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Un viaggio a ritroso nel tempo: «negra espalda del tiempo» in Todas

3. Motivi shakespeariani che ritornano: le ragioni di un approccio tematico

3.2. Un viaggio a ritroso nel tempo: «negra espalda del tiempo» in Todas

Tornando a Todas las almas, osserviamo come l‘espressione shakespeariana compaia all‘interno di una riflessione sul tempo non vissuto, su ciò che si spera possibile. Queste considerazioni sono affidate a quel Toby Rylands, amico del narratore e professore oxoniense in pensione, nominato in precedenza. Del suo passato avventuroso non si sa molto, anche se si vocifera che

403 E. Pittarello, «Prólogo», in J. Marías, Corazón tan blanco, cit, p. 6. 404 J. Marías, Negra espalda del tiempo, cit., pp. 293-294.

160 abbia fatto parte del MI5, il «servicio secreto británico». Alla limitatezza di stimoli che solitamente caratterizza la vecchiaia, Rylands oppone un desiderio immutabile di conoscenza, un‘ansia di futuro. La vastità dell‘ignoto lo rende un Ulisse inquieto e inappagato. Allo stesso tempo, però, l‘uomo riflette sulla volontà, comune a tutti, di non lasciare andare il passato. Niente è insopportabile come la sensazione di perdere quello che è stato:

Mi cabeza está llena de recuerdos nítidos y fulgurantes, espantosos y exaltadores, y quien pudiera verlos en su conjunto como yo los veo pensaría que eran suficiente para no querer más, [...]. Pero no es así, [...], te aseguro que incluso ahora sigo queriendo más: lo quiero todo; y lo que me hace levantarme por las mañanas sigue siendo la espera de lo que está por llegar y no se anuncia, es la espera de lo inesperado, y no ceso de fantasear con lo que ha de venir, exactamente igual que cuando tenía dieciséis años y salí de África por primera vez, y todo cabía, porque todo cabe en el desconocimiento. Yo he ido minando poco a poco ese desconocimiento, y, como te he dicho, siempre he ido sabiendo más de lo que sabía. Pero aun así el desconocimiento sigue siendo tan grande como para que aún hoy, con mis setenta años cumplidos y esta vida tan mansa, siga esperando abarcarlo todo y experimentarlo todo, lo insólito y lo ya probado, otra vez, lo ya probado. Existe el afán por lo desconocido y también el afán por lo conocido, uno no puede aceptar que ciertas cosas no vayan ya a repetirse. Por eso a veces envidio a Will, el viejo portero de la Tayloriana, que me llevará veinte años y sin embargo, gracias a que ya ha dejado marchar su voluntad del todo, vive en constante alegría o zozobra a lo largo del tiempo entero de su vida entera, llevándose grandes sorpresas y también repitiendo lo que ha conocido. Es una manera de no renunciar a nada, [...]. Saber que en un momento dado habrá que renunciar a todo es lo insoportable, para todo el mundo, sea lo que sea lo que constituya ese todo, lo único que conocemos, lo único a lo que estamos acostumbrados. Yo comprendo bien a quien lamenta morirse sólo porque no podrá leer el próximo libro de su autor favorito, [...]. Lo comprendo perfectamente. No es sólo que todo pueda aún darse, la noticia inimaginable, el giro de todos los acontecimientos, los sucesos más extraordinarios, los descubrimientos, el vuelco del mundo. El revés del tiempo, su negra espalda... Es también que son tantas las cosas que nos retienen405.

In questo caso l‘inserimento poetico di «el revés del tiempo, su negra espalda» è una metafora del divenire immaginato, il frutto di quelle stesse fantasie che nutrono e moltiplicano i «se» ipotetici del passato.

Rispetto a Todas las almas, l‘espressione shakespeariana ritorna con maggiore frequenza in Mañana en la batalla piensa en mí, la cui storia, significativamente, «se desarrolla en la frontera con la ―negra espalda del

161 tiempo‖», l‘immagine che «expresa el revés de todo lo que existe, algo tan amplio como por ejemplo lo incógnito, pero también lo descartado o lo incumplido»406. Il narratore, Víctor Francés, vaga in questa oscura dimensione temporale, constatando che «el mundo depende de sus relatores» e le parole, insieme al silenzio, hanno il potere di modificare radicalmente la realtà.

La prima volta in cui viene utilizzata in Mañana en la batalla piensa en mí, l‘espressione shakespeariana «negra espalda del tiempo» fa riferimento a una dimensione che è contemporaneamente temporale e spaziale: è il luogo virtuale che Marta, ormai morta, d‘ora in poi occuperà nella mente del narratore. Mentre ne contempla il corpo esamine, Víctor ascolta il messaggio che un amante dai modi prepotenti, contattato prima di lui, le lascia in segreteria. Così, sentendosi un ripiego, immagina i numerosi appuntamenti saltati prima di far ricadere la scelta su di lui. Successivamente, però, si sente ingiusto nei confronti della donna e la sua attenzione si concentra sull‘incompiutezza della frequentazione con Marta. Così, inizia a pensare alla convivenza, nella sua coscienza colpevole, del possibile e dell‘irrealizzato, di ciò che potendo essere, invece non è stato:

¿Cuántos hombres habrás preferido, a cuántos habrás llamado para que vinieran a acompañarte y a celebrar tu noche de soltería o de viuda? [...] o tal vez soy injusto y he sido tan sólo el segundo en la lista, pobre Marta, el que podría haber desplazado al primero tan imperativo si la noche hubiera sido en verdad inaugural, la primera de tantas otras que nos habrían llevado a entretenernos ante mi puerta con los saturadores besos de los amantes al despedirse, la primera de tantas otras que ya no aguardan en el futuro sino que sestearán para siempre en mi conciencia incansable, mi conciencia que atiende a lo que ocurre y a lo que no ocurre, a los hechos y a lo malogrado, a lo irreversible y a lo incumplido, a lo elegido y a lo descartado, a lo que retorna y a lo que se pierde, como si todo fuera lo mismo: el error, el esfuerzo, el escrúpulo, la negra espalda del tiempo. ¿Cuántas otras llamadas así habrás hecho a lo largo de tu vida ya entera, de la que me diste a conocer el término pero no su historia? No la sabré nunca. Aunque haré memoria, en el revés del tiempo por el que ya transitas.'407

La seconda comparsa dell‘espressione è usata dal narratore per riflettere su ciò che ignoriamo e, allo stesso tempo, ci riguarda da vicino. Mentre osserva il bambino di Marta, addormentato e indifeso nella sua cameretta, Víctor pensa

406 E. Pittarello, «Prólogo», in J. Marías, Mañana en la batalla piensa en mí, cit., p. 7. 407 J. Marías, Mañana en la batalla piensa en mí, cit., p. 64. Il grassetto è mio.

162 all‘oblio a cui sono destinati gli eventi che, senza saperlo, condizionano la nostra esistenza. L‘infanzia, proprio come nei ricordi evanescenti di Miranda ne La tempesta, è il regno incontrastato dell‘inaccessibile, un‘ampia voragine gnoseologica.

Todo es para todos como para él yo ahora, una figura casi desconocida que lo observa desde el umbral de su puerta sin que él se entere ni vaya a saberlo nunca [...]. Es tanto más lo que sucede a nuestras espaldas, nuestra capacidad de conocimiento es minúscula, [...] no podemos estar más que en un sitio en cada momento, e incluso entonces a menudo ignoramos quiénes nos estarán contemplando o pensando en nosotros, quién está a punto de marcar nuestro número, [...] quién de arrojarnos al revés del tiempo o a su negra espalda, como pienso y contemplo yo a este niño sabiendo más de él de lo que él sabrá nunca sobre el que fue esta noche. Yo debo ser eso, el revés de su tiempo, la negra

espalda...408.

In quest‘occasione il narratore giunge a identificarsi con la «negra espalda del tiempo», diventa la personificazione del tempo onnivoro che si nutre di vita, ma allo stesso tempo, quasi arrogandosi diritti divini, protegge dalla scoperta e dal dolore.

In seguito, Víctor ricorre nuovamente all‘immagine poetica shakespeariana durante l‘incontro con la prostituta che scambia per Celia, l‘ex moglie. Ora la frase diventa sinonimo di stravolgimenti e repentini cambi di fortuna: il tempo non è solamente indecifrabile, è anche capriccioso; si impone come una forza centrifuga a cui è impossibile opporsi.

La conversación no resultaba fácil, quizá era mejor continuar en silencio. Pensaba que era Celia un momento y que podíamos dejar de disimular y hablar de todo o de lo de siempre o interrogarnos abiertamente, y al siguiente pensaba que no podía ser ella y que se trataba sólo de uno de esos parecidos extraordinarios que sin embargo se dan a veces, como si fuera ella con otra vida o historia, la misma persona a la que hubieran trocado de niña en la cuna como en los cuentos infantiles o en las tragedias de reyes, el mismo físico con otra memoria y con otro nombre y otro pasado en el que yo no habría existido, [...]. Aunque tampoco hacía falta tanto para explicárselo, la frontera es delgada y todo está expuesto a los mayores vuelcos -el revés del tiempo, su negra espalda-, los hemos visto en la vida como en la novela y el teatro y el cine, escritores o sabios mendigos y reyes sin reino o esclavizados, príncipes encerrados en torres y asfixiados por una almohada, suicidados banqueros y beldades convertidas en monstruos tras ser

163 arrasadas por vitriolo o por un cuchillo, nobles sumergidos en tinajas de nauseabundo vino e ídolos de las multitudes colgados de los pies como cerdos o arrastrados por un caballo, desertores convertidos en dioses y criminales en santos, ingenios reducidos a la condición de borrachos obtusos y tullidos coronados que seducen a las más hermosas sorteando su odio o aun transformándolo; y amantes que asesinan a quienes los aman. El filo es delgado y basta un descuido para caer del lado del que se está huyendo, porque en todo caso corta el filo y se acaba por caer de uno u otro, al poco tiempo: basta con echar a andar e incluso basta estar quieto409.

I cambiamenti e le sventure, come sottolinea l‘ultima parte del brano citato, avvengono a prescindere dalla nostra volontà: le disgrazie si innescano anche nella più mortifera e rassicurante inazione.

Successivamente, l‘enunciato viene inserito in un‘amara riflessione sugli innumerevoli segreti che manteniamo per vergogna di quello che siamo e da cui, nella vecchiaia, desideriamo liberarci per la fatica nel conservarli. Ciò accade perché riferiamo ad alcune persone dettagli che, invece, nascondiamo ad altri. Così, decisi a muoverci nell‘ombra, abbiamo bisogno di una buona memoria per non svelare verità sepolte. Azioni e intenti vengono volontariamente confinati nella «negra espalda del tiempo», la storia personale taciuta a cui solo pochi prescelti hanno accesso.

Pero también es cierto que a medida que pasa el tiempo y nos hacemos viejos es menos lo que se oculta y más lo que recuperamos de lo que fue una vez suprimido, y es sólo por la fatiga y la pérdida de la memoria o la vecindad de ese término, la clandestinidad y el secreto y la sombra exigen una memoria infalible, recordar quién sabe qué y quién no sabe, en qué hay que disimular ante cada uno, quién está enterado de cada revés y cada envenenado paso, de cada error y esfuerzo y escrúpulo y la negra espalda del tiempo410.

In questa occasione, dunque, cambia nuovamente la prospettiva che inquadra l‘immagine shakespeariana: «el revés del tiempo» non rappresenta solo la quantità di informazioni che ci riguardano e di cui non disponiamo, un‘ignoranza passiva e inconsapevole, ma diviene anche una scelta attiva, un‘affermazione di volontà, quando decidiamo cosa rendere noto di noi.

409 Ivi, pp. 207-208. Il grassetto è mio. 410 Ivi, p. 221. Il grassetto è mio.

164 In conclusione, negli ultimi inserimenti della frase shakespeariana si ritorna a considerare la figura del narratore rispetto al figlio di Marta: compare così inevitabilmente l‘associazione fra Víctor e la «negra espalda del tiempo». Dopo avere seguito di nascosto Luisa, la sorella della defunta, l‘uomo, riconosciuto da Eugenio, è costretto a rivelarle la propria vera identità. Luisa, al di là dell‘iniziale sorpresa, non mostra un‘eccessiva ostilità, anzi, sembra sedotta dalle attenzioni riservatele dal narratore. Questa reazione porta Víctor a ipotizzare, nel caso in cui il marito di Marta non voglia occuparsi del figlio, una vita con lei e il bambino, per il quale potrebbe così smettere di essere un‘ombra indistinta del passato:

[...] Luisa sentía halago, yo la había seguido y la había espiado, me había tomado interés y molestias por ella, [...]. 'Qué fácil es seducir a cualquiera o ser seducido', pensé 'con qué poco nos conformamos', y me sentí seguro y a salvo, desapareció mi rubor y mi azoramiento, y aún pensé más, pensé lo que sólo unos segundos antes no se me habría ocurrido por nada del mundo: 'Si Deán renunciara a vivir con su hijo y se lo quedara Luisa en su casa este niño podría acabar siendo casi mío si yo quisiera, y entonces yo no sería para él lo que he creído que era desde el principio, una sombra, nadie, una figura casi desconocida que lo observó unos instantes desde el umbral de su puerta sin que él se enterara ni fuera a saberlo nunca ni fuera por tanto a poder acordarse, los dos viajando hacia nuestra difuminación lentamente. No sería ya eso, el revés de su tiempo, la negra

espalda. O sí lo sería pero no sólo eso sino también más cosas, la parcial

sustitución de su mundo condenado y perdido, la secreta y compensatoria herencia de una noche funesta, la figura vicariamente paterna -el usurpador en suma-, los dos viajando hacia nuestra difuminación lo mismo, pero todavía mucho más lentamente y con más tarea para el olvido que aguarda. Y así quizá podré hablarle un día del que él fue esa noche.'411.

Eppure, la possibile rivelazione della verità è un‘ipotesi destinata a svanire presto: nelle pagine finali leggiamo che a Eugenio sarà precluso il racconto della notte che ha sconvolto la sua vita. Come accade normalmente, tutto si convertirà in silenzio: per lui non esisterà né la cena in cui la madre era in compagnia di uno sconosciuto, né il viaggio a Londra del padre con l‘amante, Eva. Il finale del romanzo rimarca con forza le frontiere della nostra conoscenza.

Cuando las cosas acaban ya tienen su número y el mundo depende entonces de sus relatores, pero por poco tiempo y no enteramente, nunca se sale de la sombra del todo, los otros nunca se acaban y siempre hay alguien para quien se encierra

165 un misterio. Ese niño no sabrá nunca lo que ha sucedido, se lo ocultarán su padre y su tía y se lo ocultaré yo mismo y no tiene importancia porque tantas cosas suceden sin que nadie se entere ni las recuerde, o todo se olvida y prescribe. Y cuan poco va quedando de cada individuo en el tiempo inútil como la nieve resbaladiza, de qué poco hay constancia, y de ese poco tanto se calla, y de lo que no se calla se recuerda después tan sólo una mínima parte, y durante poco tiempo: mientras viajamos hacia nuestra difuminación lentamente para transitar tan sólo por la espalda o revés de ese tiempo, donde uno no puede seguir pensando ni se puede seguir despidiendo: 'Adiós risas y adiós agravios. No os veré más, ni me veréis vosotros. Y adiós ardor, adiós recuerdos'. 412

A prevalere è di nuovo la disillusione e l‘accettazione passiva di forze esterne che controllano la vita. Forse sarà possibile contrastare per un po‘ l‘oblio, ma la battaglia non potrà mai essere vinta, dato che, come osserva il narratore, «nunca se sale de la sombra del todo»: la «negra espalda del tiempo» è il regno intramontabile e sconfinato di impossibili memorie.