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LA LOTTA PER LA SACRALIZZAZIONE DI FRANCO

1.2 Ideologia e organizzazione della propaganda dei sollevati Un rapporto della Segretaria di Stato del Vaticano scritto prima dell’inizio

1.2.1 La ideologia dei ribell

Nel precedente articolo la parola “crociata” non aveva una connotazione religiosa; è interessante notare che in questo periodo, da agosto ad ottobre 1936, la parola crociata assume per i “nazionali” un definitivo significato religio- so. Nel mese di agosto 1936 il fattore religioso, pur essendo menzionato, non era al centro delle legittimazioni che i “nazionali” portavano come giustificazione della ribellione e della guerra.

Un altro esempio si trova nel discorso pronunciato il 2 di agosto 1936 dal tenente colonnello comandante militare, Francisco Peón, in cui si menziona ri- petutamente che la Spagna era “madre amantísima de todos nosotros”, sottoli- neando che quei patrioti “ofrendaron su vida a la Patria fertilizando con su san- gre los campos de batalla” e “acendrado amor a la madre España”, per poi con- cludere: “el movimiento salvador [...] está alcanzando las cumbres de la definiti- va redención de la madre España”79. Nella dichiarazione che Franco fece a un

giornalista portoghese, e che il giornale Eco di Santiago riportò l’11 agosto 1936, si elencarono gli obiettivi iniziali del movimento:

77 RAGUER Hilari, La pólvora y el incienso. La Iglesia y la Guerra Civil española (1936- 1939), op.cit, pp.78-104.

78 Admirable cruzada, (1-VIII-1936), El Eco de Santiago, p.1

Este movimiento no es una lucha de ideas sino un movimiento nacional. Vamos a una dictadura militar hasta acabar con la barbarie [...] Este movimiento debía estallar en agosto [de 1936], pero la complicidad del Gobierno de Madrid con otros elementos para promover en España una revolución comunista, a fines de julio, obligó al Ejército a lanzarse a este movimiento para salvar a la Patria.

Il giornalista chiese quale fosse la missione del movimento militare e Franco rispose che si doveva salvare la Spagna dall’imbarazzo e dal caos in cui era immersa, rispettando l’ordine, l’autorità e i sentimenti religiosi. Sebbene l’ul- tima parte dell’intervista non sia molto importante per capire il “freddo” approc- cio all’argomento religioso, ci può dare un’idea del pensiero di Franco. Il giorna- lista domandò se la dittatura sarebbe stata a lungo termine, Franco rispose ne- gativamente, precisando che sarebbe dipeso dalla resistenza di alcuni organi- smi statali. E poi aggiunse:

[...] Madrid se rendirá por hambre y sed o por alguna revuelta interna. Quiero evitar en lo posible que haya muchas muertes [...] necesitamos ahorrar vidas que son necesarias para trabajar por el engrandecimiento de España [...]80

Tuttavia, sul quotidiano El Eco di Santiago il 14 agosto apparve un pro- clama di Franco, lanciato dagli aerei su Madrid nel quale si sottolineava la paro- la “fraternità”, uno dei pilastri della trilogia “demoniaca” della Rivoluzione Fran- cese, inoltre, a differenza delle dichiarazioni alla stampa portoghese, dimostra- va un approccio verso i madrileños più “umano”.

[...] en la España grande que nosotros forjaremos habrá un proletariado engrandecido y dignificado; la fraternidad humana será efectiva [...] El movimiento nacional os abre sus brazos como a hermanos, pues nos causa dolor el que vayan perderse inútilmente vuestras vidas, necesarias al progreso y a la grandeza de la nación. ¡Viva España! ¡Viva el honrado pueblo español!81

Il mese successivo Franco tornò sui suoi passi e, con una decisa minac- cia, esortò il popolo di Madrid a rinunciare alla guerra e sconfiggere il Governo Repubblicano. Il giornale El Eco de Santiago pubblicò una nota definita: La proclama del glorioso general Franco a los madrileños:

80 Declaraciones del General Franco, (11-VIII-1936), Eco de Santiago, p.1

81 El General Franco dirigió una alocución a los madrileños invitándoles a rendirse, (14-VIII-

[...]Si los madrileños no obligan al Gobierno y a los jefes marxistas a rendir la capital sin condiciones, declinamos toda la responsabilidad por los grandes daños que nos veremos obligados a hacer para vencer por la fuerza esa resistencia suicida [...] Sabed madrileños, que cuanto mayor sea el obstáculo mayor será por nuestra parte el castigo82.

Un altro passo in avanti verso la crociata religiosa fu un discorso del ge- nerale Mola, nel mese di agosto 1936, al popolo castigliano. Mola parlò della croce, e quindi, almeno implicitamente, si superò l’incertezza iniziale degli scopi della rivolta:

[...] edificar un Estado grande, fuerte y poderoso que ha de tener por galardón y remate allá en la altura de la cruz de amplios brazos, señal de protección para todos. Cruz sacada de los escombros de la España que fue, pues es la cruz, símbolo de nuestra religión y nuestra fe, lo único que ha quedado a salvo entre tanta barbarie que intenta teñir para siempre las aguas de nuestros ríos con el carmín glorioso y valiente de la sangre española83.

Nonostante l’apertura verso gli argomenti religiosi durante il mese di ago- sto, è da evidenziare un discorso di Franco del 1° ottobre che dimostra un certo anacronismo e la mancanza di sincronizzazione con il resto delle posizioni dei generali ribelli che ormai avevano fatto proprio il discorso religioso, il discorso di unione “trono-altare”:

El Estado, sin ser confesional, concordará con la Iglesia Católica, respetando la tradición nacional y el sentimiento religioso de la inmensa mayoría de los españoles, sin que ello signifique intromisión ni reste libertad para la dirección de las funciones específicas del Estado84

La principale fonte di legittimazione goduta dai “nazionali” fu quella reli- giosa, giacché poterono intrecciare un discorso che unificava la religione cattoli- ca con la storia, entrambe fondamentali componenti delle tradizioni più profon- de dell’essere di Spagna. Ancor più, la religione si unì con la figura del “caudillo”, considerato un “inviato provvidenziale”. Lo stesso giorno in cui Fran-

82 La proclama del glorioso general Franco a los madrileños, (10-IX-1936), El Eco de

Santiago, p.1.

83 RAGUER Hilari, La pólvora y el incienso. La Iglesia y la Guerra Civil española (1936- 1939), op.cit. pp.86 e 87. Raguer riproduce a DÍAZ-PLAJA Fernando, La guerra de España en sus documentos. El siglo XX. La guerra (1936-1939), Faro, Madrid, 1963, pp.189-191.

84 Discurso-programa al pueblo español, pronunciado por el jefe del Estado en Burgos, el día 1 de octubre de 1936, La Gaceta del Norte, (1-X-1937), s/n. Anche in BOTTI Alfonso, Iglesia y totalitarismo: el caso español (1936-1939), (pp.31-55), op.cit.

co lesse il controverso discorso, il giornale El Eco de Santiago pubblicava un articolo non meno conflittuale contro le dignità ecclesiastiche intitolato Unidad y catolicidad. Interessante riportare alcuni passi per capire come la Falange, sot- tilmente, aveva iniziato questa competizione per gli spazi di potere contro la Chiesa85.

No se olvide este hecho. Somos hijos de la Roma Imperial. Sin unidad de raza, ni de cultos, ni de costumbre, ni de clima fué Roma al conquistarnos la que nos dió un principio de unidad nacional con sus leyes, con su idioma, con la organización en colonias y municipios. Pero esta primera unidad era más aparente que real, y fué después la Iglesia católica la que con la unidad de fe hizo de España una verdadera nación.

Riferimento a Roma e alla Chiesa. L’Italia in quei tempi era sinonimo di fascismo e la Falange necessitava di entrambi per attuare la sua peculiare idea di “Cattolicesimo imperiale”:

Y Dios nos concedió la victoria dándonos el destino más alto entre todos los destinos de la historia humana [...] Dichosa edad aquella en que España era o se creía el pueblo de Dios y cada español, cual otro Josué, sentía en sí fe y aliento bastante para derrocar los muros al son de las trompetas, o para atajar al Sol en su carrera. Así, dentro del Catolicismo se forjó la unidad y la catolicidad: Primero la unidad de la Patria, después la catolicidad o universalidad de España, que realizó la obra más colosal que vieron los siglos, y no lucho por un pedazo de terreno o por conquistar mercados, sino por el reinado de Cristo en la tierra [...] La cruz y la espada hicieron de nuestra Patria la nación más respetable, más

85 Per quanto riguarda i rapporti tra Chiesa e Stato "nazionale", e tra Chiesa e guerra si

propongono i seguenti lavori: RAGUER Hilari, La espada y la cruz (La Iglesia, 1936-1939), Bruguera, Barcelona, 1977; HERNANDO, Bernardino, Delirios de Cruzada, Ediciones 99, Madrid, 1977; RUIZ RICO Juan José, El papel político de la Iglesia católica en la España de

Franco (1936-1971), Tecnos, Madrid, 1977; TELLO Lázaro, Ideología y política. La Iglesia católica española, 1936-1959, Libros Pórtico, Zaragoza, 1984; GÓMEZ PÉREZ. Rafael, El franquismo y la Iglesia, Rialp, Madrid, 1986; SÁNCHEZ José, The Spanish Civil War as a religious tragedy, University of Notre Dame Press, Notre Dame, 1987; ÁLVAREZ BOLADO

Alfonso, Para ganar la guerra, para ganar la paz. Iglesia y guerra civil (1936-1939), Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, 1995; CASANOVA Julián, La Iglesia de Franco, Temas de Hoy, Madrid, 2001; de SANTA OLALLA SALUDES Pablo Martín, De la Victoria al Concordato. Las

relaciones Iglesia-Estado durante el “primer franquismo” (1939-1953), Ediciones Laertes,

Barcelona, 2003. Sono interesanti alcuni capitoli a articoli: FERNÁNDEZ GARCÍA Antonio, La

Iglesia y la Guerra Civil (pp.37-74), Studia Historica, 4, 1985; MIRET MAGDALENA Enrique, Catolicismo y franquismo (pp.67-75), Historia 16, 115, 1985; ÁLVAREZ BOLADO Alfonso, Guerra civil y universo religioso. Fenomenología de una implicación, Miscelánea de Comillas,

85-87-90-92-94-98, 1986-1993; MOLINER PRADA Antonio, La Iglesia española y el primer

franquismo (pp.367-384), Hispania Sacra, 91, 1993; RODRÍGUEZ GONZÁLEZ José, La Iglesia católica ante la sublevación militar de julio de 1936: la provincia de León (pp.205-222), Estudios

Humanísticos, 16, 1994; SÁNCHEZ JIMÉNEZ José, La jerarquía eclesiástica y el Estado

franquista: las prestaciones mutuas (167-186), Ayer, 33, 1999; SEVILLANO CALERO

Francisco, La delimitación del "espacio católico. Reflexiones y proyectos en el Nuevo Estado

franquista, 1936-1946 (pp.51-74) in SÁNCHEZ RECIO Glicerio, La Internacional Católica. Pax Romana en la política europea de posguerra, Biblioteca Nueva, Madrid, 2005.

noble y más grande de Europa [...] es España tu Madre […] es un regalo que has recibido de Dios […] Nosotros, los hombres de la Falange, no cambiaríamos nuestra Patria por nada del mundo. Ser españoles es ser hijo predilecto de Dios86.

Senza rinunciare alla fede, la Falange avversò la Chiesa con varie provo- cazioni, cercando di sostenere un peculiare cattolicesimo, dove “sus capitanes iban acompañados de misioneros”, che rende l’idea di Impero che supera o cer- ca di inglobare il cattolicesimo tradizionale. Questo si ripete nell’arco di tutta la guerra e negli anni successivi (fino al 1943): uno Stato cattolico, ma senza un effettivo intervento negli affari politici da parte della Chiesa e Franco come una rappresentazione vivente della Patria e della Spagna (“tu Madre”). Man mano che passavano le settimane, la Falange consolidò l’idea di Franco-Patria, come se fosse una divinità emersa dalle viscere della Spagna perché lui, come un al- tro Giosuè, poteva “derrocar muros o atajar el sol”87.