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IV [15…], 1534, 1541 Carro Carbajal, II, XCII Despertador de pecadores

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IV

[15…], 1534, 1541 Carro Carbajal, II, XCII Despertador de pecadores

[A1r] DESPERTADOR DE PECCADORES.

CARTA DEL AUCTOR AL SEÑOR ALMIRANTE.

Illustríssimo y vitorioso señor: si las obras escriptas que de sí tienen autoridad y favor sus antiguos auctores las ampararon de lenguas maldizientes endereçándolas a grandes prelados y príncipes, assí como sant Augustino los Libros de la gracia del Nuevo Testamento y De la utilidad del creer a Honorato; sant Ambrosio, De la fe y Espíritu Sancto al Emperador Graciano; Bernardo sus Tratados a Eugenio Papa; Marco Varro y Valerio Máximo, historiadores; Marco Tul- [A1v] lio y Salustio, oradores; Virgilio, Ovidio y Oratio, poetas, a

Octaviano César; razón me manda que busque defensa para esta obrezilla, que assí como es nueva en invención y algo satírica y reprehensiva en doctrina, assí pienso que no le faltará contradición si no fuere con poderosa mano defendida y con clara intención juzgada, porque si el antiguo Hierónimo, reverendíssimo en sanctidad, trayéndole el Spíritu Sancto la pluma en todo lo que él escrivió, recelava esta afrenta seyendo sus obras contadas entre las mejores joyas de la Yglesia, qué devo esperar yo de mis metros desacompañados de gravedad y sciencia, sino que quanto más común fuere su conversación a todos, assí por causa de el verso como por ser en vulgar rimado, tanto más blanco descubren a los que quisieren tirar la vira, pues sabiendo de muchos años en los quales vuestra señoría me hizo merced de servirse de mí, quán inclinado y poderoso es vuestra señoría en el verso y cómo la eloquencia os hizo presidente de su consejo y que vuestra real casa es el contraste y contratación donde todas las sentencias y razones vulgares, vocablos y fineza de castellano resciben el pesso que merescen y que si en vuestros tiempos a algunos príncipes y señores se an ofrescido obras a vuestra señoría, han servido con mucha parte dellas, como con el Guillelmo de Rubión sobre los quatro libros de las Sentencias y los Triumphos de Francisco Petrarca y otras; guiado por mi desseo, que siempre es despierto a serviros, dispuse escrevir esta obra y embiarla a vuestra illustríssima señoría, como embió el pobre el agua a Trajano y la miserable muger los dos cornados al templo, porque soy cierto que aceptará vuestro sereno juizio mi intención y assí daréis a estas letras el spíritu y vida que de sí no tienen. Esto solicitará por mí ante vuestra señoría el zelo que jamás os dexa de el [A2r] bien universal,

procurando que no pierdan los filos los dos cuchillos de la mesa de Christo: [el] ecclesiástico, siendo de honestidad y religión devotíssimo, y el seglar, siendo en toda poliçía tan humano. La vela, señor, que alumbró mi torpe entendimiento para urdir tan delgada tela fue que un día después de la fiesta de Todos Sanctos, quando se haze general aniversario por los defunctos, pensando la causa por que tañían tanto las campanas por los muertos, juzgué averlo mandado la Yglesia para despertar a los bivos y con esta imaginación comencé este Despertador de peccadores por la invención y orden que

(2)

vuestra señoría verá, en el qual jamás se perderá el hilo de la poética fantasía ni menos por sus limitados términos de hablar dexará de sonar la moral doctrina que suele (aun en oración suelta) ocupar largo tractado. Procede el artificio del Despertador por vocablos y términos castellanos de aquel oficio sin hazerles fuerça para que assienten en verso y dellos se labra dotrina católica porque se note quánto mejor labrará quien toviere materia y metal más sobido y arte y instrumentos más bastantes que yo, porque a la verdad me acaesce como a moço de platero, que después que su maestro ha hecho preciosas baxillas y collares y joyeles de mucho valor, varre la tienda y de lo que surte del buril y la lima despide y del caxón se cuela, juntándolo con manezuela de conejo y bolviéndolo de nuevo al fuego en crisol, aunque con trabajo, saca alguna pequeña quantidad de oro o plata; assí, de la limalla de los que principales pieças desta arte labraron, haziendo para las almas ricas joyas de virtudes, he yo cogido y forjado esto que para mi abilidad no es poco y para todos será lo que vuestra señoría mandare que sea; porque, como camaleón, tomará el aliento y color que en vuestras excellentes manos se le diere. Por tanto, suplico a vuestra señoría me haga merced [A2v] de rescebir y aceptar

este servicio mandando que se le dé lugar en vuestra recámara y copiosa librería, pues ansí deven ser en casa de los príncipes los libros, como los servidores, que ni todos son rescebidos por igual merescimiento ni todos sirven juntos en un oficio; assí esta escritura va con sola confiança de vuestra aceptación, por la qual suplico a vuestra señoría la mande ver para que, si lo meresce, la mande imprimir, y si lo contrario, la mande sepultar, porque de mi voluntad ni morirá si vuestra señoría le diere la vida ni resuscitará si mandare que muera.

ARGUMENTO DE TODA LA OBRA.

Un hombre mançebo en hedad, sano en fuerças, valiente en esfuerço, claro en linaje, cumplido en gracias, abundante en riquezas, contento en pensamientos y, por tanto, gozoso de la vida y descuidado del morir, se durmió en su voluntad, paresciéndole ninguna cosa ser contraria a ella, y como según verdadera philosophía el tiempo mida al movimiento y jamás en un estado pueda alguno durar más de un instante o punto, vio el aposento de su reposo lo contrario de su desseo, assí en el edifico y aderesco de la casa como en el temeroso aviso que le dio un ave que le despertó, la qual para meterle en acuerdo y provarle el opósito de su fantasía, le mostró un despertador en cuyas ruedas y artificio los diferenciados estados de gentes y virtuoso curso o culpable pausa y desorden se declara. Va guarnescido de generalidad en vocablos y sentencias, porque toda su doctrina, assí blanda como rigurosa, no toque particulares personas, mas si fuere rescebida con la charidad que se escrive, reforme y concierte sus estados y oficios, como por lo siguiente parescerá. [A3r]

[1]

DESPERTADOR DE PECCADORES, INVENTADO POR UNO

DELLOS

El dormido dize: Durmiose mi pensamiento en lo mejor de mis años

muy a·scuras,

en un hermoso aposento toldado de ricos paños,

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de figuras,

de mill hazañas, de amores, de batallas y de historias de mancebo,

de galas, trajes, primores, de fuerças, mañas, vitorias que yo pruevo.

Los peccados. Ivan en ellos texidas de oro y de plata y seda, muy al largo

nuestras obras, nuestras vidas y el dolor que dellas queda, tan amargo

y por ser la estofa buena y paños de muchas anas, no envejecen

los que tienen mayor pena, porque las cosas mundanas favorecen.

Ira. El primer paño de ras era con orla de fuegos rica joya

de las guerras y demás que pasaron con los griegos los de Troya,

donde en primos pavellones y en ruedas con sus letreros ivan puestas

sus personas, sus faciones, sus demandas y sus fueros y respuestas.

Gula. Estava el paño segundo lleno de seto y jardines y arboledas

y hazíanle más jocundo las orlas de unos dolfines y en las ruedas

ivan las fiestas de Asuero, con las reinas vitoriosa

y desdichada,

pobladas muy por entero, como Ester la más hermosa fue estimada.

Luxuria.

Salomón con sus mugeres [A3v]

en el tercero tapiz, vi tramados

su saber y sus averes, do salieron de raíz sus pecados,

que, vençido de las damas, olvidó de contemplar las estrellas

y por esto van las tramas deste paño sin contar las donzellas.

Sobervia. Cosdroe, rey de los persas, el quarto con sus goteras

tiene lleno

de sus historias perversas, con sus sobervias maneras, que es lo bueno;

porque sola fantasía le puso en orbe dorado con estrellas

y assí en toda demasía era por Dios adorado en medio dellas.

Vanagloria. Armado Curçio a la brida, el quinto paño de arreo

todo toma,

porque sepultó la vida, como libró su deseo toda Roma;

poblava la çercadura en este paño una rama de avellano,

porque es famosa locura desear aquí la fama

(4)

el cristiano.

Imbidia. El rey Achab, invidioso de la viña del vasallo, vi en el sesto,

con un follaje hermoso de los males que yo allo que hay en esto;

que el estremo de miseria es querer el que más tiene lo que es menos

y, por tanto, en esta feria quien más codiçioso viene, gana menos.

Avaricia. El siervo de Cayo Graco, con avaricia mezquina, en el seteno

iva con gesto muy flaco, que a su señor desanguina, siendo bueno;

tomó en menos la traición, como Judas el de Cristo, por dinero,

por tanto, su guarnición, según el caso fue visto, [A4r]

es de cuero.

Pereza. Sisara muerto con clavo y Asael, que le cubría y dava leche,

vi labrado en el otavo de rica imajenería, que desheche el varón toda pereza sin fiarse de blanduras y regalo,

pues la muerte o la pobreza suelen ser las bordaduras en el malo.

Prosigue vana esperança.

Eran todas las paredes de falsos jaspes morados y esmeraldas,

el suelo todo de redes, los nudos dellas atados por las faldas;

que el amor y su esperança, que pusieron al dormido en tal estado,

dieron buelta sin tardança y enredaron su sentido en el pecado.

Pena del peccado. Vi también los alizeres, el moaxar de la cumbre

y los tirantes,

tallados de los plazeres que tienen sin pesadumbre los amantes;

mas al cabo, en los remates esta tan rica madera era carcoma,

porque en tales disparates lo del alma y lo de fuera se desploma.

Salud y secreto son dos columnas en que estriba la osadía de los malos.

Vi que en solas dos columnas se prendía y sustentava

este edificio,

cubiertas todas de lunas, que en su curso se notava su exercicio;

que la salud de menguantes y el secreto de las llenas dizen cierto,

que se mueren los gigantes y el amor es en las penas descubierto.

Flaqueza de condición. Vi que estavan los rincones

(5)

de panes de oro colgados sobre espejos,

porque tan vanas passiones hazen también esforçados a los viejos; [A4v]

mas como el oro batido con un soplo se consume o va volando,

assí el anciano es perdido, si de mançebo presume porfiando.

Falta de gracia.

En medio estava una fuente, guiada por arcaduzes,

escura y seca,

porque es cosa muy patente que faltan gracias y luzes al que peca;

rodeávanla animales de diversas condiciones y linajes,

con bramidos desiguales, mudados por sus passiones en salvajes.

Retrato de las edades. Estavan en la portada, sobre muy primo romano, seis medallas,

do su vida ya passada conoscía todo humano en mirallas;

que el traço de la primera respondía al natural de niñez

y todas en su manera las edades por igual y veiez.

Sensualidad sin freno. Las puertas y los umbrales eran todas una brasa

con mill fuegos,

porque en los vicios mortales

a la entrada de la casa somos ciegos;

los que entravan no salían, salvo pocos que saltavan por las rexas

quando a Dios se convertían con lágrimas que lloravan y con quexas.

Deleite en la culpa. En entrando estava un baño para mitigar el fuego

de la puerta,

lleno de un liquor estraño que con quien entrava luego se concierta;

de muchas grassas y açeites, destilladas por mil cuentos de sentidos,

de los vicios y deleites

de que son los más contentos más perdidos.

Libertad con ignorançia. Deste fresco lavatorio salen todos con un sueño tan profundo, [A5r]

que les dan por dormitorio al mayor y más pequeño todo el mundo;

pues yo, como más dormido, procurando a mi delicto más espaçio,

puse mi alma en olvido y escogí por mi apetito este palacio.

Prosigue. Yo estando en este reposo, mi desseo triumphante

de contento,

con buelo suelto y furioso allegó un fenix volante al aposento

(6)

que sus entrañas rompía padesciendo,

allegóseme al oído, como quien a mí venía y diziendo:

El fénix.

«Recuerda que bives muerto, pecador, hombre confuso, ¿qu’es de ti?,

tu Juez está despierto y el processo es ya concluso contra ti;

tu causa no se defiende, pues tus obras la condenan por el todo,

tu descargo no se entiende, pues todos tus gastos suenan en el lodo.

»Despierta, que dan pregones en tu absencia las virtudes por justicia,

porque sepan tus passiones quán tarde de ti sacudes su codiçia;

confíscanse ya tus bienes, tus obras se han rematado en almoneda,

pues por las culpas que tienes más es lo que te han llevado que te queda.

»Que, pues no te aprovecha hazerte sordo dormido, qu’es ya ora

que se tome cuenta estrecha de la culpa que has tenido por señora;

que en el libro de memoria que Dios tiene, que es immenso, están escritos

si merescen pena o gloria, disputados por estenso, tus delictos».

El dormido.

A sus bozes y meneos mi coraçón trasportado [A5v]

dio latidos

y con buelcos y rodeos bolviéronse de otro lado mis sentidos

y desplegando mis ojos, pavorido de su nueva lastimera,

puse en tierra los inojos y ella díxome por prueva de quién era.

El fénix. «Yo sola soy en las aves que, quemada en mi zeniça, yo me çendro,

que el fénix, si bien lo sabes, él mesmo se martiriza y assí engendro,

abrassando mis pedaços en fuego de mil olores, como vidro

me ençiendo por mis brazos, según dize en mis loores san Isidro.

»Soy venida a apercebir tu persona sin acuerdo

de la muerte,

porque no deven morir el obstinado y el cuerdo de una suerte;

que quien como yo se quema, en troços del coraçón

hecho rajas,

es la conclusión y thema, que renueva en su passión sus migajas».

Pues rebatiendo sus alas y mostrando como brava

sentimiento,

trahe las plumas muy ralas y al cuello con un aldaba un instrumento,

(7)

de letras de oro cercado, que todas juntas dezían en sentencia:

«No te duermas, descuidado, pues tus culpas desafían tu consciencia».

Éste es un despertador con todos sus artificios muy morales,

donde cada pecador

puede contemplar sus vicios criminales;

que las ruedas y los puntos, el volante con la mano y el sonido,

todos son unos trasuntos en que lea el más mundano que es perdido.

Son las ruedas tres, no más, desiguales sus reposos

y sus pares, [A6r]

porque no son de un compás clérigos y religiosos

y seglares;

que la menor, pereçosa, que con sus menudos dientes tanto tarda,

es la vida religiosa,

que por falta de obedientes no se guarda.

Primera rueda de religiosos. En ésta y sus aparejos van limados como nuevos los tres votos

que guardaron los más viejos, de los quales los mançebos van remotos;

que los otros estatutos y consejos y doctrina que fundaron,

començados y destructos por falta de disciplina los dexaron.

¡Qué temple el de los primeros!, ¡qué ayuno!, ¡qué devoción!,

¡qué pureza!,

¡quán contentos!, ¡quán enteros!, ¡quán alta contemplación!, ¡qué pobreza!;

¡qué estremada caridad!, ¡qué palabras!, ¡qué sermones!, ¡qué eficaçia!,

¡qué provada sanctidad!, que curavan mil passiones con su gracia.

Éstos heran paraíso, éstos alcáçar divino,

éstos templo,

éstos nos dieron aviso de la gloria y su camino por exemplo;

desta soberana enxambre fueron llenos de panares los desiertos,

los cuerpos secos de hambre y en las almas los manjares encubiertos.

¡Quántos millares de Elías en las montañas moraron!,

¡qué Heliseos!,

¡qué zelosos Hieremías en los pueblos predicaron sus deseos!;

¡qué valientes Gedeones en vencerse y en vençer todos vicios!,

¡qué sabios!, ¡qué Çicerones en regir y conoscer

los oficios!

Basilio y sant Augustín, santo Domingo y el pobre sant Francisco, [A6v]

limpiaron todo orín daquesta rueda de cobre y aun el çisco;

mas después de acecalada, vinieron otros perlados menos buenos

(8)

que causan que esté parada, pues los puntos mal limados pasan menos.

Los unos siguen las cortes, procurando confessiones de los grandes,

otros buscan sus deportes, tramando negociaciones para Flandes;

otros quieren ser esentos por dar a sus voluntades suelta rienda,

otros se muestran contentos porque el fin de sus maldades no se entienda.

Éstos la ipocresía, las passiones, las codicias y lisonjas,

sobornos y fantasía, los doblezes y malicias y en las monjas, los linajes y favores, las cartas y los servicios y presentes,

los estraños pundonores, el granjear los oficios con parientes.

¡O, qué cosas!, ¡qué misterios celebran en sus clausuras y hospitales!,

¡qué hermitas!, ¡qué monasterios fundaron con sus locuras estos tales!,

que dexaron lo del mundo y tomaron por empresa lo del cielo

y perderán lo segundo porque su volante fresa con el suelo.

Pues miren éstos su rueda y buelvan con sus cilicios a pulilla

y en la vida que les queda ofrescan sus sacrificios

sin manzilla;

porque yo, sin duda temo, pues siendo los apartados deshonestos,

de los malos son estremo y los hombres más burlados son aquestos.

Segunda rueda de ecclesiásticos. Luego la rueda segunda descubría por entero

su mudança, [A7r]

porque su fuerça se funda en la sangre del Cordero que con lança

fue vertida y es guardada en los sanctos sacramentos por thesoro,

mas la rueda estava atada, pues atan sus movimientos los de el choro.

Eran mohosos sus guijos, sus barras y sus piñones

de fruslera,

porque ya van por litijos las prebendas y eletiones desta hera

y por frutos y regressos que prometen y retienen sin derecho

van los puntos más espessos y el cerco en que se contienen es estrecho.

Iva esta rueda tallada de concilios y decretos y de indultos,

mas la talla está gastada, porque ya no son secretos los insultos

que cometen los perlados, los colegios, dignidades y los curas,

siendo los menos letrados, y assí las claras verdades son escuras.

(9)

De aquí nasce la zizaña, aquí se fragua y caldea el cauterio

de que Dios guarde la España, que es la heregía muy fea de Luterio;

que, siendo de herejes monstro y de el cabo del infierno la hevilla,

a Dios encuentra en el rostro y a su esposa del Eterno da manzilla.

Invectiva y reprehensión contra el hereje. ¡O, naranja de alquitrán!, ¡o, pavesa encandelada de el abismo!,

¡o, Cerbero!, ¡o, Gran Can!, ¡o, persona renegada del baptismo!;

¡o, minero de mentiras y de todos los herrores porta cartas!,

basilisco, ¿cómo miras?, pues matando peccadores no te hartas.

Di, traidor, heresiarcha, ¿con qué soplo has encendido tal floresta?, [A7v]

¿qué demonio está en tu archa?, ¿cómo entiende tu sentido su respuesta?;

¡qué conjuros!, ¡o, qué versos tu lengua canta y predica en Alemaña!,

pues con tus libros perversos quanto ya más se publica, más se daña.

¿Quieres ser reformador de la Iglesia y hierarchía de christianos?,

¡o, cruel perseguidor, capitán de artillería de paganos!;

bien se paresce tu zelo, cometiendo cada hora sacrilejo,

con sacras monjas de velo, ¡qué disfama y qué desdora tu consejo!

Mal rayo te despedaçe, fuego como aquél de Elías te derrita,

pues tal seta de ti nasce,

que en Saxonia en nuestros días se permita,

idra de siete cabeças, Lucifer tranfigurado en augustino,

yo te vea hecho pieças y tu cuerpo rastrillado como lino.

Anzuelo de Satanás, cubierto de blanda pluma de colores,

conviértete, no aya más, entrega tu falsa Suma a los doctores;

confiessa ya nuestra ley, pues sin ella alma biva no se escapa,

obedesce a nuestro rey, porque en tu remedio escriva para el Papa.

Y si te paresce grave que esta rueda y clerezía se empeora,

ya sabes que Dios lo sabe y que en la postrimería es la hora

d’esaminar los quilates de personas y de renta desta rueda,

sin que tantas almas mates y queriendo tú la cuenta, se esté queda.

(10)

¡O, Rey!, soberano Nombre que conosces y consientes lo que passa!,

pon silencio a este mal hombre,A8r]

porqu’el daño de las gentes tenga tassa;

da favor a tus doctores, declara por sus pregones tu escritura,

convierte los pecadores, pues las otras opiniones son locura.

Pues bolviendo en su meneo, esta rueda que señala

los levitas

sus oras, confiessa y creo, pues en la divina sala están escritas;

que aquellos doze assistentes que ternán con el Cordero una audiencia,

dando la ley a las gentes, cada qual batió el azero en su sentencia.

Éstos labraron el credo con buriles y zinzeles y martillos,

articulando su ruedo y con sangre por niveles sus anillos

y porque assí lo esmaltaron con la fe los que vinieron después dellos,

sus esmaltes no saltaron, porque en gracia se undieron tales sellos.

Y si crueles tiranos en martirio recoçían sus personas,

eran tan finos christianos que en esta forja hazían sus coronas

y los otros confessores, que con herejes tan bravos disputaron,

destruyeron sus errores y como a viles esclavos los ataron.

Ansí que anduvo subtil esta rueda y su volante

en los passados,

pues su vida fue esmeril a la Iglesia militante y sus estados;

que faltando pesadumbre de riquezas y de vicios a sus puntos,

parescían en la cumbre, reformando sus resquicios todos juntos.

Mas agora, ¿qué diremos desta rueda y sus clavijas

y sus bueltas?,

que escriviendo lo que vemos, sus chavetas y sortijas

están sueltas; [A8v]

sus hechos ya se desgranan, sus perlados se desdeñan de su cargo,

que, si pecan, tarde sanan y el curso que nos enseñan es muy largo.

¿Qué registro?, ¿qué inventario?, ¿qué cifras?, ¿qué relación?,

¿qué creencia

podrá sumar el sumario de tan grande perdición de consciencia,

de sus compras y sus ventas con avaricia forrada

en simonía,

que solos libros de cuentas tienen ya por más notada librería?

O la lepra de sus juegos, sus baxillas y sus trajes

y sus ropas,

sus vanos desasosiegos, sus familias y sus pajes

(11)

y sus opas;

sus banquetes y sus caças, sus servicios y regalos de seglares,

el pasear por las plaças, el competir con los malos en lugares.

Pues ya las casas de Roma en España sin debate

se contratan,

que, si possessión se toma y ay dinero que rescate, la rescatan

los curados a dozenas, las otras simples prebendas redobladas,

sus troxes y cuebas llenas, sus riquezas y haziendas bien colmadas.

Mueren los pobres y niños, las biudas y donzellas

siendo buenas

y éstos, forrados de armiños, las menos remedian dellas en sus penas;

que, si no es por afición o deshonesta manera de mundanos, apenas darán raçión ni tal limosna se espera de sus manos.

¡Qué thesoros!, ¡qué mineros de la cruz de Christo salen que éstos gastan!,

¡qué riquezas!, ¡qué dineros sus sagradas plagas valen!, pues que bastan

para rescatar mil mundos sin agotarse sus venas [A9r]

virginales

y para que estos segundos no escoten aquí las penas de sus males.

Pues miren estos señores

que su rueda se concierta con su obra

y sus muelles son peores si su bida no despierta, pues les sobra

en el arca la moneda y la culpa so la llave de su alma

procuren que no esté queda y en su muerte se desclave y esté en calma.

Bruñan con buenos exemplos lo mucho que escurecieron

desta rueda,

sírvanse mejor los templos, miren lo que rescibieron, ¿dónde queda?;

porque hurto es y mal caso que con desorden expendan lo de Christo

y no cabe en limpio vaso que sus misterios se vendan como es visto.

Puéblense más las escuelas, rescebid en vuestros coros

los letrados,

gástense mejor las velas, no gozen vuestros thesoros los peccados;

los huérfanos y cautibos hallen vuestros coraçones algo tiernos,

que, si les fuerdes esquivos, serán vuestras possessiones los infiernos.

Y notad, yo os lo suplico, en esta rueda sagrada

lo que os toca,

que, si sois en ella rico, su buelta presto es pasada y luego troca

los favores en pesares, los plazeres por tristezas sin mudança

(12)

que fundaron en riquezas su esperança.

Tercera rueda de seglares. Mirando con atención, vi que la rueda tercera descubría

con ingeniosa invención que en quarteles por su espera se partía,

con tan prolixo meneo, que ninguno con la vista [A9v]

devisava,

mayor que el que Tolomeo a todo famoso artista dio la otava.

En medio de sus tableros, como en molde de campanas, vi baciados

los grandes y cavalleros y las otras gentes llanas en sus grados;

los comunes ciudadanos, los plebeios, oficiales y justicias,

los más pobres aldeanos y faltavan a los tales las albriçias.

Declarase.

Que en la santa hundición de las almas y sus casas abrasamos,

es antigua condición

que lo que sobra en las assas nos ganamos;

estas albricias se niegan en esta rueda postrera a sus estados,

porque sus moldes se ciegan y quando ya salen fuera, están elados.

Antruchados y torçidos ivan todos sus pilares

y de hierro,

porque están entretexidos quantos vemos de millares en destierro;

tenía por los florones y follajes que transfloran sobre grana

limadas sus condiciones y la fe con que l’adoran era vana.

Declarase. Las malas obras son causa que la fe esté muy vaçía

en esta gente,

por tanto, es larga pausa la que esta rueda hazía en su corriente;

mas viendo que se detiene y quán poco menudean los fieles,

notemos lo que conviene, porque en orden se provean sus quarteles.

Primer quartel de grandes. Los grandes en su quartel y, assí, los otros señores

a lo vibo,

vi cavados a çinzel con todos estos primores que yo escrivo:

las diestras manos cerradas, [A10r]

los otros con las finiestras bien abiertas,

donde sus obras passadas se sabían por las muestras descubiertas.

Aquí sus antecessores de atangia y filigrana

y de reporte,

como muy grandes señores, gastaron su vida humana en essa corte;

(13)

mas en caso de proeça y de esfuerço y de consejo fueron primas

y, por tanto, su lindeça es labrada al tiempo viejo con las limas.

¡Qué de iglesias!, ¡qué hospitales!,

¡qué casas y fundaciones religiosas!,

¡qué previlegios reales dexaron con possessiones abundosas!;

¡qué mayorazgos hizieron!, ¡cómo a sus hijos casaron en Castilla!,

¡quántos pobres socorrieron!, ¡quántas buenas repararon de manzilla!

Ivan allí sus historias, sus vençimientos de moros, sus estados,

sus blasones, sus memorias, ¡cómo fueron sus therosos bien gastados!;

su grave disposición, su verdad averiguada limpiamente,

su llana conversación, tan tenida como amada de la gente.

Pues destos señores muertos que mis metros no declaran por ser breve,

salieron unos enxertos que de su curso disparan quando mueve,

desplegados desta chapa, porque vicios desguarnecen sus ditados

y aunque lo más se solapa, a muchos vemos que empeçen sus peccados.

¡Qué olvido de sus pasados!,

¡qué cuidado de su renta y alcavalas!,

¡qué desorden de criados!, ¡qué bordadura sangrienta de sus galas!;

¡qué invenciones!, ¡qué libreas!, ¡qué gorjales!, ¡qué colchados!, ¡qué camisas!, [A10v]

mas del cuero las correas con pechos acrescentados y con sisas.

Su alvedrío es alambique en que sus pueblos distilan su hazienda

y aunque el pobre más suplique, necessario es, si le afilan,

que la venda;

queda el triste sin abrigo y el señor muy a cavallo de tirano,

que se le podrece el trigo y el cuitado del villano sin un grano.

El misterio de las vacas que pascían en Egipto

muchos hazen

que las gruesas a las flacas, al contrario de lo escrito, solas pascen;

d’aquí conciben descargos, assí las composiciones se congelan,

sus testamentos muy largos, donde sus restitutiones se revelan.

Pues oyan sus confessores porque sus almas serenen

con buen zelo,

que les son desservidores si permiten lo que tienen a pospelo;

no se arriende la blandura, pues Dios los hizo tenientes de su vara,

(14)

el quartel de sus patentes no dispara.

Y es assí que muchos corren por puntos sobre dorados en su norte,

pues remedian y socorren los nobles necessitados en la corte;

son amigos de clemencia, favorescen, como vemos, la justicia,

goviernan con providencia y el medio de sus estremos no desquicia.

Pues, illustres cavalleros, miren vuestras señorías que se acaba

el estado y los dineros y que en tales granjerías se desclava

nobleza de vuestra cepa y de vuestra antigüedad sus escudos,

porque justo es que se sepa cómo a ley de caridad [A11r]

sois tenudos.

Responda vuestro tener a quien puso su riqueza en vuestro vanco, dad a buenos de comer, secutad limpia franqueza con el franco;

despedid malos terceros, las cosas de los menores sean oídas,

aborreçed lisonjeros, que son recios torçedores de las vidas.

Segundo quartel de justicias. Tras estas pieças reales, con puntas muy azeradas vi plegados

las justicias y fiscales

y otras chambranas delgadas de abogados,

con unas sangrientas gotas levantadas y vertidas por su centro

que muestran sus vidas rotas, sus almas desguarneçidas allá dentro.

Traen sus libros cerrados y las lenguas eloquentes

y despiertas,

las varas hechas cayados, que de dones y presentes quedan tuertas;

su quartel todo abollado, que ni suelde ni se roble con martillo,

que, si llevan un ducado, mucho más le quieren doble que sençillo.

Todo el campo destos era, de madexas barañadas

y sin cuenda,

porque traen tal manera, que sus obras van dañadas sin emienda;

es sin cabo su avaricia, sus terrenas conclusiones tan rebueltas,

que deshonran la justicia y jamás sus decisiones quedan sueltas.

Los pleitos de L años, que se come los processos la polilla

y de mucho más los daños que vienen destos excessos en Castilla;

la verdad es afrentada, sabiendo que su enemiga es defendida,

que, siendo por sí probada, si el contrario se litiga, [A11v]

(15)

¡Qué largas!, ¡qué dilaciones!, ¡qué de escritos!, ¡qué probanças!, ¡o, qué lazos!,

¡qué cartas!, ¡qué obligaciones!, ¡qué seguros!, ¡qué mudanças en sus plazos!;

¡qué peticiones y ruegos!, ¡qué largo interrogatorio de testigos!,

que escriven dozientos pliegos sobre caso perentorio

de tres higos.

Vártulo, Baldo y Felino, Joanes de Immola, Conrado y Ancarrano,

Dominico y el Sonçino, Barbaçio y el Esforçado Arcediano,

Astense y Panormitano, Ángel y Suma Rosela no conceden

ser agraviado el cristiano sin muy culpable cautela y éstos pueden.

Pues lloren ya vuestros ojos por los casos que acaescen, sed humanos,

que de ambre y de piojos en las cárceles perescen los cristianos;

no presumáis de crueles, pues vuestras leyes hablandan las prisiones,

que los turcos y infieles menos vezes se desmandan en passiones.

Fuera va el alto consejo y las dos chancillerías deste çieno,

pues del rey no son espejo y de tales demasías

rezio freno;

mas sepan estos señores lo que se pela y despluma de letrados,

de escrivanos, relatores

y oficiales, que es gran summa de ducados.

Y si basta información de los robos y cohechos que se hazen,

en prueva de mi intinción, no pienso que sus derechos satisfazen

a juros y heredamientos, oro y plata y edeficios que posseen

y a tan grandes casamientos, pues todo con sus oficios lo proveen.

Pues téngase ya mesura, [A12r]

pueda más razón divina que la humana,

no passe tanta rotura, que este quartel desatina quando gana

el letrado o el juez,

hazienda contra consciencia litigando

y quien trae este jaez, en el fuego de su sciencia está penando.

¡O, qué estrecha residencia que esperan sin esperar

otro cargo!,

¡qué disfabor!, ¡qué sentencia!, ¡qué execución!, ¡qué pagar tan amargo!;

¡qué escotar de los presentes!, ¡qué pagar por modo estraño los servicios!,

¡qué rezio cruxir de dientes!, ¡qué deshonra, mengua y daño por sus vicios!

Va que es razón de templar en bivas lágrimas fuertes

este hierro

y templando, contemplar qué esperan éstos, dos muertes

(16)

y un destierro; la primera es natural, la segunda, perdurable sin memoria,

el destierro general

del reino y corte admirable de la gloria.

Afine restitución

lo que cubrió de herrumbre la avaricia,

guarnesca de compassión su quartel sin servidumbre la justicia;

suelden y claven letrados lo que desclava y se suelta desta pieça,

destuérçanse los cayados, pues en la vara con buelta se tropieça.

Tercero quartel de ciudadanos. Con unas reçias armellas se plegava a este segundo y al tercero,

poblado de unas çentellas que inflamavan todo el mundo por dinero;

Assia, África y Europa, Indias y mar Océano, con las minas

se ençendían como estopa, soplando llamas Vulcano muy sanguinas.

De cadenas, de eslabones [A12v]

vi forrado y guarneçido todo el aro,

de escarpias y harpones el campo estava cumplido y no era claro,

por ser en estremo escura la manera cómo tratan mercaderes,

que, según se les figura, assí venden y baratan sus averes.

Sus recambios y sus precios, sus póliças y sus ditas,

sus seguros,

cómo roban a los nescios con cautelas nunca escritas y perjuros;

vi tanbién de relevado unos madroños rebueltos que emborrachan

los que compran al fiado y en prisiones siendo sueltos los despachan.

Los gastos de sus mugeres, su ropa y tapizería

de señores,

sus combites, sus comeres, sus tiendas, su joyería, sus olores;

su jugar abierto el resto, su servir a las estrañas en las ferias,

su semblante tan honesto, y encubren en las entrañas mil miserias.

Corre este quarto sin rienda, su fiel ya tan turbado

de locura,

que es agena la hazienda y hazen con ella estado lo que dura

y a la buelta de menguante en la cárcel o en sagrado hazen punto

y el que ayer era tratante oy le vemos sepultado y no defunto.

Ivan más en esta plancha, otros muchos ciudadanos

que en secreto

tienen su consciencia ancha y el contratar por sus manos es discreto;

que prestan a los primeros con color de no pedir

(17)

interesse,

mas siempre en pie sus dineros y que el logro y rescebir

nunca cesse.

También la sacan de quicios, porque no siga el corriente de los signos, [A13r]

quando a públicos oficios secutan entre la gente los indignos;

deputados, regidores, veinte y quatros y jurados y fieles,

mayordomos, receptores, que le tienen deshilados los cordeles.

Las molduras y amortido que descubren y realçan esta obra

es que el mundo está perdido, pues éstos assí se ensalçan, que es çoçobra

ver altos los bastimentos, como los polvos de Roma en el aguja,

las rentas y ar[r]endamientos, donde quanto más se toma, más se puja.

Refórmese ya esta plaga porque este quartel se mueva, que está quedo,

mirad que todo le estraga, la codicia que le çeva tan sin miedo;

guárdense leyes y fueros, los precios, compras y ventas tengan tassa,

çesen juegos y tableros, nuestro César no consiente lo que passa.

Modérense vuestros trajes, no subáis a cavalleros

sin escala,

conosced vuestros linajes,

huyan vuestros herederos esta gala;

no compita el ciudadano con el antiguo en nobleza siendo rico,

ni se halle más hufano que con estrecha pobreza en el chico.

Y mirad que es variadizo lo poco que posseéis

en el suelo

y que es lo firme y maçizo lo que por ello perdéis en el cielo;

por lo qual en el contraste del juizio se çerçena y se quilata

en qué manera se gaste la hazienda que condena a quien la trata.

Assí que, si va pesado este çerco y es mohoso con deleites,

no se limpia de pecado por ningún acto virtuoso [A13v]

sin azeites;

mas los que sus exes untan con misericordia blanda en esta vida,

sus obras y puntos juntan y el quartel no se desmanda en la partida.

Quarto quartel de plebeyos. Voltando la parte quarta desta rueda en su figura,

vi su talla,

con qué modo se reparta la gracia de agricultura que se halla;

su orla llena de rejas, de velortas y dentales y coyundas,

escomidas ya de viejas, con sus muescas y canales

(18)

muy profundas.

Vi sus goznes y sus perlos despuntados y torçidos sin embrilla

y, sin duda, que de verlos se angustiavan mis sentidos de manzilla;

deshechos ya sus arados, sus açadas y destrales sin hastiles,

sus carros todos quebrados con sus ruedas sin ojales y carriles.

Las manos blandas sin callos traen estos labradores

del rastrojo,

que no parescen vasallos, mas polidos brosladores, que es enojo;

ved perdidos sus barbechos, sus viñas son heriales sin labores,

sus ganados sin provechos, sus huertas hechas corrales de pastores.

Por las villas y ciudades, en pleitos por las audiençias hazen huebra,

en bodas y en caridades su cuerpo en tales dolencias se les quiebra;

ya se pican de atavíos y sus hijas y mugeres de galanas,

ellos holgando baldíos, ellas buscando plazeres, muy loçanas.

Es ya cosa de abusión, agena de su simpleza, harto fea,

ver bandos y presumpción que contrahazen nobleza [A14r]

en el aldea;

lugares y asentamientos,

passiones y enemistades de malinos,

que se beverán los vientos por dexar sin heredades sus vezinos.

Pues ya ni sabe d’Esteva ni madrugan ni sonochan ni granjean,

ni les pena porque llueva ni sus abarcas abrochan ni rodean

de seto sus cortinales, sus navas y sus cerrados y sus sotos,

ni miden por estadales ni se guardan los vedados ni los cotos.

Está toda su labrança en mohatras y malicias y doblezes

y tener poca criança en estar ante justicias muchas vezes; en hazerse recatones, en venir a los mercados cada día,

por posadas y mesones en renuevos ocupados a porfía.

Ivan también en sus barras mechánicos oficiales,

esculpidos

entre unas hojas de parras y sombra de unos rosales ascondidos;

quebradas sus herramientas, sus manos como gotosos, casi mancas,

en alcabalas y rentas, pobres, perdidos, ociosos por tres blancas.

Algunos destos llevavan sus instrumentos y manos tan en alto,

(19)

que en el volante tocavan y al quartel de ciudadanos hazen salto;

que ansí quieren buena mesa y su obra que se tase

con ventaja,

que desconciertan la pesa y detienen que no passe su rodaja.

Pues traslapen nuevas lanas y junte reçia velorta

y a el pestillo

y clavad en las entrañas el remedio que os importa con martillo;

cese tanta ociosidad [A14v]

y andará la rueda luego por concierto,

tened común humildad y veréis que ningún lego está despierto.

Buelva atrás vuestro deseo, no salte como langosta todo el ruedo,

vaya llano su meneo, ni se pare a vuestra costa ni esté quedo;

porque al tiempo del morir, quando las ruedas puliere quien las hizo,

las querrá tanto pulir, que se herize el que las viere como eriço.

No passéis vuestras linderas ni salgáis fuera de sierra

o de moraña,

ni burlando ni de veras dexéis de labrar la tierra, pues os daña

la sombra de idalguía, que no podrá defenderos de la siesta,

ni tratéis mercadería, pues es causa de perderos manifiesta.

Resume. Por tal ingenio y manera vi que las ruedas humanas hazen buelta,

prima, segunda, tercera, suertes quebradas o sanas, presa y suelta;

la obra toda confusa, muchas pieças tan trocadas de su cuenta,

que el remedio no se escusa, porque el daño en las paradas no se sienta.

Las pesas.

Son sus pesas dos preceptos en el coraçón hundidos,

naturales,

a los quales van sujectos todos quantos son nascidos, razonales;

la una levanta el muelle, subiendo porque hagamos bien a todos,

la otra haze que selle, que jamás los ofendamos en sus modos.

El volante. El volante es la razón que en todo buelve a dos azes sin tardança,

ni pierde punto y sazón en los que ya son capazes de mudança; [A15r]

con una buelta señala que sigamos por su guía lo del cielo,

con otra nos desiguala de la burla y fantasía deste suelo.

(20)

La mano y apuntamiento con que toda esta escritura se concierte

es mirar al movimiento que descubre esta figura de la muerte

y nótese bien la glosa

de san Pablo, que es maestro de este oficio,

por ser necessaria cosa

que se crea un hombre diestro en su exercicio.

Sant Pablo dize: «Statutum est omnibus hominibus semel mori».

Glosa.

El que más contento bive y el que más plazer espera

es necessario que muera. Por un compás y nivel el fin de todos se ploma y con un solo cordel se rije el esparavel

en que la muerte nos toma; todos comen a su mesa, jamás a nadie apercibe, iguala con su turquesa al que del bivir le pesa y al que más contento bive.

Al pobre llama por seña, al rico lleva forçado,

al más valiente despeña, al flaco nunca desdeña sin que dél tenga cuidado; el anciano es su contino, el moço, de su vandera, el niño nasce en su sino, el triste es más su vezino y el que más plazer espera.

Assí que de su sentencia ni se apela ni suplica,

ni en sus fueros ay clemencia por ser ley sin diferencia

la que la muerte publica; mas su pregón y salida comiença en esta manera: «Es la ley desta partida, que qualquier que tiene vida es necessario que muera».

Prosigue el dormido. En esta forma y debuxo por esta tan nueva traça

se concluye

el tiempo corriente y fluxo que las vidas despedaça [A15v]

y nos destruye;

él corre por darnos priesa, él para porque paremos con su brío,

si cessamos, nunca cessa, si forçamos, no vencemos su alvedrío.

Concluye el dormido. Pues por demás es dormir el que espera condenado

ya el cuchillo, ni es seguro huir

quien es tras muro çerrado sin portillo,

ni deve comprar antojos para ver letra menuda quien toviere

quebrados ambos los ojos, que lo que es quita la duda a lo que fuere.

Por tanto, estemos alerta, porque un principio y un fin nos iguala

y aunque cerremos la puerta, no duda sant Augustín que se escala

nuestra alma por mil secretos que la muerte se invenciona como sabe

para tenernos subjetos, pues a ninguno perdona

(21)

que no acabe.

Oyamos bien cómo suena, su retinte no se olvide,

tan agudo,

que nos salva y nos condena, que nos llama y nos despide a menudo;

quiébrese la presunción, fuerças, riquezas y estados, se derritan

el linaje y condición,

pues la muerte y los peccados nos la quitan.

Ociosidad vaya fuera, que es la que cubre y moheze el instrumento,

por ser la forja primera que nuestros bienes empeçe, según siento;

que poniendo en él la mano, el moral despertador tiene calma,

por tanto, será muy sano procurar conçertador para el alma.

A esta causa es justa cosa dexar sin caxa y sin puertas esta pieça,

porque las ponga la glosa ricas morales abiertas, que endereça [A16r]

el verso que no desgrane, de suerte, siendo templado en mal agua,

el instrumento se allane, por salir tan mal forjado de mi fragua.

[2]

ESPARSA SOBRE LAS PALABRAS DEL SABIO

O MORS!, QUAM AMARA EST MEMORIA Quán amarga es tu memoria, quán peligroso tu olvido,

quán predicada tu historia, quán segura tu vitoria, quán açidental tu gloria, quán dudoso tu partido, quán furioso esta rebate, quán terrible es tu sonido, quán secreto es tu combate, quán difíçil tu rescate, quán ahogado tu mate, quán natural tu gemido.

Finis. Esta obra llamada «Despertador de pecadores» fue impressa en la muy noble villa

de Medina del Campo por Pedro Tovans, impressor de libros que bive a Corral de bueyes.

Mil DXXXIIIJ.

INFORMAZIONE BIBLIOGRAFICA: Carro Carbajal, I, pp. 602-603

DESPER TADOR DE PECADORES [Portada:] [Belliísimo escudo del mecenas] | ¶Deſpertador de pecadores: Inuentado | por vno dellos. y endereçado al illuftriſſi | mo ſeñor don Fadrique:enrriquez de | Cabrera

(22)

almirãte de Caſtilla | y Granada. Conde de Modica. zc. | [Vuelto con anotaciones manuscritas] .— [a2r-a3v: Prólogo y argumento en prosa]

(1) [a3v-b16r] ¶ Deſpertador de pecadores. inuen | tado por vno dellos. [Coplas de pie quebrado o manriqueñas] ¶Durmioſe mi penſamiento

enlo mejor de mis años [Remate:] Fin.·.

¶A eſta cauta es juſta coſa dexar ſin caxa y ſin puertas

(2) [b16r] ¶Eſparſſa ſobre las | palabras del ſabio. O mors quã ama/ ra est memo ≈/ria tua (.˙.)

¶Quan amarga es tu memor Quan peligroſo tu oluido [Remate:] ¶ Finis.˙.

[Colofón:] Impreſſo en Valledolid [sic]. Valladolid, s.i., s.a.

4°., 16 h., aij-aiij-aiiij-b-bij-biij-biiij, sin reclamos, letra gótica, a dos columnas. NUEVA YORK, The Hispanic Society of America [en a1v puede leerle esento a mano: «Versa est in instrum ritharamea | et organum meum in voce flestium | vox estis qui permansistis | in temptationibus meis», seguido de una firma ilegible, y en b16v, entre otras anotaciones manuscritas: «Si fuera gran peccador | (ilegible) guevos noto | o quiça tubiera amor | a las gratias y (ilegible)» y a continuación: «Este libro a pasado don (ilegible) de Rebolledo», frase que se repite dos veces].

DESPERTADOR DE PECADORES ¶ Deſpertador de peccadores. | [Grabado de un obispo sentado recibiendo un libro que le ofrce un caballero arrodillado; tras éste se halla Satán (¿en forma de cabra?)] | .— [A1r-A2v: Carta y argumento en prosa]

(1) [A3r-B15r] ¶ Deſpertador de peccadores | inuentado por vno dellos. [Coplas de pie quebrado o manriqueñas] ¶ Durmioſe mi pêsamiêto

(23)

(2) [B15r] ¶ Eſparſa ſobre las pala≈ | bras del ſabio/o mors quaz | amara eſt memoria.

Quã amargas [sic] es tu memoria quan peligroſo tu oluido

[Remate:] ¶ Finis.

[Colofón:] ¶ Eſta obra llamada deſpertador de pecadores | Fue impreſſa enla muy noble villa de Me≈ | dina del campo: Por Pedro To≈ | uans impreſſor de libros

| que biue a corral de | bueyes. | † |Mil.D.xxxiiij. Medina del Campo: Pedro Tovans, 1534.

40., 16 h., Aij-Aiij-Aiiij-Av-B-Bij-Biij-Biiij-Bv, sin reclamos, letra gótica, a dos columnas. LONDRES, British Library: C.63.f.5.

DESPERTADOR DE PECADORES

[Portada conformada por una orla muy bella, de cuatro piezas y un pequeño añadido, en la banda inferior la fecha 1541; dentro, precioso grabado de un reloj y título:] ¶ Deſpertador | de peccadores: Inuenta≈| do por vno dellos. | .— [Alv-A2v: Carta y argumento en prosa]

(1) [A3r-bl6r] ¶ Comiença el Deſpertador | de peccadores. [El subtítulo

aparece enmarcado en un recuadro orlado] [Coplas de pie quebrado o manriqueñas] ¶ DUrmioſe mi pêſamiêto

enlo mejor de mis años

(2) [b16r] ¶ Eſparſa ſobre las palabras del | ſabio: O mors quam amara eſt memoria.

¶ Quã amarga es tu memo | (ria quã peligroſo tu oluido

(24)

[Colofón:] ¶ Fue impreſſa la preſente obra lla≈| mada Deſpertador de peccadores. Enla muy | noble y mas leal ciudad de Burgos. | Acaboſe a. xxx. dias del mes de | Março. Año de. | I M.d.xlj. | †

Burgos: s.i. [Juan de Junta], 1541.

4°., 16 h., la b16v está en blanco, Aij-Aiij-Aiiij-b-bij-biij-biiij, sin reclamos, letra gótica, a dos columnas.

OPORTO, Biblioteca Pública: Y-3-37 (2). Existe otro ejemplar en MADRID, Biblioteca Nacional: R-11038.

RM 838, 839, 840 (841)

Fac.: García de Enterría, Pliegos «Oporto», n°. 20 y Pliegos «Madrid», VI, n°. 183. También tenemos la reproducción fotolitográfica de Sancho Rayón, n°. 25.

Riferimenti

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