• Non ci sono risultati.

Respecto de los valores que, a nuestro juicio, tiene la Crónica de don Bosco (1884-1888) escrita por don Viglietti, el mismo secretario-cronista los apunta en la conclusión del manuscrito Martí-Codolar (M-C):

“Questa cronaca io l’ho scritta con la maggior verità ch’io ho saputo. Mi son fatto uno studio di evitare descrizioni inutili, riflessioni etc.

Ho semplicemente esposti i fatti man mano che succedevano o come io stesso li aveva veduti o come li aveva uditi dallo stesso D. Bosco ed da altri all’uopo nominati. Se avessi errato in qualche cosa, non me se ne farà gran colpa, quando massimamente vi consideri che allorché si era in viaggio il molto lavoro impediva per lo più scrivere di giorno e solo alla notte io poteva prendere qualche appunto.

L’aver scritto in forma di cronaca mi gioverà sotto questo aspetto, che essendo ciascun fatto posto nel giorno e nel luogo in cui esse è avvenuto, più facilmente interesserà quelli che lo hanno

118Viene ampliamente citada en las notas históricas del texto crítico de la primera Crónica de don Bosco, escrita por don Viglietti, que editamos.

119También viene ampliamente citado en las notas históricas del texto que editamos.

120Publicada en francés en 1996, no ha sido traducida todavía en ninguna otra lengua.

121Publicado en 2002, en italiano, va por su tercera edición. Ha sido ya traducido y publicado en portugués y en castellano. Se prepara una edición en polaco.

122Cf ASC A0100101-02 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti).

presenziato o ci hanno in qualche modo avuto parte, potendo perciò stesso testificare l’avvenuto, fornirci di notizie più esatte o fare quelle osservazioni che essi credessero opportuno.

Di questi giorni si son pubblicate più opere che parlano di D. Bosco, ma fatte poche ecce-zioni, la più parte sono uscite in luce con molte inesattezze riguardo a questi ultimi ani di sua vita.

Questa cronaca, credo, potrà servire a buoni scrittori di guida per una bella vita di D. Bosco.

Quanto è qui narrato fu scritto da chi non abbandonò mai D. Bosco né di giorno né di notte, mentre fu a parte di tutti i segreti di Lui, perciò meglio di molti altri poté dire di ciò che succedeva intorno a questo santo uomo”123.

No obstante, nos parece que presenta también algunos límites que conviene re-señar. Estos tienen que ver, principalmente, con la persona del cronista: su tempera-mento, su carácter, su mentalidad, su juventud, etc. También tienen que ver con el protagonista de la misma: don Bosco y lo que éste significaba para su joven secre-tario124y, por supuesto, con don Lemoyne, para quien escribía don Viglietti.

A propósito de los límites que tienen que ver con el cronista resulta significativo el relato de la estancia de casi un mes de don Bosco en Sarriá y Barcelona, en 1886, presente en todas y cada una de las redacciones de la Crónica. Como se puede com-probar en el texto que editamos, don Viglietti describe cosas espectaculares: iglesias llenas por miles de personas125, admiradores de don Bosco que poseen inmensas ri-quezas en dinero, en palacios, en barcos126. Don Viglietti relata, en fin, que la bendi-ción del santo produce curaciones estrepitosas127.

Como ya se ha dicho, muchas de estas exageraciones, las cuales tienen que ver, también, con la personalidad y el carácter128del joven secretario-cronista, serían más tarde (1935) reajustadas por el salesiano español don Salvador Rosés, en las notas que añadió, tras una investigación, a la copia dactilografiada129 del manuscrito regalado por don Viglietti a la familia Martí-Codolar: cifras más creíbles de fieles en las igle-sias, número exacto de edificios y de barcos, alguna que otra anotación también de cómo, al entusiasmo por cualquier curación imprevista, seguía una recaída en el mal padecido130.

123ASC A0110102 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 196-197.

124En el taccuino III (de 8), el cronista anota el día 10 de abril de 1886 (Sarriá-Barcelona): “Qui no si aspetta che la conferenza per far conoscere D. Bosco sotto tutti i suoi aspetti, giaché qui non è conos-ciuto che sotto l’aspetto di un grande umanitario che ha istituite molte case di carità onde ricoverare i gio-vani, ma non si conosce D. Bosco come un santo che opera miracoli, come un gran dotto letterato ecc.”:

ASC A0090203 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 81-82.

125En el texto que editamos véase, a este respecto, el relato de la conferencia de Cooperadores del día 30 de abril de 1886, en la barcelonesa iglesia de Belén: cf ASC A009204 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 33-37.

126Sobre este particular, véase también en el texto que editamos, lo que don Viglietti escribe del señor Jover, yerno de la marquesa de Moragas, el día 10 de abril de 1886: cf ASC A0090203 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 83-84.

127Véase también en el texto que editamos, la curación de una religiosa el 21 de abril de 1886: cf ASC A0090204 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 15-16.

128Algún estudioso considera que debido a su carácter sentimental apasionado, sensible, inteligente y vanidoso, a don Viglietti le resultaba imposible no exagerar: cf F. DESRAMAUT, Les Memorie I de Giovanni Battista Lemoyne..., pp. 169-171.

129Cf ASC A0110102 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 79-111v.

130A propósito de las notas de don Salvador Rosés, veamos un ejemplo respecto del número de asistentes a la conferencia de Cooperadores, en la iglesia de Belén, el 30 de abril de 1886. Don Viglietti anota en el taccuino IV (de 8): “Non vi era popolo, ma tutta la gente avea empito gli altari e ogni angolo della chiesa. Era una moltitudine di ben 20 mila persone, uno spettacolo imponente”: ASC A0090204

Y, como en el relato del viaje a Barcelona, la subjetividad del secretario-cronista está también muy presente en los demás hechos, noticias y memorias relatados a lo largo de la Crónica. En efecto, igual que el resto de la historiografía hagiográfica y precientífica, tanto salesiana como no salesiana131, la Crónica de don Bosco escrita por don Viglietti, se detiene también en relatar algunas “profecías”. Por ejemplo, según parece, don Bosco, entre otros, habría pronosticado a don Cagliero, nombrado obispo, que viviría muchos años y asistiría a un gran acontecimiento en el Vaticano: un pronóstico, como se ve, impreciso, poco comprometido y fácil de hacer. Sin embargo, don Viglietti, no en la primera Crónica (los 6 taccuini que editamos), sino en los 2 cuadernos redactados después de la muerte de don Bosco, da una versión más precisa, pero también más arriesgada:

“13 Novembre 1884 – Torino. D. Bosco disse a Mons. Cagliero: – Tu assisterai alla chiusa del Concilio Vaticano”132.

Habiendo fallecido el cardenal Cagliero en 1926, esta predicción incumplida fue motivo suficiente para acusar a don Bosco de falso profeta133, precisamente mientras se estaba a la espera del decreto sobre la heroicidad de sus virtudes. Tuvo que inter-venir personalmente don Rinaldi134, a través de una carta al cardenal prefecto de la Sa-grada Congregación de Ritos, fechada el 29 de septiembre de 1926, en la que, entre otras cosas, el Rector Mayor decía que don Bosco no había especificado cuál sería el acontecimiento vaticano en el que habría participado mons. Cagliero, sino que había sido don Viglietti,

“allora chierico, che interpretando di sua testa, e con molta leggerezza, le parole di Don Bosco, disse e scrisse che Don Bosco aveva detto a Mons. Cagliero, che «avrebbe assistito alla chiusa del Concilio Vaticano»”135.

No obstante, la manera que tiene don Viglietti de escribir su Crónica, remite tam-bién a un clima en el que no resulta extraña la manera de hablar de don Bosco, ni es muy diferente del género propagandístico de ciertas narraciones publicadas por el Bollettino Salesiano, ni tampoco está muy lejos de algunas formas narrativas que en Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 33. El secretario-cronista anota después, en la copia dactilo-grafiada del manuscrito regalado a la familia Martí-Codolar: “Non vi era popolo, ma tutto era gente scelta quella che occupava ogni angolo ogni altare della chiesa: era l’imponente spettacolo di una molti-tudine di ben 15.000 persone...”: ASC A011 Cronaca su Don Bosco..., p. 102. En cambio, don Salvador Rosés anota: “Ci pare esagerato. La chiesa di Belen non può contenere in piedi più di 4.000 persone, e mille tutto al più nelle tribune”: Ibi. 102v.

131Sobre la historiografía salesiana precientífica, véase la introducción de: Morand WIRTH, Da Don Bosco ai nostri giorni. Tra storia e nuove sfide (1815-2000). (= Studi di Spiritualità. A cura dell’Isti-tuto di Spiritualità della Facoltà di Teologia dell’Università Pontificia Salesiana. 11). Roma, LAS 2000, pp. 13-16.

132ASC A0100101 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 26. Excepto en la palabra “chiusa”

(modificada), la profecía es idéntica en la copia mecanografiada del manuscrito Martí-Codolar: “13 Novembre 1884. TORINO – D. Bosco disse a Mons. Cagliero: Tu assisterai alla Chiusura del Concilio Vaticano: ASC A0110102 Cronache di Don Bosco (D. Carlo Viglietti) 16.

133Cf Pietro STELLA, Don Bosco nella storia della religiosità cattolica. Vol. III. La canonizzazione (1888-1934). Roma, LAS 1988, pp. 198-199.

134Beato Felipe Rinaldi: Rector Mayor de la Sociedad salesiana (1922-1931): cf DBS 238-239.

135La carta de don Rinaldi puede verse en MB XIX 399-401.

varias partes, y no muy raramente, forman el tejido de las MB. Como otras crónicas o cronachette de los primeros salesianos, la Crónica de don Bosco escrita por don Vi-glietti, tiene, además, su encanto, similar, en su sencillez, al de algunos textos de la Biblia o al de algunas leyendas de santos que se han conservado en la memoria po-pular.

Por otro lado, según hemos dicho ya, la Crónica de don Bosco escrita por don Viglietti, es un relato, ordenado y completo, de los cuatro últimos años (tres, en el caso de la primera Crónica –1885-1888–) de la vida del santo (1884-1888), –la única fuente en la que ha quedado registrado, por ejemplo, el viaje de don Bosco a Barce-lona–. Sería, pues, deseable que, historiadores y estudiosos de don Bosco, sobre todo, recurrieran antes a él (preferentemente a la primera Crónica, escrita en vida de don Bosco y, por consiguiente, la más segura), que a las mismas MB136, donde, junto a otras crónicas, cronachetes, memorias, anales y testimonios de lo salesianos más cercanos a don Bosco, la que escribió el que fuera su secretario, don Carlo Maria Viglietti, acabó confluyendo también.