• Non ci sono risultati.

TRATADO PRIMERO DEL ESTUDIOSO POBRE, POR

4.3 CODICI DI COMPORTAMENTO: VOLGARIZZAZIONE DEI MODELL

4.4.2.1 TRATADO PRIMERO DEL ESTUDIOSO POBRE, POR

BOVEDAD, GROSSERÍA, O CORRIMIENTO

L’impegno che Palmireno profonde nella realizzazione del progetto dedicato alla formazione del cortesano nasce dall’esigenza di sfatare un luogo comune, che vede nel letrado un individuo dotato di conoscenze teoriche, ma incapace di trasformarle in azioni pratiche:

Assí es, que las letras se estudian para que un hombre sea más avisado, prompto, affable y provechoso a su República, pero los más acrecentamos el trabajo y salimos más inútiles. Y si después de largos trabajos en los estudios, nos estamos olvidados en un rincón, no nos maravillemos, pues nos falta la parte más necessaria de Agibilibus, por lo qual vemos que unos merecen lo que no tienen, otros tienen lo que no merecen (p. 2).

Nell’espressione di un pensiero che è già moderno, perché concreto e non metafisico, Palmireno considera gli agibilia come una chiave a disposizione dell’individuo per alcançar fama e medrar, in particolare attraverso l’arte della conversazione:

Digo al fin que todas las cosas quieren plática, y que es menester después del libro tratar con la gente, y ver que mundo corre, y exercitarnos in Agibilibus. No rían y burlen de nosotros, que cavalgando en la mula ponemos el pie derecho sobre el estribo, quedando el izquierdo para poner sobre las orejas della (p. 3).

La mancata acquisizione degli agibilia condanna il letrado alla miseria, e a nulla varrà l’ingenio se non utilizzato per evitare gli «estorbos por donde viene la pobreza», che Palmireno individua in tre attributi: bovedad,

corrimiento e grossería36:

Creo ciertamente que el ser un hombre de letras bovo, grossero, corrido, frío en conversación, y enfermizo le causa probreza. No digo de perezoso, o jugador, porque esso de sí se entiende, que en qualquier officio o habilidad que pereza y juego reinan, ni honrra, ni provecho cumple aguardar. [...] No se maravillen que digo hombre de letras bovo, porque muchos he visto que decoravan bien, argumentavan mejor, y puestos en cosas del mundo parecían tontos, y siempre mal vestidos. Y si les dezía:

36 Il Diccionario de autoridades definisce il termine corrimiento come: «vergüenza, empacho»,

¿Cómo no havéis tomado tal partido que vacava? Respondían: Quia nemo nos conduxit. Bovedad me parece aguardar esso. Mira hermano, si la pobreza te viene del cielo, has la de estimar por un gran don sobre todos los thesoros, y no te contaré sus excelencias [...]. Conocerás que la pobreza te viene del cielo quando viviendo bien y suplicándolo al Señor, y siendo hábil y diligente en tu officio, no alcanças reales, pero si eres bovo y descuidado, no digas que de Dios te viene (pp. 4-5)37.

Un limite concreto all’ambizione dell’erudito è la rústica verguença, figlia della bovedad38, di cui Palmireno mette in luce gli effetti perniciosi attraverso una serie di cuentos o casos, spesso di tema autobiografico39. Questi potranno esortare l’estudioso ad acquisire una maggiore sociabilità. Il ricorso all’esperienza autobiografica, a cui Palmireno abitua il lettore fin dalle prime pagine de El estudioso de la aldea, si concretizza come esperienza del singolo, di un determinato “yo” che si impone insistentemente anche nella scrittura, rendendo attendibile e verosimile quanto raccontato. C’è in questo un’evidente corrispondenza con la prosa picaresca, che rifugge da ogni affettazione, prediligendo uno stile diretto e la selezione di un lessico denotativo.

Palmireno dichiara che i princìpi de agililibus, o remedios contro la

bovedad y grossería, sono stati trascritti dal suo personale Cartapacio, inclusi

quelli che si riferiscono all’uso de comprar e proveer la casa («de modo que no te engañen y rían de tus letras»)40. Allo stesso argomento si riferiscono i

Refranes de prudencia che l’autore estrapola sia da libri che da conversazioni,

e che il cortesano dovrà assimilare, integrandoli a partire dalla propria esperienza personale.

Palmireno riconosce all’estudioso de aldea, nella sua evoluzione

cortesana, tre possibili percorsi professionali: la medicina, la predicazione e

l’insegnamento. Come sottolinea Gallego Barnés, in ciascuna di queste attività

37 Sul tema della pobreza celestial, Palmireno suggerisce la lettura di Bernardino de Riverol,

Libro contra la ambición y codicia desordenada de aqueste tiempo: llamado alabança de la pobreza, Sevilla, 1556.

38

E. C., ed. 1573, p. 8.

39 Alcuni dei cuentos riportati nel testo sono stati raccolti da J. F

RADEJAS LEBRERO, op. cit.

“liberali”, che si contrappongono a quelle “meccaniche”41

, il cortesano dovrà conquistare con ingegno i propri clienti. Tuttavia, questi enfermos,

parroquianos o estudiantes appartengono al vulgo, «ruin juez de

habilidades»42, e per alcançar fama e medrar Palmireno consiglia all’estudioso di imparare a «dançar alta y baxa, y la que el tiempo tañere»43, affinando le strategie persuasive e comunicative, perché «no pienses que solas tus letras te darán honrra y provecho»44.

Al medico ammonisce:

No solamente con medicinas curan los enfermos, porque lo primero que ellos [los médicos] aconsejan para la salud es alegrarse, diziendo: Vitanda animi pathemata. Assí era buen uso el de Italia, que los médicos ivan con ropas de terciopelo morado, y muchos anillos, como novios, para alegrar al enfermo. Agora en España muchos dellos van sebosos y tan mal tratados que se les atreven a dar seis maravedís de ver una orina. [...] Si dizes que no está en tu mano, ni es de tu complexión, a lo menos busca invenciones con que si no por un camino, si no por otro alcances fama (p. 20).

E al teologo raccomanda:

Pero vamos a discípulos míos, que sin quererse exercitar en letras humanas, han querido correr a Theología, y después se han hallado sin auditorio, con ser muy buenos Theólogos. ¿No ponderarás que las cosas divinas, para que se entiendan del vulgo, las has de vestir de ropa humana? Pues si no tienes tal facultad, cómo lo harás? ¿A quién tantos han de oír, cómo lo escuchará tanta gente, si no les da cosa que ellos gusten? Traes apodo duro, lexos y improprio, no lo dizes con fervor, no va la materia bien atada. Si quieres traer algo de guerra, los soldados que están allí rien de quan lexos vas. Si de boticarios dizes: Havéis de saber señores, que la cámphora es una yerva de tal propriedad. Ríe el boticario, que ni lo has querido leer bien, ni aun írselo a preguntar. Si declaras un vocablo, das que reír al grammático. Quando cargas de sinónimos sin sentencia, hazes exclamaciones, meneas los braços, das que reír al Rhetórico. ¿Quién ha de tener mejor todo esto, y aun la arte militar, architectura, y cosas de navegar, que aquel a quien todos oyen, y para todos ha de aprovechar? (pp. 24-25).

41 A. G

ALLEGO BARNÉS, Juan Lorenzo Palmireno (1524-1579)…, cit., p. 240. La differenziazione tra arti meccaniche e liberali compariva anche nel De officiis di Cicerone e nel

De civilitate di Erasmo.

42

E. C., ed. 1573, p. 20.

43 Ivi, p. 47. 44 Ivi, p. 22.

Il passaggio ribadisce l’utilità dei repertori tematici, già proposti ne El

estudioso de la aldea, evidenziando la continuità di un progetto formativo che

accompagna l’aldeano fino al suo inserimento nel contesto urbano. Palmireno suggerisce altresì al theólogo di esercitarsi con la figura dell’hypotyposis, «que mueve mucho el auditorio» e lo invita a leggere la terza parte de El latino de

repente, che contiene alcuni esempi di improvvisazione.

All’humanista, nel senso di latinista, o maestro, o grammatico, Palmireno dedica un significativo numero di pagine, attingendo dalla propria esperienza professionale. Il tono è al contempo esortativo e consolatorio:

Si eres humanista, y no tienes discípulos al principio, no desmayes, que si letras tienes, y diligencia, no te faltarán (p. 25).

Successivamente, Palmireno passa ai consigli pratici:

Lo que te ruego mucho es que aunque estés muy pobre, no mudes de officio. [...] Si no ganas, o muda de orden, o de tierra, saca invenciones que te den fama. Si dizes, no soy de mí mismo agudo. No me respondas esso, porque si verdad es lo que dizen, conversa con buenos, y serás uno dellos. ¿Cómo es possible que ayas conversado con tantos doctores, que has leído, y no seas uno dellos? Tan agudos y delicados ingenios no te han apegado nada? De un rato que estuviste sentado en casa de una almizquera, sales con gran fragrancia de tu ropa, y de leer tanta cosa como en la primera parte deste libro he allegado, no se te abre el ingenio? Si el cuervo allega con gran sed a un cortijo, y vee que no puede alcançar el agua que está en medio [d]el cántaro, echa piedras dentro, hasta que el agua sube, y puede bever. ¿Tú no podrás despertar con la necessidad urgente? (p. 29).

Al racconto del corvo astuto, tratto dalla Naturalis Historia di Plinio45, Palmireno fa seguire l’episodio del pappagallo di Enrico VIII46, ulteriore aneddoto che favoleggia dell’astuzia degli animali. Come ricorda Gallego Barnés47, la notizia curiosa è ripresa anche da Cervantes ne La casa de los

45

Si veda J. FRADEJAS LEBRERO, op. cit., p. 174.

46 E. C., ed. 1573, pp. 29-30. 47 A. G

celos, e al riguardo López Estrada ipotizza che El estudioso cortesano ne possa

essere la fonte48.

Ricorrendo a digressioni autobiografiche, Palmireno descrive gli stratagemmi che gli consentirono di assicurarsi il maggior numero di studenti sia presso l’Estudi General di Valencia che durante gli anni di insegnamento all’Università di Zaragoza. In particolare, ricorda il consenso ottenuto attraverso la pratica del teatro escolar, che gli consentì di insegnare rendendo al contempo amene le lezioni49.

All’humanista consiglia la lettura delle sue Cathemerinae homiliae e,

para ser avisado, il De Prudentia di Pontano o i Moralia di Plutarco, dai quali

potrà ricavare esempi di saggezza50. Infine, introduce una sezione dedicata agli aforismi riferibili all’attività docente (Officium boni praeceptoris sequentes

Aphorismi utcunque declarabunt)51, oltre a passaggi tratti dai Consuelos di Vives e dai Prospera y adversa fortuna di Petrarca.

Il Tratado primero si chiude con una dichiarazione che rivendica ancora una volta l’originalità del progetto palmireniano in relazione all’uso del castigliano, così come era accaduto per El estudioso de la aldea. Dall’esito dipenderà una successiva edizione:

Bien me acudían en este tratado hartas cosas, y experiencias mías, y agenas, pero como es la primera cosa desta materia y argumento que ha salido en romance, he querido oír primero los votos para la otra impressión (p. 45).