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XIV 1590 C

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(1)

XIV

1590

CARRO CARBAJAL, II, LVI

DOCTOR MARTÍNEZ, Aparecimiento de la Madre de Dios y

Conversión & Villancico de Nuestra Señora del Rosario

[h. 1r] AQUÍ SE CONTIENEN TRES OBRAS AGORA NUEVAMENTE COMPUESTAS EN VERSO CASTELLANO POR EL DOCTOR MARTÍNEZ, NATURAL DE LA CIUDAD DE VALENCIA. LA PRIMERA DELLAS TRATA DEL APARECIMIENTO DE LA MADRE DE DIOS DE LA FUENSANTA EN EL REINO DE TORAFE; LA SEGUNDA, DEL CONVERTIMIENTO DE LA REINA DE DICHO REINO, POR CONSEJO DE UNA CAPTIVA CHRISTIANA Y MARTIRIO QUE EL REY LES MANDÓ DAR; LA TERCERA, DE LA CONVERSIÓN DEL REY POR LOS NOTABLES MILAGROS QUE LA MADRE DE DIOS HIZO. CON UN VILLANCI[C]O DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO.

[1]

Discanta lengua la historia de dulce entretenimiento, luz en el suelo notoria, la clara bondad sin cuento de la Reina de la gloria; florezca la devoción en los vivientes del suelo, tengan siempre firme zelo ca rezar de coraçón a la gran Reina del cielo.

Miren que ante Dios abona al más triste peccador

y que tiene mucho amor al que rosario y corona rezare con gran fervor; a la qual supplico y pido me dé ajuda singular para que pueda contar un milagro esclarescido que hizo allende del mar. [h. 1v]

Comiença la obra.

En el destrito de Oriente,

con gran riqueza y thesoro y suma copia de gente, un rey habitava moro, rico, próspero y valiente; este rey tratava guerra con otro rey comarcano, que era de nación christiano y dividía la tierra

parte del mar Occéano. Y el pagano rey traía gruessa armada por el mar y al christiano perseguía y nunca jamás hazía sino gente cautivar;

vino a ser que aquel dañado, con el poder que llevava, destruyó con fuerça brava un monesterio sagrado que orillas del mar estava.

Donde avía recogidas cien mugeres religiosas, de do cogió las hermosas y a otras quitó las vidas con dos mil penas raviosas; entre las quales llevó

(2)

una hermosa donzella, que, por ser tan linda y bella, a su muger se la dio

para estar siempre con ella. Esta donzella tenía muy crescida devoción en rezar de noche y día el rosario de María con entrañable afición y aunque entre pagana gente la hermosa donzella estava, nunca por esso dexava de rezar devotamente

la oración que acostumbrava. Como la reina pagana la vido rezar un día,

dixo: «¿Qué rezas, christiana?» y ella respondió de gana: «Rezo a la Virgen María»; preguntó la reina mora: «¿Quién es essa Virgen bella?» y respondió la donzella: «Es una sacra Señora

en quien gran poder se sella. »Es a quien el alto Padre hizo las mercedes dos, pues que la hizo entre nos ser Virgen y clara Madre de su Hijo, el mismo Dios; es Aquélla que libró

al hombre de llanto y duelo y con Dios tanto alcançó, que por Ella Dios abrió las sacras puertas del cielo.

»Es Aquélla que triumphando está en la suprema altura

y de contino rogando por aquél que está rezando su rosario con fe pura; es quien puede recavar [h. 2r]

ante su precioso Hijo a quien le quiere rezar, que pueda siempre gozar del eterno regozijo».

La mora le respondió: «Si yo rezo, ¿oírme ha a mí?», la donzella le dixo: «Sí, pues su Hijo recibió también la muerte por ti; como la seta pagana dexes y esse barbarismo, oírte ha de buena gana, si recibes el Baptismo y te intitulas christiana».

Dixo la mora con gana: «¿Quiéresme aquesso enseñar?» y respondió la christiana: «Por cierto, de buena gana, como tú quieras rezar»; la mora se arrodilló, alumbrada por Iesús, y la christiana la habló: «Di como dixere yo: ‘Por la señal de la Cruz...».

Enseñola a santiguar y la christiana dezía

y la mora respondía; començaron a rezar diziendo el avemaría:

«Dios te salve, clara Aurora, llena de gracia y abrigo, de los ángeles Señora» y respondía la mora:

«El Señor Dios es contigo». La christiana la mostró el rezar que acostumbrava y la mora lo aprendió y tanto le contentó, que cada día rezava; y salíanse las dos cada tarde a passear y en un secreto lugar a la que es Madre de Dios començaron a rezar.

Sathanás, que no reposa con su pestífero celo,

(3)

sino con traición dañosa estorvar almas del cielo; encendiose de corage contra la christiana ley, toma la forma y el traje de un amado y lindo paje que tenía el moro rey.

Y alborotado se fue a donde el rey moro estava, diziendo muy claro: «Sé, rey, que tu honra y tu fe oy del todo se acavava; ya es perdido tu decoro y toda tu pompa y fama, no hagas cuenta de thesoro ni te intitules rey ‘moro’, pues tu muger es christiana».

El moro, muy espantado, dixo: «¿Qué me dizes, di?» y le respondió el dañado: «Por mis mesmos ojos vi [h. 2v]

todo lo que te he contado; la christiana le dezía

la oración que están rezando, tu muger la respondía

y se van encommendando a una Virgen, qu’es María».

Con cólera y agonía el rey moro se partió donde el paje le dezía y rezando las halló el rosario de María; quando las vido rezar, el infame, perro moro comiença gente a llamar y tantos bramidos dar, como garrocheado toro.

Mandó a su propria muger que la pongan en prisión y por dalle más passión que no la den a comer, pues le hizo tal traición y a la donzella benigna, que la hizo convertir,

para hazella morir mandó de pez y rezina una gran caldera henchir.

Y mandola desnudar entre unos verdugos fieros y luego la mandó echar en la pez hirviendo, en cueros, para poderse vengar;

quando en la caldera estava, aunque tal pena sufría, con muy sobrada alegría y en todo lo que hablava, desta manera dezía:

«¡Ay, quién tuviera mil vidas, Madre del supremo Dios!,

que aunque fueran más floridas, con penas muy más crecidas, las empleara yo en Vos»; dos horas la atormentaron puesta en aquella caldera y, por más que la abrasaron, quando la sacaron fuera, viva y sana la hallaron.

Luego la mandó llevar el rey, con sañas muy crudas, y a un mármol la amarrar y con nabajas agudas sus carnes despedaçar y porque le puso en mengua la muger que tanto amó, por el cogote mandó que la sacassen la lengua que a su muger convirtió.

El verdugo la sacava, dándole passión muy dura, empero no quedó muda, pues la donzella hablava con lengua muy más aguda; luego, al momento, mandó el coraçón le sacar

y quando el puñal llegó para abello de cortar, dio el alma a qui la crió.

(4)

Su muger mandó sacar y dixo: «Si en este día [h. 3r]

tú no pretiendes dexar de llamar essa María y a mi Mahoma adorar, por esse dañado intento he de hazer lo que digo, que es de darte tal tormento, que a ti sea castigo

y a los demás, escarmiento». Pero la reina, inflamada del sacro Spíritu Sancto, dixo: «No se me da nada, por la Virgen consagrada, padecer duro quebranto; vives engañado, rey, y es cosa cierta y notoria ser mala toda tu grey, porque es muy falsa essa ley para subir a la gloria».

El moro, con la passión que tuvo con la respuesta, mandó, sin más dilación, que hiziessen un tajón y luego fuesse en él puesta y las manos, que empleadas estuvieron en tal bien, mandó que fuessen cortadas y los pies cortar también mandó por tales pissadas.

Y por darle más enojos a su natural muger,

la mandó sacar los ojos, porque alcançaron a ver los celestiales despojos; la reina estava preñada, a gran compassión movía de verla tan maltratada y ella del cielo inspirada por Dios todo lo sufría.

Los ojos, pies y las manos a la reina le cortaron

y luego se los echaron a unos fieros alanos,

mas ellos los alagaron; y el cuerpo ya casi muerto, para doblalle los males, mandó llevallo al desierto, donde fieros animales tienen su manida y puerto.

Y el Dios sacro, divinal, por los ruegos de María, nunca jamás consintía que ningún fiero animal llegasse donde jazía

y aunque en el trance postrero esta reina buena estava, muy de coraçón llamava, con zelo sano y entero, a la Virgen que rezava.

La Reina del claro cielo, como es su oficio ayudar a los que con sano zelo tuvieren en este suelo devoción de le rezar, no le miró la nación, con que era de gente mora, mas Ella, sacra Señora, mirole la devoción

y el coraçón con que llora. [h. 3v]

Y por el entero zelo que siempre tuvo en María, baxó Ella dende el cielo con sagrada compañía a consolalla en el suelo y a·quélla que lamentando estava con triste llanto vino la Virgen hablando y su llanto consolando con divino y dulce canto.

Y con amorosa llama, dixo: «¿Qué hazes, muger?» y ella dixo: «¿Quién me llama?», respondió, sin detener:

«Quien tu coraçón inflama; levántate prestamente» y dixo que no podía y respondiole María:

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«Pon en esta fresca fuente los braços con alegría».

Y la Virgen permitió, por milagros soberanos, que en metiendo, que metió los braços y se lavó,

le nacieron luego manos y cobrando los despojos del sentido del palpar, la cara la hizo lavar y luego cobró los ojos para poderla mirar.

Vio el Dibujo divinal, de los cielos dulce Palma, con la vista corporal y con los ojos del alma vio todo lo celestial; las piernas luego mandó pusiesse en la fuente fría y ella luego obedeció y mejores pies cobró que de primero tenía.

A la Virgen adorava con soberana alegría

y quando en aquesto estava, llegó gente que embiava el rey, a ver lo que hazía; y como cercado vieron su cuerpo de resplandor, llegar a él no pudieron, porque en el suelo cayeron con el supremo claror.

Al rey moro se tornaron y espantados le dixeron el resplandor que hallaron y cómo en tierra cayeron al punto que la miraron; el moro se partió a ver milagro tan grave y en el punto que llegó al dicho bosque, cegó, con resplandor tan suave.

Empero Dios permitió

dalle vista con que viesse y quando la vista alçó, dende el cielo le embió gracia que se convertiesse; quando vido su muger, más hermosa que solía, dixo, y sin más detener: [h. 4r]

«Yo quiero firme creer en Dios y en Sancta María».

Al rey christiano rogó que de su reino imbiasse quien a todos baptizasse y él un obispo imbió que a la fee los inflamasse; la reina parida estava

quando el buen obispo vino y con un zelo benigno a todos juntos les dava el gran Bautismo divino.

A él «don Pedro» llamó, puesto en la christiana lista, y a ella la intituló

«María» y lo que parió le llamó «don Ioan Baptista»; luego de todo el reinado baptizó toda la gente y el rey, del cielo inspirado, hizo cerca de la fuente un monesterio sagrado.

Dotolo de gran thesoro, por eternizar su memoria, y el rey, que era antes moro, una imagen hizo de oro a la Reina de la gloria y como en fuego se abrasa por amores de María, cerca de la fuente hazía una muy sumptuosa casa, en la qual se vive oy día.

Gente se va baptizando, creyendo en Dios y en María, y la fuente va sanando ciegos, tullidos y obrando mil milagros cada día;

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mirad, gentes, quánto gana quien con limpio y sancto zelo reza contino en el suelo a la Virgen soberana, que asiste en el alto cielo.

Escrevid esta memoria en aquesta mortal vida, en rezar su dulce historia, pues la Reina esclarecida os alcançará la gloria. Amén.

[2] VILLANCICO

¿Quién quiere entrar a jornal o tomar un buen destajo?, qu’es muy pequeño el trabajo y la paga es celestial.

Si se puede grangear por rezar el sacro cielo, hombres, ¿quién en este suelo dexará assí logrear?;

sintiendo todo mortal

que, si toma tal destajo,

es muy pequeño el trabajo y la paga es celestial.

Bien puede hazerse logrero en este logro el mortal

y hará muy gran caudal, aunque no tenga dinero; porque, si su zelo es tal, aunque más tenga trabajo, ganará por el destajo una paga celestial. [h. 4v]

Crezca, hombres, este día de rezar la devoción,

pues que veis el galardón que por rezar da María y entienda todo mortal que el rezar es un atajo, que por pequeño trabajo ganan gloria celestial.

Fin.

Impressa con licencia en Barcelona, en casa de Pedro Malo.

Año MDLXXXX.

INFORMAZIONE BIBLIOGRAFICA: Carro Carbajal, I, pp.522-523.

MARTÍNEZ, Doctor

Aqui ſe contienen tres obras agora nueua~| mente compueſtas en verſo Caſtellano, por el doctor Martinez na~| tural de la ciudad de Valêcia. La primera dellas trata del aparecimien | to de la madre de Dios de la Fuen ſanta en el Reyno de Torafe. La ſe~| gunda del conuertimiento de la Reyna del dicho Reyno, por cõſejo | de vna captiua chriſtiana. y martyrio que el Rey les mando dar. La | tercera de la conuerſion del Rey por los notables milagros | que la madre de Dios hizo. Con vn villancio [sic] de | nueſtra Señora del Roſario.| [Tres grabados: rey, Virgen del Rosario (con la inscripción al pie: Sancta Maria, ora | pro nobis)y dama]

(7)

DIſcanta lengua la hiftoria

de dulce entretenimiento (1b) [h. 1v-4r] Comiença la obra. [Quintillas]

En el deſtrito de oriente

con gran riqueza y theſoro [Regnate:] Amen.

(2) [h. 4v] Villancico.

Quien quiere entrar a jornal o tomar vn buen deſtajo [Remate:] FIN.

[Colofón:] Impreſſa con licencia, en Barcelona en caſa de | Pedro Malo. Año. M. D. Lxxxx. [Grabado de la Virgen]

Barcelona: Pedro Malo, 1590.

4°., 4 h., sin signaturas, sin reclamos, letra redonda, a dos columnas. BARCELONA, Biblioteca Universitaria: B-59/3/42.

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