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2.2 “Non permane”

3. El reto boliviano: Óscar Cerruto

Mi tormenta il dubbio che questo confine non esista, che il regno si estenda senza limite alcuno.

DINO BUZZATI

Siempre las literaturas hispanoamericanas representa una apuesta para cualquier estudioso, puesto que lo que se denomina as’ recoge el patrimonio cultural, hist—rico y literario de un continente, tan lejos y complejo con respecto a lo conocido y concebido desde la mirada europea. Esta es la premisa general, que da paso a lo que se tomar‡ en consideraci—n en este cap’tulo, es decir un cuento de un autor que pertenece a un pa’s poco considerado por los estudios hispanoamericanos tanto en Italia como en HispanoamŽrica: Bolivia.

La elecci—n de îscar Cerruto (1912-1981) se debe, ante todo, a ciertas afinidades electivas –perm’tase dicha expresi—n– al descubrimiento de su narrativa que, desafortunadamente, ha sido muy reciente. Como ya se ha declarado en la introducci—n del presente trabajo, se ha convenido en la elecci—n de un relato de Cerruto pese a la poca confidencia con su obra, pues representa un ejemplo de escritura que cabe perfectamente en esta investigaci—n y, asimismo, permite echar un poco de luz sobre Bolivia, pa’s cuya literatura ha sido dejada de lado. Es muy interesante observar que el texto que se examinar‡, Cerco de penumbras (1958, 1975), apareci— por primera vez en una Žpoca en que la literatura hispanoamericana iba hacia su reconocimiento internacional32.

Pese a su ser desapercibido en Europa, Cerruto representa uno de los m‡s importantes escritores bolivianos del siglo pasado. Su obra cuenta con poemarios, estudios de lingŸ’stica, novelas y, lo que se considerar‡ aqu’, relatos. En particular, se le atribuye gran importancia a la novela Aluvi—n de fuego (1935), ambientada durante la cruel guerra del Chaco, que se combati— entre Bolivia y Paraguay (1932-1935), acontecimiento que influy— en gran medida en la literatura boliviana del siglo pasado.

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32 En este caso se hace referencia a los a–os que preceden el boom, fen—meno editorial cuya importancia ha sido objeto de muchas investigaciones. Por un lado, del boom ha surgido un proceso de conocimiento de la

El acercamiento cr’tico a la literatura de Cerruto se debe a los estudios de Luis H. Antezana, investigador y profesor boliviano, que ha dedicado su vida a la literatura de su pa’s. En la invitaci—n a la lectura de Ensayos escogidos. 1976-2010 (2011), escrita por Mauricio Souza Crespo, se adelanta la idea desde la que Antezana parte; de hecho, Žl observa en la literatura boliviana una tendencia a ver la literatura como instrumento destinado a dar un cuadro social y/o mediar alguna ideolog’a. Esto se debe, en su reflexi—n, no a la falta de buenos lectores, sino a una debilidad de las instituciones sociales, tanto que en Bolivia la literatura se vincul— m‡s al realismo como para hacerse cargo de una responsabilidad que no le pertenecer’a (2011: 10). Es m‡s, en el pr—logo a

Cerco de penumbras Antezana explica que:

Cerco de penumbras, en 1958, marca en la narrativa boliviana el desplazamiento del

realismo hacia la ficci—n. En estos cuentos, el relato transita por la muerte, la locura, la fantas’a on’rica o por los intersticios del tiempo y, por contraste, dise–a los alcances y l’mites del discurso realista que dominaba el ejercicio de la narrativa en Bolivia. (2015: viii)

A prop—sito de la edici—n de la obra cabe mencionar que en la versi—n considerada se han recogido a modo de notas al texto los cambios que hizo el autor con respecto a la primera. En el pr—logo a la obra Antezana dice:

Como sucede pr‡cticamente con todas las rediciones, con 17 a–os de distancia en este caso, Cerruto obviamente corrigi— –“depur—”, dirían otros– la primera versi—n. Pero, en esta correcci—n, no s—lo se trata de las erratas previas o de detalles formales, como la permanente alteraci—n del ritmo de los p‡rrafos, sino hasta de algunas radicales modificaciones del texto original. (2015: vii)

Aunque el relato que se va a considerar no presente modificaciones sustanciales –pero s’ hay un caso interesante de que se hablar‡ sucesivamente–, su conformaci—n resulta muy interesante a la hora de leer el texto, puesto que se presenta como obra in fieri, y se da la posibilidad de observar las elecciones estil’sticas del autor.

Ahora bien, antes de proceder con la investigaci—n, hay que hacer una premisa ulterior; el hecho de incluir un relato de Cerruto en el presente trabajo presupone que se trate de literatura fant‡stica. Y, de hecho, esto es as’. Sin embargo, cabe se–alar un estudio de îscar Rivera Rodas, El realismo m’tico en îscar Cerruto (1973), en que se discute acerca de lo que se define como ‘fantástico ’ y ‘realismo mágico’. Lo que él propone, en cambio, es la definición ‘realismo mítico’, en sus palabras:

[…] expongo lo que considero uno de los caracteres más importantes de la narrativa breve de Cerruto, car‡cter al cual denomino realismo m’tico, producto de la fe del escritor en lo maravilloso del contexto del hombre americano, aunque los temas de sus relatos se circunscriban a motivos integrados al ambiente boliviano. (1973- 33) Los entrecruzamientos y superposiciones de realidades e irrealidades en su obra cuent’stica han sido a veces clasificados, con la gratuidad de los encasillamientos, dentro de la literatura fant‡stica. […] una realidad m’tica, producto autŽntico de nuestra primitiva cultura andina. Todos los cuentos citados no son m‡s que la manifestaci—n del deseo de anular la muerte, de presentar resistencia a la muerte. Claro est‡ que este fen—meno es general a casi toda experiencia m’tica. (Ibid: 34)

En este caso, Rivera Rodas se–ala tambiŽn algunos relatos que presentan rasgos que llevan a definirlos fant‡sticos33, entre ellos precisamente el que se considera en este

cap’tulo, es decir “Los buitres”. Sin embargo, lo que aleja el cr’tico de dicha denominaci—n es la idea central de su trabajo, es decir el rechazo del concepto de fant‡stico en el contexto hispanoamericano, ya que el tŽrmino supone un tipo de razonamiento racional, mientras que en dicha cultura est‡ arraigado un tipo de pensamiento intuitivo, m’tico.

Ahora bien, el presente estudio se aleja de esta definici—n, para en cambio detenerse en los aspectos hermenŽuticos que surgen desde la traducci—n de un relato que, por su constituci—n y por los desaf’os que plantea, se considera fant‡stico.

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