ACTA DE
LA
SESSIÓ
PÚBLICA
INAUGURAL
QUE
LA SOCIETAT
DE
PSIQUIATRIA
I
NEUROLOGÍA
CELEBRÁ
EL
23
DE GENER
DE
1916
ESTUDIO
PSICOLÓGICO
DELPERITAJE MÉDICOLEGAL
1
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA
ACTA DE
LA
SESSIÓ PÚBLICA
INAUGURAL
QUE
LASOCIETAT
DE
PSIQUIATRIA
INEUROLOGÍA
CELEBRA
EL 23 DE GENER
DE1916
ES PUBLICA PER ACORD
DE LA MATEIXACORPORACIÓ
Oberta la sessió
pel
senyor President i amb assistencia dedelegats
d'autoritats icorporacions científiques
i de nombrosaconcorrencia,
lo subscrit Secretanillegí
una nota-ressenyadels treballs i acció social duran/ la
finida
anualital de milnoucents
quinze, llçoinl despre:s.
el Dr. En MartíVallejo
Lobón un
treball,nomenal
ESTUDIO PSICOLÓGICODEL PERITAJEMÉDICOLEGAL. Acaban/ Pacteamb un discurs del senyor Pre
sident.
El Presiden!
D. Martí
Julia
ACTADE LA
SESSIÓ PÚBLICA
INAUGURAL CELEBRADA EL DÍA 23 DE GENER DE 1916Barcelona,
23de Generde1.916
El Secretani
NOTA
-RESSENYA LLEGIDA PEL SECRE
TARI,
DR.
ENESTEVE CONILL
MATARÓ,
EN
LASE.SSIÓ
PÚBLICA
INAUGURAL
SENYORS:
En l'última sessió celebrada per la Societat de
Psiquiatria
en elmes de Desembre prop passat,vaig
donar
compte
de latascaomplerta, complint
un manament
reglamentan;
com que d'allavors no ha variatamb rés el total de la mateixa ni cap circumstancia
especial
hi ha per a que d'altra maneracomprengui
el fons i la forma dela meya
missió,
al tindre l'honraavui d'intentar unreflexe de restat social i labor rea
litzada segons ús i tradició en la nostra
anyal
solem nitatacadémica,
hohaig
de de fer amb elspropis
termes d'allavors—
puig
m'és molt grat avosaltres,
hostes que avui haveu
tingut
a bé dedicarnos uns moments com a penyora delavostra cortesía i testimoni
patent de lo que en vostre
esprit
román de culte en verselfragment
deciencia,
alqui
lanostra entitat veconsagrada—, parlarvos
en lopropi llenguatge
de labrevetat sincera que
vaig
oferir als meusdigníssims
companys, com aprovade lameya elevadíssima con
sideració i afecte.
Vaig
dir, doncs,
allavors...;J:.•
En la vida d'una coldectivitat com en la de l'indi
vidu,
els momentsd'introspecció
sónindispensables,
l'estudi del camí recorregut• obre noves vies i dilata
horitzons, d'aquesta introspecció
envers les financess'en diu
balanc,
onparlen
lesxifres,
escueta, breui
categóricament.
Aquest balanc
que la sabiduría reglamentaria
disposa, jo
vos l'hauré de fer amb paraules, empró,
com que a l'usar d'elles vull procurarque en sí no
tinguin
altrarepresentació
que la defets;
la Memoria dels treballs igestions
realitzadesquels
nostres Estatutssenyalen
en son article 14 per a l'última sessió del'any, podrem equiparar-la
a unestat de comptes on les xifres
estiguin
escrites amblletres,
de manera que més bé Ii encaixi el nom dememento que de
Memoria,
encaraque'ns
serveixi a tots per a fer ídem de quant la nostrabenvolguda
Societat ha fet durant
l'any
passat, que és loque'm
penso es proposa el
Reglament
i lo que a totsinteressa.
Vos
aprecio
prou avosaltres,
benvolguts
companys, perafer-vosvíctimes d'una literaturasecreta
ril més. Els que
porteu
unavida académicaactiva,
béprou vos calda
si,
coinjo desitjo,
Déuvos dóna moltsanys de
vida,
caldejar-vos
amb les meridianes lletres aque'm
refereixo.Si ho teniu a
bé, seguiu-me.
En son aspecte
científic,
lanostraSocietat ha desinvolt els temes
següents:
Malaltíes dela
conciencia,
Dr. MartíJuliá.
10
Notes adicionals al'excitació
galvánica
del nervi.ciátic idel cás de la
grano/a,
Dr. Clotet.Ordre
cronológic
del'aparició
idesaparició
de lesfacultats
~Hadesper
obstrucció vascularsobtada,
Dr. Clotet.
Un cas de
ciclotimia,
Dr. Vives.Les ce/-hiles dela memoriavisualen el tálem
áptic
deis
mamíters
ien ellóbulbptic
de lesaus, Dr. Clotet.Les al lucinaci012S
telealg-ésiques
y lapatogenia
al.lucinatoria,
Dr. E. Conill.Psicofisiología
de losanimales,
Dr. Farreras. Amb lo que s'hacomplert
l'acordprós
de celebraruna sessió mesal.
En son
aspecte
administratiu:Cal fer constar la dimissió
presentada pel
doctorGalcerán Granés de son cárrec de
President,
el 9 deGener,
yla del Dr. GalceránGaspar,
el 6 deMarc,
en eldeSecretad.
Baixes,
quatre.Altes,
cinc.En lo de
gestions
realitzades per laSocietat,
anotaré la recient en relació a la
provisió
de lesplaces
i augment de les mateixesen el Manicomi deSant Andreu,
i la que fa referencia alsprojectes
de la Manco munitat enversl'hospital
de alienats idepartament
d'observació peramalaltíes
meníals.
Amb aixó
podría
acabarcom el versaire:Contad sison
catorcey
ya está hecho.Puix en aquestes notes
queden
els ates vitals dela nostra Societat en
1915.
Empró,
permeteu que abansvosdigui
avosaltres,
als
qui
amb vostres clarors haveu contribuit a totquant
d'agradable tingui
la laborrealitzada,
que desitjo
vos ensápiga
grat
lo vostrepropi esfoc
de perfeccionament i avenç, i a
vosaltres,
elsqui
en totsmoments haveu format en el sí del
companyerisme
i alta confraternitat
científica,
que lapropia
Boa deles vostresinnates virtuts vos en remercien.
ESTUDIO
PSICOLÓGICO
DEL
PERITAJE MÉDICOLEGAL
DISCURSO LEÍDO POR EL DR. D. MARTÍN VALLEJO
SENORES:
Aceptado
el encargo de leer en esta noche untrabajo
que tuviera por base los conocimientos quepreferentemente
cultiva la Sociedad dePsiquiatria
yNeurología,
paraelegir
tema tuve en cuentaque muyprobablemente
nos honrarían con supresencia digní
simas
autoridades
y representantes de otras sociedades, companeros
dedicados alejercicio
general
de la medicina o a otrasespecialidades,
y alumnosdenuestra Universidad que
quizá
no estén iniciadostodavía en los detalles de la
Neuropatología;
y, porconsiguiente,
atal honra debieracorresponder
disertando sobre asunto que a todos
pueda interesar,
ypor todos
pudiera
ser fácilmentecomprendido.
Por otra parte, el
tiempo
de quepodía disponer
para realizar mi laborera corto, yno
permitía
prepararlacon la lectura
previa
delibros,
folletos yrevistas.Necesitaba,
por
consiguiente,
escribir sobretema quetuviera bien
sabido,
y suficientementemeditado,
para que mipluma pudiera
correr conligereza
sobre lasblancas
cuartillas,
sininterrumpir
mi labor con consultasami modesta biblioteca.
«
Esta
condición,
yla de ser de interésgeneral,
mepareció
reunirlas el Estudiopsicológico
delperitaje
médicolegal,
puesto que cuantosaquí
nos encontramosreunidos hemosdevernos en elcaso de
reclamar,
sufriroprestar el referido
peritaje.
Una consideración me hizo vacilar unos momentos, y fué la de quequizá
no ospareciera
tema queencaje
dentro del campo de nuestrasespecialidades,
pero siendo lapsi
cología
la base fundamental de lapsiquiatria,
apoyado
en ella creíme sería lícito traspasar sus linderos.Sime
equivoqué empiezo
porimpetrar
vuestroperdón.
Propóngome
demostrar quesegún
sean las condiciones
psicológicas
en que se encuentre elperito,
suintervención resultará útil omanifiestamente
perjudi
cial,
nunca indiferente para la recta administración dejusticia.
Y como,desgraciadamente,
enEspana
estas condiciones nosuelen ser las
óptimas,
nisiquiera
las
indispensables,
deaquí
que elperitaje
médicolegal
más biencontribuya
a entorpecer y dificultarque aesclarecer el
juicio
delos Tribunales. Esta afir mación me parece queanadiesorprenderá
ni molestará,
porqueatribuyéndola
más o menosexcepciones
está en el ánimo de todos. Lo que
quizá
no sea delagrado
dealgunos,
será que para sostenerla relate hechos quenodesearían fuesen del dominio delpúblico.
Mascomo yo me
incluyo
desdeluego
entre losculpa
bles,
yel mal escierto,
creo hacer buenaobraponién
dole al descubierto para buscarle remedio.
No
esperéis,
ya lo he dichoanteriormente,
citasde autores, ni testimonios de
autoridades,
porquecomo material para desarrollar mi tema sólo encon
traréis mis observaciones
personales
durante treintay cuatroarios de
ejercicio profesional,
y las lamentaciones y
quejas
que durante todo estetiempo
he tenido ocasiónde escuchar de losJueces,
de los companeros
ydelpúblico.
Y dicho esto, entremos en materia.
Psicológicamente
elperitaje médicolegal
debe ser un acto, o una serie de actos, libres yconscientes,
ejecutados
por un médicoarequerimiento
deun Tribunal y en los cuales hará
aplicación
de los conocimientos de la ciencia que cultiva con un fin: ilustrar a los Tribunales para la
mejor
administración dejusticia.
La conveniencia y necesidad de este
peritaje
nonecesito encarecerla. La materia del delito y las cir cunstancias que le
modifican,
así como elgrado
deresponsabilidad
delos autores,inductores,
yencubri dores tienen porbase,
enmuchasocasiones,
el informepericial
de los médicos.Como en todo acto
voluntario,
debemos estudiar los móviles o motivos que incitan a
obrar,
laserie de
operaciones
intelectuales que han de conducir a formular los
juicios,
y la exteriorización deéstos en forma de contestación verbal o escritaalas
cuestiones por los Tribunales
planteadas.
Los móviles o motivos de todo acto
pericial
sondos: el
primero,
externo:requerimiento
de la Autori7,7,171Z
dad competente que nos ordena el
peritaje;
elsegundo,
interno: sentimiento íntimo de
justicia
que nos moverá, primero
aobedecer,
ydespués
aproceder
concelo yaltruísmo en toda nuestra intervención.
De esto se
deduce,
enprimer
lugar,
que, a pesarde ser el
peritaje
un actovoluntario,
no será nuncaespontáneamente
iniciado,
sinoimpuesto
por obedien cia ydespués
librementeaceptado.
Oficiosidad sospe chosa sería la del médico que ofreciera sus servicios a losTribunales,
ya que éstossaben,
que por obediencia
debida, pueden disponer
decualquier médico,
pero ya es más discutible si en elcurso del
peritaje
puede
y debe elperito
solicitar que se leamplíe
elencargo, extendiéndole a la observacióndeotros he chosy personas. A mi
juicio,
al intervenir el médicocomo
perito,
nunca debe actuar comodenunciador,
y,por
consiguiente,
side los datos que leproporciona
ron los
Tribunales,
y de los que obtienepracticando
el
peritaje,
surge laidea dereclamarampliación
desumandato,
para con más fundamento formular sus conclusiones, puede
y debe solicitarestaampliación;
massi
surgiera
de hechos por él conocidos con anterioridad o de confidencias recibidas durante el
peritaje,
debe
prescindir
deellas,
aunque suponga que procediendo deotromodo la
justicia
ganaría.
Dosejemplos
ilustrarán este punto: 1.° Se denuncia alJuzgado
que• un
sujeto
presenta síntomas deintoxicación,
y el mé
dico
encargado
de observar y dictaminarcomprueba
lossíntomas, siempre
inciertos,
del envenenamientopor carnes
averiadas,
lícito será que, para mayor ilustración,
solicite delJuzgado
averigüe qué
otras personas comieron últimamente con el supuesto intoxicado
y
disponga
su examenpericial.
2.°Una madre denuncia que su
hija
de diez arios ha sido violada por unsujeto
de treinta que con ellas vivía comohuésped,
elJuzgado
encargaa un médicoque examine a la víctimay al supuesto agresor,enambos
comprueba
unagono rreagenital
y en este sentidodictamina,
agregando
que la nina conserva intacto elhimen;
entonces por confidencias hacen saber al médico que la madre había tenido relaciones íntimas con el que acusa como violadordesu
hija,
y el médicopiensa
en laposibilidad
deque la madre
padezca
también gonorrea ypor descuido ovoluntariamente
contagiara
a suhija,
aprovechándose de este
contagio
para vengarse del amanteque la
desdenó,
sinembargo,
seguardará
de hacer uso de esta confidenciaextrapericial
ycumplirá
con su deber no solicitando delJuzgado
que seleencargara elexamende la madre.
Impuesto
por obediencia el acto delperitaje,
puede
éste ser libreygustosamente
ejecutado,
obien conrepugnancia aceptado
por no exponersea un pro ceso pordenegación
de auxilio o desobediencia. Eldeber
profesional
y el sentimiento dejusticia pueden
ser en ambos casos suficientes para que el
peritaje
secumpla concienzudamente,
pero a nadie sepuede
ocultar la diferencia que
hay
entreejecutar
una cosa con gusto o conrepugnancia. Aceptan,
deordinario,
ilt.•.
libre y
gustosamente
elperitaje
los queconstituyen
el
Cuerpo
de médicos forenses ylos quepractican
elperitaje
ainstancia de parte. Lo aceptan, casi siempre con
repugnancia,
los demás médicos queejercen
libremente la
profesión.
Lasleyes
autorizan alos Tribunales para ordenar el
peritaje
acualquier
médico,
pero la
prudencia
debeaconsejarles
quehagan
elusomás
restringido
quepuedan
deestafacultad,
yqueentodocaso procuren atenuar la
repugnancia
a intervenir de los médicos
libres,
en vez de exacerbarla. Elmédico razonable sehace cargo de la situacióny vence su natural
repugnancia
cuando ve claro que esde'
absoluta necesidad su
actuación,
cuando se le retribuye
sutrabajo
y cuando se le trata concortesía,
causándole los menos
perjuicios posibles.
?Se cumplen
estas condiciones?
Desgraciadamente,
no. Conociendolos
legisladores
que con gran frecuencia necesitarán los Tribunales el
peritaje médico,
hanorganizado
un
Cuerpo
especial
parapracticarlo,
Cuerpo
que essuficiente para las
grandes
poblaciones,
pero atodas.luces deficientísimo para las
poblaciones
rurales dondeunsolo
médico,
residente en la cabeza departido,
esimposible
quepueda
atender a todo el servicio de lademarcación
judicial,
deaquí
la necesidad de encomendarla,
en lamayoría
de lospueblos,
a los médicostitulares,
pero nosiempre
se acude a éstos por absoluta
imposibilidad
de quepractique
el servicio el forense del
partido,
y entoncesanadie extranaráque leacepten con
repugnancia, creyéndose
molestados porla orden
judicial. Contribuye
a estarepugnancia
elsaber,
casiSeguramente,
que por sus servicios noobtendrán
ninguna
retribución. Se haorganizado
recientemente el servicio
asignando sueldos,
aunquemódicos,
a todos los médicosforenses,
pero nadie seacordóde
garantizar
el pagodelos servicios que prestan alos Tribunales los médicos
libres,
apesar de serpara todos sabido que los honorarios que
devengan
casi nunca se hacen
efectivos,
de-manera queprácti
camentese les
obliga
a servirgratis,
?es estojusto?
Pudiera
parecerlo
considerando que elmédico,
aligual
que los demásciudadanos,
tiene laobligación
de auxiliara losTribunales,
como tiene la de servir a supatria
con las armas y lade contribuiralevantarlas cargas
públicas,
pero para que estos deberes deciudadanía no sean
odiosos,
espreciso
que serepartanequitativamente,
y no está en este caso el servicio deauxilio ala
Justicia.
Lageneralidad
de los ciudadanossólo
accidentalmente,
y raras veces, se venobligados
a prestar auxilio a losTribunales,
y en cambio alosmédicos titulares delos
pueblos
selesobliga
cadadía,
y, por
consiguiente,
unservicio de estaclase,
en rectajusticia,
debe sersiempre
retribuido,
debiendo presupuestarse la cantidad
suficiente,
para satisfacerle en casos de insolvencia o sobreseimiento.Protestan,
porúltimo,
los médicoslibres,
dela descortesía con que seles
exigen
susservicios,
y delas molestias yperjuicios
que innecesariamente se les
irrogan
en muchasocasiones. En la
práctica
rural es ya cosa corriente que alkr
ordenara un médico que preste un servicio médico
legal
seemplee
la fórmula: sin escusa nipretexto,
ala que muy frecuentemente se anade:
bajo
apercibi
miento,
etc.,
y no sediga
que estas frases nopueden
considerarse como ofensivas por ser fórmula curia
lesca,
porque nunca será cortés ni conveniente recla mar un serviciogratuito empleando
la amenaza. Secomprende
que ante la necesidadyurgencia
del servicio noadmitan los Tribunales
cualquier
excusa,pero es cruel e inhumano que nose'
admitanalgunas
tanjustificadas
como eltener a suúnico cuidadoenfermosgraves, dando así
lugar
a verdaderos conflictos por verseel médicocompelido
entre unJuez
que leame naza conprocesarle
pordesobediencia,
si no se per sona en unpueblo
distante,
y un Alcalde que leprohibe
abandonar elpueblo
de su residencia pornecesitar su asistencia enfermos graves, con los que
tiene
previamente
contratados sus servicios. De molestias innecesarias para elbuen servicio
pudiera
citartantas, que
exigirían
muchascuartillas,
pues no pa rece sino que de exprofeso
se proponen enalgunos
pueblos
hacer odiar a los médicos elperitaje,
mas si no las citotodas,
senalaré una comomuestra:,
Unmédico asistea un
lesionado,
y ante elJuez
municipal
da cuenta cada tercer día de su estado hastaque le
considera
completamente
curado,
con lo cualcreeterminado el
peritaje;
mas no esasí,
pocos díasdespués
recibe unacitación para que comparezca ante el
Juez
de
instrucción,
yabandonando susenfermos,
pidiendo
prestada
oalquilando
una malacaballería, emprende
unviaje, quizá
por caminos cubiertos denieve,
alarmado,
sies novato, por el miedo de haber incurrido enalguna
responsabilidad,
y cuandollega
le dicenque le han llamado solamente para que se
ratifique
en suúltimadeclaración,
yesto sucede enalgunos
parti
dos,
no en casosespeciales,
sino entodos,
por sistema, sin teneren cuentaque el médico
piensa
y casisiempre
redacta susdeclaraciones,
y que en todo casossi la ratificación es fórmula de
procedimiento,
se lepuede exigir
ante elJuez
municipal
desuresidencia,
y no
irrogarle,
sinnecesidad,
tantas molestias yperjuicios.
Estas
descortesías,
estasmolestias que hacen odiosoel
peritaje,
y le convierte deacto libreygustosamente
aceptado,
en actoimpuesto
por violencia yconrepugnancia
ejecutado,
no soninevitables,
y loprueba
elque se atenúan conformenos elevamos en la escala de
las autoridades
judiciales
y en la decategoría
de laspoblaciones;
muy frecuentes en las aldeas y cuandoquien
ordena es unJuez
municipal,
son ya rarísimas en lasgrandes poblaciones,
sirviendoalas autoridadesjudiciales superiores.
En muchos casos sonhijas
de larutinade los Secretarios
judiciales,
ysesufrenenalgu
nos distritos y no en otros, aunquecambien,
comosuelen
cambiar,
losJueces. Vale,
pues, lapena de queestas deficiencias se
subsanen,
bastando paraello,
que sobre ellas
fijen
suatención los senoresJueces
deinstrucción para que
corrijan
lasextralinlitaciones
11111
,1111
de los
Jueces
municipales
ylapráctica
rutinaria de los Secretarios.El
segundo
móvil que incita apracticar
debidamente el
peritaje
es un sentimiento ético yaltruista,
nos referimos al sentimientode
justicia
del cual debeestar
profundamente
impregnado
elmédico,
de talmodo,
que presentesiempre
en el campo de su conciencia
dirija
yregule
todas susoperaciones
intelectuales,
desde lapercepción
atenta, hasta laejecución,
requiriéndose
para esto que todo otro sentimiento capaz de inhibirle sea prontodominado,
paraque nointervenga
en las sucesivas deliberaciones.El sentimiento de
justicia quizá
apareció
en loshombres asociado aciertas
representaciones
mentales oderivado deotros sentimientos con élrelacionados,
pero es indudable que se ha ido
perfeccionando
ytransmitiéndose por
herencia,
de tal modo quehoy
esinstintivo,
y,Rorconsiguiente,
innato en el hombrecivilizado,
acentuándose conforme se le cultiva asociándole
ideas,
razonamientos yjuicios,
de tal modoque de sentimiento instintivo pasa a la
categoría
desentimiento verdaderamente intelectual. Instintiva
mente sentimos todos con
agrado
que a cada uno sele dé loque por derecho le
corresponda,
que se premie al que obra bien y se
castigue
al que obramal,
y porque así lo sentirnos nos vemos movidos a coad
yuvar a que la
justicia
secumpla. Contemplando
losmales que del
incumplimiento
de lajusticia
sedesvían,
reflexionando
sobre las consecuencias que la acciónoindiferencia decada ciudadano
pueden originar,
surgetambién el sentimiento de
justicia.
En la vida ordinaria'este sentimiento se exalta y a veces seconfunde con
otros
sentimientos,
como son el del deberprofesional
que nos mueve a
cumplir
honradamente y con celolas
obligaciones
de nuestrosrespectivos
cargos, y elde
religiosidad
que nos incita aobrar en conformidad con losprincipios
y preceptos de lareligión
que profesamos. En cambio le
inhiben,
y a veces le borran delcampo dela
conciencia,
los de temor,interés,
amistad,
enemistady
compasión.
Presupone
lalegislación vigente
que en todos losmédicos
impera,
en elgrado suficiente,
el sentimientode
justicia,
y porque así lo presupone considera capacitados para
ejercer
elperitaje
médicolegal
acuantosposeen el títulode Licenciado en Medicina. Se hace
cargo también de la influencia inhibitoria que
pueden
ejercer
otrossentimientos,
senalandoalgunos
comomotivode
recusación,
y considerando como materiadefalta odelito el que movido por otros falte el
perito
ala
verdad;
peroprescinde
dealgunos
por noconsiderarles con fuerza suficiente para motivary
dirigir
losactos, cuando se
ejecutan
voluntariamente ydespués
de madura ydetenida deliberación.
De la influencia inhitoria de ciertos sentimientos sólo
puede
serjuez
lapropia
conciencia delmédico,
y como por otra parte, por ser de índole delicada no
siempre
pueden
y debenconfesarse,
sería muy conveniente secreyera al médico
bajo
supalabra
de honory sele
permitiera
declinar en estos casos el honrosoencargo que las autoridades leconfiaron.
No
tengo
inconveniente en reconocerque los sentimientos dedeber
profesional
ydejusticia
sepodrán
imponer siempre
a los de temor,interés,
amistad yy
compasión,
pero también confío en que cuantos meescuchan
comprenderán
que tantopueden
pesar estosúltimos que el dominarlos sería un esfuerzo heroico
que no atodos
puede pedirse.
El temor, de una manera
general,
no seimpone
e inhibe el sentimientodejusticia,
si asínofuera,
todoslos delitos
quedarían
enlaimpunidad,
pues los criminales,
o suscómplices,
cohibirían con amenazas a losjueces, jurados
yperitos,
peroeste dominio del temor,en otros términos el
valor,
debeexigirse
en mayorgrado
a losJueces
y a los médicosforenses,
porqueunos y otros aceptaron sus cargos
Nioluntariamente
y los
ejercen
comoprofesión
habitual,
no habiendoigual
motivoparaexigírsele
al médicoque accidentalmente, y casi
siempre
contra su gusto, interviene enla administración de
justicia;
por otra parte, lospri
meros seencuentran
mejor
protegidos
contralas ame nazas de los criminalesque noel médico rural que conéstos tiene que
convivir,
y que sin defensaninguna
se veobligado
a circular de día y de noche porcalles,
carreterasy montes. De esto sededuce la convenien
cia,
tantas vecesrepetida
en estetrabajo,
derestringir
cuanto se
pueda
elperitaje
delos médicostitulares,
yde reforzarsuvalor
asegurando
para ellosysus famihas una indemnización suficiente por los danos que en sus vidas yhaciendas
puedan irrogárseles
como consecuencia de su actuación como
peritos, algo,
enfin,
que les
equipare
a los demás ciudadanos que conpeli
gro desuvida sirven ala
patria.
El interés es un móvil que,
desgraciadamente,
enla
época
actualinfluye
considerablemente
en las accio nes y omisiones de loshombres,
y,porconsiguiente,
es de temer que en
algunas
ocasiones sesobreponga
al sentimiento de
justicia
que únicamente debieraguiar
alperito
médico,
Delincuentesvulgares,
y comotales merecedores de severo
castigo,
serán losperitos
médicos que se
dejen
sobornar pordinero,
honores oempleos,
pero seríajusto
que porcumplir
fielmente sudeber no se vieran en el trance deperder
lo quepacíficamente
poseen yhonradamente ganaron,quizá
el pan para sushijos.
En este trance se ven cada díalos
pobres
médicos rurales alserrequeridos
para auxiliar alos
Tribunales,
porque, noposeyendo
otra cosaque la retribución de la titular y el
producto
de lasigualas
con losvecinos, pueden perderlo
todo,
si porcumplir
honradamente su misión incurren en eldesagrado
de losvecinos,
que son susclientes,
y de losconcejales,
que son susdespóticos
duenos,
y comocompensación
se les ofrece únicamentetrabajo, pér
dida de
tiempo
y humillaciones.!Cuántos pobres
mé dicos he vistoprecisados
acambiar de residencia porhaber dictaminado honradamente en
peritaje
médico.legal! ?Tendrá algo
de extrano que rnóviles tanpode
28
rosos les
hagan alguna
vez titubear??Es justo
que seponga a un ciudadano en ocasión de
perder
mucho noganando
nada?Muy
altopodemos
decir los médicos quequizá
nohaya
clase social quenosiguale
al afrontar victoriosamente cada día
semejantes
situaciones. Los que hemosejercido
laprofesión
enpoblaciones
rurales,
sabemos que elproblema
se nosplantea
enestostérminos casi cada vez que intervenimos como
peritos,
sin que tengan necesidad de mostrarnos suinterés con
palabras
los que influirpueden
en nuestroporvenir,
pues desobra sabemos cuál es, y si obrandoen
justicia
lesatisfacemos,
a nada se creenobligados
en favor nuestro; mas si lecontrariamos,
sabemostambién que laboramoscontra nuestros
legítimos
intereses. Por esto no cabe decir
'que
al ventilarse unacuestión
judicial
e intervenir nosotros comoperitos,
si nos
granjeamos
enemigos
también nosproporcio
naremosamigos,
pues no esasí,
ya que nuestrosclien tes, aunque con interesesencontrados,
unos y otrosexigirán
que por servirles traspasemos,en uno uotrosentido,
el fiel de labalanza,
y aun en el caso de quealguno quede complacido,
nada creedebernoS,
y'así
esciertamente,
pues únicamente servimosalajusticia.
Siendo,
pues, seguro e inevitable el dano que ha de sufrir elmédico,
procúrese
atenuarle.?Cómo?
Lo repito
una vez más: limitando todo loposible
la actuación de los médicos ruralesen el sitio desuhabitual
residencia,
y buscando el medio de que sus forzadostodo sean
pérdidas;
otra cosapudiera
hacerse,
y esque los servicios
médicolegales
gratuitos
sean méritosque les faciliten
aspirar
a ciertos puestos más ventajosos.
Deotra clase de interés
quiero
hablar ahora todavía,
másperturbador,
sicabe,
del sentimiento dejus
ticia,
porque espositivo,
mientras el expuesto anteriormente es
negativo
en cuanto consiste enpérdidas
probables.
Me refiero ahora al interés de que volunta riamenteparticipamos
al aceptar el encargo deactuarcomo
peritos
propuestos por unadelas partes, defensa oacusaciónprivada,
que intervienen en los procesos.La
legislación
vigente
admite que en determinadasocasiones las partes propongan
peritos,
y aunque estoen teoría
pueda
pareceraceptable
yconveniente,
enla
práctica(
veremos que a esta clase deperitaje
lefalta la condición esencial que hemos
requerido:
la desermotivado por el sentimientode
justicia.
Noquiero
hablar de los
peritos
que sin conocer los hechos sevenden a una de las partes, los
cuales,
con unplan
preconcebido
de favorecer los intereses dequien
les ha de pagar, observan loshechos,
buscan textos, discurren argumentos y sacan conclusiones al
plan
mentado
encaminadas;
estosperitos
son sencillamente mercaderescientíficos,
tanto másdignos
de censuracuanto más elevadas sean su
reputación
científica yprofesional.
Meocuparé
únicamente de los que conbuena fe consienten en
principio
y estudiandespués
concienzudamente elasunto
aceptando
el encargo, sile creen
compatible
con lajusticia,
y declinándolo enelcaso contrario. De éstos no
puede
decirse en absoluto que no vanal
peritaje
movidos por el sentimientode
justicia,
pero sí que están en graveriesgo
de que sea substituido por el interés de la parte que les nombra y paga, intereses del que inconscientemente lle gan a
participar.
Y que esto es así lo demuestra unasencilla observación. Cuando en un proceso de esta
índole ambas partes buscan
peritos,
casisiempre
losencuentran entrelos más
reputados
y honorables profesionales;
muy pocas veces se da elcaso deque losde unaparte declinen el encargo; ylo másfrecuente es
que unosy otros, conahinco y
entusiasmo,
observandolos mismos
hechos,
saquen conclusiones opuestas.?Es
que unos uotros a sabiendas mienten ytratan de en
ganar
alos Tribunales?No;
esqueautosugestionados
observaron,
discurrieron yjuzgaron,
llevando comomóvil el interés de cada una de las partes; es que in
conscientemente seobscureció en elcampo de su con
ciencia el sentimiento de
justicia.
Y no se crea,porhonor de la clase
médica,
que la mayor o menor pagaofrecida acreciente o
restrinja
el entusiasmo con queestudiaron el asunto y defendieron las
conclusiones,
sino que
llega
a establecerse entrelosperitos
un verdadero
pugilato científico,
como consecuencia del cuallo que menos interesa yaesla
justicia
ylo que domina es elamorpropio. ;Qué
consecuenciasoriginan
estaclase de
peritajes?
Las más lamentables. Los Tribuna les yelpúblico llegan
a formar unpobre
concepto deunacienciaen cuyo
nombre,
sobrelos mismoshechos,
se sacan diversasconclusiones,
y sialaciencia,
cornoinocente que es, sela indulta de toda
culpa,
sela hace recaer por entero sobre la moralidad de los que la cultivan,
creyendo
que en su nombre tratan deenganar
a lajusticia. ?Podremos
con razónquejarnos
los médi cos de que lasleyes dejen
en libertada los Tribunalespara conformarse o no con nuestras
conclusiones,
y deque haciendo uso de este derecho sentencien a me
nudo en
oposición
con ellas?Argumentos
nosdais convuestra conducta para
proceder
así,
nos contestarán.Sin conocer los fundamentos del
derecho,
creo muyracional que los Tribunales
puedan
conformarse o no con los dictámenes de losperitos
médicos,
pero creoque deeste derecho harían uso muy rara vez, si por
los motivosantes expuestos, yotrosque
expondré
másadelante,
no les diéranios motivolos médicos para dudar de nuestra
imparcialidad.
Remedio seguro seríasuprimir
el derecho de las partes a nombrar susperi
tos, ya que la misión de éstos nodebe ser
ayudar
aladefensa o a la
acusación,
sinocontribuir,
conimpar
cialidad
completa,
al esclarecimiento de laverdad;
mas siesto
pareciera
demasiado radical y en menoscabo de los intereses de la defensa y de los no menos
respetables
delaacusaciónprivada,
concédase aestaspartes únicamente el derecho de solicitarde los Tribu nales la intervención de determinados
peritos
por ra zonesdecompetencia especial,
y cuando se conside rarapertinente,
el Tribunal les nombraría y en suactuación seríanya
peritos
del Tribunal y no de laspartes. El pago de los
peritos
nombradosa instanciade la defensa ode la
acusación,
se haría en la mismaforma que el de los nombrados motu
propio
por elJuez
o laSala,
considerando la oferta oprevio
pagopor unade las partes como delito desoborno.
La amistad es un sentimiento
altruísta,
noble yelevado,
que parece no debiera ser móvil más que deacción del mismo
carácter,
pero en el caso que nosocupa no es
así,
porque para elamigo
sequiere
siempre
lo que máspuede convenirle,
y esto, no entodos los casos será lo más
justo.
La amistad íntima con el acusado ya es motivolegal
de recusación deunperito,
pero sin ser íntima aunpuede inhibir,
encierto
grado,
el sentimiento dejusticia,
y, por otraparte,
puede
sentir idénticos efectos la amistad conlos
parientes
oallegados,
sin que esta clase de amistad sea motivo de recusación. Un sentimiento de
jus
ticia bien
arraigado,
rara vez será inhibido por moti vos deamistad,
pero elperito
que le sientavacilar,
hará bien el reforzarle acudiendo a
representaciones
mentales que por
experiencia
anterior sabe surten esteefecto,
y sobre todo llame en suayuda
al sentimiento del deber y al de
religiosidad,
para quejuntos
se superpongan y anulen el efecto inhibitorio de la
amistad. En estas cuestionesde lucha internade senti
mientos,
es difíciljuzgar
lo que pasa en losdemás,
pero
puede algo colegirse
por lo que pasa ennosotrosmismos,
y así creo yoque el sentimiento dejusticia
puede
superponerse al de amistad aunque seaíntima,
encambio,
temo mucho cuando se pone en conflicto con el sentimiento deenemistad,
originado
por haberinferido el acusado
alguna
ofensa grave alperito.
Masno se crea, como a
primera
vistapodría
suponerse,que la enemistad inhibirá el sentimiento de
justicia,
despertando
el de venganza yaprovechando
el médico la ocasiónde tomarla •delagravio
recibido,
sino quetemo más que le inhiba en sentido contrario procu
rando favorecer a su
enemigo
por miedo aque inconscientemente el rencor le moviera a causarle
algún
perjuicio.
Perdonar las ofensas y devolver bien alquenos hizo mal es precepto del
cristianismo,
pero estaúltima parte no es
aplicable
a los casos deperitaje
médicoen los
cuales
la caridad nopuede
ni debe opo nerse a lajusticia.
Estos sonalgunos
de los casos deque hablaba
anteriormente,
cuandodecía quealperito
médicose le debía admitir la autorrecusación fiándosede su
palabra
de honor y sinexigirle
que confiesedetalladamente los
motivos,
puespudieran
ser éstosde índole secretay de los que atanen a la honra de
otras personas.
Para hablar de la
compasión
como sentimiento quepuede
inhibir eldejusticia
e inducir a que elperito
médico falte ala
verdad,
citaré dos casos que_tengo
muy presentes. Un matrimonio de
trabajadores
convarios
hijos, poseía algunos
bienes con cuyoproducto
reforzaban
algo
el escasojornal
delmarido;
teníanfrecuentes reyertas con insultosy
golpes
mutuos, porque la
mujer
seembriagaba
casi adiario,
yel marido noencontrabamejores
razonesque elpalo
para corregirla;
en una de éstas sufrió lamujer
innumerablescontusionesydos heridas en la cabeza que
exigieron
la intervención del
Juzgado,
el cualencargó
al médico titular delpueblo
la asistencia de la lesionada y consiguiente peritaje;
alos pocos días el matrimonio hizo las paces, y a sus ruegos,compadecido
sobre todo delos inocentes
hijos,
dió alta a la lesionada al cumplirse
los siete días sin que las heridas estuvierancompletamente
curadascon el fin de que todo se redujera
a unjuicio
de faltas y se evitara laprisión
delmarido ylas costasque por
igual
hubieranperjudicado
al agresory a suvíctima;
porcompasión
faltó el médico a la
justicia,
y lo bueno del caso es que selopagaron
personándose
pocos díasdespués
lamujer
en el
pueblo
cabeza departido
y mostrando alJ
tezde instrucción sus heridas todavía
abiertas,
por fortuna el
Juez
tuvocompasión
también delcompasivo
médico,
y como las lesiones realmente no tenían gravedad el asunto no
pasó
adelante. En una aldea encuentran muerto, en sucasa, a un
sujeto
dequien
nosesabía que estuviera
enfermo,
recibido el parte porel
Juez
deinstrucción,
éste ordena que elmunicipal
contiptle instruyendo
lasdiligencias
sumariales y que paraaveriguar
las causas de la muertepractiquen
laautopsia
del cadáver el médico titular de la aldea y elde una villa