EL MINISTERIO DE SANIDAD EN
ESPANA
SENORES:
Gran honor me conferisteis al encargarme del discurso de esta
solemnidad,
ycomo mis facultades no están a la altura de vuestrosmerecimientos,
ni a la de mi voluntad paraobedeceros,
ni a la demi devoción por la
Academia,
es natural que comience porimpe
trar vuestra benevolencia.
Creada esta
Corporación
en 1770, es anterior en tres anos a laMedical
Society of
London fundada en 1773, en cinco a laGuy'
Hospital
PhisicalSociety
deLondres,
inaugurada
en 1775 yen cincuenta ala Académie de Médecine de
Paris,
que en la semana anterior,
del 20 al 23 deeste mes,ha celebrado su Centenario con grandes fiestas
bajo
elpatronato
de la más altamagistratura
de la nación. Sirvan estos datos para demostrar que
Barcelona,
en los pretéritos como en los
presentes
tiempos,
há sentido nobles iniciativasy rendido al
espíritu
científico un fervoroso culto cual lo revelanasí la
prontitud
en iniciarlo como la intensidad en desenvolverlo.De la historia de esta Academia no he de
hablar;
acaba de hacerlo con su
competencia
ygalanura
habituales nuestrodigno
Secretario
perpetuo;
pero debo al menos recordarosun hechoglorioso
de esta
corporación;
cuando a fines delsiglo
xviii y comienzos del xixalgunos
médicosfranceses,
entre ellosValentin,
negaroncompetencia
a los médicosespanoles
parajuzgar problemas
dedifteria,
un individuo de estacorporación
alzó su voz para refutarles ypara defender no sólo esta
competencia
sino hasta lapriina
cía ysuperioridad
clínica de los médicoshispanos
sobre todos los•
-18
-colegas extranjeros,
y la Academia fué baluarteinexpugnable
delprestigio
nacional y el héroe de estajornada
el Dr.Salvá,
quien
replicó
al Dr. Valentin que había observado el crup en Barcelona,siendopor este y otros servicios muy estimado el recuerdo de
aquel
académico
(1).
Si en otro solemne momento de la vida científica deBarcelona, en la
inauguración
del curso de nuestraUniversidad,
elprimero
deoctubre de
1918,
disertéEndefensa
de la raza, en este momento,no menos solemne que
aquel
y ante la más altacorporación
médica,
deseo continuar mi obra yplantearos
otroproblema
nacionalno menosinteresante ycon él íntimamente
ligado,
deurgente
creación,
esto es, El Ministerio de Sanidad enEspana.
Laley
de internacionalismo que tiende a
regir
elmundo,
acrecienta su oportunidad.
Evolución de la Medicina
Para ponernos a
diapasón
con la solemnidad del momento ycon la
prestancia
de laAcademia,
esindispensable
realizar un exá menretrospectivo,
que ponga de manifiesto la evolución que laMedicina ha
experimentado
en estelapso
detiempo,
y no se exagera al afirmar que durante la vida de esta
Corporación
se ha operado una tan gran mudanza como no
puede
ofrecerlaninguna
otra
disciplina
humana.Interpretando
la visión médica que seofreciera al académico de
aquellos
anosinaugurales
con la quepodemos
contemplar
en nuestrosdías,
paréceme
muysemejante
a esa
impresión
de asombro queexperimenta
elviajero
que después
deunos minutos de obscuridaden un túnel, pasa bruscamente a lasuperficie
de unaingente
montana, y divisa un horizonte sinlímites,
un panorama mirífico deprados, bosques
yaldeas,
con el mar en lalejanía,
banado todo por un solradiante,
coronado por un firmamento azul, y en un silencio solemne que concentra la atención:!el vigor
de laimpresión
lesorprende
y le extasía! Enaquella
época,
la Medicina nopasaba
de ser una ciencia de observacióny de
comentario;
constrenida al auxilio de los sentidos corporales
por todo arsenalexploratorio,
apenas sipodía
escudrinar el cuerpo muerto con laautopsia:
la medicina denuestros días además de observadora se ha hecho
experimental
y armada de los(z) Desruelles: Trajeéthéorique et pratique du eroup. Deuxiéme édition. París1824, pág. I7Y.
—Véase además: Martínez Vargas, La doctrina clínica de la difteria definidapor los médtcos
— 19 —
poderosos
tentáculos que le prestan otrasciencias,
llega
con labiopsia
a escudrinar en elvivo,
hacetransparentes
las carnes delcuerpo humano antes opacas, busca el contraste de los reactivos
químicos,
utiliza fórmulas matemáticas, autoriza lasoperaciones
exploradoras
y acomete atrevimientos que antanopugnaban
conla
intangibilidad
humana; eso sí, todo con el afán insaciable dellegar
a undiagnóstico
deprecisión
casi matemática. Yaquel
médi co cuya indumentaria delataba a distancia laprofesión,
de portemisterioso, de
largas melenas,
de levitasalpicada
por tantas manchas como remiendos la capa del estudiante
salmantino,
el desaseo desupersona,
algo
así como elcompendio
de las suciedades querecogía
de los cuerpos de susenfermos,
dogmático,
sintético y filósofo,
confidente yconsejero
como médico de familiaen los arduosconflictos,
guardador
de los secretos delhogar,
ha sido substituídopor el médico moderno, rasurado y
pulquérrimo,
banado adiario,
cambiado de vestidos
según
las horas y de clientessegún
las enfermedades y su
especialidad, positivista
yexperimental
en susdiagnósticos,
sinprejuicios
nidognaatismos, intrépido
y valerosoen sus
tratamientos,
sinligamen
familiar ni confidencial con susclientes, cultivador del arte y de la vida
social,
asiduo concurrentea los
Casinos,
congresista, viajero,
deportista
y, porfin,
metido en las andanzas de lapolítica
que es laúltima y no menos trascendental de sus actuaciones.
Pareja
con esta evolución de la Ciencia y delmédico,
nuestraprofesión
ha modificado sus normas. Constrenida ésta al cuidadode los
enfermos,
encerradas lascorporaciones
en susrecintos,
hasido tanto elcaudal científico acumulado que ha
podido
rebasar el nivel del continente y, roto eldique,
ha invadido el campo socialpor entero para intervenir en
él;
antes curaba sólo a losenfermos,
ahora ha de curar a la sociedad.
Reflejo
de estacomplejidad
dela estructura de la Medicina son las
palabras
de Gimeno: «Elmédico es el hombre que más necesita saber yque más necesita demostrarque
sabe;
sus conocimientos arrancan de las raíces elementales dela ilustración
general
yllegan
a los más arduosproblemas
de lasociología contemporánea.»
Y en otro orden de ideas, Celli anade: «En todaspartes
donde la evolución social ha alcanzado ungrado
máximo,
la Medicina Socialconstituye
una base o al menos unaparte
esencial de lalegislación
social.»Todo esto
explica
el carácter eminentementepúblico
que estaprofesión
haadquirido
en nuestrosdías,
la influencia decisivaque haejercido
en lasgrandes
contiendas de loshombres,
prometedora
a su vez de una influencia mayor, máso menos en armonía con el
-20
-bienestar humano y con una distribución más
equitativa
de losgoces de la vida. Así
pudo
exclamar Descartes aprincipios
delsiglo
xviique seríapreciso pedir
a la Medicina «la solución de problemas que más de cerca interesan a la
grandeza
y a la dicha dela humanidad».
La Medicina Social es la
conjunción
de los conocimientos médicos y del progreso
legislativo,
conaplicación
directa al bienestardel individuo y al
mejoramiento
social. Sus finespreferentes
sonla disminución de las enfermedades y de la
mortalidad,
laprolon
gación
delperíodo
medio de lavida,
sobretodo,
en las clasesbajas
yel
mejoramiento
de la raza. «La Medicina Social establece un lazoéticoentre el individuoylacolectividad»
(Rumpf).
Estasatencionesrequieren,
portanto, que todogobernante
sea médicosociólogo
oque se
inspire
por lo menos en el criterio de éste. El estado actualdel mundo
impone
una meditación seria a todoaquel
que se interese por la vida
social,
por hallarnos al parecer en uno de esosperíodos
críticos descritos por Flinders Petrie en «The Revolutionof
civilisation»,
en que lahumanidad,
parallegar
a una nueva etapadecivilizaciónha de pasar por un
período
derelativabarbarie,
algo
así como un estado de
incubación,
y tengo para mí que el nuevoperíodo
se caracterizará por un mayor culto a la saludcorporal
ymental del hombre y por una intervención directa de la Medicina en la
gobernación
de lospueblos.
Con ello no haremos sino reproducir lo que se usaba en
aquella
remotaépoca
de la Medicinajó
nica y del
gobierno
deEsparta,
que al rendir culto a la forma seprocuraba
el cultivo físico del hombre y se confiaba a éste el éxitode susluchas ydel
predominio
desupatria.
La raza eramejor
defendida entonces. Ese cultivo físico por los
deportes,
es sin dudaunode los motivos en que descansa el
poderío
de la razaanglo-sajona.
Ha sido
preciso
quellegara
la última reciente guerra para que lahumanidad abriera losojos
a la realidad y,haciendouna revisiónde
valores,
se demostrara por modo indiscutible que entre todos los delmundo,
es elsuperior
el valor del hombre.Valor humano
El
poderío
ylagrandeza
deunanacióndependen
directamentedelvalor
personal
desus súbditos ydel territorio en queasientan;
uno y otra son la resultante de la acción del agente sobre elmedio,
sobretodo,
del agente, ya que elhombre,
por elestudio,
por lacultura,
-21
-que
mejorar
las condiciones adversas del terreno, obteniendo porsu esfuerzo en medios
ingratos,
rendimientos muysuperiores
a losque otros hombres alcanzan en medios favorecidospor la
posición
geográfica
y por la fertilidad del suelo.Si pues el factor hombre posee el
impulso,
el foco de laenergía,
es
preciso procurarle
lamayorperfección
de suorganismo
yaquella
protección
necesaria para mantenerle enintegridad
funcional,
enplena
salud,
palabra
con que definimos la normal funcionalidadfísica y
espiritual
de una persona, con sensación de bienestar general. Sólo
amparado
en eltemple
de su salud el hombre es capazde lanzarse a las más
arriesgadas
empresas, de acometer los mayores
empenos,
de resistir extraordinariasfatigas,
desafiar las extre mas diferencias delmedio,
elevarse como aviador a las capas atmosféricas más distantes del
planeta,
descender como minero ocomo buzo a las entranas de la tierra o a los fondos más
grandes
del mar, sostener la atención horasextraordinarias,
vivir en losclimas de mayor
diferencia,
permanecer en losparajes
insanos... es lasalud,
la mayorriqueza,
el don máspreciado
quepuede
apetecer el hombre y que
puede legar
en herencia a sus descendientes.Con la salud
logra
elhombre,
mediante el estudio ylainstrucción,
el incremento de susfacultades,
particularmente
las delespíritu;
aumenta el caudal de sus ideas y hace que éstas encarnen en la
materia mediante el
trabajo
y, a fuerza derepetir
los actos, adquiere facilidad en la
ejecución;
la destrezamanual,
queguiada
por la luz
intelectual,
por laidea,
produce
la cultura, la cual esproducto
de ésta y de laacción;
erige
al hombre en senor de la naturaleza,
lepermite
recoger a voluntad los elementosplanetarios
dispersos
uocultos, combinarlos, transformarlos,
crear nuevosagentes, facilitarlas relaciones entrelos hombres acortando distan
cias,
alumbrar fuentes debienestar,
faros deencanto, abrir nuevoshorizontes a la
admiración,
con lo cual eleva a diario un himno deglorificación
alCreador,
que hadepositado
en la naturaleza esainextricable combinación de fuerzas y de
agentes
inagotables
através del
tiempo.
Talesel valor delhombre con saludyconcultura.Dotado de estos
atributos,
experimenta
la sensación deeuforia,
laalegría
devivirqueseirradiaen torno suyo; esliberal,expansivo,
generoso, tiende su mano para elevar al caído y
proteger
al débily
practicando
generosasobras,
haciendo el bien por el bien mismo,se aparta de la
animalidad,
asciende a losgrados
más elevados dela moralycon su
ejemplo
moraliza a las masas que lecontemplan.
Bien
pudo
decir Cicerón: «Nulla resmagis
hórnines ad deos accedere- 22 —
derosa yrica cuanto mayor número de súbditos
tenga,
cuanto mássanos y cultos sean éstos ycuántos más oficios y
profesiones
útiles posea, capaces depracticar
eltrabajo
en todas susmanifestaciones,
en el orden intelectual y en el material.
No así el hombre falto de
salud,
el enfermo. Atormentado éste por el funcionamiento anormaldesusórganos,
segúnsea el trastornomás o menos
intenso,
se verá limitado en su libreexpansión,
nopodrá
trasladarse a los másapartados
extremos y antes bien habrá de permanecer recluido en su
vivienda,
o en sulecho,
requerirá
el auxilio yla
companía
deuna o de varias personas, nopodrá
recibir la debida y continua
instrucción,
su cultura serádeficiente,
acasonula,
laalegría
de vivir se le tornarátristeza,
tendrá hostili dad a cuanto le rodee;
hurano,
le molestarán el contento y la dichaajenos; incapaz
para eltrabajo,
en vez deproducir
riqueza
la consumirá,
se convertiráenparásito,
aumentará elparasitismo
nacionalque,como el dela
familia,
formará lalepra
social yserá un obstáculopara sus deudosyuna carga para el Estado. Más
todavía,
la perversión anidará en su alma y le inducirá al crimen más
nefando,
alu cinado por la idea de la salud.?Acaso
hemos olvidado la fruición repugnante con quedesgraciados
tísicos hanllegado
al asesinatode inocentes
ninos,
para beber su sangrecaliente,
gozosos ante la esperanza de curarse??Puede
darseabyección mayor?
Si de la salud individual nos remontamos a la
colectiva,
esta in fluencia secentuplica.
«La saludpública
— ha dichoQuierolo
—
que forma parte de la Medicina social
exclusivamente, constituye
la base de la
prosperidad
económica y del bienestar individual ynacional.» Y debe ocupar uno de los
primeros
puestos
en elgobierno
de los
pueblos.
Por su parte Rossi-Doria anade «que el
porvenir
de todopaís
depende
de lainfluencia que los médicosejerzan
en lalegislación
dela
higiene pública».
La Medicina y la
guerra
Más que en la paz, en las guerras se ha
puesto
de relieve la influencia de la
previsión
médica. Si en la paz la enfermedad resta a una nacióntrabajadores,
en la guerra le anula soldados y lepriva
de la victoria. Más que las armas, las enfermedadesdiezmanlos
ejér
citos. En lasantiguas
guerras apenas sifiguraba
en elejército algún
cirujano
yeso sólo para el servicio delreyo del caudillo. Afinesdelsiglo
xv, Carlos elTemerariodeBorgona
introdujo
lainnovaciónde llevar en suejército cirujanos
que cuidaban a sus oficiales y a sus—
2a —
soldados. Un
siglo
después,
losingleses
leimitaron en suexpedición
a SanQuintín;
en el sitio de Metz, elDuque
deGuisa,
después
dela derrota de Carlos V hizo quesus
cirujanos dirigidos
por A. Pareorecogieran
ycuraran a los soldados heridos delejército enemigo;
en1639
el Cardenal Richelieudispuso
la creación dehospitales
en lasaldeas que se hallaban a
retaguardia
delejército
combatiente,
paralo cual contaba ya con los
cirujanos
militares;
en166o,
al crearse elejército inglés
permanente,setorganizó
un cuerpo decirujanos
militares; a mediados del
siglo
xviii la Sanidad Militarquedó
bien organizada. ?Qué
decir de los servicios que La CruzRoja integrada
y
dirigida
por médicos haprestado
a lacausa dela humanidad?Que
la enfermedad delejército
es un factornegativo
de la victoria,
nopuede
discutirse. Bien claramente se demostró en1809
con eldesastre
inglés
en Wakheren.Inglaterra
había enviado al Escalda44,000 hombres y 470
buques.
Bonaparte
hallábaseenSchoenbrunny ordenó a sus
generales
que entretuvieran el mayortiempo posible
las tropas
inglesas
en laregión
de las fiebres. Enfermaron más dela mitad de los
soldados,
cayeron conpaludismo
unos 27,000ingle
ses yaquel
ejército
hubo de retirarse sin tomar la flota ni entrarenAmberes. Perdieron allí 206 hombres por heridas de guerra y
8,000
por laenfermedad. El
paludismo
dió la victoria alos franceses.Y nosotros
mismos,
?cuán castigados
no hemos sido por elpalu
dismo y la fiebre amarilla en
Africa,
en América yen Oceanía?!Es
infinitamente mayor el número denuestros soldados vencidos por la enfermedad que por el
plomo
o el acero! Ycomonosotros,todos. Fe dericoBarbarroja
vióaniquilado
suejército
en la Edad media por una insolación enItalia,
ydiez ariosdespués,
cuándo habíaconquis
tado a Roma,una
epidemia
le anuló lavictoria yleobligó
arefugiar
se en Alemania. En la guerra de los treintaarios,
elgeneral
suecoTorstenson
paseó
triunfante suejército
desde el mar Báltico hastalas puertas de
Viena,
perosurgió
lapeste
bubónicay ésta anulósusvictorias y le
obligó
a una retirada que no habíanpodido
infligirle
los
ejércitos
enemigos.
En elsiglo
xvrxi los rusos y los austriacospróximos
a triunfar deTurquía
fueron acometidos por lapeste
yhubieron de
suspender
la guerra y de concertar una paz muy pocoairosa;
posteriormente,
las enfermedades antesque los soldados obli garon a los franceses a retirarse deSebastopol
sinllegar
al triunfo.Pero donde más se destaca el nefasto
influjo
de la enfermedad no sólo entre los soldados sino entre los ciudadanospacíficos
de las ciudades es en la guerra de los 30anos,
esa guerrareligiosa
entre protestantes y católicos que desde 1618 a
1648 perturbó
yaniquiló
a—
24 —
40 óde 6o.000
hombres,
lassalpicaduras
morbosas de la guerra ocasionaron en la ciudad de
Wurtemberg
300,000 defunciones en cincoarios
(Prinzing),
las tres cuartas partes desupoblación,
en elElectorado de
Sajonia
934m0 endos arios, ylapoblación
entera de Alema niabajó
de16.000,000
de habitantes a 4.000,000. La guerra fuétan sólo la mecha del exterminio
representado
por lasenfermedades,
por el
tifo,
por lapeste bubónica,
porlaviruela,
por ladisentería y porel escorbuto.Abandonados los heridos en las
poblaciones
del tránsitopara curarse
espontáneamente
omorir,
hacían elpapel
de
portadores
degérmenes,
ydondequiera
que caían sembraban la desolación contan variadas
pestilencias.
En el
siglo
xviii,organizados
loshospitales
decampana,
pudo
atenuarsealgo
la mortalidad de lapoblación
civil,
peroseguía
intensaen el
ejército
por la defectuosaorganización
hospitalaria; Pringle
atribuye
a loshospitales
unaintervención excesiva en la intensa mortalidad,
yTurpin
y Crisse sostienen que de 1731 a 1741 murieronmás soldados en los
hospitales
por falta de asistencia que por las armas en los campos de batalla.!Eran
verdaderossepulcros
desoldados !
En nuestraguerra de la
Independencia,
enlos seis arios quemediandesde 1808 a
1814
los francesesperdieron
300 a 400,000 hombres porel tifo y por lafiebre amarilla que se desarrolló los arios 1810 y 1811. En el sitio de
Zaragoza
el tifo mató 54,000 habitantes de los100,000 que sumaba la ciudad y
18,000
soldados de los 30,000 que la sitiaban.En la
campana
rusa de 1812 la disenteríaprodujo
cerca de Polonia
8o,000
invasiones y de612,000
soldados sóloquedaron
112,000(Bodart);
el tifo mató alos francesesprisioneros
ysi murieron por lasarmasunosioo,000
soldados,
por elhambre,
el fríoylaspestes
sucumbieron 35o,000; la
dispersión
de los soldados llevóconsigo
la propaga ción de lasinfeccionesysólo de tifo en tresmeses, de octubrea diciembre, murieron
62,000
soldados rusos; en Alemania los arios1813
y1814
murieron por el tifo de200,000 a 300,000 individuos.De 18o8 a 1811
aquí
enEspana,
alecccionado por el desastre deAmberes el
cirujano inglés
McGrigor dispuso
la redacción de estadísticas,
y durante dos anosy mediopudo
comprobar
que ocurrieron2,699
óbitos por la guerra y14,269
porenfermedades,
esto es, unamortalidad anual de 42 por mil a causa de las heridas y de 118 por
mil por el tifo que
pudo dominarse,
por la tifoidea y porladisenteríaque
produjeron
ii,000 víctimas.En laguerra deCrixnea en
1845
y18561a
mortalidad guerrera fué de—
25 —
mil entre los rusos y lamorbosa de 230, 341 y
263
respectivamente.
Dos
epidemias
de cóleraprodujeron
4,513 muertos a losingleses
y10.044 a los
franceses;
una gran lección se destacó en estacampana:
Inglaterra
envió a sus soldados todos los recursos necesarios de alimentación,
equipo
y transporte y la mortalidad morbosa fué rebajando completamente
altiempo
que aumentó notoriamente entre las tropas francesas.Comparada
la mortalidadinglesa
desde enero aabril de
1855
yla deenero a abril de1856,
secomprobó
unadisminución de la mortalidad
inglesa
de97'05
por ciento y en cambio unaelevación de la mortalidad francesa de
57'43
por ciento.La
organización
médica ylaprevisión higiénica
en la guerra handado demostraciones evidentes de su eficacia.
Empezó
ésta en1870
enla guerrafranco-prusiana.
Elejército
prusiano poseía
unaorganiza
ción sanitaria
perfecta,
a la inversa del francés que carecía deella; elprimero
tuvo unamortalidadguerrera de 55 por mily otramorbosa de25, al paso queen el
ejército
francés fué laprimera
de 68 por milylasegunda
de 141. En esta guerradejó
de aparecer el tifo y se desarrollaron la fiebre
tifoidea,
la viruela y la disentería.En la guerra
hispano
americana, lamortalidad guerrera fué de 5pormily la
morbosa,
de30'4
por mil.En la reciente guerra de
1914-1918,
se ha demostradopalpable
mente la eficacia de la
organización
médica. En Mi visita alfrente
francés,
yen laparte médica de la guerra, afirmo quese hanyugulado
muchas
epidemias
en las masas combatientes y que se ha evitado su transmisión y desarrollo en lapoblación
civil. Lasepidemias
decólera que se iniciaron se evitaron por la inoculación
preventiva,
dando así una admirable
comprobación
al métodoimplantado
pornuestroFerrán en
Alcira;
porigual procedimiento
se ha evitado también la disentería; la viruela con la vacunación
jenneriana;
eltifo,
la fiebrerecurrente yla fiebre de las
trincheras,
por eldespiojamiento,
cuyas instalaciones he tenido ocasión de examinar
personalmente;
la fiebre tifoidea ha sido evitada tambiénpor la inoculaciónprofilác
tica en masadeejércitos
ypoblaciones,
dando así un triunfo brillanteal método del Profesor Vincent en
algunas
decuyaspropagandas
lehe
acompanado
y colaborado; la misma tuberculosis se ha disminuido enlapropagación
delcontagio
en las trincheras yabrigos,
por virtudde la
investigación
del recorrido del soldado tuberculoso y la desin fección de los localesocupados
porél;
las afecciones venéreas han disrninuído asimismo, habiéndose observado unaproporción
de22 por mil alario, lo cual representala octavaparte
de lo que seobserva enhan
escapado
a laprevisión,
por carecerde medios adecuadosprofilác
licos para evitarlas.
Con razón
pudo
exclamar el Dr.Lambert,
deNew-York,
enjunio
de 1919, a
propósito
de esta gran guerra, que la Medicina ha sido unode los
factores
que han decidido la victoria.La salud y la enfermedad
Por cuanto
queda
expuestopuede
afirmarse que tanto en lapaz como en la guerra, en las
poblaciones
como en los campos debatalla,
la salud de los ciudadanos es elprimer
factor detrabajo,
de
riqueza
y de progreso yla salud de los soldados el factorprinci
pal
de la victoria. Ytengo
paramí que sillegara
a crearse una moderna
Mitología,
elgenio
del Bien simbolizaría lasalud,
el del Mal laenfermedad,
difundiendo elprimero
todas las venturas, el segundo
todos los infortunios. Y este simbolismo que esaplicable
atodos los
países
ya todas las razas lo es conpreferencia
a nuestraEspana,
donde la morbilidad y el enrarecimiento depoblación
im peran por modo alarmantetoda vez quelejos
de disminuir tienden a aumentar. Dichosos esospaíses
cuyossúbditos,
bajo
la tutelahigiénica
delEstado, logran
longevidad,
tienen escasamorbilidad,
una mortalidad racional y ven aumentar supoblación progresiva
mente; desdichado el nuestro, donde la mortalidad es constante mente intensa y
variada,
la mortalidadcreciente,
la natalidad menguante, suicidio de la raza, los fraudesconyugales
de moda, el aborto criminalendémico,
ladespoblación
progresiva,
laemigra
ción desoladora y tolerada... yes que como tuve ocasión de decir
en la Semana Médica de
Santander,
una triste desorientación haimpedido
ver con claridad que el interés supremo de la vida es lasalud. «Custoditvitam
qui
custodit sanitatem»(Escuela
deSalerno).
Nuestrasmasas han vertido torrentes de sangre por
conquistar
lalibertad del
sufragio,
y una vezobtenido,
cuandollegan
las elec ciones, sevenden el voto; han luchado por la libertad de lajusticia
y, una vez instaurado el
jurado
popular,
se absuelve a reos convictos y confesos de crímenes nefandos y son puestos en libertad con todos los
pronunciamientos
favorables;han luchado por la libertad del comercio y ya vemos como
imperan
losacaparamien
tos, los
monopolios
todos ycomo se nosniega
hasta el pan nuestrode cada
día;
han luchado por la libertad deltrabajo
y estamos sometidos a una casi constante
huelga,
privados
deldestajo,
cerceimperante
la norma del perezoso eindolente, nivelando a todos dearriba
abajo
en vez deimpulsar
el nivel deabajo
arriba;han luchado por la libertad de la
imprenta,
y vemosoprimida
la industriadel libro, y la misión augusta del
periodista,
sembrador de ideas, está sometida a la casi constanteprevia
censura, alvetodelcajista,
y lo que es peor al de los
repartidores callejeros...
Han luchado porestas libertades
precarias
y no se hanpercatado
de luchar por lasalud que es la
primordial,
que es inalienable. Por encima de todaslas
leyes
humanas y, por tanto,susceptibles
de variación, están lasleyes
naturales que son inmutables y laley
de la salud que esfundamental,
indispensable
para laperpetuidad
de laespecie
y para la conservación ymejoramiento
de la raza. Por encima detodas las
legislaciones,
la sociedad debiera poner lalegislación
de la salud. Este es el clamoreogeneral
de todos loshigienistas
y demuchos
pensadores.
Así hapodido
exclamarLoriga:
«Lalegisla
ción,
aunque haprogresado
mucho en el dominio de lahigiene
pública,
en laprotección
de la sociedad contra lasepidemias
ymejora
de las condiciones sanitarias, se haquedado
a la zaga enlo que se refiere a las numerosas causas de mortalidad, no menos
desastrosas porque sean indirectas, que resultan de los
reglamentos
económicos,
jurídicos
ypolíticos,
sobre todo de los referentes a lasclases
pobres.»
La
salud,
supremo bien de la criatura, seimprime
con elsoplo
de vida en todo
engendro
normal; al nacer, casi todos la traemos como una modalidadimpuesta
a nuestra vida y la traeríamos todos, sinexcepción,
si se realizaran lasprescripciones
de laEugé
nica, y
podríamos
conservarla si tuviéramosunamejor
protección
desde nuestra ninez y una educación más adecuada denuestra vo
luntad para
defenderla;
así carecería de fundamento esa frase vulgar, «el hombre no muere, semata».La muerte, estado
contrapuesto
de la
vida,
acecha desde el nacimiento, pero no hace presa sino enaquellos
que por taras hereditarias, con sus vicios, con susesfuerzos, con suignorancia
y con eldesgaste
de laedad,
abren brecha paraelasalto. Con razón ha dicho recientemente Kund Stouman,
jefe
de la sección de estadísticasdemográficas
de laLiga
de sociedades de la CruzRoja (1):
«Todo el oro de la tierra no bastaría para devolver la vida a un muerto» y que «el hombre se pasa la mitad de la
vida minando la base natural de su salud y la otra mitad reali
zando esfuerzos
desesperados
para recuperar el bienperdido.»
(1) Boletix, octubre dé x920.
— 27 —
¦tve"
)31ovtas'
Deberes sanitarios de los
gobernantes
Deber es de los
Gobiernos, previo
el conocimiento de lospeli
gros, de las
épocas
críticas de losindividuos,
implantar
por la propaganda
ypor los recursos de quedispone,
los medios de velar porla salud nacional. Nuestros
gobernantes
no se hanpreocupado
mucho de ello.
Un ex ministro de la
Corona,
el Dr. FrancosRodríguez,
ha censurado más deuna vez el
menosprecio,
el desdén con que muchosMinistros y
parlamentarios
han tratado las cuestiones sanitarias, yhapuesto
de relieve lasupina
ignorancia
que lesponía
al nivel deun mal estudiante dequinto
ó sexto ario de Medicina.!Eso,
loslegisladores
delpaís!
En letras de molde ha dicho«proceden
mal cuando deproblemas
sanitarios se trata, porincomprensión
delproblema».
Alpreguntar en una ocasión un senador a otrode
qué
se trataba en laCámara,
contestóle: «De cosasdemédicos,
muy aburridas.»Otro ex
ministro,
detres o másMinisterios,
D.AmalioGimen°(1),
ha dicho: «En
Espana
estamos en un verdadero abandono sanitario;los
políticos
no se hanocupado
con la debida detención de las cuestiones
sanitarias»;
«deaquí
que estemos en cuestiones sanitariastan verdaderamente a la cola de los
países
civilizados. En el senode todos los
problemas
socialeshay
un núcleo de condensaciónde sufrimientos que nadie
mejor
que el médicopuede
examinar. Pocospaíses
hay
como el nuestro donde reineapatía
taninexpli
cable respecto a esta
preocupación
del mundo culto.»Anadamos a esto que desde que se
promulgó
laLey
de Sanidad en1855
y la Instrucción de Sanidad en 1904, ambasanticuadas,
la
higiene
social haprogresado mucho;
la clase médica ha tratado deincorporar
el progreso sanitario a nuestrasleyes;
pero en lastres distintas veces en que el intento se ha llevado al
Parlamento,
los mandatarios del
país,
bien avenidos con eldesbarajuste,
sepreocuparon más de otros
negocios
menos interesantes para lapatria
y para el
poderío
nacional. Pero noperdamos
la esperanza.Alborea una empresa
gigante
que va a derrocar unautopía
histórica,
la del saneamientouniversal,
el saneamiento del mundoentero! Por
quimérica
que parezca la tentativa,puede
darse yahoy
porrealizable,
inspirada
como está en un ideal común de toda la humanidad: la de evitar laenfermedad,
la de dominarla. Aten(r) La Medicina Ibera, !2 octubre de 1918.
—
— 29 —
diendo a que el hombre necesita una vivienda y que ésta debe es
tar
protegida higiénicamente,
se asocia a la función del médico ladel
ingeniero
sanitario para que la construcción deaquélla
en vezdeser, por la infección yla suciedad, un atentado continuo contra su
vida,
de día y denoche,
más de noche que dedia,
sea una corazaprotectora
desu salud y desubienestar,
de un reposoalegre
ysano.Esta titánica empresa es un
empeno
de laLiga
de las Sociedades de La Cruz
Roja,
a la cualpertenecen ya30 naciones representantes de todos los continentes y está sancionada por el artículo 25 del Pacto de la Sociedad de las Naciones. Tiene por
objeto
«elmejoramiento
de lasalud,
la defensa contra las enfermedadesyel alivio del sufrimiento en todo el mundo». Su tareamédica com
prende
las estadísticasdemográficas,
las enfermedadescontagio
sas, latuberculosis,
elpaludismo,
el saneamientopúblico,
la higiene
industrial, laprotección
a lainfancia,
lasenfermeras,
la higiene
de las enfermedades venéreas, la informaciónmédica,
etc.Para demostrar que
Espana
está muy necesitada de la reforma desurégimen
Sanitario voy a exponer un esquema de la situaciónactual, verdadero
desbarajuste
que forma contraste entre los gobiernos, el progreso de la Ciencia y la ilustración de los
médicos;
no
haya cuidado,
sinembargo,
pues siaquéllos persisten
en su continuada
siesta,
laley
de la universalidad quegobierna
el mundo les harádespertar
por modo definitivo y nosimpondrán
desde fuera loque hemos sido
incapaces
de realizar los de dentro. Si por la civi lización se realizan las invasionesextranjeras,
por laprofilaxia
seharán intromisiones en los
países apestados;
no habrá toleranciaparaesos focos deinfección, como nola ha habido para los de barba
rie. Donde
haya
un foco de enfermedad, la asociación internacionalaplicará
su esfuerzo para sofocarlo. En elsiglo
xviIngrassias dijo:
«Para infectar una ciudad y aun una nación, basta un
panuelo.*
Infectada una nación
pueden
infectarsetodas,
y el mundopuede
y
quiere
defenderse contra esepeligro.
Peli?ros
para la raza:aspecto
moralEl
espectáculo
del mundo respecto alproblema
de laespecie,
es de lo más desconsolador. Una ola de amoralidad va invadiendo
la masa social y la inclina a
ahogar
todo esfuerzo ysacrificio,
alpropio
tiempo
que estimula elapetito
de los gocesfáciles,
sin parar mientes en que ha de sofocarse toda virtud yenajenarse
lapropia
—
30 —
los vínculos de la
familia,
elegoísmo
que acobarda a lamujer
anteel penoso deber de la
maternidad,
la carestía de la vida queahuyen
ta del matrimonio a los varones, son causas de quedisminuya
lanupcialidad,
lecholegítimo
de la natalidad yengendro
deuna razarobusta. Es evidente la
fragilidad
de loshijos ilegítimos
ysu endeble colaboración social.
Además del descenso de la
nupcialidad,
conviene anotar comoidea censurable el
plan
delhijo
único que conduce a los fraudesconyugales
y laprofusión
con que sepractica
el aborto. Y ya quede esto
hablo,
séamepermitido elogiar
lagestión
de esta Academiaal estudiar el grave mal del aborto en Barcelona y al formular una
serie de medidas que habrían
podido
aminorarlo, si noextirparlo
del todo. Por
desgracia,
el esfuerzo de estaCorporación
cayó en elvacío. En nuestro
país
ha tomadoaquella práctica
tal incremento queconstituye,
aunqueclandestinamente,
una industria muy lucrativa. Ylo peor es que antesse hablaba de ello con
algún
recato,como se habla de todo lo que es
pecaminoso,
y no se comentabasino por personas de cierta
posición
social,
mientras que ahora seha hecho su comento tan familiar que se habla desu
práctica
contoda
desaprensión
y son senoras constituidas enfamilia,
casadas,honestas, de buena
posición,
de reconocidareligiosidad,
las que se acercan al médico apedir
no yaconsejo
sino laejecución
del cri minal acto.Otra causa funesta para la
especie
es la esterilización voluntariade la
mujer.
Pero como estaoperación
ha revelado susquiebras,
ha sido
abandonada,
y tan numerosas como fueron ariosatrás,
son raras las
mujeres
quepiden
alcirujano
laextirpación
de susovarios para entregarse al
placer
sin límites ysinriesgo
de descendencia;
verdad es que sellega
al mismo resultado por losprocedi
mientos
anticoncepcionistas.
De Alemania ha venido esta nueva
plaga;
dosprofesores
alemanes,
Sarwey
de la Universidad deTubingia,
defiende el derecho de la
anticoncepción
yHulb,
de la deHeidelberg,
ensena la téc nica para hacerpráctica
la evitación de laprole.
Eran muchas las fábricas que allá por el ano 1913preparaban pastillas
esteriliza doras de la semillahumana,
varios losperiódicos
en quese anunciaban y más numerosos los agentes que iban de factoría en factoría
haciendo
propaganda
de estavituperable
doctrina entre los obreros, la cual, llevada a la
práctica,
lespermitiría
los goces sin consecuencia
prolífica
y sin aumentar los gastos domésticos. A talpunto llegó
elescándalo,
que en el Parlamento alemán sepidieron
- 31
-cias o
aparatos
anticoncepcionales
y se acordóimponer
una multade 1,300 marcos y, en caso de
insolvencia,
seis meses deprisión.
Esta tendencia destructora de la
especie
humana invadió aBélgica
ybienpronto
en 19 deabril de 1913 sepromulgó
laley
enquesecondena el derecho al aborto yse
recargó
lapenalidad
contra esta clase depropagandas;
pocodespués
pasó
a Francia y no obstante las
simpatías
que allí ha tenido laprolificidad
limitada,
enel Senado se
promovió
un debate del cual resultó condenado elmaltusianismo
práctico,
afirmada una multa de ioo a 5,000 francospara
castigar
a todoaquel
que propagara sus doctrinas ycensuradala conducta de varios
diputados
que asistieronaalgunas
Conferencias
anticoncepcionales.
En
Espana
nopodíamos
vernos libres deesa nefandatendencia;
antes de la guerra, a diario recibíamos los médicos
prospectos,
anuncios y substancias
antifecundantes,
con toda esa literaturamercantil ficticia y
tendenciosa;
y supe de más deunajoven
casada que, para desterrar del matrimonio las
penalidades
de la maternidad y las
responsabilidades
de loshijos abundantes,
habíaensayado
laspastillas
y satisfecha de su eficacia hacía una fierapropaganda
entre susamigas.
Otro motivo de
corrupción
moral y deempobrecimiento
físico individual y nacional reside en lapropaganda pornográfica,
realizada por la
lectura,
por lasestampas,
por laconversación,
por lasrepresentaciones plásticas
y por lascinematográficas.
Esta pro fusa incitación a lalascivia,
esa atmósfera obscena, danosa, antipatriótica,
funestasiempre,
para los dos sexos y para todas lasedades,
es más intensamenteperjudicial
en lajuventud,
pues laprematuridad
malogra
todos losfrutos,
ya que, aldespertarse
sonmás
impetuosas
y desordenadas laspasiones,
ya que lafragilidad
corporal permite
que losdesgastes
sean másdebilitantes,
aniqui
ladores y acaso mortíferos con o sin afección
contagiosa,
ya que lainexperiencia
de los adolescentes agrava los efectos por lascompli
caciones con
delitos,
perversiones
sexuales ycompromisos
socialesde que no se verán libres durante toda la vida. Así se nos aparecen esos
jóvenes
entecos,macilentos,
distraídos,
sin fuerza en sus músculos, sin ideas en su
cerebro,
sin atención y sin voluntad,viejos
jóvenes,
que apenaspisaron
los umbrales de la vida cayeron marchitos por el cierzo corruptor de las liviandades. Toda medida de
previsión
que aparte a losjóvenes
de estas doradas tentaciones dellibro,
de laestampa
y delcinematógrafo;
todarepresión
que pro hiba enlos escaparates esos aparatos dehigiene
íntima que con gran- 32
-los varones
justos
yprevisores.
Dentro de estaprofilaxia
cabe también la necesidad de moderar las libertades
femeninas;
ese tinte demasculinidad con que
quiere
adornarse lamujer,
esafingida
despreocupación
que yo llamaríadescoco,
esa moda queimpone
la vestimenta corta, las desnudeces
largas
y el recato enhuelga,
constituyen
unaprovocación
que tiene unepíteto popular
y que sien la
mujer
madura escensurable y grosero, en lajovencita
es unainiquidad
porque alimpudor
se anade laprofanación
de esa florde pureza, de candor y de castidad que adorna a las tiernas vír
genes. Ante esa conductano nosparecen
tales,
nipodemos
ofrendarnuestra admiración yrespeto a esas damitas que en saraos y ban quetes, en
público
y enprivado
fuman y beben como loshombres,
conversanpicarescamente,
se deleitan conéter,
se dan y recomien daninyecciones
de morfina y de cocaína en busca de un ensuenoparadisíaco
pasajero,
del cual suelenseguirse
ideas delirantes y depersecución
queoriginan perversiones.
Por esto merecen lareproba
cióngeneral,
todos los que sin recetaclara eidentificadadespachan
morfina,
cocaína y otros medicamentos que sin una racional indicación son danosos y sólo sirven de
pábulo
alvicio,
por dorado quesea, y a la desmoralización más desenfrenada.
No carecen
tampoco
deresponsabilidad
algunos
profesionales
de la
literatura,
ya en la novela ya en los artículosperiodísticos,
cuando,
en vez de enaltecer las bellas accionesydeaplaudir
las virtudes,
ixnbuídos por filósofos exóticos han difundido elescepticis
mo, a la par que ocultado el
optimismo
de la vida y ensalzado elpesimismo
delporvenir, contribuyendo
de esta suerte a torcer larecta educación de lasmultitudes y a engrosar la
legión
de los extraviados y viciosos. Durante varios arios, dos o tres escritores del Norte
parecían
los únicos maestros del mundo.A pesar de
pertenecer
a otra raza, a otroclima,
a otras costumbres,
lo cual supone distinto medio como fuente deimpresiones
ydiferente sensibilidad para
experimentar
laemoción,
seprescindió
del
influjo
deestos factoresen la vida individualysocial,
ysetratóde infundiren nuestroideario eincrustar en nuestrascostumbreshá
bitos eideas
exóticos,
y ya sabemos porexperiencia
cuán poco prosperan,sies que
llegan
aarraigar,
lasplantas
procedentes
deotraszo nas.Enestaépoca,
enlos artículosdeperiódicos,
enloscapítulos
denovela, no
aparecian
como informadores más deesos tres o cuatronombres y cuando, andando el
tiempo,
he visto queuno deaquellos
após
toles ha muerto en un
manicomio,
otro envenenadopremeditada
mente con
cloral,
hecomprendido
que no valía la pena de tener—
33 —
para aleccionar y
dirigir
a lajuventud!
Brillantegeneración
la quehan
preparado!
Y ya que del
periodismo
hablo,
yo que soy de él tan fervorosopartidario,
no hedejado
delamentar en muchas ocasiones que suscolumnas inserten cierta clase de anuncios con
clave,
sólo conocidade dos personas en relación íntima, convirtiendo la
publicación
enagente celestinesco y otros anuncios en que se prometeuna pronta
curación radical o la curación del cáncer y otros procesos tenidos
por
incurables;
la honestidad y la credulidadpúblicas
salen malparadas
de esas manifestaciones y de esas promesas a todas lucesenganosas;
la autoridad sanitaria debieraimpedir
esa cacería dedesesperados
y de incautos.En
1916
el Dr.Burgeau
(1)
trató, en una tesis, de los erroresypeligros
de la prensapública
en asuntos demedicina,
ya que ciertasinformaciones por prematuras
malogran algunas
tentativas y otraspor inexactas
perjudican
alpúblico
crédulo.Aspecto demográfico
El
vigor
nacionalrepresentativo
de un Estadodepende
delnúmero y calidad de
habitantes,
quecapitalizados
según
los alemanes en 8,000 marcos cada uno y
según
los norteamericanos en3,000
dólares, constituyen
elcapital vivo,
agentepropulsor
deunpueblo,
elcapital
máspreciado
entre todos. Desdeluego
éste sehalla en razón directa con la densidad de
población
ycon sucultu ra. Analicemos los diversos factores de lademografía.
La
nupcialidad,
he dicho antes,vadisminuyendo
por modo alarmante, pero lo peor es que los matrimonios que se verifican se con
ciertan por la mera
inspiración
ysimpatía
de loscónyuges,
sin que medie unaprevia
revisión deaptitudes,
de salud y de vocación.Recientemente se ha sostenido que
aquellos
individuos dequienes
se sepa que nopueden engendrar
hijos
sanos no deben ser autorizados para contraer matrimonio. En nuestro
ejército
existe ya el veto, pues serequiere
laprevia
licencia;
pero esto se refiere sólo ala
capacidad
económica del marido ydeja
libre de revisión médicaal novio y a la
novia,
ya que el matrimonioeugénico requiere
el examen de ambos contrayentes, por sialguno
de ellos sufriere- 34
-enfermedades de esas que deben
impedir
la unión porincapacidad,
por transmisión de
alguna
dolencia o por laprobabilidad
de engendrar
seresdegenerados.
En los Estados Unidos está terminantemente
prohibido
el matrimonio a los
locos,
a losepilépticos
y a otros enfermos. Esta pre visión, que ha sidopracticada
haceluengos
anos por losganaderos,
por losnegociantes
de la cría deanimales,
por losfloricultores,
mediante laselección de los
progenitores,
de lassemillas yla elección del momento, se ha visto con desdén por los cultivadores de la'especie
humana; !en este
respecto,
han sido más afortunadosloshijos
de los animales y lasplantas
que loshijos
delos hombres! Estotrajo
consigo
la creación de laEugénica,
esa ciencia que busca elengendro
más
perfecto posible
para obtener la selección de la raza por la constitución del matrimonioeugénico.
De él he dicho lo siguiente (1)
:«El matrimonio
eugénico
se halla yaimplantado
en varios Estados de Norte
América;
pero mucho antesde que se crearala Eugénica,
muchosEstados,
tan sólo aleccionados por lasleyes
de laherencia,
hanprohibido
el casamiento de los locos, de losdege
nerados,
de losepilépticos,
de lostuberculosos,
de los cancerosos;más aún: han
llegado
a proponer la emasculación de los criminales,para que no
puedan dejar
descendencia.Esto,
que aprimera
vistapugna con el
sentimiento,
con elprincipio
de la libertad individual,porque no deben desunir las
leyes
de los hombres lasimpatía,
laatracción mutua
espiritual
de dos almas, no resulta abusivo si seconsideracomo un acto de
prevención erigido
enbeneficio de la comunidad. Tambiénparece oponerse a la libertad individual la de
tención de un individuo honrado y su traslado a un lazareto, la
vacunación
obligatoria,
la ensenanzaobligatoria,
y sinembargo
cuando se calcula el inmenso dano que se
produce
con lasepide
mias de cólera o de
peste,
conla invasión de laviruela,
con laigno
rancia yel analfabetismo, ya no se
juzgan
tan duras ni tan draconianas estas medidas de
previsión.
Deigual
modo,
si se tienen encuenta las
desgracias
queproducen
en elhogar
el alcoholismo, lasífilis,
laneiserosis,
la tuberculosis; si se medita que los ninos engendrados
en tales condiciones son flor de un día que,después
deencender un amor
intenso, desaparecen
dejando
en el corazón delos
padres
eternasespinas
ypunzantes
remordimientos por haberengendrado
seresdesgraciados,
nacidos sólo para sufrir yproducir
(1) MartínezVargas:Primer Congreso Espanol de Pediatria,Palma de Mallorca, 59-25 abril
-35
-sufrimientos; si se calcula el número de
jóvenes
casados queal ano, al semestre o al día
siguiente
de su matrimonio se dancuenta exacta desu
equivocación
ydesudesgracia
de por la vida,ya no
parecerá
tan cruel ni tan dura laley
queobligue
a cadacontrayente,
sobre todo al masculino, a un examen médico paraque la ciencia dé su autorización u oponga su veto. Para com
pletar
estepunto,
en el terrenoparticular
deben saber los cónyuges que el
engendro
realizado fríamente, brutalmente, enplena
embriaguez,
enplena
fiebre, con abatimiento delespíritu,
porconvalecencia,
porpersecuciones,
porquebrantos
económicos o pordisgustos,
impone
un sello indeleble alproducto engendrado,
el cual saldrá con
estigmas
dedegeneración
que en su día daránfrutos
amarguísimos
de su influencia.»La natalidadsehallaen un descensonotable en todos los
países,
pero en el nuestro tiene caracteres alarmantes, pues
hay
ciudades en que elnúmero denacimientos es menor que el de defunciones;y
preponderando
la muerte sobre lavida,
el balance vital senalará laquiebra.
-La
mortalidad
infantil es un factor muyimportante
de la vitalidad
nacional,
es laguadana
quesiega
elplantío
humano eimpide
la
reparación
de los huecos quedeja
eldesgaste
natural de lavida,
y es tanto más sensible esa devoracióndel nino,cuanto que es evi
table en gran
parte,
con una mayor instrucción de lasmadres, yaque la
ignorancia
más que la miseria es la causa de esa ele vadísima mortalidad. Así lo hecomprobado
con las estadísticasanuales del Instituto
Nipiológico
de Barbastro, ciudad donde hemosrebajado
lamortalidad
desde 95 ninos menores de 5 anos a 43 el ario 1917,primero
de funcionar el Instituto y a 20 y 22 lossucesivos,
manteniéndose esta reducción de una manera definitiva
(1)
.Se ha hecho un estudio
comparativo
de lamortalidad
infantildurante diez arios, desde el ano 1909 hasta el
1918,
entre trece es tados europeos y Australia.(1) El Instituto Nipiológicode Barbastro,septiembrede x9r6.—LaMedicinadelos ninos,
-36
-Los ninos de un ano muertos por cada mil habitantes han
sido en:
Demuestra esta
comparación
queNoruega
y Australia ofrecenla menor mortalidad infantil en 1909, de 70
y 72 por mil
respecti
vamente y ha idodescendiendo
a64
y70 en1916
y en Australia a 59 en1918;
ydemuestra también,
y condolor lo
consigno,
queEspana
tiene una de las cifras de mortalidad infantilmás
elevada,
y que en vez dedisminuir ha ido en aumento, pues de154 en 1909
ha subido a 155 en 1917, triste
privilegio
que compartesólo con
Francia,
que de 118 ha subidoa 123.Comparadas
las causas de mortalidad en los ninos de unano,
en los tres ariosde 1912 a 1914, se advierte que mientras por dia rrea y enteritis Sueciaha tenido una mortalidad de 'o'',Espana
ofrece la cifra de
45'4
y que porenfermedadades
respiratorias,
mientras Australiaarroja
la cifra de6'3
y Suecia la de 11'2 en Espana
sube a29'4,
las cifras másextremasen todos los
países
y entodas las afecciones. Estas causas demuestran
que los trastornos alimenticios
producidos
por la alimentación prematura, ya que enEspana
es másfrecuente lalactanciamaterna y
nodriceril,
ypor el defectuosoabastecimiento
de aguas,contribuye
mucho al aumento
de mortalidad y ésta
podría
reducirseintensamente
con una sumisión absoluta de las madres al
consejo
médico;
los trastornos
respiratorios
revelan por su parte las malas condiciones de la vivienda yla falta decuidado en la
protección
del ninocontra el frío.De contrarrestar los malos efectos de éste en invierno y los del
calor en verano, morirían muchos menos ninos de los que
mueren.
La
ignorancia
y lamiseria,
aquélla
más queésta,
son los verdugos de los ninos
espanoles.
Inglaterra
Escocia el ano 1909 » » 109 ro8 el1918
» 97 ioo Irlanda » » 92 » 86 Francia » » ii8 » 123 Holanda » » 99 * 93 DinamarcaNoruega
» » » »98
70 »1916
7464
Finlandia
» » III » II o Prusia Baviera » » » »164
2171918
» 149 203 Italia » » 157 1915 147Espana
» » 154 1917 155 Australia » » 721918
59— 37 —
En
Inglaterra
con 44.000,000 de habitantes murieron cadaano en el
quinquenio
de1906
a 1910, 197,075 ninos y enEspa
na
191,686
con 19.500,000 habitantes.!El
ario 1900perdió Espana
229,000 ninos!
La mortalidad
general
es también altísima en nuestropaís;
comparada
con la deotros Estados da lassiguientes
cifras:Para contrarrestar esta doble mortalidad debiera venir en
nuestro auxilio una intensa natalidad y una recia
inmigración;
ni la
primera
ni lasegunda
nos sonfavorables;
antesbien,
junto
a esa natalidad
deficiente,
tenemos unaemigración
desconsoladora.
La
emigración
es unasangría
abierta que va socavando los cimientos de la nación
espanola.
Esaemigración
defamilias, de pue blos en masa, que ya no regresan, es muyfunesta,
mucho más funesta que esa individual llamada de
«golondrina»
por que el individuo que
deja
en elpaís
nativo a susdeudos,
pasado algún
tiempo ycosechado
algún ahorro,
siente vivo deseo de volver alpaís,
importando
en él laexperiencia,
la cultura y los bienes materialesadquiridos
en laemigración.
Esa tolerancia funesta de las autoridades con los agentes de
emigración
debiera cesar,como ese otroespectáculo
que ha poco describía uncorresponsal telegráfico,
según
el cual en Santander se formaban «colas» en las puertas de las casasconsignatarias (1)
para obtener el billete deemigrante;
!ni
que ardiera en guerra la
península
o fuera presa de un incendiodevastador!
(r) ElSol, de Madrid, / diciembre,1920:
Santander(doce noche).—A las puertasdelascasasconsignatariastransatlánticassehan for madohoy grandestcolas¦ deemigrantes, que deseanadquirir pasajeen losbuques que saldrán
de este puerto el próximo mes de enero.
Es muy interesanteconsignarque lasoficinas de la Trasatlántica francesa hablandespachado
a media manana másde doscientos pasaportes.
Las«colas*comenzaron aformarse elmartesporla noche.>
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