21
---Malamente
podia
tenerribetes de razonada
ninguna descripcion
anatomo-fisiológica,
sin tenerórganos
quedescribir.
Actualmente,
por
lo
ménos,
existen elementos
sobre los cuales sepuede
hacerrecaer eldesempeno
deunafuncion: recuérdese el
conocimiento,
asíanatómico
comofisiológico,
que
hoy
se tiene de lamédula,
y
setendrá
unaidea
aproximada
de loque debe
ser en elporvenir
ladescripcion
anatomofisiológica
de los centrosnerviosos.
Digo
en elporvenir,
porque
en nuestrosdias,
alabandonar la médula
para
llegar
álas
partes
superiores
del
eje
encéfalo-medular,
nos encontramoscomo el
ciego
que
guiado
por
su lazarillo recorredistintas
calles,
sin ver lo
que
enellas pasa y
acontece: elruido confuso
podrá
hacerle
presumir
algunos
sucesos, hastaadivinar
conseguridad
ciertos acontecimientos;
pero
si sulazarillo
esmudo,
casi
siempre quedará
en laduda,
ó si estravieso
yquiere
divertirse
conel,
lellevará
completamente
enganado.
El
debate sobre
laslocalizaciones
cerebrales,
teniendo
pordefensores
áCharcot, Fritsch, Hitzig, Ferrier,
etc.,
y porimpugnadores
acérrimos áBrown-Sequard, Lussana, Lemoigne,
etc.,
dista mucho de estardefiniti
vamente
resuelto,
y
sinsaber
ápunto
fijo qué papel desempena
lacubierta
cortical,
esimposible
laagrupacion anatomo-fisiológica.
Los
tálamos
ópticos,
los cuerpos
estriados,
lasdistintas
regiones
delpedúnculo
cerebral,
los tubérculoscuadrigéminos,
el cerebelo y muchoshacecillos
de fibras
y
agrupaciones
de sustanciagris
del bulbo y de laprotuberan
cia,
sonobjeto
de discusion
yde
numerosashipótesis
acercadel
papel
que
desempenan.
Lo peores que no se
vislumbran
loshorizontes
de estelaberinto,
pues
en otros casos, nisiquiera
el consuelode
lahipótesis
nosqueda:
por
unlado,
funciones
que ni remotamente conocemos losórganos
á queatribuirlas,
y porotro,
órganos
sin alcanzar nipor
asomocual
sea sudestino
fisiológico.
Sirva deejemplo
de
loprimero,
l:.¦demostracion de
Budge
el hacerevidente que
laprotuberancia ejerce
unainfluencia
manifiesta sobre las
funciones vaso-motoras,
sin quese conozcaanatómica
mente,
endicha
region,
ni centro ni fibra áellas
destinados;
y
demuestre lo
segundo,
ladescripcion
dadapor
Meynert
de la sustanciagris
del
asta de A mmon, en
donde existen
tan solograndes
célulaspiramidales
ó motoras ysus
funciones
son absolutamentedesconocidas.
Afortunadamente
no sontodo
tinieblas,
y
algunos
estudiosmodernos
hacen esperar
que, aunque de una maneratrabajosa,
podrá
llegarse
la
22
---fin
á unadescripcion anatomo•fisiológica.
Es
unhecho evidente que
todafibra
nerviosaestablece
unacomunicacion
entredos
células;
cada dia sedemuestra
mejor
que
lafibra
representa
elpapel
deconductor,
y la célula
el deagente
impulsor
óreceptor;
cuando sepamos
los grupos de célulasque intervienen
en unafuncion
y lasfibras
quesirven para
relacionarlos,
tendremos ya
unaparato,
aunquequizás
desconozcamos por
completo
sumecanismo íntimo.
Y
bajo
estepunto
de
vista,
sabemos
mucho más delcamino que
re corren lasimpresiones,
que
delpunto
de donde
vienen,
y por estoesposible,
para
poner unejemplo,
hacer
comoCharcot
éimaginar
un apa rato motor águisa
de esquema
hipotético provisional.
Charcot
parte
del
principio,
demostrado ya,
de quepor el
hacecillopiramidal
corren lasimpresiones
motorasque del cerebro
van á laperiferia: despues
de
estehecho
cierto, admite,
cosabastante demostrada
pero quenecesita
nuevascomprobaciones,
que elhacecillo
piramidal
se continúasin
interrupcion
y sin contraer relacion
ninguna
con losganglios centrales,
desde elpié
del
pedúnculo,
al travésde
lacápsula
interna ydel
centrooval,
hasta laregion
de lascircunvoluciones
parietal
y
frontalascendentes;
en esteúltimo sitio admite
lalocalizacion de
los centrosmotores,
cuyas gruesas
células
piramidales
estarian encomunicacion directa
conlas
fibras delhacecillo de
igual
nombre:
estasfibras, siempre
de
una maneracontinua,
vandesde el
pié
delpedúnculo
al través de laprotuberancia,
se entrecruzan
incompletamente
enel
bulbo,
van á loscordones
laterales de lamédula,
y
segunCharcot,
en las células de loscuernosanteriores
de esteórgano,
seterminan,
una á una y á distintasalturas,
las fibrasque
partieran
de
lascélulas
corticales;
detalle anatómico
este último quedista mucho de
estardemostrado.
De lascélulas de
los cuernos anteriores
partirian
en este casolas fibras de
lasraices anteriores y
elaparato
motorquedaria
así constituido.Tentativas de este
género
sehan hecho
muchas,
pero tan solo heci
tado
laanterior
por ser la que sefunda
en datos máspositivos.
Y
sinembargo,
necesita para sostenerse desuposiciones
y de teorías que otro diapodrán
serdesmentidas. Por esoCharcot
nopretende
estar segurode haber
llegado
á laexpresion
de laverdad,
y únicamente manifiesta
susideas
como unaconcepcion
racional y que no se opone áninguno
delos hechos
hoy
demostrados. Con
este carácter deprovisionales,
se convierten las teorías en
verdaderos
métodosde
estudio,
sucediendo
quese vanmodificando
ámedida que
laciencia
adelanta,
ódesaparecen
por
— 23
--completo
alcompás
de
nuevosdescubrimientos. Por
estemotivo
esuti
lísima y muy
plausible
todatentativa
de estegénero;
peroquien
se encarine
con ella y la dépor cierta
antesde
serplenamente sancionada,
correel
peligro
delinexperto
nino que
áorillas
del mar estáhaciendo
undibujo
sobre
laarena:mientras
sedeleita
encontemplar
su
obra,
unaola
inesperada
borra todas
sushechuras
dejándole
consternado.
Seria ilusorio
creerque
laAnatomía de los
centrosnerviosos habia
de
llegar
á superfeccionamiento,
confiando
tan solo susadelantos
á
los
medios
de quehasta
hoy
hadispuesto
elanatómico. Los métodos de
estudio de
laAnatomía clásica
sonimpotentes
para desenredar la
enmaranada
madeja
de
los centrosnerviosos.
Aún conlos
recursosque ofrecen
los
adelantos de
laHistología
y
dela
Histoquimía,
los
procedimientos
de
endurecimiento
de lasustancia
nerviosa,
los
cortessucesivos
practica
dos en la
pulpa
cerebral y
losdetalles
querevelan las
planchas fotográ
ficas,
no seresuelven
numerosascuestiones de
sumaimportancia.
De
aquí
queel
anatómicohaya
recurrido
áciencias
auxiliares,
ysean para élfinísimos
escalpelos
elestudio del desarrollo
de los centros nerviosos,
laAnatomía
comparada
de losmismos,
laFisiología experimental
y laAnatomía y
Fisiología patológicas.
Por
estose encuentrandispersos
preciosos
datos sobre
estaparte
de laAnatomía,
enobras
deíndole muy
distinta,
como, por
ejemplo,
laspublicaciones
deCharcot sobre
laPato
logía
de los
centrosnerviosos,
y la obra de Lussana y
Lemoigne
sobre la
Fisiología
de los mismos.
El estudio del desenvolvimiento de
los centrosnerviosos,
demos
trando
elorigen
dealgunas
partes
y laindependencia
en eldesarrollo
deotras,
aclaray
fija
muchos
puntos
que
elanatómico
no hacia más quesospechar. Así,
para elcuerpo
calloso,
estaríamos en la duda aún de si es comisurainter-hemisférica
óinter-peduncular,
si eldefectuoso
estudio
y malaapreciacion
de Tiedemann
nohubiesen
sidocontrarrestados
porlas
investigaciones
deBolando,
ya en1829, seguidas
por otrasnumerosísimas,
y
enparticular,
en nuestrosdias,
por Lussanay
Lemoigne,
Meynert
y
otros,
demostrando,
que
haciael
tercer mes de lavida
embrionaria
salen de lacubierta
de loshemisferios dos
órdenes defibras:
unasque
van álos núcleos
centrales,
y otrasque
sedirigen
áunirse
con—
24
—sus
análogas
del hemisferio
opuesto
para constituir
elcuerpo calloso
quedando
así fuera
deduda
que sonindependientes
de lospedúnculos.
Cada dia
vasiendo
másfecundo
enresultados para la
buena Anatomía el
conocimiento
exactodel desarrollo
deleje
encéfalo-medular.
Bastaria
senalar
losestudios
deKólliker,
de Biddery
Kupfer,
para
convencerse
de
ello,
yrecordar
con cuántaclaridad
demuestran ciertosde
talles
deextructura- medular
losestudios
contemporáneos
de
Charcoty
Pierret y de
Flechsig.
Para citar unsolo
ydecisivo
ejemplo,
diréque
enel
cordon
posterior
de
lamédula
sedesarrollan
independientemente
suparte
externaó hacecillo
deBnrdach y
suparte
internaó hacecillo
deGoll;
detalle
este,
como otrosmuchos,
que
ladiseccion por
sísola
no escapaz de revelar.
Sin
embargo,
no sele
pida
á estaciencia auxiliar
más de loque
puede
producir:
suministra excelentes
datoscomprobantes
y
hacepresumir
hechos
desconocidos,
pero
noresuelve por
sísola
numerososproblemas
que
hoy
están
enlitigio.
Para
comprender
laimportancia
de
la Anatomíacomparada,
comofuente
deconocimientos
de la Anatomía de los centrosnerviosos,
basta tener encuenta,
que desde
losanimales
másinferiores hasta
losmás
superiores,
sepresentan
enlaescala
zoológica
todos
losgrados
imaginables
de
perfeccionamiento,
remedando,
con más ó ménosexactitud,
las fasesporque pasa el desenvolvimiento
deleje
encéfalo-medular
enel
hombre.
Sirva
de
ejemplo
lametódica
descripcion
que
hoy
se hace de las circunvoluciones. Gracias
á losestudios de Anatomía
comparada
hechos
por
Gratiolet, Leuret, Foville, Broca, Gromier, Huguenin,
etc.,
lasuper
ficie de
loshemisferios
no es yauncampo
revuelto, en.el
cual
no espo
sible
establecer órden de
ningun género,
sinoque
puede
describirse cada
una
de
suspartes
y enumerar ydar nombre
á lasdistintas circunvolu
ciones,
las que,
sibien
áprimera
vistaofrecen
unadisposicion capri
chosa y
variable,
teniendo
en cuenta laAnatomía
comparada,
se veque
obedecen
á unaley fija,
y que, aún en sumayor desórden
aparente,
guardan
cada
una de ellasunaposicion
constante. Esinútil
meesfuerze
en demostrar laimportancia
que
estotiene
enla
Anatomía,
Fisiología
yPatología
de los centrosnerviosos.
Pero ha hecho más la Anatomía
comparada.
Nosólo ha servido para
hacer
comprender
cuestiones
oscuras, como enel
ejemplo
antescitado,
--25 —
sino que en
ocasiones
hahecho
cambiar,
connotable
ventaja,
el
concepto
que se tenia de
partes
yaconocidas. Recordaré
encomprobacion
el modo cómo sedescribe
hoy
el bulbo
ynervio
olfatorio,
considerándose
á esteúltimo,
no comoá
unnervio,
sino como uncomponente
delcerebro,
que recibe elnombre
delóbulo
olfatorio,
y las fibrasblancas
quecontiene,
el de tractusolfatorio.
Y así por este
jaez,
muchos son los recursos quepuede
prestar
estaciencia
auxiliar para haceradelantar
la Anatomía razonada de los centros
nerviosos.
Aunque
denada
sirviera laFisiología
experimental,
parallegar
áuna
sistematizacion exacta de
los centrosnerviosos,
seria
indispensable
para
alcanzar
sudescripcion anatomo-fisiológica.
Sinella,
nopodríamos
saber
los usosdelos
hacecillos,
que el anatómico
describe,
y nos seriaimposible decir,
alhablar de
lamédula,
hacecillo
piramidad
ómotor,
y
al
hablar
del cerebro, parte
posterior
de lacápsula
interna
óhacecillo
sensitivo,
etc.Por
esolanomenclatura
puramente anatómica,
hoy
por
hoy
la másútil,
yquizás
laúnica,
hade
sersustituida
por otraque
seaexpresion
fiel de las
funciones
á que cadafactor viene destinado.
A laexperimenta
cion lecorresponde
estatarea,
así como elinquirir
lamayor
ó menorindependencia
funcional de
cadauno de loscomponentes
para
la agrupacion
de los mismos enaparatos.
Pero estemos
prevenidos
ytengamos
porseguro, que
eneste
perfec
cionamiento
sucesivo de laAnatomía
de los centrosnerviosos
ábeneficio
de
laexperimentacion,
ha dehaber muchísimos
erroresantes dellegar
al deseado fin. Noquiero
citar
ejemplos,
pero sí se me ocurrepreguntar:
?quién
se atreverá ápresentar
hoy,
como hechoindiscutible,
ninguna
cuestion deFisiología
delos
centros nerviosos? Y si estoescierto:?puede
ofrecer
manosegura á
laAnatomía
para levantarla alsitio
que lecorres.ponde?
Y sin
embargo,
delmatrimonio
entre la mesa dediseccion de Vesalio
y la de
vivisecciones
deCt.
Bernard,
ha denacerla
descripcion
anatomofisiológica
de los centros nerviosos. De estedesigual
consorcio,
de estecontraste,
entre la severidad y certeza de lasdisecciones
y lavolubilidad
y
coquetería
de lasvivisecciones,
han de salirforzosamente
muchos hijos espureos.
Porque,
es bienevidente,
queaunque
laexperimentacion
es el
punto
deapoyo para
levantar en nuestros dias las cienciasbioló
--26
--gicas,
es unpunto
deapoyo movible
é inestable: es la barrade hierro
candente que se ofrece al
ahogado
comoúnico medio
desalvacion.
Cuando
nopuede
desmentir descaradamente
á uno de suscultivadores
lo
que
antes ledijera,
yse encuentracon unhombre cómo Cl.
Bernard,
que
conocedor de susargucias
procura
domenarla,
entóncesapela
confrecuencia
ála
hipocresía
y le hacevíctima
desushalagos. !Cuántos
fenómenos
que Cl.Bernard
creiahaber demostrado
experimentalmente,
nohan sido desmentidos
mástarde
por laexperimentacion
misma!
?Es
que
losprocedimientos
á ellaaplicados
no sonperfectos?
Sea
en buenhora,
y
asíquiero
creerlo yo, porque soy
entusiastapor
laexperimen
tacion;
pero laconsidero
como unanimal
salvaje
alcual
faltadomesti
carlo
y
deaquí
que
miresiempre
conrecelo
susmanifestaciones
y susactos.
Por
esto,
cuantos seacojan
á suamparo de
una maneraindiscreta,
han de ser
víctimas suyas,
y esto le estásucediendo
á laAnatomía
delos centros
nerviosos,
nosoloporque
sehayan
creido ciertaspartes
destinadas
ádesempenar
funciones
quepronto
hanresultado
no serciertas,
sino
porque
en cuantoparece que
laFisiología
demuestra unafuncion,
ya
laAnatomía viene
obligada
ádescribir
unórgano
ó una extructuraapropósito.
Dominan lasdoctrinas
de Ch.Bell,
y losanatómicos admiten
la teoría de lafibra
contínua;
sonaquellas
desmentidas,
y
laautonomía
de ciertas
partes
de los centrosnerviosos
esdefendida.
Y así por estecamino,
lasrespetables
canas de la Anatomíapura,
han sidoconvertidas
depaso
enpaso,
detropezon
entropezon,
en unviejo verde, ligero
y superficial,
cambiando
á cada momento yhaciendo
que nos veamos describiendo
á cadapaso
unaAnatomía,
tan bienbautizada por
un granfisiólogo,
con elnombre
deAnatomía
deencargo.
Talvez sea esto muy duro
para
algunos
autores,
que hanpresentado
comociertas y definitivas
algunas descripciones
detodos
ó departe
delos centros
nerviosos,
hijas
tan solo de suafan
encomplacer
á la Fisiología
experimental,
así es que, por más que seannumerosísimos
losejemplos
que
podria
citar,
transcribir
ó tan solo unpasaje
deuno de losmás
fervientes cultivadores
de laexperimentacion,
que
máspartido
sabesacar de ella y de más
reconocida autoridad.
DiceVulpian,
en sus Lec ciones sobre laFisiología
general
ycomparada
de los centros nerviosos: «Para el mecanismo de lasensibilidad,
laexistencia
de fibrasextendidas
directamente
desde las raícesposteriores
hasta elencéfalo
parecia
necesaria;
sehan visto fibrassubiendo
directamentepor
loshacecillos
poste
—
27 —
riores
y
haparecido probable
que iban hasta elcerebro. De
otrolado,
para los actosreflejos,
nopodian
faltarrelaciones
entre lasfibras
de las raícesposteriores
y las de las raícesanteriores;
se han visto fibras de las raícessensitivas,
unirse con lasprolongaciones
de las células de loscuernos
anteriores,
células
queestaban unidas
por otrasprolongaciones
polares
conlasfibras
de las raícesanteriores.
Perosobrevienen
experi
mentos
fisiológicos
que parecendemostrar
que lasimpresiones,
enlugar
de
dirigirse completamente
deabajo arriba,
cuando
llegan
á lamédula,
se propagan, á lo ménosen
parte,
de arribaabajo
por un ciertotrayecto:
casienseguida,
las raícesposteriores,
que para lamayoría
deanatómicos
se
componian
solo defibras
ascendentes, adquieren
fibrasdescendentes,
que desdeaquel
momento son vistas por todo el mundo. Enfin,
otros hechosexperimentales
parecen demostrar quehay
en lamédula
entre cruzamiento de los elementos conductores de lassensaciones;
un entre cruzamiento hasta entóncesdesapercibidose
desarrollaen lamédula
ysehalla demostrado sin gran
trabajo. Pero,
medireis,
si manana se de mostrare deuna maneraperentoria,
porexperimentos decisivos,
que latrasmision
de las sensacionesno escruzada,
?qué
sucedería?!Lo qué
sucederia!
No es difícilpreverlo;
el entrecruzamiento de lasfibras
sensi tivasdesapareceria
ynosextrariaria haberpodido
creer en suexistencia.»
Esto ha
pasado
en lamédula
que es lo quemejor
se conocehoy. !Qué
nohabrá sucedido en el encéfalo!
Creo que lo
dicho
basta parademostrar,
que,
aúnadmitiendo
lo mucho de que sirve la
Fisiología experimental
enla cuestion que nos ocupa debemos sermuy
prudentes
endejarnos guiar
por ella yadmitir
definitivamente
susdeducciones,
aunqueaceptemos
y expongamosprovisio
nalmente lo
que
parezcamejor demostrado,
perojamás
que laFisiología
subyugue
á laAnatomía,
haciendo hasta olvidar á veces sunomenclaturapropia,
paraarreglarla
á las demostraciones de momento.Quede
reduci
da á servir de
guia
y deaguijon
y sirva decomprobante
para laAnato
mía de los centros
nerviosos,
pero
no la invente.Quizás
más fecundas que todas las anteriores yde
máspositivos
resultados,
sean laAnatomía
yFisiología patológicas.
Enprimer
lugar,
porque
es unaexperimentacion
en el hombremismo,
yensegundo
lu sar,porque
realizacondiciones que
no están alalcance
de losmedios
experimentales hoy
conocidos.
11
—
28
—gdenes
lasfunciones que
desempena
y laindependencia
que goza
con relacion á las demás. Las
degeneraciones
esclerósicas
consecutivas ácual
quier
foco dedestruccion
demuestranpalpablemente
eltrayecto
de las fibras y las conexiones de un centrocon otro.El
estudio
de la Anatomíapatológica
es el que demostróprimero
las funcionessensitivas
de laparte
posterior
de lacápsula
interna. Nadase sabia con
seguridad
delhacecillo
sensitivo,
hastaque
Türck,
de.Viena,
demostróen laautopsia
de
cuatroindividuos,
que envida
presentaron
anestesia
deunamitad
delcuerpo, que existia destruccion
de lacápsula
interna dellado
opuesto:
estehecho fué
pronto
confirmado
por las
observaciones
deJackson,
Charcot, Vulpian, Veyssiere, Virengue
y
Raymond,
y
hoy
esadmitida
envista de tanbuenos
argumentos,
y conmuchos visos de
certeza,
laexistencia
en dichositio
delhacecillo
sensitivo.
El haber observado una
esclerosis
descendente al travésde
lacápsula
interna,
de laprotuberancia
y delbulbo,
sininterrupcion ninguna,
áconsecuencia
dedegeneraciones
en laregion
rolándica,
inducefundada
mente á Charcot ácreer enla existencia de fibras directas en el hacecillopiramidad,
extendidas
desde lascircunvoluciones
hasta lamédula.
Podrán
sacarsededucciones
preciosas
de la Anatomía yFisiología
patológicas
para laAnatomía
normal, siempre
ycuando
las lesiones y los trastornosconsecutivos
seanconstantesy
sehayan
observado
en suficiente número decasos.
Así,
por
ejemplo,
nopuede
decirse,
comoLuys,
que
en la terceracircunvolucion
temporal
existan centrosmoderadores
de las facultades
emotivas,
solo por las lesionesencontradas
en dosautopsias;
nipuede
sacarseninguna
conclusion
racionalsobre
las conflexiones
anatómicas yfisiológicas
del asta deAmmon,
por más que de lasinvestigaciones
deBouchet,
Bergmann, Meschede, Meynert, Hemkes,
Sommer, etc.,
resulteevidente,
que
las lesiones dedicha
region,
en unoó en ambos
lados,
sonfrecuentes
en losepilépticos. Téngase
encuenta,
por otra
parte,
que hace muy pocotiempo
que estaciencia
auxiliar pro ducealgunos
frutos y que tan solo ennuestros dias laPatología
del sistema nervioso
comienza
ápresentar
estüdios
profundos.
Si
se reparaenla
reciente fecha
de estosestudios
yseconsidera de
Otrolado
que el observador
nopuede
procurarse
ávoluntad
los casosque debe
examinar,
secomprenderá,
que aunque
esta cienciaauxiliar
pueda ayudar
mucho ála Anatomía de los centros
nerviosos,
ha deserdeuna manerapausada
CEREBRO.
A. ASPECTO Y SINIETRIA DEL MISMO.
Formando la
parte
superior
y elórgano
másvoluininoso del
eje
encéfalo-medular,
ocupa
casi la totalidad de lacaja
craneanay
pesa,por
término
medio, 1,182
gramos en elhombre y
1,093
enla
mujer.
Su volúmen
es tanvariable
como supeso.
Está unido á las
demás
partes
de los centrosnerviosos
por los pedúnculos
cerebrales,
descritosgeneralmente
con laprotuberancia,
pero que yo incluiré en estecapítulo,
porque
he depreocuparme
poco de lasreglas
establecidas
por laAnatomía
descriptiva.
Presenta el
cerebro
la forma deun ovoideirregularmente aplanado
en unadesus caras y convexo en la
otra,
formando estaúltima
la carasuperior
del cerebro y laprimera
lacarainferior
óbase; aquella
guar da relacion con labóveda
y estadescansa
en labase
delcráneo,
por de lante y por suparte
media,
y enla tienda
del cerebelo pordetrás.
Lapequena
extremidad delOvoide
estádirigida
háciadelante.
En lacara
superior
ó convexa delcerebro,
seobserva
en suparte
media y desde la extremidad anterior á la
posterior,
unaprofunda
cisura, que divide el cerebro en
dos mitadés
simétricas: loshemisferios.
Esta
cisura,
llamada
grande
hendidura
inter-hemisférica,
tiene
por límite inferior eleuerpó
calloso
y recibe en suintersticio
lagrande
hoz del cerebro.Aunque
lahendidura inter-hemisférica
divide
el
cerebro endos
mi tadessimétricas,
no se crea que existasiempre
Unaperfecta
simetría,
ni que la
falta
de lamisma
indique
unaimperfeccion
del
órgano.
Por
el
contrario,
bastahaber examinado cierto
número deCerebros
para
convencerse
de que,
en laparte
posterior,
unode
loshemisferios,
por lo comun elizquierdo,
seprolonga
más que sucongénere;
elinmortal
Bichat,
elfilósofo
Gauss,
elmatemático
Morgan
y elpolítico
LuisXIV,
cuyoscerebros fueron examinados
despueá
de
muertos,
ténián
uno delos
hemisferios
másdesarrollado que el
otro.—
30
—dades
de lahendidura inter-hemisférica
(fig.
1.a, H,
H),
queestablecen
igual
simetríaque
en la carasuperior.
Pero lacontinuidad
dedicha
hendidura
estáinterrumpida
por
variosfactores,
casi todos ellos simé tricos ydobles.
N'ése,
de atrásadelante,
lospedúnculos
cerebrales
L,
losespacios perforados posteriores M,
lostubérculos
mamilaresN,
á los lados las cintasópticas, produciendo
suunion
elquiasma R,
y los espacios perforados
anteriores O. Todos ellos sonpares
ysimétricos
ytienen
posicion
idénticarelativamente
á la línea media. Elrodete
del cuerpo callosoG,
y elinfundibulum
P,
sonórganos impares,
situados
en la líneamedia
yseextienden
de uno á otrohemisferio
De esto resulta
que,
prescindiendo,
dada su escasaimportancia
relativa,
de estosórganos
impares
y dealgunos
otros que falta enumerar, elcerebro
esperfectamente
divisible
en dos mitadessimétricas,
estudiada
una de lascuales
se conoce elórgano entero,
sin más queanadirle
losfactores
co.munes
y las cavidades que
de suconexion resultan.
Fig. 1.'—Base del cerebro
(esquema).
A Gyru,1 rectus.-13 utco crucial.—C Terceracircunvolucion temporal.—D
Primera cir unvoluciontemporo-occipital.—ECircunvoluciondel hipocampo (parte inferior del gyrus
fornicatus),—FSegundacircunvoluciontemporo-occipital.—G Rodete del cuerpo calloso.—
H Hendidura inter-hemisférica.-1Hendidura de Bichat.—J Corte del pedúnculo
cerebral.— L Pedúnculo cerebral.—M Espacioperforado posterior.—NTubérculos mamilares.— O Es
pacio perforadoanterior.—P Infundibulum.—R Quiasma.
Debe
tenerseencuenta,
pero
solocomo caso raro, elhecho observado
por
Cruveilhier,
quien
vió átravés
de la hozdel cerebro
unacomisura
gris,
extendida
de uno á otrohemisferio.
En todo caso noinvalida
enlo— :31 —
más mínimo dicha
comisura
laseparacion
delcerebro
en dosmitades.
Atendiendo al desarrollodel
mismo,
en muchas obrassedivide
para suestudio,
en base ycorteza,
comprendiendo
laprimera
todaslas
partes
centrales,
junto
con los núcleosopto-estriados,
y lasegunda
laspartes
periféricas
que
cubren y envuelven lasprimeras.
Perohaciendo
casoomiso de
ello,
solo tendré encuenta,
alestudiar
elcerebro,
losfactores
esenciales, prescindiendo
de numerososdetalles dedescripcion
de conjunto
y deimportancia
muysecundaria.
Solo
direaquí,
que
dos sustancias distintascontribuyen
á laforma
cion de
los hemisferios:
la sustanciagris
y la sustanciablanca,
cuya dis
tribucion y
modo de ser iréexponiendo
ámedida
quedescriba las
distintas
regiones
yfactores.
Considerado
deuna manerageneral
yesquemática,
elhemisferio
está formado
por
unnúcleo,
en el cual terminael
pedúnculo
cerebral
correspondiente.
Este núcleo está envuelto en una gruesacubierta,
que
esla corteza
cerebral, region
de lascircunvoluciones
ósuperficie
delhe
misferio.
Entre el núcleo y lacorteza,
hay
fibras
extendidas de uno á otro á manera de radios. Estos son losprincipales elementos;
losdemás
sonsobrepuestos
comoaparatos
de
perfeccionamiento
ósimplemente
son resultantes de laforma
ydisposicion
de los mismos.Interesantísimo,
bajo
el doblepunto
de vista de laFisiología
y de laPatología,
esel estúdiodel
sistemacirculatorio
en elcerebro,
pero como esimposible
comprenderlo
sin conocerantessu modo de ser, me ocuparé
delmismo
en unapéndice,
no haciendo en estecapítulo
mencion de él ni desusdependencias.
B.
LÓBULOS Y CIRCUNVOLUCIONES.No
es en loscerebros
naturalesen dondemejor puede
estudiarse
ladisposicion
de losrepliegues
de la corteza cerebral.Algunas
prepara
ciones facilitan
poderosamente
suestudio yexisten
para ellodistintos
procedimientos:
el deBroca,
el deMorel,
el deBeaunis,
el deFrederic,
el de
Oré,
el deGiacomini,
el deDuval,
etc.Algunos
de estosprocedi
mientos
sonesencialmente
distintos,
y otrossonsimples modificaciones;
entre todos ellos
indudablemente
el másventajoso,
másfácil
y mássencilloes el de Broca.
El
procedimiento
de Broca da á la sustancia cerebral unaconsisten
cia de madera y reduce el
volúmen
delhemisferio
á una terceraparte
desu tamanonatural,
sinalterar
en nada suforma
ydisposicion;
conlo cual se
logra
laventaja
dehacerlo
muymanejable
y desimplificar
el estudio de lascircunvoluctones,
toda vez que conla reduccionde
yo'limen
se aislan yseparan
mucho más visiblemente.— —
cinco á diez de agua; se
sumerge
enla disolucion
elcerebro durante
doce
áveinte
dias,
segun seala
proporcion empleada.
Esindiferente
desprender
la
pia
madre
antes ódespnes
desupermanencia
en ladiso
lucion
nítrica,
sibien
seaquizás
másventajoso
hacerlo
primero
para
que
se empapemejor
lasustancia
cerebral.
Pasado
estetiempo,
sedeja
secarlentamente11
lasombra,
pava
locual
senecesitan
dos meses, ópuede
acelerarse
estadesecacion,
colocándolo
en unaestufa
ábaja
temperatura,
debiendo
advertirque este último modo de
obrar no corre lospeligros
que senala
Moral,
de que
sellene
degrietas
yde que
sehaga
quebradizo.
Poseo
algunos
hemisferios secados
enla
estufa
que nada
dejan
quedesear;
laestufa tenia constantemente de
25° á300
ynecesi
taban los
hemisferios
ocho dias depermanencia
en ellapaya
alcanzar
unadesecacion conveniente.
1,1
9
Q P O
Fig.2.a— Cara externa del hemisferio izquierdo.
A 1.. circunvolucion frontal.-l) 2." eirconvolucion frontal.-C 3." clrettovoluclan frontal.
-UGircunvolucion frontal ascondonto.-E Cisura do flotando-E' Circunvolucton parietal
ascendente.-H 1.' circunVoluclonparietal.-l.2." eircunvolucion parietal.-J 3." cirounvolu clon parietal.-J Cisuraoccipital.-I(1." circutivolucionoccipital. -I, 2.* eircunvolucion occi
pital.-1¦13.1 circunvoluclon oacipita1.-1) 1." circunvoluciontornporal.-Q 2.` circunvoluclott.
teruporal.-M3." circonvolucion tomporal.-QCisorado Sylvio.
C
F
rAdquieren
de
este modo uncolor
oscurode
cera,y
tienen lagrande
ventaja
depoderse pintar
concolores diferentes los distintos lóbulos
ycircunvoluciones
y marcarelsitio de
cadalocalizacion,
con lo cual resultan
magníficas piezas
de estudioque
seconservanindefinidamente.
— 33 —
hemisferio,
describiré
primero
los lóbulos
yluego
las circunvoluciones
de
cadalóbulo.
La
superficie
delos hemisferios
estárecorrida por
surcos más ó ménos
profundos, algunos
delos cuales
sedistinguen,
ya por
sufijeza
yconstancia,
ya porqueestablecen
unaseparacion
en distintasregiones
de la cubiertacerebral.
De esta
separacion
resultan loslóbulos,
ennúmero de seis:
frontal,
parietal, occipital,
temporal,
insular yolfatorio.
El
lóbulo
frontal, comprende
en lacara externatoda la
parte
del hemisferio
situada pordelante de la
cisura deRolando
E(fig.
2),
quefor
ma el límiteposterior
delmismo;
circunscrito
arribapor
lahendidura
inter-hemisférica
yabajo
por laparte
anterior
de lacisura de
Sylvio,
alcanza
pordelante
toda laextremidad anterior del hemisferio. En la
carainterior
del
mismo,
el lóbulo frontal tiene
porlimite
posterior
estaFig.
3.a—Cara interna del hemisferio derecho.A Rodilla del cuerpo calloso.-73Tabique inter-ventricular.—C Pilar anterior.—DComi
suragris.—EPlexo coroides.—F Raíz anterior de la glándula pineal.—GGlándula pineal.—
H Rodete del cuerpo calloso.—I Tubérculoscuadrigéminos anteriores.:-.T Acueducto de Syl vio.—K Pedúnculo cerebral.—L Tálamoóptico.—M Tubérculomamilar.—NAgujerode Mon ró.-0 Corte de la comisura blanca anterior.-1' Piso del cuerpo calloso.
1 Origen de la cisura de Sylvio.-2 Circunvolucionesdela cara infero-interna del lóbulo frontal. —3 1.° circunvolucion frontal.— 4 Circlinvolucion del cuerpo
calloso.— 5 Lobulillo
para central.— 6 Ante-cuila.-7 Cisura occipital.—8 Cufia.— 9 2.0 circunvolucion temporo
occipital.-10 Cisura calcarina.— O Extremidad inferior de la circunvolucion del cuerpo ea,
lioso ó circunvc lucion delhipocampo.
última cisura
S(fig. 1).
Enla
carainterna,
está.limitado
hácia atrás por la antecuna 6(fig. 3),
que tiene por delante
lacisura
fronto-parie
34
—El
lóbulo
parietal
estácircunstrito
enlacara externa:hácia adelante
por la cisura de Rolando E
(fig. 2),
hácia atrás por la cisurainterparie
tal, parietal interna, parietal
externa úoccipital
J(fig. 2),
ypor
sulínea deprolongacion;
háciaabajo,
por la cisura deSylvio
Q
(fig.
2),
ypor
su línea de
prolongacion,
que
vaal encuentrode
lacorrepondiente
á la cisuraoccipital,
y háciaarriba,
se continúacon lacarainterna,
endonde
el lóbulo
parietal
está formado por laantecuria,
cuyos
límites son: laci
surafronto-parietal
pordelante,
lacisura
occipital
por detrás y el senodel
cuerpo calloso háciaabajo.
El lóbulo
occipital
estálimitado
por la cisuraparietal
intérna ypor
sulínea
deprolongacion
hácia la cara externa é inferiordel
hemisferio,
demodo que
ellóbulo
occipital comprende
la extremidad
posterior
de
aquel (fig. 1,
2y
3).
El
lóbulo
temporal
estácircunscrito,
enlacaraexterna,
arriba por
lacisura de
Sylvio,
atrás por la líneaficticia
deprolongacion
de lacisura
occipital,
continuándose porabajo
conlacarainferior,
endonde dicho
lóbulo
está limitadohácia
atrá3 por laprolongacion
de la misma líneaficticia
de la caraexterna,
y por lagrande
hendidura
deBichat hácia
adentro. La
extremidad anterior del lóbulo
temporal
estádeterminada
porla cisura de
Sylvio.
A
Fig. 4•a—Insula deReil.
A3.*circunvolucion frontal.—B3. circunvolucion parietal.—C circunvoluclon temporal
(las tresjuntast. circunvolucion primitivaque bordea incisura de Sylvio).—DLóbulo do la
insula.—E Arranque de la cisura de Sylvio.
El lóbulo insular solo
puede
verseseparando
los labios de
lacisura
de
Sylvio
y
desplegando
lacircunvolucion que
larodea.
Entonces seob
serva en sufondo una áreasaliente,
perfectamente
circunscrita por
un surcoprofundo
á sual
rededor,
que forma la insula de
Reil,
lobulillo
de—
35
--El lóbulo
olfatorio,
poco desarrollado
en elhombre,
estásituado
en lacara
inferior
del hemisferio y loforman,
enlaregion
del lóbulo
frontal,
lo que en
muchas
obrasde
Anatomíasedescribe
conelnombre de
nervio y bulbo olfatorios. La Anatomía
comparada
demuestra
que en los animales llamados por Brocaanosmáticos,
corno elhombre,
estápoco
desarrollado el lóbulo
olfatorio,
y al revésofrece
un volumennotable
enlos
osniáticos,
cornoelperro.
Estoaparte
de que
la extructuradel
lóbulo olfatorio no consienteque
se le llamepor
mástiempo
nervio y
deque,
las
investigaciones
deLeydig,
Babuchin,
Golgi
y
otros,
handemostrado
la
analogía
de extructura existente entre el mal llamadobulbo olfatorio
y
lascircunvoluciones.
Las fibras blancas dellóbulo olfatorio
sonanálo
gas á las de la corona
radiante
y sirven decomunicacion
entre elsitio
receptor,
hasta
hoy
llamadobulbo,
y las demáspartes
del
cerebro. Debedarse
el nombre de nerviosolfatorios
álos
filetesextendidos desde
elbulbo
á la membranade Schneider. Del
trayecto
de
las raícesdel lóbulo
olfatorio
meocuparé
en otrositio.
En la resena que acabo de hacer de los
lóbulos
delhemisferio,
se veque,
aparte
de los lóbulos olfatorio éinsular,
cuyaindependencia
esgrande,
losdemás
están soloseparados
por cisuras y á veces por líneasficticias.
La cisura deRolando,
lade
Sylvio
y laoccipital
son las tresque dividen
lasuperficie
del
hemisferioy
desuposiciou
relativa han deresultar
forzosamente las dimensiones de cada 15bulo. La cisura de Rolando,
situada
en lacaraexterna,
un pocopor
delantede
suparte
media,
tiene una
direccion ascendente
é inclinadahácia
atráspor
suextremi
dad
superior,
extendiéndose desde
la deSylvio
hastael borde
superior
del
hemisferio.
La deSylvio
comienza
en lacarainferior,
al lado del espacio perforado anterior,
sedirige
afuera y hácia la caraexterna,
siguiendo
una direccionligeramente
ascendente yterminándose
en unrepliegue
del lóbuloparietal;
da unapequena prolongacion,
un poco antes dellegar
alnivel
de la deRolando,
que
sepierde
en losrepliegues
del lóbulo frontal y se llama ramaanterior
ó corta de la cisura deSyl
vio,
circunscribiendo
estas dos ramas unaporcion
de cerebro llamado
opérculo,
que si se levantadeja
aldescubierto
ellóbulo
insular.La
cisura
occipital,
pocovisible
en lacaraexterna,
lo esmucho
más en la interna,
yaunque
á veces se llameperpendicular,
en esta carasigue
unadireccion
oblicua háciaabajo
y adelante.
De la
disposicion
de estas cisuras resultaque
los lóbulosdel hemis
ferio,
teniendo
en cuentasutamano,
guardan
la
siguiente
relacion de
mayor á menor:
frontal, parietal, temporal
yoccipital.
No tiene el volumen de los
lóbulos
la mismaproporcion
entodos los
cerebros,
y sindescender
ádetalles,
diré tansolo que,
de un modo general,
puede
considerarse alhemisferio dividido
en dossegmentos
por
la
prolongacion
de la
cisurade
Sylvio
al encuentro dela cisura
occipital:
--
36
—el
segmento fronto-parietal
y elsegmento
tempero-occipital. Segun
losestudios
deWagner,
Bastian, Vogt,
etc.,
elsegmento
fronto-parietal
está tanto másdesarrolladg
y tiene
tantomayor
predominio
sobre
eltempo
ro-occipital,
cuanto máselevada
es laraza á quepertenece
el individuo y cuanto másdesarrolladas
están en él lasfacultades intelectuales. Esta
diferencia
dedesarrollo,
setraduce
por sermucho más corta la cisurade
Sylvio
y de
consiguiente
el lóbulotemporal
encerebrosprivilegiados,
como el
de
Morgan,
Gauss, ete„
y
por elcontrario,
acentuándose
másy
teniendo mayor
longitud
en las razasinferiores,
como enlos
hotentotes,
y sobre
todo
en los monosantropo-morfos,
sidescendemos
ála Anato
mia
comparada.
Circunvoluciones.
En ellóbulo
frontalexisten
cuatrocircunvolucio
nes: unatransversal ytresantero-posteriores,
que
arrancande
laprimera
para
dirigirse
haciaadelante.
La
circunvolucion
transversaldel lóbulo
frontal,
ófrontal ascendente,
(circunvolucion
centralanterior,
primer
pliegue parietal
ascendente deGratiolet,
gyrus centra lis anterior deEcker),
forma ellabio
anterior de la cisura deRolando
y el límiteposterior
dellóbulo
frontal.Se
dirige
obli cuamente deabajo
arriba yde
delante atras entoda laextension del
lóbulo,
desde
lacisura
deSylvio
al
bordesuperior
delhemisferio
(D, fig.
2).
Las tres circunvoluciones frontales antero-
posteriores
sesubdividen
en:primera, segunda
y tercera.La
primera
circunvolucion
frontal
(tercera
dealgunos
autores alema nes,circunvolucion
frontalsuperior,
gyrusfronta
lissuperior
deEcker),
está situada en el límitesuperior
dellóbulo,
yarrancade
la frontalascendente
paradirigirse adelante,
hácia la extremidaddel
lóbulo,
yextenderse hasta lacara
interior
delhemisferio,
paraformar
el gyrus rectas
(A, fig. 1).
Estacircunvolucion,
á veces está dividida en dos poruna
cisura,
ypresenta
dos caras, una enlasuperficie
de los hemisferios
y otra en lacara interna de los MiS11103
(?, fig. 3),
endonde
está sepa radade
lacircunvolucion
delcuerpo calloso
(4, fig. 3)
por
el surcocalloso
marginal.
La
segunda
circunvolucion
frontal
(circunvolucion
frontalmedia,
gyrusfrontalis
medius deEcker)
nace, como laprecedente,
de lafrontal
ascendente paradirigirse adelante,
al lado yafuera de
laprimera
frontal
(B, fig. 2),
de la cual estáseparada
por la cisura llamada poralgunos
deVerga.
En la extremidad anterior del lóbulofrontal,
se une con laprecedente
y
con lasubsiguiente,
para ir áterminar
en la carainferior
del
lóbulo.
La tercera
circunvolucion
frontal
(C, fig.
2),
(circunvolucion
frontal
inferior, primera
circunvolucion
dealgunos
autoresalemanes,
gyrusfrontalis
inferior
deEcker,
circunvolucion
deBroca),
parte
de la
extre—
37
midad
inferior de lafrontal
ascendente,
sedirige
adelante formando
unpliegue
muypronunciado,
hasta que,unida
con laanterior,
salvala
extremidad
anterior dellóbulo,
para tomar en su carainferior
unadispo
sicion
irregular,
que
imposibilita seguir
claramente
eltrayecto
deambas,
presentando
muy i. menudo un surco enforma
decruz(surco
crucial
(13, fig. 1).
Está situada pordel)*
de lasegunda
yseparada
de ella
por una
cisura,
formando por
su carainferior
ellabio
superior
de la ci
sura deSylvio.
En el lóbulo
parietal
existentambien
cuatrocircunvoluciones:
unatransversal y tres
antero-posteriores,
pero
nopresentan
la
disposicion
regular
que ofrecen en ellóbulo frontal. Las
tresantero-posteriores
no nacentodas
ellas de latransversal;
sinembargo,
en unhemisferio
hu mano,que
tengo
á lavista,
la que llamarésegunda parietal,
arrancatambien
de laascende.lte,
aunque
por una raiz pocovisible,
pero
losuficiente para extablecer
analogía, junto
conlosdatos de la Anatomía
comparada,
con lasdel lóbulo frontal.
La
circunvolucion
transversal óparietal
ascendente
(F, fig. 2) (cir
cunvolucion
centralposterior, primera parietal
dealgunos
autoresfranceses,
segundo pliegue parietal
ascendente deGratiolet,
gyrus centralis
posterior
de
Ecker),
estásituada
pordetras
de la frontalascendente,
constituyendo
ellímite
anterior dellóbulo
parietal
yformando
ellabio
posterior
de la cisura deRolando,
que
separaambas
circunvoluciones,
y
siguiendo
unadireccion
análoga
á sucongénere,
por suextremidad
inferior
se une con la frontalascendente,
formando
asíel límite inferior de
la
cisura
deBotando,
y por suextremidad
superior,
unidos tambien
ambos
repliegues,
se extienden por la carainterna
delhemisferio,
constituyendo
unpequeno
lobulillo bastante
independiente
paraque reci
ba nombre
especial
y
se lellame lobulido
paracentral (5, fig. 3).
La
primera
circunvolucion
parietal (H, fig. 2)
(segunda
parietal
dealgunos
autoresfranceses,
terceraparietal
dealgunos
autoresalemanes
—que
aquí
como en el lóbulo frontalsiguen
el órden deabajo arriba,—
lobulillo
parietal superior,
circunvoluúon
parietal superior),
ocupa
Eborde del
hemisferio
y está situada en laparte
superior
del lóbulo
parietal. Arranca
de la extremidadsuperior
de
laparietal
ascendente
y termina en la cisuraoccipital.
En la carainterna
delhemisferio
estacirc,unvolucion
formaunlobulillo,
situado
pordelante
de lacisura
occipital
ypor
detras del lobulillo llamadoparacentral,
que
recibe el nombre de antecuna ó
lobulillo cuadrilátero
deFoville
(6, fig. 3).
Esta cir cunvolucion estáseparada
hácia
fuera del resto dellóbulo
parietal
por
la cisura
intermedia,
y como no en todoslos hemisferios
esvisible
elnacimiento
aislado de las otras doscircunvoluciones,
como en el queantes he
citado,
deaquí
laconfusion
que reina en estepunto,
designando
—
38
—cunvolucion que acabo
dedescribir,
conel nombre
delobulillo
parietal
inferior,
lobulillo del
pliegue
curvo ódel
dobladillo,
terceracircunvolu
cion
parietal,
etc. Enrealidad,
laparte
posterior
de
estaregion
del lóbulo
parietal
representa
lasegunda
circunvolucion
parietal,
y laparte
anterior
la tercera.La
segunda
circunvolucion
parietal (J, fig. 2),
(gyrus
angularis
deIluxley)
raras veces nace directamente de laparietal ascendente,
como en -11hemisferio
á que hehecho
alusion: lo comun esque,
como lo representa
elgrabado,
sedesprenda
de la terceraparietal
paradirigirse
atrás
formando
unrepliegue
ycontinuándose directamente
porsuextremidad
posterior
con lasegunda temporal.
Latercera
circunvolucion
parietal
(G,
fig. 2),
nacedirectamente
de laextremidad
inferior de laparietal
ascendente,
sedirige
atrásformando
unrepliegue
muymarcado,
que recibe
laextremidad
posterior
de
laci
sura deSylvio,
y
secontinúa
conlaprimera temporal.
El lóbulo
occipital
sesepara
algo
de ladisposicion
de losdemás
lóbulos.
Sinembargo,
seobservan
ámenudo
en su cara externa trescir
cunvoluciones
antero-posteriores,
y en su cara interna unlobulillo
especial
llamado
cuna.La
primera
circunvolucion
occipital,
nace de laextremidad
posterior
de laprimera parietal
ysedirige
atrás,
describiendo sinuosidades y
corriendo por encima del lobulillo de
lacuria,
álo
largo
delborde
superior
del hemisferio
(K, fig.
2).
La
segunda
circunvolucion
occipital
(L,
fig. 2),
estásituada
allado,
por
debajo
y
por detrás de laprecedente
y
secontinúa por
suextremidad
anterior conla
segunda parietal.
La tercera
circunvolucion
occipital (M, fig. 2),
está por
debajo
de laanterior,
continuándose por delante
conlasegunda
y terceratemporales
yconfundiéndose
atrás,
enla
punta
dellóbulo
occipital,
con laextremi
dad
posterior
de lasprecedentes,
en cuyo sitioseencuentraconfrecuencia
unpequeno repliegue vertical,
llamado
porEcker gyrus descendens.
La
cuna,
(5 lobulillo
occipital
in terno(8, fig. 3),
representa
el lóbulo
occipital
en lacara interna de loshemisferios
y estálimitado:
arribapor
lacisura
perpendicular
interna(7, fig. 3),
yabajo
por
la cisurahorizontal,
cisura delhipocampo
ófissura
calcarina(10,
fig.
3).
Pre senta la cuna ea susuperficie pequenos repliegues
y por
su extremidadanterior
se unesiempre,
más ó ménosvisiblemente,
con lacircunvolu
cion
del cuerpocalloso.
El
lóbulo
temporal
presenta
en su caraexterna trescircunvoluciones
antero-posteriores,
yen su carainferior,
ycomunes con la carainferior
del lóbulo
occipital,
dos,
pero
estas últimas sonquizás
de todas
las circunvoluciones
las que méaosregularidad
yconstancia ofrecen
yque por
lo
mismoménos
seprestan
á ladescripcion.
---
39
—La
primera
circunvoluciontemporal (P, fig. 2),
nacede
la terceraparietal
y sedirige
de atrásadelante formando 'el lábio inferior de la
cisura de
Sylvio,
hastallegar
á laextremidad del lóbulo
temporal.
La
segunda
circunvolucion
temporal, procede
de lasegunda parietal
en su
extremidad
posterior,
y al lado de laprecedente
y pordebajo
de ella sedirige
hácia adelante(O, fig. 2).
La tercera circunvolucion
temporal (N, fig. 2),
se continúa porde
trás con la tercera
occipital
ycorreháciaadelante
allado
de laanterior.
Las dos circunvolucionestemporo
-occipitales,
situadas en la cara infero-interna
del lóbulotemporal
yllamadas
primera
la externa ysegun
da la interna por los autores
franceses,
ólobulillo
fusiforme
aquella
y
lobulillo
lingual
esta porlos
autoresalemanes
(D
yF, fig. 1),
no sonmuy
distintas entodos
los cerebros ypor
suextremidad
anterior
seterminan
en laprolongacion
esfenoidal de la circunvolucion del cuerpo
calloso.El
lobulillo de
lainsula,
presenta
tambien variascircunvoluciones,
como
puede
verse en lafig.
4,
quepartiendo
de laparte
anterior interna,
seirradian
enforma
deabanico,
sinpresentar
de
una maneraconstante número ni
disposicion fijos.
Descritas las
circunvoluciones
decada lóbulo
en todaslas
carasdel
hemisferio,
réstame decir dospalabras
deunacircunvolucion muy
importante,
que
sinformar
parte
exclusiva deningun lóbulo,
tiene
conexionescontodos. Hablo de la
circunvolucion
delhipocampo
(4, 0, fig. 3)
(gyrus fornicatus,
circunvolucion
deldobladillo).
Comienza
debajo
de
laextremidad
anterior del cuerpocalloso,
á la cualrodea,
recorriendoluego
toda su carasuperior
yreflejándcse
en su extremidadposterior,
para continuarseen el lóbulotemporal,
formando
suborde interno
yel
limite externo de la
grande
hundidura
deBichat,
yrecibiendo
en estesitio el nombre de
circunvolucion
delhipocampo
ócircunvolucion
enforma de
gancho (O, fig. 3).
Seadelgaza
mucho al nivel de laconfluen
cia
entre la cisuraoccipital
interna
y lafissura
calcarina. Estáseparada
del cuerpo calloso por elseno del
mismo
nombre y de laprimera
fron
tal por elsurco
calloso
marginal,
uniéndose
en sutrayecto,
y desde
suextremidad anterior
á laposterior,
con laantecuna,
la cuna y ellobu
lillo
lingual.
La
descripcion
ordenada
ymetódica que
acabode hacer de las cir
cunvoluciones,
esaplicable
á todos loscerebros,
pero no conigual
sencillez. Desde
las razasinferiores
álas
superiores
yaun enestas,
entrelos individuos de
inteligencia vulgar
yaquellos
que descuellan
per
lanotabilidad
de sutalento ó de sugenio,
ladiferencia
esinmensa,
aunque
el