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la y y y y y y y y la y la y y la

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(1)

— '74 —

Reducidaésta, hasta há pocos anos, á la tactación por la

vagina, por el recto ó, finalmente, yen elmenor número de casos, por lavejiga; vulgarizadoslos decúbitos dorsal ylate ral; eónun arsenal numerosísimo de espéculos, apenas dignos defigurar, la mayor parte, en los museos históricos, por la

variedad, número y autor que unía sunombre alinstrumento,

que, por las ventajas y resultados que con su empleoseob tenían.

Hoy día, el examenlocal, tienemuchísima importancia. El

muebleque se emplea para la exploración ú acto operatorio,

respondepor las modificaciones y cambios de que es suscep

tible,á todas las prácticas que reclaman un perfectoexamen

local ó unatécnicaoperatoria. Desdelaposición depie, alde

cúbito dorsal simple, al dorsal modificado (talla) al dorso sa

cro, dorso sacro-declive (_Trendelenbur,q), lateral y genu-pec

toral, corresponden estasdiferentes actitudesá las necesidades

de unaperfecta mensuración, percusión, auscultación, palpa

ción simple y combinada y diversas tactaciones simples y combinadas.

Del antiguo arsenal deespéculos, usamos hoy día, en po

cos y determinados casos, los'modelos Fergusson y Cuseó,

vulgarizando como másprácticos y de difícil reemplazo, los deSims, Simon, Neugebauer, Barnes yFritsch.

Lafijaciónydescenso del cuello uterino, el empleo de los

diversos histerómetros simples ó combinados .según las cir

cunstancias, la dilatacióngradual óforzada delcuello uterino,

latactaciónintra-uterina, el raspado explorador,la excisión

exploratriz de laporción vaginal del cuello, ambos medios los dos últimos, paraevidenciarun diagnóstico,dudoso; en pocos

y muy excepcionalescasos, la punción abdominal óvaginal,

son otros tantos medios deexploración ginecopática que, en

totalidad ó enparte deben utilizarse, según los casos, paraun

acertado diagnóstico.

Un solo recurso rechazamos, porqueno creemos tenga jus

tificación, como simple medio de diagnóstico: nos referimos á la Koiliotomía.

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- 75

-moderno basado en la experimentación y en la clínica, .ha

permitido, seacompletamente nuevo, elcapítulo delas infla

maciones delos anexos. Indesligables en el terreno clínico, la

salpingitisy laovaritis, salvo los casos de simple salpingitis

catarral, ofrecen dos grandes tipos que, pueden perfectamente

oponerse, segúnlainfección sea estreptocócica ó gonocócica.

Difieren, no sólo por su carácter microbiano, sí que además,.

por su patografía, modificaciones histolOgicas, lesiones que

ofreceny hasta por supronóstico. No pretendemos, con lo di

choanteriormente, negar la posibilidad deque existan otras

especies microbianas; pero, sea por su rareza, sea por su ino

cuidad, yaquelainfección secundaria no modifica las lesio nes resultantes delaprimera infección, el hecho es que, salvo

el bacilo-coli, dandocuenta, según las últimasobservaciones,

delas adherencias intestinales que las lesiones salpingo—ová

ricasofrezcan, todos los demás agentes tienen una importan

ciasecundaria.

Interesantísimo, esel estudio delas lesiones delamucosa

ycontenidodelatrompa, pudiéndose llegárá lademostración, deno sersiempre exigida una intervención quirúrgicaya que,

con los recursos farmacológicos ylocales, cabe lacuración.

Laendosalpingitis, por extensión del proceso iniciul en la

zonauterina, tiende á correrse hasta el extremo abdominal

del conductotubárico, abarcando la zonaperitónica que, recu

bre sus franjas hasta el mismo repliegue falciforme, estable

ciéndose adherencias que obliteran el orificio que éstas limi tan. Lapresiónconcéntrica que determinalacapamuscular y los trastornosvasculares, procuran que, las franjas del pabe

llón se agranden yramifiquen; la infiltracióncelulardistiende

eltejido conjuntivo separando las superficies epiteliales, y da

en conjunto un aspectoglobuloso, derivándoselaforma vege

tante. No todas las franjas del pabellón apréstanse á tomar un

desarrollo considerable; sea porpresión recíproca, porlapre

sión del líquidoque distiende latrompa, por los cambios cir

culatorios y por laextrangulación que sufre la mucosapor

efecto delacapa muscular, sólo algunas siguentomando in

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- -76

El procesoflogógeno determina sobre el epitelio una des

camación rápida. En las endoSalpingitis blenorrágicas, lades

camación es tan súbita que, el tejido conjuntivo queda al des

cubierto; pero en las producidas por elestreptococus, sucede

lo contrario; elreemplazo epitelial es más veloz que ladesca

mación, hallándose serie de capas estratificadas de células

epitélicas.

El contenido dela trompa puede ser: sangre, serosidad ó

pus, dando lugar á las variedades anatómicasde hemato, hi dro ypyosalpingitis; y las lesiones de la capamuscular por la influencia microbiana y la mecánica por distensión dela trom

pa, como á su vez las lesiones vasculares, completanel cuadro

anatómico, con diferencias suficientes paradistinguir el fondo

panspérmico, resultando en suma que, las fases anatómicas sucesivas son: congestión é hipertrofia; atrofia y esclerosis.

Las lesiones ováricas, acompanan constantemente á las de latrompa, conformeviene demostrándosehoydía. La anexitis

determinando síntomas de ovaritis, favorece la dilatación y

multiplicaciónde las redesvasculares; las células flogoseadas infiltran eltejido celular, penetran en pequeno número enel estroma del ovario y hállanseá lo largo delos vasos. Elórga

no se hipertrofia principalmente en la capa ovígena; los ovi

sacos aumentan devolumen; unospocos,aumentan, por modo

extraordinarie, mientras los demás se atrofian, y esos peque

nos

quistés

foliculares pueden contener sangre, serosidad ó

pus. La face anatómica resulta igual á la de la trompa, por que después del período de hipertrofiay proliferación, por las

modificaciones vasculares y el transformismo deltejido con

juntivoen fibrosocomprimiendo los vasos tejido-musculary

filetesnerviosos, resulta la atrofia y degeneración, ó sea, el

proceso que conocemos con el nombre de ovaritis esclero

quística.

La pelvi-peritonitis aguda en sus diversas modalidades

clínicas, principalmente, en las formas supuradas, como tam

bién, lapelvi-celulitis aguda,enparticular, cuando escircuns

crita, determinando el flemón del ligamento ancho, el vésico

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- 77—

que, lo propio que los demás procesosinfectivosde los ovarios y delas trompas, pueden algunas veces con los medios gene rales y locales que la terapéutica farmacológica nos propor

ciona, curarpor completo.

De nuestros tiempos es, elsaber apreciar ladiferenciación deesta serie de afectos, y laaplicación del repóso absoluto,

revulsivos, duchas calientes, masage, dilatación del cuello

uterino, raspado del propio órgano, faradización, galvanis

mo, etc., etc.; pero si las lesiones se hacenprogresivas, si las

, molestias se hacenincompatibles con la vida ordinaria ó po

ción social,deben abandonarse los procedimientos conserva

doresyadoptar laintervención oportuna.

La práctica quirúrgica, de aplicación á dichosprocesos, es

lasiguiente: simple ruptura de las adherencias ydilatación

de latrompa sin extirpación algunayexpresióndel contenido

moco-purulento de latrompa en la forma profluente, como

aconseja Polk; la salpitguectomía ó lasalpingo-oforectomía, si alproceso delatrompa, acompanenlesiones ováricas, cuando por los doloresagudos, fiebreaccesional yexamencombinado, se demuestreevidentemente, laexistencia del hidro-hemato

pyosalpinx, degeneración esclero-quística ó salpingitistuber

culosa primitiva; la punción seguida de aspiración, la aber

tura del foco purulento con drenage consecutivo por la vía

másaparente, sea abdominal, vaginal, sacra, etc.; la'aparo

tomía pre-peritoneal y la misma Koiliotomfa en los casos de

pelvi-peritonitis, pelvi-celulitis yhematocelespelvianos. Es de-vital interés,aun, en elpresenté momento

elproblema delaextirpación unilateral óbilateral de los ane

xos, aun cuando se hallen sanos, los del ladoopuesto al que motiva laintervención laparotómica.

Al parecer, habiendo hecho muchos prosélitos laidea de la

extirpación doble, á pesar de las posibilidades de una inva

sión fiogógena, que más ómenos tarde pudiera reclamar la

intervención, entiendoque, éticamente planteado elproblema, ycumpliendo el Profesor con los deberes que leimponen el

sagrado ejercicio de la profesión, medios tieneá sualcance,

(5)

— —

en labenignidad relativa delacastraciónbilateral, y á fuerde

hombre despreocupado, exponga á la mujerá la triste heren cia —yaque con laextirpaciónacabó lade suespecie—de la

histeria y encefalopatías de carácter psíquico, mil veces de

peor orden transcendental que, las molestiasprimarias,origen

delaintervención operatoria.

Lageneralizaciónde las operaciones de Battey y Lavvson

Taitá los casos de trastornos menstruales, y en particular á

la dismenorrea dolorosa (1), no tienen, en nuestro concepto,

verdaderajustificación, mientras no haya evidenteslesiones

quepuedan autorizarlas.

Lacastración uterina, ó sea la histerectomía vaginal por seccionesótrozos, según ha ideado Pean, paracombatir las supuraciones pelvianas, por creer que, la láparotomía en estos

casospuede ser impotentey hastapeligrosa, aplícala, este ilus

tre cirujano,á los casosde salpingitis abiertas en cavidadve

cina, á las pelwi-peritonitis difusas y á las salpingitis supura das con inmovilidad uterina acompanadas de infiltración de

los tejidosvecinos, placas, bridas, cordones fibrosos y adhe rencias que modificanlaestática uterina, vexical é intestinal.

No hay ginecólogo que, á pesar del cuadro clínico, respe

table, y á veceslúgubre, que ofrecen los procesos supurados

de lazonapélvica, no cuente buen número de curaciones, sin

necesidad dehaber intervenido quirúrgicamente en unos ca sos ócon las diversas técnicas antes manifestadas, en otros.

Aunen las circunstancias dehallarnos con grandes masas de

exudados, practicando conhabilidad la decorticación, lógrase

alcanzar el focoprincipal;y aun dadoel supuesto casode que,

haya absoluta imposibilidad de poder llegar á dicho foco, de

biendo renunciar á la terminación completa de laoperación,

el lavado peritónico, 'permite la resolución de los exudados,

facilitándosede estamanera para loporvenir, unasegundala

parotomía ques,permita la extirpación completa delsaco puru

(1) No sólosehanempleadolas operaciones de Batteyy L. Tait paracombatirla dis menorrea, sinoque, además,enloscasosdehistero-epilepsia,espasmosconvulsivosytras tornosde orden mental dependientesde irritación ovárica ó de laexistenciade ovarioscon

(6)

-

-lento, sin necesidad de privará la mujerdel útero,ni expo

nerla á lospeligros deesta intervención, que en las circuns

tancias deuna sínfisisgénito-intestinal, puede ocasionargra

ves contratiempos.

TUMORES DE.LO$ .A.Disxos.-E1conocimiento perfecto de las

neoplasias cistomatosas ósólidas que radican en las zonas de

los anexos, sea en el mismo ovario, trompas, ligamentos, pe

ritoneopelviano,etc., etc.,hapermitido, desaparezca, toda du

da,todavacilación, ysea aceptado el tratamiento radical, des de los primeros momentos, ó sea, tan pronto quede reconocida

su existencia.

Abandonadaspor perjudiciales la punción simple,la pun ciónseguida deinyección yodada, laelectrolisisy eldrenaje,

á través del abdomen óde la vagina; restringidas cada'día más ymás,las contraindicaciones para laintervención radical,

ya que sólo quedan la influencia de enfermedad extrana al tumor ynecesariamente- mortal y la evidencia de tratarsede

una neoplasia maligna, por completo encajada en el suelo de

lapelvis,sin movilidad,y con lacaquexia notoria de laíndole

del proceso, claro está que, los procedimientos fáciles, positi

vos yrápidosque el arte nos proporciona hoy día, permiten,

si aprovechamos las ventajas de una intervención prematura, unabenignidadno yarelativa, casi absoluta.

Lalaparotomía previa, para proceder á la extirpación del

tumor, sea cual fuere elpunto de los anexos donde esté im

plantado; lafacilidad devencer lasadherenciasque existieren; ladecorticación de lacápsulaque le envuelvesegún los casos, parade esta manera, al respetar los órganos, evitemos ulte

riores traumatismos; lamarsupialización cuando el volumeny

las adherencias con los órganos inmediatos imposibiliten la extirpacióntotal; el buen criterio del Profesor, terminando la

operación con pedículo intra-peritonealabandonándole, ó para

mayores garantías ulteriores, emplear el procedimiento de pe

dículo extra-peritoneal, ó la técnicamixta; el lavadoperitóni

co sin substancias con poder germicida, conelrigorismo asép

tico que hoydía empleamos; la rapidez operatoria salvando

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- 80

-originarse, hastael extremo, de no serobstáculos, lasupura ción, degeneración del quiste y laperitonitis intercurrente; el

drenaje, sólo en determinados casos, ycomo notaexcepcional;

laperfecta unión de las partes divididas dentro de lasimilari dad exigida; talesson, las bases artísticas, dela intervención

radical, para las neoplasias de los anexos.

La asepsia perfecta, regulada oportunamente en sus diver

sos aspectos: fisiológico, físico-químico yhasta en determina

dos casos mecánico, privandola entrada de los gérmenes pa

tógenosé impidiendo, además, la constitución de medios'de cultura, nos dará, las garantíasde éxito en todaoperaciónab

dominal;pero, si pordesgracia, asomalainfección, desarrollán

dose elcuadrode laperitonitis séptica, dadas las circunstan

cia's deoportunidadmorbosa y fácil difusión por las víassan

guíneas ylinfáticasque ofrece el peritoneo, renunciemosá la

reabertura del vientre para combatir este gravísimo accidente,

seguros de que, el éxito no coronará nuestros esfuerzos,porla ineficacia de los medios de que disponen actualmentela ciru

gía y laterapéutica farmacológica.

ANOMALÍAS DEL ÚTERO.- Nada

particular puede anadirse, hoy, al conocimiento y aplicaciones prácticas de los hechos resultantes de defectos dedesarrollo de este órgano. En cam

bio; las anomalías que resultan por:oclusión, estenosis,atrofia, hipertrofiayrasgaduras del cuellouterino, tienen las aplica ciones artísticas que cadauna reclama, vulgarizadas en nues

tros días. Laoclusión, sea congénita óadquirida, con los es

tudios demostrativos de las lesiones secundarias que, por las

zonas de los ovarios y de las trompas se establecen, como

compensación de los fenómenos mecánicos que á la larga acarrean, esindudableque, con los recursos operatorios que

antesse empleaban, y que hoy utilizamos, podrán vencerse

los obstáculos ylograréxito completo, si laobliteración es ba

ja; perosi, lalesión esuterina ydeantigua fecha, esmuypro

bable, que las colecciones sanguíneasde las trompis, pudien do acarrear unaruptura de las mismas, y laconsiguientepe

ritonitis, deba meditarse si laintervención por la vía vaginal serásuficiente paravencertodos los obstáculos, ó, en definiti

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-va, convienepracticar lalaparotomía para la extirpación del

hematometra, como quizá, puede reclamar con másfrecuencia

el propiaproceso, cuando es unilateral, por la existencia de

canal genital doble.

Los procederes de dilatación mecánica, dilatación cruenta delos orificios externo, interno ytodo el canal cervical, bas tarán á vecespara corregir laestenosis delcuello; pero como

elresultado no es duradero por la natural tendencia á cica

trizar que tienenlos tejidos traumatizados, entonces, en pre

ferencia á la discisiónque, resultainsuficiente ysiemprealtera

la normalidadde forma, practicamos laexcisión en 'forma de cono.

Para corregir lahipertrofia del cuellouterino,hemos aban donado el métodoantiguo, los de Sims y Hegar, Siendo pre feriblelaexcisión en forma de cono, previa la constricción

propuesta por Martín, ó la amputación cuneiforme de cada

labio, por el procedimientode Sehrüder.

Larasgadura del cuello uterino consecutiva á un parto,

por locomún, se ofrece adelante y á la izquierda del cuello.

Cuando, en este caso, existeectropiónde lamucosa concatarro del cuello, con ó sin subinvolución,y lamujer sufre frecuentes

neuralgias, esconveniente practicar laoperación de Emmet 6

la llamadatraquelorrafia, pudiendo prescindirse de su ejecu

ción, si el desgarro, aunque

profundo,

no proporciona moles=

tias, yaque en este caso como en otros correspondientesá di

versos afectos uterinosde carácter estático, demuéstrase más

habilidad, teniendola virtud de abandonar el caso, que veri ficando un acto operatorio que, pudiéramos llamar de simple

efecto plásticoy estético.

INFECCIONES UTERINAS.-E1estudio de esta serie de proce sos, en-susdiversas formas y modalidades clínicas, ha sido

reconstruido ennuestros tiempospor el concepto etiológicoy

patogenético que, informa nuestra doctrina.

No debe extranarnos laposibilidad de que, en un porvenir

próximo, disminuyan considerablemente en número, las elido

metritis y metritis en susformas aguda ycrónica, porque ex

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_ 82

que debe aconsejarseá todas las mujeres, restamoselementos,

causa positiva degran número deestos afectos.

Aparte de las formas metríticas agudas de origen puer

peral—por infecciónsimpley por retención,—deben estudiar

se: laespontánea, traumática, blenorrágica y resultantes de procesosinfecciosos agudos,como v.g., lafiebre tifoidea, reu

matismo, etc., etc.,Salvolas modificaciones terapéuticas ema

nadas del concepto patogénico, los medios clásicos del trata

miento, empléanse hoy día, siendo rara la intervención qui rúrgica y sólo aplicableá los casos de retención deproductos

ó de gran número deexudados patológicos.

La forma endometrítica crónica,en sus diversasvariedades, es uno delos afectos que reclama la atención más seria,

por

haberse olvidado hoy día la aplicación de la hidroterapia,

agentes farmacológicos,medios locales, curaciones intra-ute

rinas, electricidad, cáusticos, etc., para noemplear yno creer en otro tratamiento que, en laoperación del raspado.

Lageneralización de este recurso operatorio, á todas las

formas, indicaen nuestroconcepto, un desconocimiento

abso lutodel proceso yde la índole de las lesiones que acarrea. Paso por alto que, en las exageraciones dominantes hoy,

practicase alguna vez en las circunstancias de concomitancia

celulítica c peritónica, cuando, en nuestroconcepto, tan pre

ciosa intervención enlas formas fungosas yglandulares, pro

porciona brillantes resultados.

Lalimitación del proceso alcuello, determinando las for

mas crónicas deendocervicitis, al fracasar

los medios clásicos del tratamiento localcon motivo deuna abundante formación

glanckilar,ó poruna proliferación adenóidea de la mucosa,

he chos que modifican el parénquima del cuello—recordando que dichas lesiones son muy sospechosas—debe procederse á laexcisión delamucosapracticando laoperación de Schrd

der, ó combinándola con la traquelorrafia, siendo raro esté

indicada laamputación alta ósupra-vaginal del cuello. La metritisparenquimatosa crónica, á los recursos farma

cológicos conocidos, hidroterapia y demás medios locales,

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cionesintersticiales, igni-puntura, la amputación del cuello

uterino, yhasta como excepción, la mismahisterectomía.

ESTÁTICA PATOLÓGICADEL ÚTERO Ó ANOMALÍAS DE POSICIÓN. —La práctica hasta hace poco observada para corregir los cambios de relación del útero caracterizados por versión terior óanteflexión, reducíánse simplemente á laaplicaciónde

pesarios, continuándose hoy, en lalista demedios, además de

los oportunos para combatir la endometritis, celulitis, etc.,

intercurrentes,, el masage, electricidad, dilatación y tallos uterinos. Si laoportuna aplicación de estos distintos recur sos no proporciona alivio, y no existe contraindicación no

toria, se preconizan las siguientes operaciones: la discisión

del orificiointerno, laincisión longitudinal del labioposterior

del cuellp, laexcisión parcialó total delpropiolabio y lahis

teropexia vaginal. Permitidme juzgue—salvo la dilatacióny

la discisión—la mayor partede estasintervenciones plásticas yotras similares, comoIlusorias, inútiles y hasta peligrosas.

Las retrodes-s-iaciones en su modalidad simple, reclaman.

lareducción manual óinstrumental, reposo, duchas vaginales

calientésyel taponamiento vaginal. Si estos recursos nopro

porcionan resultado, debe apelarse al empleo de pesarios, ad

hoc, ó en definitiva, al tratamiento quirúrgico. Hoy día, que

dan abandonados los procederes siguientes: cauterización de lapared vaginaldel lado opuesto á ladesviación, fijación va

ginal del cuello sin amputación del mismo, acortamiento de lapared vaginal anterior y fijacióndel borde uterino superior alfondo desacovéxico-vaginal.

Hánse indicado últimamente: laoperación deAlexander ó

sea el acortamiento de los ligamentos redondos, la histerope

xia trans-peritoneal y lahisteropexia abdominal ó ventro-fija

ción del útero.

Las retrodesviaciones complicadas deafectosflogógenos, ó

deprolapso uterino, reclaman, las eombinacioneS quirúrgicas

convenientes, ósean: las primeras, el raspado con ó sin ampu

tacióndel cuello para atenderluegoal proceso ectópico; y las

segundas, la colporrafita, operación deAlexander,etc.

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-parotomía, seguida de destrucción de las adherencias, y en

algunos casos por hallarse enfermos los anexos, procedemosá

suablación, habiendo conseguido éxito completo

entresejem

plares enque hemosempleado esta técnica.

A lalista deoperaciones enumeradas, podemos anadir: el

acortamientointra-abdominal de los ligamentos redondos, an

chos, útero-sacros; la colpohisteropexia pelviana de Freund, y lahisterectomía vaginal. Es indudable

que, esta serie de

tentativasoperatorias,dignas del mayor interés por el estudio yaplicacionesque representan, noresponden los resultados, á

lo que aparentemente nos prometíamos obtener, no siendo

raro, como por desgracia hemos comprobado, se reproduzca ladesviación, ámayoró menor fecha del acto operatorio. La

histerectomía vaginal, en nuestro concepto, no tiene verda

derajustificación.

El prolapso del útero, acompánase de descenso vaginal é

hipertrofiadel cuello, siendo simultáneos estos hechos, y exi

gen, indicaciones mancomunadas; alcanzase la histeropto

sis completa, cuando elórgano por relajación de

los ligamen

tos, sale fuera de lavulva. Empleábanse' sólo los

medios pa

liativoscon laaplicaciónde lospesarios, yhoy día,

seha gene

ralizado el masage. Sin embargo, para la curación radical,

debe apelarsealrepertoriodeoperaciones plásticas que, deben

amoldarseá las condicionesdel prolapso. El raspado del útero y laamputación del

cuello, como ope

raciones previas, á lacolporrafiaó elitrorrafia anterior y á la perineoplastia; si hay rectocele,y colpocele posterior, debe

practicarse la Colporrafia posterior,asociando laperineorrafia, si el periné noestá íntegro; si existe rectocele con colpocele

limitado, sin descenso pronunciado del útero, debe darse la

preferencia á lacolpoperineoplastia, y si el descenso es me

diano, además de la colporrafia,.se reComienda el acorta

miento de los ligamentos, procediéndose á la práctica suce

siva de las siguientes operaciones: raspado, resección del

cuello, colporrafia anterior, colpoperineorrafia y acortamiento delos ligamentos redondos.

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histeropexia abdominal, se obtiene éxito completo; sus efec

tos son•incompletos y transitorios.

Cuando lamujer ha rebasado la fecha de la menopausia,

puede emplearse lacolpocleisis, y si la histeroptosis es anti gua é irreducible, por excepción, lahisterectomía vaginal.

La inversión del útero, aunque deorigen puerperal, en su

formacrónica, sea consecutiva, á hecho agudoirreducible ú obtenida lentamente, sea complicada de fibroma, reclama

siempre lataxis, por antiguo que sea el proceso.

Si la taxisrealizadaporpresiónpedicular,nodaresultado, debe apelarse á la aplicación de un apósito antiséptico que

realice presión continua; á la reducción, previa laparotomía, y en definitiva, á laablación parcial ó total del útero porhis

terectomía,•

aplicando la ligadura elástica, ó á la histerec

tomía total.

Lainversióncon complicación fibromatosa, reclama pri

mero, la extirpación de-la neoplasia, un buen tocado uterino

para realizar lataxis, y si ésta no es conveniente ó posible,

debe procederse á lahisterectomía parcial ó total: NEOPLÁSIAS DEL ÚTERO. - Los

fundamentos científicos de

éste importante capítulo de lapatología uterina, aunque bien conocidos y bien formuladas las inclica,cibnes del 'arte para

fas intervenciones, hasta estos últimos tiempos no han resul

tado las aplicaciones oportunas y seguras para la operación

jadical, sea en unos casos, la indicación, resultante de la

marcha natural del proceso por suavance sindrómico y mani

festaciones queacarrea, sea en otras,por elcarácter, índole y fatal terminación que, la evolución progresivade laneoplasia

determina, si el arte no interviene con la debida oportunidad.

Compréndense dentro del primer grupo, los miomas,

fibromas y fibro-cistomas, en sus diversas implantaciones,

con sus variedades de pequenos, grandes, blandos, duros,

edematosos, telangiectásicos, ycomplicados con diversas de

generaciones.

Ni las médicaciones. farmacológicas, influencia atrófica de lamenopausia, tolerancia del organismo cuando existen

estas producciones, raspado uterino, yelectrolisis con los pe

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ligrosá que ésta puede dar lugar, son medios deacción po

tente;pero teniendo en cuenta y razón, las manifestaciones

sindrómicasde carácter hemorrágico, cuando el proceso es

intersticial, compresivo por el crecimiento rápido yprogre sivo de laneoplasia en las formas mixtas ócisto-fibromato

sas, lainflamaciónde que puedeser asiento el tumor ytejidos

inmediatos, gangrena, infección del organismo, etc., como

complicaciones de importancia originadas por el mismo tu mor, claro es que, el tratamientoquirúrgico viene reclamado,

quizá, con másfundamento, por las manifestacionessintomá ticas é intolerancia del organismo, que por verdadera mani

festacióncausal.

La extirpación vaginal, cuando el mioma tiene pedículo

intra-uterino, sea el hechosimple, óacompane á laneoplasia lainversióndel órgano, son operaciones realizadas desde re

motos tiempos, y hoy hemos mejorado la técnica, en par

ticular en el segundo caso, atacando la base deimplantación con el bisturí paradesencapsularel mioma, practicando luego

la sutura del órganoytaponándolo.

Enemigode la castración ovárica para combatir las hemo

rragias de los miomas, ni á título de inventario, puede acep tarse, como tan acertadamente consignaPean. Operación que,

resulta en estoscasosdifícil, da gran cifra de mortalidad,y es sólo paliativa, á vuestra penetración no escapan, las legí

timas excusas que informan mi criterio.

Cuando el mioma es cavitario, sea óno pediculado, recla

ma lahisterotomía vaginal por los procederesde

Pean ó de

Doyen, preferentemente este último, al objetode separar el

mioma por secciones escalonadashasta que se haya extirpado

toda la neoplasia, suturandoluego yaplicando un tapón. Por excepción, podrá darse el caso de que, con lasimple

colpotomia, pueda extirparse un fibroma pediculado de la

pared posterior ó anterior del útero, como han verificad!)

Czerny, Desvern yCaselli.

Los casos de fibro-miomas subperitoneales-de evolución

abdominal, reclaman, lamiomotomía y lahistero-miomotomía

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— 87—

tomía, que el pedículo se tratadel propio modo; y la histero

miomotomía por fibromas no pediculados que forman relieve

en la superficie peritoneal, sean de implantación uterina ó

hállense alojados en los ligamentos, con la simple incisión,

desencapsulando la neoplasia, suturando después, permitirá

intervencionesde carácter tan conservador.

No siemprelosprocedimientos conservadores enumerados,

pueden ejecutarse, por virtud de ser múltiples los fibromas,

interstiCiales, de gran volumen, hallarse enclavados en el

suelo de lapelvis, etc., yentonces, debemos apelar á la histe rectomía supra-vaginal, previa laparotomía, ó á la histerec tomía total previa colpototnía.

Si algunadudaasaltare acerca el progreso ginecológico

de nuestros tiempos, bastaría enumerase la serie de procedi

mientos ideados para latécnica de la histerectomía abdomi

nal, en susdos métodos fundamentales: conpedículo ó ampu

taciónsupra-vaginal del útero é histerectomía total.

Partidarios, por convicción,del primer método, porno re

gistrar un solo casode muerte en las numerosas intervencio

nespracticadas, conste que no siempre el deseo del ginecó

logo puede conseguirseyaque la imposibilidad de pedicula

rizar él tumor uterino suturándolo á la pared abdominal,

exige imperiosamente el tratamiento intra-peritoneal, ó el

método mixto, de la secuestración retroperitoneal del munón

con drenaje abdominal, ó la fijación retroparietal con dre

naje vagino-abdominal,que, con perdónde los datos númericos

publicados, los resultados definitivos,no abonan del todo su

adopción. Preferible es, en nuestroconcepto, la histerectomía

total por la misma vía abdominal, quizá á lapropia operación por lazona de los genitales, por la mayor seguridad en el acto quirúrgico y la posibilidad de evitar por esta vía, com

plicaciones ulteriores de carácter grave que pueden derivarse

porla técnicavaginal, como v.g., en los fibromas intra-liga

mentarios.

Es indudable que, la histerectomía total por el abdomen, será el métodooperatorio del porvenir, en preterencia á los procederes de Peanque recientemente haformulado las indi

(15)

- 88—

eaciones y técnica de la histerectomía abdonaino-vaginal, á los de Kceberle' y Choput, modificacionesdel primitivode Del

pech de lahisterectomía total vagino-abdominal, y al mismo

.de1Wonlanguet(1), también por proceder vagino-abdominal total.

Hoy por hoy, quizá el procedimiento de Boyenesel más

rápido, á.pesar de los reparos por las contingencias hemorrá

gicas y las dificultadespara la hemostasiade las arterias ute

rinas; pero las últimas modificaciones aportadas á su técni

ca (2), resuelven el problema de la hemostasia

por modo

definitivo, seguro, yno quedan tejidos magulladoscon pro

bable destino á lamortificación, ycausa deulteriores compli

cacionessepticémicas. •

A los procederes Citados de histerectomía total por el ab

domen, podemosanadir el de Richelot (3), y eldeLe Bec (4),

por ligaduras, aplicable á toda clase de. fibromas.

Los tumoresmalignosdel útero, cáncer y sarcoma, trata dos hasta .reciente fecha por modo paliativo, son los que tie nenverdadera indicación causal para la.extirpación

total del

órgano.,Y, exprofeso, consignoel carácter deextirpacióntotal,

porque, limitado algunas veces el proceso á laporción vagi

nal del cuello, toda contemporización, practicando la 'ampu tación alta, resulta en muchos casos inútil,dadala índole re

productiva generalizadora, sin que á primera vista, por los

signos físicos, puedan apreciarse lésiones que justifiquenla intervención completa. De ahí que, la curación radical debe

ernprenderse. pronto, y. siempre que resulte demostrado por

examen clínico atento, no estáninvadidoslos

tejidos peri-ute

rufos.

La curación paliativadebe quedar hoy día, para los ejem plares clínicos en que, el proceso ofrecepropagación,

el útero

se halla inmóvil, y haya invasión vaginal, rectal y vexical,

abandonando las prácticas de Mikiiliezy Pavvlck que persi

(1) Monlanguet.—Congresofrancés

decirugía.21 á 29 Octubre de 1895.

(2) Fargas.—Annuariode laclinica,1895. (3) Richelot. —.Sociedad decirugía, Abril 1895.

(16)

- 89

--guendichas neoplasias degenerativas, extirpando el útero y

tejidosinmediatos, previo.el cateterismo delos uréteres. Los procederes dehisterectomía total por lavagina ó por elabdomen, son los depreferencia, ya que la índole del pro

ceso, no abona, laamputación supra-vaginaldel cuello, ni los

Métodos deextirpaciónpor las vías perineal !sacra. INFECCIONES VUTVO-VAGINALES.

-Estudio reconstruido en

estos últimos tiempos por el concepto panspérmico que infor

ma la doctrinapatogénica. Procesos

Por

esencia progresivos

y deformaascendente, compréndese la importancia ulterior

quepueden ofrecer, porque su marcha devastadora alcanza hasta el peritoneo. La extensión superficial realizase- por in termedio de la mucosa, y-la propagación profunda, por lazo

na vascular.

Más frecuente lahetero-infección, sea ,por una explosión

séptica, tocadb vulvo-vaginal sin reunir las condiciones asép ticasadecuadas, etc., etc., necesítase,para la auto-infección,

la sangrecomo intermediaria, ó los gérmenes sacrófitos, que

inofensivos,y

depositados'

delarga fecha en las paredes de la

mucosa genital, aguardansólo, unacausa predisponente cual

quiera, para demostrar supoder patógeno.

La infección gonocócicatiene su característica evolutiva,

por lo rápida es, la extensión ybenignidaddel proceso en los

primeros tiempos, á cambio, de lagravedad delas complica

cionesqueentrana, para loporvenir; mientras que lainfección

estreptocócica, acusando manifestaciones externas de carác ter exudativo ysupurativo, la propagación se efectúacomun

mente por la vía vascular. La acción de los estafilococus ysa

crófitoses más limitada y atenuada, y por último, se observa con mayorfrecuencia el proceso bacilartuberculoso descen dente, ó sea la fimatosis vagino-vulvar secundaria, sin negar

por ello, laposibilidad de dicha infección primitiva, en tales

superficies.

Enlas diferentes variedadesde inflamaciónvulvo-vaginal,

etiológicas, anatómicas y clínicas, el arte, en nuestros días,

aporta solamente, el tratamiento profiláctico, y laantisepsia

(17)

___ 90—

agudascomo en las crónicas, salvo ligeras variantes, son los

clásicos.

ANOMALÍAS VULVO:•VAGINALES.—El

perfecto conocimiento

embriológico, da la clave anatómica, dela serie de anomalías

congénitas que ofrece el aparato genitalexterno. Salvo los

casosde: hemato-colpos, sea la imperforación himeneal vul

varó retro-vulvar;hematocolpos lateral, falta de vagina, va

gina doble, atresias vulvaresyvaginales, que el tratamiento

es decididamentequirúrgico, en lasdemás anomalías, el arte

es impotente.

FÍSTULAS URINARIAS.—Lavejiga urinariay el recto pueden

tener comunicación anómaladirecta ó indirecta con lavagi na, motivandolas diferentes formas fistulosas que. etiológica ypatogénicamente, se observan en lapráctica.

Sean los traumatismos productores de las fístulas, depen

dientes de los hechos de la parturición, 3r por lo mismo, ten gan carácter puerperal; seandebidos, á circunstancias acci

dentales, ypor completo desligados de los hechos de actividad

generadora; sean finalmente, la resultante de traumatismos

provocados con fin laudable y de carácter temporal, ó acci

dentes operatorios, siempre lamentables ó fortuitos, elhecho

es que, sólo el tratamientoquirúrgico es aplicable, á pesar de

lainfidelidad de los diversos métodos y procederes de.inter vención operatoria.

Eshecho positivo que, algunas veces eléxito, depende del

tratamientopreparatorio, y por lo querespectaátécnicaopera

toria, los procederes clásicos de Simon, Sims y elantiguo de

Blasiustí por desdoblamiento autoplástico con insignificantes

modificaciones, privan hoy día.

El tratamiento directopor medio delas operaciones plásti cas, enla variedad uretro-vaginal simple, realizase hoy día

con los antiguos procederes de SiM011, Laudan, Sch,ede

y las

modificaciones dePozzi, Hergott y Novaro. Ultimamentese

han descrito procederes de uretero-enterostomía, cistenteros tomía y la sutura ureteral á lapared del abdomen, pero son

técnicas excepcionales, yquizá, más paradescritas que reali zadas.

(18)

—91 —

Losmétodos indirectos, comprenden: la colpocleisis, la

episiorrafia,laligadura del ureteryla nefrectomía.

El tratamiento quirúrgicode las fístulas recto-vaginales,

además de los métodos de

colpo-perineorrafia,

desdoblamiento deabajo arriba, obliteración directapor lavagina, procederes

distintos deautoplastia (Sango., Fritsch, Le Den tu y Hey

denreich)yobliteración directa por el recto, tenemos como

métodoreciente, eldeSegond, enlas circunstancias de hallar

seintacto elperiné. Consiste, en el descenso y fijación anal del segmentoderecto, superior á la fístula, con'resección del

segmentorectal subyacente.

Las fístulas entero-vaginales, además delos procederesde

avivamiento, suturayautoplástia, procédese, previa laparoto

mía,á liberar elasaintestinal, obliterando el orificiopor me

dio de lasutura de Lenibert.

ESTENOSIS Y ATRESIASCICATRICIALES DE LA VULVA Y VAGINA.

—Encaminados los procederes de intervención á permitir las

relaciones sexuales, evitar los accidentes debidos á la reten ción y los fenómenos reflejos resultantes, empléanse hoy' las mimas intervenciones recomendadas' desde larga fecha.

Sin embargo, débese á nuestros tiempos, cuando existe ernba

razo intercurrentey las reparaciones vaginales.no son comple

tas para permitir la parturición, el empleo oportuno de la

laparo-histerotomía y la misma operación de Porro.

Cuando la atresiaesmuy extensa,y no existevagina, debe

realizarseuna vagina artificial por el procedimiento clásico, ó por el moderno dePicque, que consiste,en unaautoplastiapor

deslizamiento, revistiendo de tegumento, lavagina artificial. Pocaconfianza nos merecen estas intervenciones, porqueda

das las circunstancias anatómicasque concurren en elcampo

operatorio, es muy difícil obtenerun éxito completo.

PERINEORRAFIA.—Compréndese nosreferimos á laperineo

rrafiatardía, cbn el fin de restaurar los desgarroscicatrizados

del periné.

Las perfecciones en la técnica operatoria son de fecha re

ciente, y dos métodos merecen nuestras preferencias: aviva

(19)

A.

— 92 —

gajos. El primero cuenta losprocedimientos deSinzon,Regar

yEininet, siendo este último, menoscomplicado, y demejores

resultados.

El método á colgajos, entre los procedimientos diversos

,que comprende, merecen mayoratenciónlós siguientes: el de Lavvson Tait por colgajosemi-lunar, aplicable á los casosde

ruptura perineal sin división muscular importantey sin col

pocele; el mismoprocedimiento modificado por Dolerisyco

nocidocon el nombre de colpoperiueoplastia por deslizamien to, indicado en los casos deruptura perineal incompleta con

colpocele ó con cólpo y rectocele; la -colpoperineorrafia de

'regar, para los casos de ruptura incompleta con colpocele

extenso, y por último, el proceder de Lavvson Tait á doble

colgajo, para las rupturas completas con traumatismo recto

vaginal. Doleris, hadescrito, además, unnuevoprocedimien

to para las rasgaduras perineales completas, cuya técnica, al,parecer, resuelvealgún caso en que, el proceder á dóble

colgajo,' no diera resultado.

NEOPLASIAS VULVO-VAGINALES.—Entre lasproducciones neo

plásicas benignas de lavagina yvulva, merecen mayor aten ción por su frecuencia é importancia, los quistes, fibromas, y

elefantiasis que', los papilomas, l'enromas, encondromas, etc.

.Hoy día, los conocimientos anatomo-patológicos, acerca esas

producciones, son muy completosy refiriéndonos como ejem

plo convincenteá los cistomas, distínguense:• las variedades traumática, en"sus modalidades hemática, hídrica é higroina

tosa; los quistes pseudo-glandulares, los formados por inclu sión operatoria del epitelio pavimentos°, los debidos á ectasia

linfática, los gaseosos, y los deorigen embrionario sean .Wol flanos óMidlerianos.

Los quistesfibrosos y elefantiasis, son los tumores que

'ofreciendo al comienzo indicación convencional para una in tervención operatoria, puede llegar elcasode que, los medios

conservadoresfracasen, porvirtud del volumen ?Itie ofrezcan,

. fenómenos mecánicossecundarios, hemorragias, inflamación,

septicemia,etc., y.entonces, la indicación quirúrgica, pierde

(20)

- 93

Las aplicaciones artísticas, para esta clase de produccio

nes, llevan elsello, del progreso.denuestros tiempos. La ex

tirpación total, la excisión parcial suturando el restode pared quística á lamucosade lavagina, y laincisión simple segui

da deraspado ytaponamiento aséptico; son las técnicas pre

ferentes.

Las neoplasias malignas, cáncer y sarcoma, como afectos

protopáticos, son raras. Por lanaíuraleza de dichos procesos

y marcha progresiva, compréndese la necesidad de una in

tervención radical desde los primeros momentos.

Las omisiones que exprofeso hemoscometido, y otros pun

tos complementarios que pudiéramos esbozar, hallan justifi

cación, en las proporciones que daríamos alpresente trabajo,

en la.poca importanciaquerelativamente, tienen, •., por fin,

en corresponder algún temaen sus estudios y aplicaciones, á otras especialidades, mejor que, en laginecopática.

El cuadro comparativo de la práctica ginecológica que acabo de exponeros, como mío, aun que pobre por mi escasa

inteligencia, y sin las galas de unabien cortadapluma, acep

tadle, como fruto del rudo y euotidiano trabajodel que, ave

zado sólo á las lides clínicas y preocupándose del fondo capi tal delos problemas llamado á resolver, ignora ú olvida las formas bellas de laexpresiónescrita que, al oirlas óleerlas, seducen y encantan. Permitidme, aún, después de esta since

ra declaración, á costade mayor benevolencia que devosotros

impetro, osmanifiesteque, algo resta paracompletar el cua

dro,yjusto es, le expongaíntegro.

Por modo lento ypausado, á medida que la cienciagineco

lógica

seenriquecía conlas aplicacionesde las modernas doc trinas biológicas; mientras las mayores facilidades para las

derivaciones del arte, iban germinandoen el campo quirúr gico engeneral, realizándo§e los mayores atrevimientos ope ratorios con absoluta (S relativa benignidad; al repercutir y

(21)

-- 94

---generalizarse estasdoctrinas yaplicaciones artísticas alcam

po de la ginecología, todos los Profesores dedicados á esta

rama delas ciencias médicas, tanto los de los centros docen tes, como los de los establecimientos benéficos, como los mis

mos dedicados exclusivamente á la práctica particular, todos,

aprestáronse á lanuevafasequirúrgica, rivalizandoen nues

tro país, no sólo en las grandes capitales, sino en provincias

y comarcasdemenor importancia, en ofrecer en el terreno

práctico, prueba fehaciente del adelantamientoy progreso

realizado. !Líbreme Dios decitar nombres, paranoincurrir en

el grave pecado de omitir alguno! Ycomo el campo artístico

resultagrande, siendonumerosas sus aplicaciones, y el la

boreo menudea, nosólo los Ginecólogos dan ostensible prue

ba de poseeresta ciencia práctica, si que, además, todos los

cirujanos en general, han invadido el campo ginecopático.

!Bien *Tenidos sean! !Bien se hallan entre nosotros, y así de

muéstrase una vez más que, la ciencia, resultapatrimoniodel

que la estudiá yejercita!

Mucho que, al espirar elpresente siglo, tras tanto adelan

to,invento y progreso; cimentadas bajo firme base, todas las

ciencias; proclamados los principios fundamentalesdel dere chohumano, y traducidos en leyes que, informan 4a regula

ción yejercicio de los mismos; con etéreas yrarefactas ondas

democráticas que nos sirven de medio ambiente, ycon reful

gente estelade sacrosantalibertad que, debieraser la antor

cha que guiara nuestros actos yresoluciones, no resultenmu

chas veces, los deberes y limitaciones naturales del derecho,

en lógica obligada y éticarazón, con los preceptos llamados á cumplir.

Por desgracia, el ambiente social de exteriorización que

nos rodea, aun que, quizá, producto delos menos en número,

resulta por lo aparatoso y público, como trabajo de los más.

Así, no nos sorprendeen nuestros días, la inobservancia de las virtudes cristianas, borrando el .germen de la cultura y

moralidad; el egoísmo personal, importando poco los medios, para la consecución del fin; la envidia, mala fe y la suposi

(22)

-- 95

--principio deautoridad, aun por aquellos que, más debieran

ampararlo; el desorden y la violencia como imposicióná pre

tendidos derechos; el mismo desorden,pocas veces, reprimido

con oportunidad:" por lo general, terminado por el natural cansancio yfatiga de los alborotadores; la misma autoridad,

con una benevolencia y una-tolerancia rayanasen lo indeci

ble, habiendo autorizado asambleas en las que, olvidándose

todo lo que es constitutivo y basefundamentalde lasociedad,

del ideal teórico de naturaleza absurda sustentado, resultaba áplazo corto, la realización de actos

punibles

que, en todas

partes, han ocasionado horribles hecatombes;.el talento privi

legiado, cuya misión es, instruir deleitando, pone á contribu ciónsus energíasy sus grandescualidades,paraentregarnos,

la obra inmoral que, si en la cormaes bella,castizaý elegan

te, como producto de imaginación privilegiada, en cambio,

la ecuación social planteada, nomoraliza, yexpone por modo ostensible, los medios, para la consecución del mal; la misma

curandería, aplicada á las cosas de lajusticia, según frase

gráficade nuestroLetamendi, yasí, pudiera continuar citando

transgresiones y verdaderos desafueros, constituyendola nota actualdel fin desiglo, que imperaen todas las naciones.

Indudablemente,á vuestra alta penetración no

eschap'

a, el

alcance que, alguna deestas ideas extendida al campo profe sional médico-quirúrgico, haya podidoalcanzar en sus apli

caciones al arte.

Es lo cierto S. S., que, las conquistas realizadas por laci

rugía abdominal, han preparado el terreno en el delirio de los

éxitosoperatorios, para, olvidándose los 'fundamentos cientí

ficosde los verdaderos y positivoscasos que reclaman una in

tervención, bien cimentada én lo científico yen lomoral,ha llar enlós simples progresos del arte, justificación para toda clase deintervenciones, incluso las que privaná la mujerde los atributos propiosde susexo.

Resulta cierto que, en todos los países, se ha alcanzado el

período álgido deestacorriente ginecológica devastadora, y yo que me complazco en elrecuerdo dehaber sido delos pri

(23)

-- 96

--cirugíade abdomen yno puedo parecerossospechoso, porque

afalta de publicaciones que exterioricen mi laboreo gineco

lógico quirúrgico, guardo, en cambio, los ejemplares anató micos fruto de mis operaciones, permitidme, transcribaunes

crito del eximio

ginecólogo

espanol Dr. Gutiérrez (1), quien

se expresa enlos siguientes términos al comentar el delirio

quirúrgico de nuestros días:

«Pero si estás brillantes conquistas han tenido principal mente un fin humanitarioy científico, también es cierto que

han servidoparaalentar la vanidad yla ambición dealgunos despreocupados,. que viendo en esta especialidad un campo fértil é inagotable, han tratado de explotarlo en su provecho;

pues, lo que importa en este deliriooperatorioque actualmen

te- nos domina, espresentar numerosas estadísticas de opera

ciones. radicales que acrediten la personalidad científicay la

práctica del Profesor, aunque para ello haya sido preciso mu

tilarórganos perfectamente sanos y exponer la vida delasen

fermas con ligereza imperdonable, dejándolas en un estado

valetudinariocien veces peor que lasupuesta enfermedadque

motivara laintervención.

.»Así vemosfiguraren las estadísticas de extirpaciones de lamatriz practicadaspor varios Profesores, los casos deme

tritis crónica, deprolapso y de retroflexión al lado de los de

cáncer de dicho órgano; la castración para corregir ciertas manifestaciones delahisteria, queno desaparecenpor eso,en

la misma lista dekoiliotomías por tumores del ovario. Yaun

que parezcaincreible, la cirugía operatoria se ha puesto al servicio debastardasideas,como,lo prueban los hechos refe ridos por el Dr. Truesdale y contra los cuales protesta indig

nado dicho Profesor; pues ellos delatan los delitos cometidos

con lacastración, á la sombra de los éxitos quehoy obtieneel

arte quirúrgico, por hombres temerarios y hasta criminales

que han podido convenceráunamujer á dejarse extirparsus

ovarios paracurar un supuestofibro-miomaque á los seismeses

de laoperación se resolvió, dando,á luz un robustonino,ó han

(24)

sido cómplices de un maridomorfinómano, el cual, creyendo ver en los extravíos de su histérica esposa la consecuencia de

una enfermedad de las trompas yovarios, cuando no eranmás

que el efecto delos celos en.ella despertados por la ineptitud de sumaridoparalos deberes conyugales provocada porles

narcóticos, pide ý obtieneel sacrificio de dichos órganos, per fectamentesanos, sin que por eso mejore elestado mental de

su pobreconsorte.»

No creáis haga exageración en el relato del apunte que acabodeleeros. En todaspartes, como evocados por lamenta

bles y terribles remordimientos, resultan autorizadas voces como las de Emmet, Pozzi, Martin, .Polk y tantos otros, con

fesando, v.gr., que la ablación de los anexos, hasido fruto

de una loca temeridad; que algunas de las

operaciones

plásti

cas para los cambios de posición del útero,como las interven ciones para lametritis crónica, pueden perfectamente substi

tuirse con ventaja, pof medios curativos conservadores,ya*

que laterapéutica farmacológicayquirúrgica, tienenelemen tos sobrados paraconseguirla.

Pase que, en remotos tiempos, y al comienzo de la actual

era deprogreso quirúrgico, se cbmetieran grandes y graves errores en el terrenooperatorio; sí: aquellos errores, enépoca

deescasa y dudosaexploratoria ypoco avance•científico, han

permitido las osadíasquirúrgicas actuales. Pero, en nuestros

días, no pueden pasar sin censura, relatos clínicos dados á

luz en todos lospaíses, dando cuenta de los siguientes 6 pare

cidos hechos: koiliotomías persiguiendo tumores abdominales,

creyéndolos de pocovolumen, para resultar fantasías neoplá

sicas después de. abiertoel vientre; fundamentar el diagnósti

co defil)ro-mionia uterino, practicando una histerectomía su

pra. vaginal y al reconocer el pretendido tumor extirpado, resultar, un útero grávido con sucorrespondiente feto; legiti

mar una intervención por gestación ectópica, dados los peli

gros á que sehallagravemente expuesta la mujer, parades

puésdelalaparotomía, quedar demostrada,unailusoria prenez

,extra-uterina;

la misma nefrectomía por sospecha calculosa

•neoplásica, proporcionando un rinón sanodeSpués dela extir

(25)

o

-98

--pación; la histeropexiaporfijación ventral, para, á los pocos meses, hallarse elúterofuera de los genitales,yademás, como

secuela operatoria, unaeventración quepuede reclamarnueva

maniobraquirúrgica; ataques de litiasis biliarconobstrucción

cOledólica evidente. próxima á efectuarse una laparotomía

alta para la extracción de la piedra, cuando en lainmensa

mayoríade casos, por modo espontáneolaobstrucción resulta

vencida, sin los rigoresy gravedad que entrana la interven ción quirúrgicaá esta altura; gestaciones simples ó dobles, confundidas lastimosamente, concistomas ováricos, en víspe

ras deacción operatoria, y que por feliz oportunidad hapodi

do evitarse, obteniéndose á Su debidotiempo los productosde

dichosembarazos, y tantos y tantos otros ejemplares que pu

diéramos citar, indicanclaramente que, nos hallamos aún, en

período álgido del delirio operatorio, y hoy porhoy, con los

medios que lacienciapone ánuestras manos-para atento exa men yexploratoria, errorestan crasos,nopueden ni debenco

meterse. Solo pueden tener lajustificación, de una interven

ciónpronta é inmediata, sin dictamen de companeros que

ilustren, para que el ejemplar no se pierda,,ya que desobras

haymedios elocuentes para,'menudeando yrepitiendo elexa. •

men, cuando haya dudas, poner el diagnósticoen Claro, ó si

laduda embarga nuestroánimo, saber tener la virtud dees

perar. Otro proceder, exponiéndose al fracaso, noes humano

ni científico; no,,no es lalabor del vir probuset

!Ah, S. S.! Cuando seoyen ó leen referencias decasos clí

nicos en que, partiendo de malabase porno tener diagnóstico

fijo ó muy aproximado, resulta una aplicación artísticainde bida, errónea y casi siempre, en estascircunstancias, perjudi

cial, olvidando el Profesor los sagradosdeberes dehumanidad, circunspección y escrupulosidad que le impone laciencia, co mo dice con oportunidaduno de,nuestros eminentes literatos

médicos, el-Dr. Pulido, tal como sevan poniendo las cosas,

urge yprecisa dartoquesde atenciónsobreel código denues

tros inolvidables deberes.

Yocreo, firmemente, comienzati iniciarse entodas las na

(26)

— 99

--debemos cooperar, si ejercemos la profesión como verdadero

sacerdocio. No basta el hábito y el dominio quirúrgico que

póseamos, para librar continua batalla conelorganismo; debe el proceso que sea objeto de una intervención, cimentarse en

base científicapositiva; jamás, dudosa óeventual, poseyendo lavirtud dé relegar el orgulloy el vil interés, al olvido más absoluto.

Adóptenselas intervencionesradicales, sin la menor vaci

lación, cuando los fundamentos que las indiquen, seanla re

sultante de lanoción etiológicay estén racionalmente aconse

jadas. Limítense, en lo posible, cuando laindicación,abroque

lándose en las manifestaciones sindrómicas de los procesos,

solo por virtud de los peligros queá largoó corto plazo pue

den originarse, alcancen mayor oportunidad para la interven ciónquirúrgica; aplíquenselos recursosde la terapéutica far

macológica yoperatoria dentro la esfera deconservarórganos

y mantener funciones que, si no son del todo indispensables

paralavida, pueden, sin embargo, después de una curación

completa, renovarlaetapa de actividad que perpetúalaespe

cie; y,porfin, tengamos la virtud de abandonar técnicas ope ratorias que, extirpando órganos, mutilando aparatos yextin

guiendo funciones, sin resultado ,curativopara los fines terá

picos del proceso que creíamoscorregir, dejan, después de

eventualidades peligrosas, si se obtiene la fortuna de evitar

centratieritpos en el acto quirúrgicoópost-operatorio,elpobre

organismode lamujer, en igualesópeores condicionesque, las que inoportunamente, y sin fundamental motivo,legitimaron

la intervención.

VI

-Permitidme, como síntesis de las ideas expuestas, las

guientes conclusiones:

1.a Laginecologíaactual, es, esencialmentequirúrgica.

2.a Laa.s.epsia »rqfildelica y laantisepsiacurativa, cons

tituyen, base firme, de las aplicaciones artísticas .de lagine cologia.

(27)

--- 100 —

3.« Las intervenciones radicales de la práctica ginecoló

gica, responden á la naturaleza de los procesos, y laposibili

dad, deunacuraciónabsoluta,cuando laindicaciónesoportun

Y4•« La ginecología, en sus aplicaciones artísticascon

servadoras, dentro de la índole quirúrgica,fundamenta labase

ética, de las intervenciones.

Yaquí, S.'S., termina mi misión en este solemne día, aun

cuando del acto, pretendo, quede como indeleble, una nota, una aspiración, 4111 fin. Sí; elfin de que, el lapso detiempo

que arrobados por los éxitos de los delirios operatorios,

haya

podido llevarnospor sendas de aparente gloriay refulgente

esplendor, olvidemos locuras científicas ytemeridadescruen

tas,á costade mutilaciones orgánicas, que, sibiencompatibles

son con lavida, yquizá sólo valgan para el endiosamiento, la avaricia y elbalance mercantil, pugnan, en cambio, con la

honradez hipocrática, con el ideal científico y con los senti

mientos humanitarios que, el médico, más que nadie en el

mundo, debe poseer, como emblema del buen nombre é inma

culada reputación, que, con legítimo orgullo,debemos os

tentar.

(28)

SÍNTESIS DEMOGRÁFICA

DE

BARCELONA

CORRESPONDIENTE AL ANO 1895

SEDÍJN DATOS PROPORCIONADOSÁ ESTA ACADEMIA

POR El.

DR. D. LUIS COMENGE Y FERRER

DIRECTOR DEI.

(29)

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto.. Septiembre Octubre.. Noviembre. Diciembre. TOTA 81 67 58 41 54 49 46 683 Digestivo 2 1 2 2 1 14 Cc 9 12 11 8 10 13 9 9 12 8 15 120 O 25 2,5 19 22 68 91 62 5'7 22 27 483 O

Mortalidad

y

natalidad

12 10 8 9 17 8 6 18 8 13 128 Respi ratorio 9:1 58 61 44 20 10 13 16 19 66 429 O .0 E O :35 38 34 II 10 12 15 8 11 19 25 236 Circulat.° O 121 79 103 Id 68 lo 38 :39 31 51 64 766 — 1 02 — ENFERMEDADES COMUNES CI -`2 13 6 8 6 3 5 5 '73 5 1 2 1 1 2 1 8 1 1 1 1 6 Sistema nerv.° o 41 24 29 26 25 21 21 24 28 16 26 25 309 • oc 13'2 26 11 31 31 35 29 20 30 :32 25 10e 93 6-51 5-68 53 :19 58 55 17 '782 Sexual 2

E

1 1 O .2 CI 2 4 1 1 2 1 O 24 17 16 11 17 16 13 11 15 19 19 19i 1 .1 1 1 1 1 5 O L. 8

.15.1

y 1 .o 13 4 4 3 1 4 1 :3 :31 II 5 4 4 1 1 2 5 :39 1 O. CI 1 1 1 3 2 2 2 12 CC O 18 19 16 11 13 25 19 10 19 14 205 7 5 2 1 3 :3 1 2 4 11 1 1 4 9 O O '1 1 1 :3 2 13 te O 1 1 .C5 2 1 1 4

(30)

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Barcelona,

ano

1895.

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