SESIÓN
PÚBLICA
INAUGURAL
ACTA
DE LA DEL CURSO DE 1899 Á 1900 917F, LAY
DE
011193
DECATALUNA
celebró el día 18 de Noviembre de 1899
PUBLICASEPOR ACUERDO DE LA
CORPORACIÓN
13ARCELONA
LA PUBLICIDAD, DE TOBELLA y CosTA 45 • Conde del Asalto . :5
•21l
=~#,;;*¦M'tXI'4'4>MM#4>**'4>
* * * * * * * * * * * * * * * *
ACTA
DE 1. \
celebradaa el dia 18 de Noviembre
las nueve de la noche
V,¦*•
SESIÓN
PÚBLICA
INAUGURAL'
Abierta la sesión por el
senorPresidente y
conasistencia de
delegados
representantes
del Excelen
tísimo
Ayuntamiento,
Real Academia de
Medicina,
Real Academia
de
Ciencias,
Sociedad Económica
Barcelonesa.,
Barcelonesa de
Amigos
del
País,
Ate
neo
Barcelonés,
Colegio
de
Médicos,
Colegio
de
Farmacéuticos,
habiendo excusado
suasistencia el
Excmo.
senorCapitan
General y el Excmo.
senorGobernador
Civil,
y estando
presentes
otrosrepresen
tantes
de la prensa y
numerosossocios,
el infrascrito
secretario
leyó
la MEMORIA
RESENA DE LOS TRABAJOSREALIZADOS EN EL CURSO
ÚLTIMO,
y el Da. D. JosÉ
6
que
por
turnole
correspondía
y
cuyo
temafué
MANIPULACIONES
DEÓPTICA
FISIOLÓGICA.
El scrior
Presidente dió
las
gracias
á
los
repre
sentantes
de
la
Autoridad'
y de las
corporaciones,
así
comoal
público
que
honró
el acto
con suasis
tencia,
y declaró
abiertas las
tareasdel
cursode
1899
á
1900.
Barcelona,
19Noviembre 1899.
EL PRESIDENTE, EL SECRETARIO GENERAL,
á
elkig
y
eVoldt.
Jooé
§jnyoza.
MEMORIA-RESENA
de los trabajosrealizados por la
ACADEMIA
YLABORATORIO DE CIENCIAS
MÉDICAS
DE
CATALUNA
DURANTE EL CURSO DE 1898 A 1899.
Porel secretarioeeneral
, y
ItOtlittMilttitts/MMIttlIMIMMIMitt/MffItiffifffiMMTtifffiffittiffiff
el e EXCMO. SENOR: SENORES:(
L venirá referiros el resumen de lostrabajos
en que seha
ocupado
la Academia en el último curso, haciendoen breves momentos la historia de lo que se ha rea
lizado en todo un
ano,
mecomplace grandemente
poder
afir mar que la labor ha sidofecunda,
como lo viene siendo máscada ano.
Y,
sicon razónpudo
decir Ch. Bouchard que ea grato vivir en estostiempos
cuando se miran con amor losprestigios
de la
Medicina,
no se metachará,
sinduda,
deexagerado
óapasionado
si digo que todos los atractivos de esa vida científicase reunen en sumayor intensidad en las
.corporaciones
que,como
ésta,
ya que nomarquen rumbosnuevosá laciencia, siguen
al día el movimiento
progresivo
que, esclareciendoalguno
de losaun dudosos
-problemas
depatogenia,
óproporcionando
nuevosdatos para el
siempre
dificiljuicio diagnóstico,
va acrecentandola eficacia de los auxilios
terapéuticos,
cada vezmejor
conocidosy más numerosos.
En la
siguiente
enumeración debendistinguirse
lostemasque han sidoobjeto
dedebate,
loscasosclínicospresentados
y discutidos y las comunicaciones eXpuestas, limitándome á la escueta
resefla de estos asuntos, sin
comentarlos,
pues afortunadamente la costumbre los ha excluido ya de nuestrasprácticas
y así mereleva de un
trabajo
para el cual no he de encarecermi incompetencia.
TEMAS
Quedaron pendientes
de discusión el estudio de las Indicaciones de la intervención
quirúrgica
en lasgastropatías,
que mecupo el honor de exponer en el curso de 1897 á
1898,
y el de La10
arrollado por el Dr. Rusca. Discutiéronse á la par en razón de sus
analogías,
interviniendo los Dres.Tarruella, Margarit,
Cardenal(D. Salvador),
Ribas(D. Enrique), Recasens, Altabás, Robert,
Esquerdo (D.
Álvaro),
Rovira(D. Rosalino),
Raventós y Font yTorné.
El Dr.Carbó
'expuso después
lasAplicaciones
delforceps
en elestrecho
superior,
y sobreeste tema discutieron los Dres. Corminas,
Proubasta, Mayol,
Valls yRoig
y Bofill.El Dr.
Botey
disertóacercadealgunas
Fequenas modificaciones
de las cánulas de
traqueotomia,
y en el debate hicieronuso de lapalabra
los Dres. Borras y Freixas.El Dr. Vilanova expusosus ideas acerca del Tratamiento del
eczema, y los Dres.
Roca, Tutau, Freixas, Carbó, Margarit, Font,
Valls,
Tarruella yGóngora
intervinieron enla discusión.Desarrolló el Dr. Tarruella eltema
Opoterapia
renal,
discutidopor los Dres.
Pagés
yGóngora.
El Dr. Proubasta
presentó
como tema de discusión el de laAutointoxicación en el embarazo ysu
tratamiento,
terciando enel debate los Dres.
Fargas, Valls, Ferrer, Mayol,
Tarruella yRoig
y Bofill.Y,
porúltimo,
el Dr.Fargas
desarrolló también otro tema deginecología: Patogenia
y tratamiento de lainfección
puerperal,
que ftté discutido por los doctores
Corminas, Carbó,
Rovira(D.
Ro.salino), Turró, Proubasta, Mayol,
Montuno! y Sau.CASOS
CLÍNICOS
ElDr. Raventós
presentó
unapieza
patológica
procedente
deun caso de
gastro
enterostomia por estenosissimple
delpíloro,
yle hicieron
algunas
observaciones los Dres.Recasens,
Ribas(D.E.)
y
Fábregas.
El mismo Dr. Raventós
presentó
un casode resección intestinalpor hernia crural
estrangulada,
caso discutido por los doctoresRecasens,
Ribas(D. E.)
yMargarit.
Presentó el Dr.
Esquerdo
(D.
A.)
un caso de litiasis biliar quehabía sido
objeto
desuintervenciónquirúrgica,
ycon estemotivoexpusieron algunas
observaciones los Dres.Margarit, Recasens,
Puig,
Rovira(D.
R)
yFargas.
El Dr. Proubasta
presentó
un caso dequiste
ovárico,
acercadel cual expusosus ideas el Dr.
Fargas.
El Dr. Raventós expuso la historia clínica de un casode hernia
inguinal
delciego
en un Mil° deveinte meses, y en la discusión11
El Dr.
Zariquiey
expuso un caso deheredo•sililis
desegunda
generación,
que fuéobjeto
dealgunas
observaciones del doctorRoca.
El Dr. Recasens
presentó
un caso de cura radical deunahernia en un nulo de veinte meses, acerca del cual hablaron los doctoresEsquerdo (D. A.)
yZariquiey.
Expuso
el Dr. Raventósun caso de sutura de la uretradesga
rrada por un
traumatismo,
yeste fué elobjeto
dealgunas
refle xiones de los Dres.Margarit, Palzés, Amarreta, Fábregas
y Recasens.
Presentó el Dr. Recasens un casode sinovitis
fungosa
deltarso.El Dr. Azcarreta historióun caso de cálculo del Hitón
diagnos
ticadoporlos rayos
X,
que dió motivo áalgunas
observaciones de losDres.Recasens, Comas, Margarit, Pagés
y Font.Expuso
el Dr.Pagés
ála consideración de la Academia doscatosde
grandes
dudasdiagnósticas:
uno deaparente nefralgía,
enel cualno se encontró el rifión queparecía afecto;
y otro enque no
pudo
resolverse si existía litiasis renal ósimple nefralgia;
y los Dres.
Font, Priá, Recasens,
Rusca y Ferrer hicieronexposi
ción de las ideas que talescasos lessugirieron.
ElDr. Recasensnos habló de un casode carcinoma
mamario,
discutido por los doctores A.
Esquerdo, Fargas
y Carbó.Presentó el Dr. Carbó una enorme
neoplasia maligna
abdomi•nal de naturaleza y localización
dudosas,
que fuéobjeto
dealgu
nás consideraciones de los Dres.
Pagés
yFargas.
El Dr. Recasens
presentó
un caso de Gastro-enterotomía.El Dr. Tarruella expuso la historia clínica deunaenferma cuyo
diagnóstico
vacilabaentre el detrombo-flebitis portal infectiva
cirrosis
hepática
deLaennec, dejando
oir susopiniones
los doctores
Esquerdo
(D.
A.), Fargas,
Busca y Carbó.En la sección
siguiente
el Dr. Comaspresentó
á la Academia variasradiografías
clínicas.El Dr. Raventós expusoun caso de histerectomía por
pio-sal
pinx,
y el Dr, Proubastauno de fibromasuterinos,
acerca del cualexpresó
suparecer el Dr.Fargas.
El Dr. Tarruella describió la historia clínica de unenfermo
que sufrió de edema
sobreagudo
delpulmón.
El Dr.
Fargas presentó
doscasos clínicos que demuestran lasdificultades
deldiagnóstico
del embarazoextrauterino,
acerca delos cuales expuso
algunas
reflexiones el Dr. Valls.El Dr. Busca refirió la historia clínica de un enfermo con en
fisema
subcutáneo consecutivo á latraqueotomía,
que fu.éobjeto
12
El Dr. Tarruella
presentó
un caso de artritismo tratadopor lamedicación tiróidea.
Y,
porúltimo;
El Dr. Rovira
(D.
R.)
hizo ladescripción
de varios casos dearterioesclerosis,
acerca de los cuales habló también el doctorTarruella.
COMUNICACIONES PRESENTADAS
La
primera
fué la del Dr.•Roca,
quenos
leyó
un notabilísimodocumento, procedente
de los Archivos de la Corona deAragón,
relativo á las
disposiciones
queD. Martín elHumano,
último rey de la dinastíacatalana,
sevióen elcaso dePrescribir
para dete• ner los progresos de lasífilis;
conlo cualqueda
demostrada una vez más la existencia de esta enfermedad en la edad media. Enel archivo de la Academiase conserva la traducción catalana de
este
documento,
hecha por el Dr. Roca.El Dr. Carbó refirióun caso de intervención
quirúrgica
motivada por la
perforación
intestinal sobrevenidaen el curso de unafiebre tifoidea.
Los Dres. Comas y Prió presentaron una comunicación re
lativa al
diagnóstico
de los cálculos renales por los rayos deRiintgen.
El Dr.
Estrany
comunicóá la Academiasusestudios acercadela electricidad estática sinusoidal de
baja
frecuencia.Y, -finalmente,
el Sr. Vilasecapresentó
doscomunicaciones,
una acerca del tratamiento
ortopédico
delpie equino,
yotra acercadel corsé construido para un caso de mal de Pott.
Como veis, la labor fué
asidua,
y bienpodemos
asegurar que todavíava ascendiendo latrayectoria parabólica
que representala vida de la
Academia,
como la de todos losorganismos.
Sin des conocernimenospreciar
la acción deltiempo
y las rectificacionesque este tirano
impone
ánuestravoluntad y á nuestrosjuicios,
nopuede
parecernoshoy
dudoso elporvenir
que aun espera á nuestra
corporación.
Los seflores alumnos de la Facultad de Medicina que constitu yen la sección de socios
agregados,
no sehan contentado con elpapel,
en cierto modopasivo,
de lectoresde.
las obras que encierranuestra
biblioteca;
y,como en el arioanterior,
también en el cursoúltimo han celebrado sesiones científicas en las que discutieron asuntos de verdadera
importancia
doctrinal ópráctica.
Pasando ahora á relataros el estado de la Academia en lo que
13
á
aquellas
circunstancias y condiciones que la sostienen comoorganismo,
no serán menoshalagüenos
los datos queexpondré
ávuestraconsideración.
Según
losproporcionados
por nuestro celosísimo tesorero, el Dr.Claramunt,
de lacomparación
entreel estado del erario de esta Academia al comenzarelpasado
cursoy lo que poseernos alprincipiar
el nuevo, resulta:Faltandocobrar la subvención de la Excma.
Diputación
provincial correspondiente
al ano 1897 á1898,
queImportará
1,000
Y la
correspondiente
al ario 1899 á1900,
queimporta
500. . .
5,915'52
Considero oportuno hacerconstar
aquí
queeón
el ano 1900 terminará el
plazo
enque deben serpresentados
lostrabajos
que,tra•tando de la
Profilaxis
y tratamiento de lafiebre amarilla, aspiren
á los
premios
de los Dres. Menacho yRobert,
y que la Academiatiene
depositadas
en metálico las5,000
pesetasqueconstituyen
elprimero
de dichospremios.
Según
revela lasigdiente
estadísticacomparativa,
también haido enaumento el número de socios deesta
corporación:
Socios de número
En 1.0 deOctubre
de
1898 eran . 191» » » » » 1899 son . 201
Bajas
entre estas dos fechas 7Altas » » n »17
Socios
agregados
En 1." deOctubre de 1898 eran. . 63
» » » »» 1899 son . . 73
Bajas
entre estasdas fechas 41Altas » » » » 51
7.71•1",51"411
Pesetam
Existenciaen
caja
en1.° de Octubre de 1898 . . .4,101'14
1899 .
. 4,415'52
Diferencia
en más este ano 314'3814
La suerteno ha
querido
evitarme elcumplimiento
deunatriste
obligación,
y,siguiendo
estapiadosa
yjusta costumbre,
tributaremos
hoy
unrecuerdoal Dr. D. VicenteBorrell,
fallecido en el mesde Juniopróximo pasado.
Era el Sr. Borrell Presidente delColegio
de Farmacéuticosde Gracia yexpresidente
del de Barcelona,
además de haberocupado
otrosdistinguidos
cargos en representación
de suclase;
ysiempre
había dado muestras de actividad
digna
de imitación.El fomentodela Bibliotecahasidouna de las atenciones
prefe
rentes de todas las Juntas de
Gobierno,
y, si por ;tizones de fuerzamayor no había sido
posible
en otros ellos satisfacer los deseosde todos y las necesidades de la
Academia,
elcurso de 1898 á 1899contará entrelos
mejores
por lo que se refiere á laadquisición
delibros. En espera de que los cambios conel
extranjero
sepusieran
áunnivel
asequible,
sereservaban coneste fin cantidadesno insignificantes;
pero ante laprofusión
de obrasimportantes
de reciente
publicación,
hubieranresultadoinsuficientes, y,además, la forzosa selecciónno habría satisfecho muchas aficiones sinohubiera venido en nuestro auxilio un
espléndido
donativo de nuestrodignisimo
yentusiastaPresidente,
el Dr. D. EmerencianoRoig
yBofill,á
quien
con este motivootorgó
por aclamación la Academiaunvotode
gracias.
Nuestro consocio D.Luis
Llagostera, inteligente bibliotecario,
me
proporciona
elsiguiente
resumen:Volúmenes
catalogados
1,294
»
repetidos
óincompletos
que nofiguran
en elcatálogo
50» por
catalogar
8Total de volumenes existentesen 1.0de Octubre de 1899
1,332
» » » » en 1." de Octubrede 1898
1,259
Diferencia en más . . 93
Folletos existentes en1.0 de Octubre de 1899 616
•
en 1." de Octubre de 1898 598
15
Aquí
terminarla miresella,
anadiendo tan sólo que, si así pue do demostraros lagratitud
quesiempre guardaré
por la inmere•cida distinción que al concederme vuestraconfianza me otorgas
teis,
he detrabajar
á vuestro lado cuantomis deficientesaptitudes
me
permitan.
Pero,
porobligación
que el nombre mismo denuestra sociedadme
impone,
debo hablar todavía del Laboratorio dehistología
ybacteriología,
de reciente institución y que, como noignoráis,
representa no
pequenos sacrificios, arriesgables
tan sólo por serobra de tantanecesidad. Estos sacrificios no han sido
inútiles,
esde
justicia
hacerlo constarasí;
pero créome tambiénobligado
ádeclarar que, como haciendo contraste con los
esplendores
de nuestravida puramenteacadémica,
las esperanzas puestas por todosen el Laboratoriono resultan todavíaplenamente
confirma das. Cierto quetambién,durante el últimocurso ocho alumnos hanrespondido
á la invitación de laAcademia, realizando, bajo
la magistral dirección del Sr.
Turró, trabajos
de análisisexperimental.
Pero aun no bastaconesto, yesmuy de desear queen adelante semuestre más
despierta
la afición á tales estudios.Elcontrasteque acabo de senalar es
profundamente significa
tivo;
y,nopor lo queparticularmente
interesa á estaAcademia,
cuya vida es de por si bastante
lozana,
sino por el supremo interés de la ciencia y de lapatria,
el hecho de que las greyes escolaresno
hayan
recibidoconel entusiasmo queparecía
natural la instauración de loscursos de
práctica histomicrobiológica
de nues troLaboratorio debe sermirado comosíntomaenojoso
de una enfermedad
general,
cuyas raíces han debuscarse,
sinduda,
en losvigentes
sistemas de ensenanza.Noes con el silencio cómo
pueden
curarseenfermedadestales,
y por creerlo asíme atrevoá decir que, si la matrícula del Labora toriono sellena es, sencillamente porque la
mayoría
de estudiantesdeMedicina notiene afición á los estudios
experimentales,
aunque estoparezcaanómalo,
hasta-paradójico,
en nuestrosdías.Y,
como esta aficiónno seimprovisa,
comoexige aptitudes
queno se adquieren
encualquier edad,
debe causardolor,
mas no sorpresa,que los que
ingresan
en las Facultades sin lapreparación
adecua da y suficiente no crean necesarios estudios que, de momento,nadie les
exige.
El mal viene delejos,
de muylejos;
yquisiera
pecar depesimista
al confesar que temo que, nosólo los cursosdelujo,
como el denuestroLaboratorio,
pero aun loscursos oficialesy
obligatorios
que mananapuedan implantarse
en las escuelasuniversitarias,
no han delograr
que sedespierte
en lamayoría
de16
todas las
ampliaciones
y reformas que se llevan á la ensenanzasuperior
y auná la llamadasegunda
ensenanza,corren granpeli
gro de fracasar mientras se conserve inalteradaen sumomificada
actualidad la
primera
ensenanzay mientras el tránsito de ésta ála
segunda
no sehaga
racionalmente, comoexige
lo que en verdad
constituye
unapeligrosa
crisis enla evolución intelectual deladolescente.
Cuando,
desde susprimeros
pasosen lavida, el ninohaya
idoadquiriendo
el hábito de recibirimpresiones
vivas ycompletas,
poniendo siempre
enjuego
suspropias
iniciativas para ganar conel
trabajo
de suespíritu
y por el esfuerzo de suvoluntad la fracción de verdad que seacapaz de
conquistar,
los elementos fundamentales de las ciencias encontrarán en su
inteligencia
terrenocarinosoen que
fructificar,
y alllegar
á la ensenanzaprofesional
noserá
preciso
atraer á losjóvenes
hacia loslaboratorios,
encareciendo la
importancia
y necesidad de estudiostanapasionantes:
serán ellos mismos los que solicitarán lo que ahora desatienden, porque ahora no lo conocen, porque ahora difícilmente
podrían
conocerlo.
El mal es hondo y
hay
que remediarlo removiendo los cimien tos. La base de lapersonalidad
científica óintelectual, hay
que edificarla cuando aun estiempo:
enel nino. Más tarde la educación
personal podrá
asegurar la victoria de losescogidos, sí;
peroel gran número, el que
constituye
el verdadero nivel científicode un
pueblo,
no será nunca más que lo que lehagan
serSus
pri•
meros maestros y los
ninos
que nohayan gozado
elplacer
de lainvestigación personal,
solo por raraexcepción
serán hombresamantes deeste
trabajo.
No debo
insistir,
yaquí
pongo punto álas consideraciones queme
sugiere
lo que viene sucediendo en el Laboratorio. Es un hecho más que confirma la nulidad denuestros sistemas de educa ción y ensenanza. Deeste mismo mal adolecen en nuestro
país
todas las
profesiones
y,nunca como ahorase nos hace evidente larazón con que Fiehte
dijo
que «nohay
regeneración
nacionalposi
ble sinuna
regeneración moral,
ynohay regeneración
moralposi
bleSin unaeducación
enérgica
que se preocupe á la vezde todo elhombre y de todo el
pueblo.»
Peroquizás
es en las ciencias naturales,
y entreellas laMedicina,
donde más se echa deverja
necesidad de educar todo el hombre.
!Dichosa
lageneración
que aleanc3 á verrealizadosen nuestra tierra los deseos de Fiehte!
IIANIPULACIOI\ ES DE
ÓPTICA FISIOLÓGICA
Discurso deturno,originaldelDr. D.
JOSÉ
A.
BARRAOUER
socio numerario de la
ACADEMIA
YLABORATORIO DE CIENCIAS
MÉDICAS
DECATALUNA
y leído por el mismoenla solernle sesióninaugursl
Ir'
. ,.. ¦sc)ç
+ + + + + + +
+ + + +
,(5540.
(Y6- 4013)
`~`°(5--0
SENORES: •Ás de cinco lustros han transcurrido desde que conCar
denal,
elmalogrado Colomer, Riba,
Sullé yMolist,
Vilar y Viura
constituimos,
paraaprender manipulando,
unasociedad que llamamos El
Laboratorio,
la cualposteriormente
se reuniócon la Academia de CienciasMédicas, originándose
con esta unión laAcademia,
ante la cual vengo ácumplir
un deberreglamentario.
Con miscompaneros
acabábamos los estudios deAnatomía y
Fisiología,
saliendo del Anfiteatro y de la Sala de Disección,
animados y entusiasmados conlos conocimientosadquiri
dos. En
aquellos
venerandoslugares,
para los cuales sentimoscons tantementecarino,
respetoyagradecimiento,
estudiamos lapartede la naturaleza quenos
interesaba,
teniéndolasiempre
presente,por medio de diarias disecciones. Los estudios de
Fisiología
consistieron en unaserie de excelentes
discursos,
enlos cuales admi ramos la elocuencia del celosoprofesor;
pero así como en el aulade Anatomía
manipulamos
una y mil veces conhuesos, músculos,
nervios,
vasosyentrailas,
esperamos en vanohacerotro tanto enla de
Fisiología
con elesflginógrafo,
contar losglóbulos
sanguíneos, observar los efectos de las secciones
nerviosas,
etc., etc. Eldesengano
nos decidió á reunirnuestrosesfuerzos paraejercitar
nos enlas
prácticas
de Materia médica. Héaquí
elorigen
de ElLaboratorio.
Procediendo de
aquel
grupo departidarios
entusiastas de los estudiosprácticos,
no extranaréis el temaescogido <Manipulacio
nes de
Optica fisiológica».
Éstas
son, lo reconozco, pocoapropiadas
para
presentadas
ante unauditorio numeroso; peroprocuraré
porpo que
pido
venia á lasAutoridades,
la Academia y alpúblico.
Perosi la naturaleza del tema
requiere
vuestrabenevolencia,
mucho más la necesita mi modo de decir: mi vocación para los
trabajos
experimentales
y clínicosme ha desviado de los literarios y de loscentrosen que lucesushermosas
galas
laoratoria;
y si biendeploro
la inmensa
laguna
que supone la falta del biendecir,
y admiro y envidioaquella
perfección
de una de las máspreciosas joyas
de nuestraespecie,
no mesiento,
comomédicopráctico, obligado
porella Si echounamirada
retrospectiva
á mi vida deestudiante,
me reconozcoobligado
deudor de la Sala deDisección,
de los Laboratorios y de las
Clínicas,
yme pregunto:«?Qué
debo á la oratoria demis maestros?
?Qué
deprovecho
para lapráctica médico-quirúr
gica aprendí oyendo discursos,
que nohubieseaprendido
en los libros?
?Habría
aprendido
á curar á mis enfermosoyendo
tan sólo elocuentesperoraciones? Perdonad, senores,
estaexplosión
de mi ardiente amorpor los métodosprácticos, hija
deun convencimien toque me domina porcompleto:
me refiero á lavacuidad,
á la falsedad de nociones á que conduce la ensenanza
puramente
oral de las ciencias médicas.Trataré un asunto que por lo elemental dudo si
corresponderá
al respetoy estimaque siento por esta Academia. No ha sido empero el
capricho
miguía
en la elección: deseosignificar
que conviene al médico la tendencia de abandonar los estudios
especula
•tivos. en beneficio de
sólidos,
prácticos
ycompletos
conocimientoselementales. Si por lo elemental de mi
trabajo
consideráis que nosatisface la deuda de cortesía contraída al ocupareste sitio en so
lemne
día,
tened en cuentaque esmucho mayor eltrabajo
empleado
en llevar á caboexperimentos
venciendo las dificultadestécnicas que en discurrir sobre asuntos
científicos,
soltando laimaginación
ó narrando la crónica de la Ciencia.Me
complazco
en tributarunvotode
agradecimiento
alóptico
constructor Sr.
Ganzer,
que con sustalentos y habilidad ha fabricado esmeradamente los apara
tosdestinados áestaconferencia.
El
origen
delglobo
ocular(fig. 1.a)
se debe á laconjunción
de dos
órganos:
de lahoja
ex terna del blastodermo brotaunfoco de viva
generación celular,
formando
abultamiento;
y de la vesículacerebral unahijuela
quese
prolonga
en busca deaquél.
13
Figura 1.a.—Tresfases del desarrollo delojo.A,vesículaocular, hijue la de lacerebralanterior. 11,ecto derinodandoorigena la córnea y alcristalinoO.
21 El ectodermo forma la
córnea,
su abultamiento el cristalino yla vesícula la retina. Este desarrollo ofrece condos
orígenes
diver sosla formación deórganos
con función esencialmente distinta:córnea y
cristalino, constituyendo
por unaparte unconjunto
ordenado de
lentes,
un sistemadióptrico,
y la retinarepresentando
por otra el
órgano
receptorde laimagen
poraquel
sistema formada. Cierta cantidad de humor acuoso conserva la distancia re
cíproca
entreambaspiezas
del sistemarefringente
yuna masadehumor
vítreo,
debida á la inclusión delmesodermo,
ocupa, cual gruesagota delíquido
deinmersión,
elespacio
que separa la lente de lapantalla,
el cristalino de la retina. Elconjunto
de lentes úobjetivo
del aparatoocular,
órganode funciónfísica,
reune los rayos luminosos en una
imagen;
laretina, órgano
de función fisiológica, impresiónase
con ella y transforma las ondas luminosas enotras
nerviosas,
que sepropagan por el nervioóptico.
Suponiendo
enestadofisiológico
los diferentesórganos
queconstituyen
elglobo
ocular, la
perfección
de la vistadependerá
de la correcta construcción de los lentes y del exactoenfocamiento del
órgano
receptor: será
preciso,
para la visiónclara,
que córnea y cristalino seanlentes
irreprochables'
en cuanto á sus caracteresgeométricos,
yademás que la
retina,
en sucapaimpresionable
de conosy bastoncillos,coincida con la
imagen.
En tal estado,bien construidos loslentes,
perfectamente
centrados y la retina situada en elfoco,
elojo
esdeperfecta construcción;
losmenoresdefectos de forma ó deposición
de los lentes ocularesdisminuyen
lavista,
porque.produ
cen difusión y deformaciónen la
imagen,
y también la menguanel aumentoó disminución de la distancia que separa la retina del
cristalino,
por desenfocar el aparatoocular y formar elfoco,
noen la membrana
impresionable,
sino á distancia de ella. Ensu consecuencia los factores
ópticos
de la visión clarason tres: la forma de los lentes queconstituyen
elobjetivo,
sucentración y la situación de la
pantalla
en relación conaquél,
ó seala distancia entreel cristalino y la retina.
Prescindo del índice de refracción de los lentes
oculares,
ya que,igual
en todos los individuos, las diferencias de refracción entrelos
ojos
deben referirse tan sólo ádivergencias
de forma ó deposi
ción de los
lentes,
noá cambios desusubstancia.La córnea
separada
delglobo
ocularrepresenta unmenisco,
cuya
superficie
anteriorconvexaposee fuerte acción convergente,y la
posterior
cóncava la tiene débilmentedivergente;
mas, situadaenel
ojo, queda
neutralizada esta última por laescasa diferenciade refracciónentredicha membrana y el humor acuoso,con el cual
9?
idea de dicha membranacomo agente de
refracción,
estudiar encada caso su
superficie anterior,
que,separando
el aire deltejido
corneal,
medios de índice muydistinto,
desvía fuertemente losrayos luminosos. La forma de su
superficie
eselíptica;
se parece ála
pequella
extremidad de unhuevo,
encuyovértice,
noobstante,
se modifica la curvatura, haciéndose esférica en una
región
circular de unos4 milímetros frente á la
pupila.
Laporción
central es.férica,
llamadaóptica (1),
única que interviene en lavisión,
notiene el mismo valor entodos los
individuos,
porqueen unos esmás convexaque en otros. Laporción periférica
ó córneabasal,
de forma
elíptica,
tiene muchamenoscurvaturay otrosdefectosgeomé
tricos,
por cuyo motivo laspupilas
artificialesperiféricas
no co•rresponden,
en cuanto á resultadosvisuales,
á las esperanzas queen ellas se
fundaron,
y estosmismos defectosexplican
unapartede los trastornos visuales de la midriasis.
Los lentes de cristal tienen exacta
regularidad
de curvatura,ya que, al
girar
sobresueje
la muela desuperficie
curvaque losproduce, desgasta
el cristal de unmodo matemáticamenteigual
entodos sus puntos, resultandocon
superficie
de revolución. La lentecorneal,
cuyotejido
llama la atención por superfecta
transparencia, debiera,
en armonía con tanprecioso requisito,
hacergala
deexacta
regularidad
en sucurvatura;mas noplugo
á la Naturalezaemplear
tan cuidadoso esmero en la construcción de dichoórga
no.
Helmoltz,
al estudiar físicamente elojo,
dice que rehusaría pormal construido unaparatode
óptica
conlos defectos delojo
humano;
expresión
sobradorigurosa,
ya que noestán reunidos en cadauno los defectos todos y que la
generalidad
de bulbos lostienenen
pequeno grado,
insuficiente para disminuir la visión deunmodoconsiderable. La forma de un
órgano
en distintosindividuos,
conigualdad
de líneasgenerales,
demuestra variedad infinita en eldesarrollo de dichas
líneas;
y, si la córneaóptica
no es exacta menteigual
en todos losindividuos,
para hacerse cargo de las dife renciashay
que tener en cuentael distintogrado
del desarrollo del cráneo y lacompresión
de losórganos
vecinos: la cabezabraquiocefálica
nopuede alojar
las mismas formas oculares que ladolicoceMlica,
y la escasez del diámetro vertical de la órbitaencomparación
del horizontalpuede
oponer obstáculo al desarrollovertical de la vesícula ocular,asícomo la
compresión
que sobre lacórnea
ejercen
lospárpados.
Siaquella
membrana se desarrollase en un mediolíquido,
ó si existiera ásurededorunmoldeperfecto
que
regularizase
eldesarrollo,
tendríasiempre
curvaturaderevo23 lución.
Quien
estudie elglobó
ocular comomédico,
como anatómico,
seráindulgente
conla naturaleza y admirará elexiguo
grado de los defectos oculares, no
sorprendiéndole
las diferencias queexi.sten en el radio de la
córnea,
ya sea en los diferentes individuos,
ya en los distintos meridianos de una misma membranatransparente.
Dadas las diferencias en la forma de la curva
corneal,
y porconsiguiente
en suvalordióptrico,
será de gran utilidadpráctica
un medio sencillo para medirlo:una
queratometría
ó refractometría cornea]. El valor deun lente que
podemos manejar
aislada mente se determina formando laimagen
en suplano
focalprinci
pal,
tomando la medida de la distancia focalprincipal expresada
en centímetros y determinandocon
qué
númerose ha demultipli
car la cifra que resulte paraproducir
el metro: elmultiplicador
será el valor del
lente,
elmultiplicando
la distancia focal y 100el
producto.
Figura 2...—Banc0 de óptica.A,lámpara.A',objeto luminoso.P,lente de4illoptrian que da direcciónparalelaé. los rayos luminosos. C, piepara la vela.1),anillos des tinados ásostenerlos lentes correctora.E,sitio raraadaptarlos lentes que repre sentan la córnea y el cristalino. PyO,pantallas.
Determinaré la refracción de varios lentes sirviéndome de mi banco de
óptica (fig.
2.a),
que constade un carrilgraduado
en centímetros,
apoyado
en cuatrotornillos,
en el cualpueden
deslizarlas
piezas
necesarias para variosexperimentos.
En el extremoiz•quierdo
delaparatohay
lalámpara A,
conreflector,
cubierta detubo
metálico, ennegrecido,
que sólodeja
salir los rayos luminososporunaabertura situadaen
A',
á la cual damos formas variadas por24
metros de éste
hay
elpie B,
con un lente convergentede 4diop•
trias, que da dirección
paralela
á la luz emanada delobjeto,
porque tiene los 25 centímetros de distancia focal. Unsegundo pie,
C,
estádestinado ásostener unavela para
proporcionarnos
luzdivergen
te. El
manojo
luminoso de lalámpara,
modificado en su direcciónpor el lente
B,
representala luz emanada de losobjetos lejanos,
y la emitida por la vela C será la de los cercanos, cuya direcciónpodemos
variar,como siprocediesen
deobjetos
más ó menos cercanos, con sólocorrer el
pie
que sostiene la vela. En el extremoderecho del banco
figuran
laspiezas
necesarias para representarel
ojo
y la montura de los lentes quecorrigen
susdefectos: en Dcolocaremos los lentes correctores, en E los que
representan
lacórnea y
cristalino,
y, á lolargo
deleje
horizontal que parte delpie E,
variaspantallas
que representanposiciones
distintas de laretina,
indicándonosunaplomada
la distancia en centímetros quelas separa del lente.
Para medir unvalor
dióptrico
sólo necesito en el banco laspie
zas
A, B,
D yF,
estaúltima substituida porunapantalla
de cristaldeslustrado.Coloco en A' un
diafragma
en forma de cruz, y enD,
el cristal cuya fuerza voy á
determinar,
y fórnaase laimagen
clara de lacruz sobre lapantalla
Fponiendo
la lente á 25 centímetros:luego.
vale 4dioptrias
(25 X4=100).
Estasegunda
lente forma laimagen
desde la distancia de 50 centímetros:vale,
pues, 2dioptrias
(50 X
2 =100).
Si otra tercera debe ser colocada á unmetro, nosindica unvalor de 1
dioptria (100 X
1=100).
Conociendo el númerode la lente conocemos su distancia
focal,
y coneste dato poseemosaquél.
Pero este sistema de
medición,
llamadofacornetría (de
la pa labragriega facos lente),
notieneaplicación
clínica:nopodemos,
en
efecto, manejar
la córneacomoacabamos demanipular
conlaslentes de cristal. Por medio de la facometría determinamos áun
tiempo
el valorcompuestode la refracción de las dos curvas en relaciónconel índice del
cristal;
maspara determinar la accióndióp
trica de la córnea bastará el estudio desu curva
anterior,
variable en los diferentesindividuos,
y no habrá necesidad deinquirir
lade la
posterior,
neutralizada por el humor acuoso, nien cada casoel índice de
refracción,
por representar en todos ellosunvalorconstante; asíes que la
queratometría
clínicaqueda
reducida áunasencilla
curvimetría,
á la cualtraza camino unaobservación vulgar: examinemos la
imagen
que de unobjeto
luminoso se formasobre los
espejos
convexos,.pues al fin y alcabo,
porsubrillo yforma,
espejo
convexo eslacórnea;
observemos laimagen
de una.*
;;.•• ,
25
los ebanistas adornan
nuestros«
muebles(para
servirme deuna conocida
comparación);
y echaremos dever quesepinta
enimagen,
tanto menor cuantomayor,eslacurvatura, y tantomayor cuanto menos convexa eslasuperficie reflejante.
Unperfeccionamiento
deesta curvimetría elemental
lograríamos
con dos llamasseparadas
por una distancia
fija,
lascuales, reflejadas
vivamente por losespejos
y porconsiguiente
por la córnea, cual puntas muy visibles de un
compás-,-nos
indicarían las dimensiones de laimagen
del
espacio
entre ellascomprendido:
habría que medir elespacio
y su
imagen,
y la' relación entre ambos daría cuenta exacta de lacurvatura.
Para
comprobarlo experimentalmente
he reunidoen una tablatres
espejos
de10,
5 y 2'1,
centímetros de radio(fig. 3.a),
á loscuales presentoun
espacio
de 10 centímetros limitado por dos llamas.Figura3..—Espejosconvexos con una medida de 15milímetrop,linearenelprimero
ytercero,y hircular enel oegundo.
Fórmaseen el
primero
unaimagen
cuya mediciónarroja
2 centímetros, 1 la del
segundo
y'/,
la deltercero,existiendo
la misma relaciónentre los radios de los
espejos 10,
5, 2'/,,
que existe entrelasimágenes 2, 1,
'/„
y, estando los radios enrazón inversa•
de la curvatura, las
imágenes
lo estarán también: elespejo
másconvexoforma lamenor y el menos abombado la mayor. FácilEe
ría estableceruna lista de
equivalencias
en la queconstasela ex„
26
imagen
de esteespacio,
haciendoaplicable
elprocedimiento
átodas lascurvas
reflejantes.
Si,
examinando variassuperficies
esféricas con dos
llamas, podemos
determinar lasdiferencias de curvatura,
igual procedi
miento nos dará á conocer si unespejo
ócórnea dada tiene la mismaen toda su ex
tensión ó si la posee diferente en
regiones
distintas,
esdecir,
sirepresenta.
una superficie de revolución ó tiene defectos de cons
trucción. Tomemos el mayor de lostres es
pejos (fig.
3.a)
cuyasuperficie
esférica esperfecta:
voy á formarcon él laimagen
delespacio
que separaestasdos miras de cristaldeslustrado
(fig. 4.°),
iluminadasconlámpa
ras eléctricas. Las coloco enprimer lugar
frente al meridiano horizontal y forma ima gen de 2
centímetros; luego paralelamente
al
vertical,
y á los oblicuosdespués,
encon«trando
siempre
la misma distancia entre las dosimágenes:
porconsiguiente
tiene elespejo igual
radio de curvatura en toda suextensión,
su curva es de revolución. Este otro(fig.
5.a)
en estadode fusión frté
comprimido
verticalmenteparaaumentarenestesentidosucurvatu ra.Examinándolo
horizontalmente,
hallo12 milímetros entre las
imágenes
de lasdos
miras,
y 8tansólo verticalmente: prodúcese, pues,
imagen
menor en el meridiano más convexo; en los
oblicuos,
ladistanciaentre
miras,
queenel horizontalalcanza 12 m.m.,
disminuye
lentamentehasta
llegar
á8 enel vertical. Esta superficieno
tiene,
pues,igual
radiode.curva
turaentodossuspuntos;
no es unasuperficie de
revolución;
perotampoco puede
llamarse curva
irregular,
ya que sude formación es sistemática y tiene dos direcciones
perpendiculares
entre sí, dos meridianosprincipales,
en loscuales,
enel
vertical,
posee la curvatura máxima 8 milímetros,y en el horizontal la mínima
12, pasand.o
en los intermedios ú oblicuos dela máxima á la mínima de una manera lenta y
gradual.
Con talconstrucción tiene este
espejo
un defectoregular
yperfectamente
Figura5.'27
medible,
quepuede
expresarse diciendo: en el meridiano verticalposee unradio de 8
milímetros,
de 12 en elhorizontal,
y en losoblicuos todos los intermedios. Un tercer
espejo
ha sido deformadoen varias direcciones deun modo
irregular.
Examinándolo conlasimágenes
dereflexión,
no se prestaá unamedición exactaen virtud de la deformación de éstas. Se reconoce con el disco de Plá
cido,
el cual hace muy evidente la deformación de laimagen
desuscírculos concéntricos
(fig. 6.R).
Figura S.s.—Disco de Placidoy enimagenen una córneairregular.
Estas tres
superficies
curvas, esférica derevolución,
deformadaregularmente
éirregular,
las encontramos al examinar la córneatransparente:por
consiguiente,
cuanto acabo de decir y hacerconlos
espejos
lorepetimos
diariamenteen clínica para determinar elvalor de la córneacomo
lente,
ysumayor ó menorregularidad
desuperficie.
Una dificultad se presenta,noobstante,
consistente enla
pequehez
de lasimágenes
corneales yen la movilidad y sensibilidad del
ojo.
Debemos medir las formadas en la córneaóptica
tan
sólo,
esdecir,
en unaregión
que mide 4milímetros,
ya que nonos
importa
laexploración
de la córneabasal,
porque el iris lepriva
dedesempenar papel alguno
en lavisión,
y lasimágenes
que denuestras llamas formaríamos con un
espejo
sensible y móvil de 4
milímetros,
no lasmediríamos ciertamente ásimple
vista.Nace de
aquí
laprecisión
de asociar al curvimetroespecial
de la córneaunanteojo
de aumento,y el aparatoque de esta asociación resultase llamaoftalmómetro,
siendo el máspráctico
el de JavalySchiotz
(fig. 7.a),
que constade dos miras blanco brillantesMM',
28
fera,
limitan clara y exactamente elespacio
cuyaimagen
se hade medir. Están sostenidas por un arco que
gira
alrededor de suvértice yvadivididoen
grados
de círculo. Elanteojo
constade dosobjetivos
yun ocular(1).
Tieneademás eloftalmómetro dospiezas
de madera unidas en
ángulo
recto: lahorizontal, con
una ranuFigura7.•.--/gIV, miras. O,ocular. aW, piezaquelleva losdosobjetivosy el prisma. E, circulograduado. 1'. tornillo.
ra
metálica,
en la dual desliza elpie
que sostiene el arco paraenfocar el
objetivo;
y lavertical,
apoyo de la cabeza del obáervadoy de las
lámparas.
Al reconocer la córnea por medio de esteaparato,
pintase
por reflexión en ella elespacio
entre miras enimagen,
tanto mayorcuanto menorsea
la curvaturade la córneaexaminada. Colocarélos
espejos
en el sitio reservado á la cara delobservado,
yrepetiré
con las miras del oftalmómetro elexperimerí.
to que
practiqué
con lasvelas, prescindiendo
por razón de lasgrandes
dimensiones de losespejos
del uso delanteojo.
Unespacio
de 400
produce
laimagen
de 4 centímetrosen elprimer espejo,
de2en el
segundo,
y de 1 en el tercero.Esta medición
puede
hacerse á lainversa,
es decir: asícomohe considerado
lija
la distancia entremiras y variable suimagen,
bt
29
puedo
invertir laoperación observando
la variedadde
dimensiones que sufrirá el
espacio
entre miras para obtener con todos losespejos imagen
de la misma extensión. Hastaaquí
han Variadolasdimensiones de la
imagen: puedo
en lo sucesivo cambiar las delobjeto
conservandoaquélla igual.
Las diferencias de lasimágenes
daban el mismo resultado que darán las del
espacio:
por ambos sistemas obtendré el mismoresultado,
determinaré la misma rela ción. Para medir lasimágenes
que formaréconlosespejos (fig. 3.a),
he colocado en el centrode la
superficie
de todosellosunamedidade 15
milímetros,
y,reconociéndolos sucesivamenteconel oftalmómetro,voy á formarcon cada uno una
imagen
de 15 milímetros delespacio
entremiras,
para lo cual sólo tendré que separar ó acercarlas
miraa
entresí,
corriéndolas por el arco hasta que susimágenes coincidanconlos extremosde dichas medidas.Con elmenos convexo tengo que acercarlas miras entre
sí,
y distan tan sólo 19°yconel mediano
38°,
ysepararlos
de 76° conelmenor:luego,
cuan tomás convexo es elespejo,
tanto menorresulta laimagen,
yhay
que dar más extensión al
espacio
para queiguale
á lacíe
losdemás.Examinemoslos diferentes meridianos deun
espejo
paracono cer sies ó node revolución. Me serviré delmediano,
conel cualnecesitabaun
espacio
de 38° para formar laimagen
de 15 milíme tros en el meridiano horizontal que acabo deexaminar;
y si después
de este examendoy
la'
vuelta al arco en todasdirecciones,
reconozco todos los meridianos delespejo
yen todos ellos encuen trola misma relación: elespacio
de 38° formasiempre imagen
deiguales
dimensiones. Para hacer-estamedición
he colocado enelcentrodel
espejo
unacircunferenciablanca,
de 15 milímetros dediámetro,
en vezde unamedidarectilínea;
y,en todas las direcciones del arco, las
imágenes
de las dos mirasson tangentes á lacircunferencia: unacórnea construida con la
perfección
deesteespejo,
se llamaría córnea esférica de revolución. Examinaré eldeformado sistemáticamente
(fig. 5.a).
Formo enprimer lugar
laimagen
en el sentido horizontal y tengo que dar alespacio 36';
doy
la vuelta al arco, y en laposición
vertical necesito separarlas miras de 48° para que la
imagen
tengatambién los 15 milímetros:
existe,
pues, entre los dos meridianos, unadiferencia devr,
que enla córnea se llamarla
astigmatismo regular.
Una idea clara de este defecto nosda la
fig. 8.a, copiada,
lomismo que la núm.
20,
del Traitéd'Ophtalmoscopie,
de Rollet.Supone
que una semiesfera hueca y elástica como la córnea,representada
por las líneas de puntos,ha sidocomprimida
verticalmente,y, reduciéndose el radio de curvaturaenestesentido haau mentado
horizontalmente,
coníose echa dever enla semivesículao
30
representada
por líneas llenas. En este caso, en que el meridianovertical es más convexo, más
refringente
que los demás de la mismacórnea,
elastigmatismo
se llamaríadirecto;
si la compresión se
ejerciese horizontalmente,
seríainverso;
yoblicuosi supone.Figura S.
mor
queha
aumentado el valordióptrico
en unadirección distintade la horizontal y dela vertical. El
espejo
deformado en laposi
ción que apareceen la
fig. 5.1, reproduce
lacórnea,
afecta de laprimera
clase deastigmatismo,
quepasaría
á lasegunda
con darleuna vuelta de900 alrededor del
eje
antero-posterior,
y seria oblicuo si la vueltano fuese tan considerable.Pero me
preguntaréis:
«?Cómo
semiden lasimágenes
corneales??Cómo
nos aseguraremos de que en todas las córneas formamosuna
imagen
de las mismas dimensiones??Cómo
reemplazaremos
en el
ojo
la medida que he colocado en el centro de losespejos?»
Podríamosusarel
micrómetro,
esdecir,
undisco de cristal con uncentímetro,
dividido en 100 partes, situado en el tubo delanteojo,
donde se forma la
imagen
real delespacio,
sitio que determinare mos estudiando la sencilla marcha de los rayos luminosos en elanteojo.
Colocada la cabeza delsujeto
en el marco de madera delaparato, la córnea A ocupa el
plano
focal delprimer objetivo O,
saliendo en suconsecuencia los rayos
luminosos,
en un haz paralelo,
por la caraopuestade dicholente,
y en estadisposición
los31
ma una
imagen
real é invertida de dimensionesiguales
al objeto.
Ya que los dosobjetivos
son deigual fuerza,
la misma distancia separa el
primero
O de la córneaA,
que elsegundo
O'de laimagen,
conlo que tenemos dosobjetivos iguales,
dos distanciasfocales
iguales
y dosimágenes
tambiéniguales:
la corneal,forma(1) Prescindiendo delprisma.
Figura 9.a.—Marcha de los rayos 1.uminososen el oftalmútnetro.A, ojo observado. O,primer objetivo.P,prisma.O',segundo objetivo.A',focodel segundo objetivo.
II, ojo del observador.Para simplificar la figuraseha suprimidoel efectodel
prisma.
da por
reflexión,
que obracomoobjeto luminoso;
y la del interiordel aparato, que observamosconel
ocular, agrandándola;
consistiendo el mecanismo deeste
anteojo
en formar unaimagen
real éIgual
alobjeto
dentro de la cámaraobscura,
que representael tubodel aparatoy cerca del
ocular,
con el cual la miramos como con unlente ordinario. El micrómetropodría
colocarseenA',
en dondecoincidiríacon la
imagen
yveríamos,
al mismotiempo
queésta,
el número de divisiones que del micrómetro coge. No ha
sido,
empero, esteel sistemaadop
tado por losautoresdel oftalmómetro, y, co
piando
Helmoltz á losastrónomos,introdujo
-en Oftahnometríael sistema de medición por
DI:-medio del
prisma,
queexpondré
en brevesFigura
palabras.
Si observamos laimagen
del espa- 10.cio y de las miras con el
anteojo
tal comoacabo de describirlo
k1),
veremos lareproducción
de lafig.
10.Afladiendo entre los dos
objetivos
unprisma birrefringente
queduplique
laimagen
en el sentido delarco, en vez de un
espacio
con dosmiras
aparecerán
dos limitados porcuatro
miras,
corno en lafig.
11.Si con el
primer prisma escogido
FiguraII.
obtengo
entre las dosimágenes
deunamira la distancia
representada
en la
flg. 11,
con otro más fuerte ó másflojo
la obtendré mayor32
ó menor.
Y,
finalmentepuedo
escoger uno que separelas dos imá genes en la extensiónnecesaria,
para que la degradas
de unpar toque á la
rectangular
del otro como en lafig.
12, esdecir,
un
prisma
que establezca lo quelos astrónomos llaman
posición
de contacto. Siporejemplo
loescoge
mos de fuerza tal que las dos imá
genes de una misma mira disten
entresí 3
milímetros,
yconél séestablece elcontacto,esevidente que
la
imagen
corneal delespacio
medirá 3
milímetros;
si dicha separación de la
imagen duplicada
ha trasladado lasegunda imagen
A' de la mira degradas
A hasta tocar á11,*no
hay
duda que la distancia AB vale 3 milímetros:luego, siempre
que examinandouna córneaobtengamos
laposición
de contacto, estaremos seguros de formarsobre ella
imágenes
exactamenteiguales.
Paralograr
en un exa men clínico dichaposición,
tendremos que separarlas
miras si lacórneaes muy convexa, porque formará la
imagen
tanto menor;y acercarlas si loes menos, conociendo el observadorencada caso
la
refracción
de la córnea por el número degrados comprendidos
en el arco entre las dos miras en la
posición
de contacto: á cadagrado corresponde
unadióptrica.
Losautoresdel
aparato,valién
dose de las fórmulas
algebraicas,
determinan estaequivalencia
conexactitud
matemática; mas, tratando deesquivar
en estaconferencia el
cálculo,
he ideado un medioexperimental
que mepermita
convenceros de laposibilidad
degraduar
eloftalmómetro.de tal manera, que á
cada grado
deseparación
entre las mi•ras
corresponda
unadiopiria
de refracción en la córnea. Paraello
he construido córneas
artificiales,
consistentes'en ampollas semi
esféricas,
fabricadas contubo
de cristalsoplado
en lalámpara,
cuyacurva ha sido determinada por un molde
metálico,
y las superficies
cuidadosamentepulidas:
la anterior en forma esférica derevolución,
y laposterior
consuperficie plana.
Llenándolas de aguadestilada,
cuyo índicepuede equipararse
al de la córnea y humoracuoso, tenemosunlente
comparable
alque-forman
aquellos órga
nos oculares reunidos.
Me propongo,
seriares,
determinar por medio de la facometría el valor de unade dichascórneas,
paraaplicarla
á lagraduación
deloftalmómetro. Un
pequeflo tacómetro,
construido esmeradamente por el Sr. Ganzer(fig. 13),
consta de unapinza.A,
que sostiene lacórnea ysu
diafragma;
ygracias
áunacremalleraC,
se deslizasobre unarecta
graduada,
lo quepermite
acercaróalejar
lacórnea
33 de la
pantalla .D, indicándonos.
unagraduación
enmilímetros la distancia que separa córneaé
imagen. Voy
á realizar elexperimento,
y, acercando la córneaála
pantalla
por medio de la cremallera,observad, senores,
queseforma clara laimagen
delobjeto
luminosocuando la
regla graduada
nos marca unadistancia focal de 25 milímetros,
lo quesignifica
un valor de 40dioptrias
en la córneaartificial
(25
X 40=1000).
Para que mi oftalmómetroquede
graduado de tal modo que á cada
grado
de círculocorresponda
unaFigura13.—Facómetro. J, pinzaque Nostione In córneaartificial B. e. cremallera P.pantalla.
dioptria
en las córneas que examinemos conél,
supongamos queal
construirlo,
antesde dotarle delprisma P, (fig. 9.a),
hemos colocado la córnea artificial de 40
dioptrias
enel sitio delobservado,
y unadistancia de 40° entre las miras(fig. 7.a).
Asídispuesto
el apa rato,se escogeunprisma
que establezca laposición
de contacto,y,
provisto
de talprisma, siempre
que al examinar la córnea establezcamos
aquella posición,.á
cadagrado
del arcocorresponde
enla membrana transparente una
dioptria,
porque á 40° corresponden 40
dioptrias.
En varias ocasiones he
comprobado
el oftalmómetro con cor neas naturales adheridas congelatina
á un portaobjetos
substituyendo
el humor acuoso por medio de aguadestilada,
y,valiendome deeste facómetro he hallado en ellas el mismo valor que con
el
ofialinómetro,
EnClínicanos servimos á cada momentodel aparatode Gaval
y Schiotz -para
preguntarle
si las córneas examinadas son dere34
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meridianos, girando
el arco sobre suvértice,
ypresentando
porconsiguiente
las miras en todas direcciones á la córnea.Suponga
mosque voy á
practicar
unexamen, y que establezco el contactoen la
posición
horizontal del arco:siaquél
no sealtera en las demás
posiciones,
la córneaesderevolución,
yastigmática
si el conJacto deja
de existir. En este caso, teniendo la córnea curvaturamáxima en un sentido y mínima en otro, la reconocemos en am
bos,
yrestamos losvalores,
dándonos sudiferencil elgrado
de laanomalía corneal. Los autores del oftalinómetro
clínico,
deseando evitar alpráctico
eltrabajo
de leer en el arco los dos valores y elde
restarlos,
han dado forma escalonada á una de lasmiras,
y ácada
grada
la extensión lineal de ungrado
decírculo;
de modoque, establecidoen un casodado el contactoen el meridianomenos
refringente,
si examinamos el que lo es más, lasimágenes
de lasmiras se superponen,porque la del
espacio
que las separa será menor
(fig. 14),
y el número degradas
superpuestas indica el valordel
astigmatismo,
que en el caso representado
en lafig.
14 sería de 1'50diopt
rias.El disco
graduado
E(fig. 7)
indica la dirección de los meridianosprinci
pales,
quenosiempre
sonperpendicu
vizu:a I.laresentresí,ni
corresponden
éntodos loscasos conla horizontal y la vertical.Os ruego,
sefieres,
medispenséis
estadescripción
del oftalmómetro,
que, si bienincompleta,
resultaen este acto sobradodetallada: he tenido
empeno
en darlo á conocer por constituir unanovedad en Física y
Fisiología,
yporque sudescripción
ayuda
poderosamente
á laexposición
delastigmatismo,
y da una ideadel
grado
deperfección
que alcanza eldiagnóstico
de los defectosde refracción.
Habiendo tratado de las tres formas
principales
de la córnea,debo sefialar, aunque sólo sea de paso, el defecto de centra
ción Basta una mirada á la
fig.
15 para hacerse cargo de dichaanomalía: el
eje
de laelipse,
áquepertenece la membranatranspa rente, seconfunde conel delojo
cuando la centración esperfecta,
yconél forma
ángulo
en losojos
descentrados. Este defectopuede
combinarsecon los
anteriores,
aumentando las variedades de len tes corneales que existen sindejar
de serfisiológicas:
córnea derevolución centrada y
descentrada,córnea astigmática
éirregular,
centradas y
descentradas;
admitiendo además que lasirregula
ridades