país
es tal el número decuranderos,
santones, saludadores,
echadoras decartas, falsascomadronas,
que debiera sonrojarnos
por su existencia y por lalegión
de ciudadanos embaucados,
que son sus víctimas.Aunque
sólo fuera para evitar lamofa de la
ley,
no debieran tolerarse.Dejemos
a un lado la competencia
vil que realizan contra los médicos honrados que al amparo de lasleyes
han estudiado una carrera ycontribuyen
alascargas de
justicia
delpaís;
pero reflexionemos un instante sobreel dano que causan a un fracturado
dejándole
inútil parasiempre,
el que
producen
a lapatria
fomentando abortos criminales conque
disminuyen
la natalidad viable yanulan conriesgo
demuerteuna nueva
madre,
en los ninos que sucumbenestrangulados
sopretexto
de curarles unasanginas
porcompresión,
en tantosy tantos desafueros como se cometen a diario a ciencia y
pacien
cia de las
autoridades,
para convenir que unpunible
abandonoampara a estos transgresoresde la
ley
escrita y de laley
moral.?Y qué
decir del intrusismoprofesional? ?qué
de esa facilidad conque se
otorga permiso
deejercer
laprofesión
médica a extranjeros
que nopudiendo
vivir niarraigar
en supropio país,
toman elnuestro como
conquistado,
sin que unareciprocidad
deco rosapermita
al médicoespanol
elejercicio profesional
enaquellas
naciones? Ante tal
dejación
depoderes
ydeatribuciones sólo cabelamentar que la
dignidad patria
sale peorparada
que el derecho dereciprocidad profesional
conculcado. Es necesaria y urgente larevisión de este asunto.
(1).
Deontología
médicaUn
espíritu
refbrmadorsuprimió
de los programas de ensenanza el estudio de la
Deontología,
y esteCódigo
de moralmédica,
enmal hora
desterrado,
espreciso reincorporarlo
para evitar el envi lecimiento del noble sacerdociomédico,
acosado como está por esecontagio
insano delmercantilismo,
del industrialismo y deun charlatanismo
impúdico.
Los deberes del médico con elcompanero,
susrelaciones con los clientes y con las autoridades administrativas
y
judiciales,
debenajustarse
a la más estricta moral.Existe una reacción considerable en este
punto,
sobre todo enla América del Sur.Ha sido la Facultad de Medicina de Caracas la
primera
que hapromulgado
unCódigo
de Moral Médica yhay
ba rruntos de que varias otras Facultades van aseguir
elejemplo.
Falta hace.
Economía social
El
espíritu
de mutualidad y decooperación
quepueden
servir de amparo en los días negros de lainvalidez,
por enfermedad opor
envejecimiento,
está poco extendido en nuestras clases medias einferiores;
las asociacionesparticulares,
a pesar de sus seductoras promesas no llenan todos los fines y en muchos casos de fraudan las esperanzas de los asociados cuando es tarde para una rectificación. El ahorro voluntario es ciertamente una vir
tud y
aquí
en Cataluna está muyarraigado
sobre todo en losjefes
de familiasmodestas;
pero éste nopuede
tener tanta eficacia ni en laintensidad,
ni en laextensión,
ni en lagarantía
que ofreceel seguro
obligatorio impuesto
por laley
a los ciudadanos. En estaprevisión,
Alemania tiene susleyes
de1883,
1892,
1900 y 1903;(r) Al finenlaGacetadeayeraparecióla decisióntomadaenelConsejode Ministros celebrado
el22 de este mes, dequeelPresidente redactaraunR. D.enqueseestablezcael principiode la re
ciprocidad enforma quesólo seaceptenen Espana aquellostítulos de médicode las naciones que aceptenla validez delos nuestros. Dicho R. D. establece lavigenciadelartículo96de laley de Instrucción Pública de 1857.