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2.1 Epoca coloniale

2.1.2 L’istruzione delle donne saharawi: l’operato della Sección Femenina

L’istruzione delle donne saharawi in epoca coloniale è affidata all’operato della Sección Femenina della Falange Española.137 Alla fine degli anni ’50, questa riceve l’incarico ─ la “missione”, in gergo franchista ─ di intervenire nella politica educativa della “provincia nr. 53”, usufruendo di sovvenzioni governative da investire in un programma di “promozione della donna saharawi”, estendendo l’esperienza acquisita in patria circa la gestione delle dinamiche di genere.138 A tal proposito, riferisce Blasco:139

Importante [es el papel de] la mujer, en cuanto que a ella corresponde la crianza y, por ende, la primera educación. Es decir, será ella quien lleve adelante el proceso evolutivo de cambio; o, cuando menos, en gran parte de ella dependerá su puesta en marcha o su retraso [...] A esta evolución [el hecho de no poderse resistir el Sahara al ritmo evolutivo experimentado por la sociedad] [...] podemos llamarla [...] “aculturación o transculturación” [...] lo que queremos expresar es que, por obra y gracia de los contactos habidos con las sociedades colonizadoras -portadoras de la técnica y del modo de ser europeo-, estos pueblos han sufrido un

137 Per un approfondimento circa l’intervento della Sección Femenina nella provincia sahariana, vedasi

Bengochea (2012a, 2012b, 2016).

138 La Ley de Enseñanza Primaria del 1945 promuove un’istruzione incentrata su quelle discipline rivolte

a migliorare la vita all’interno dello spazio domestico e a iniziare la donna alle attività circoscritte a tale spazio: “La educación primaria femenina preparará especialmente para la vida del hogar, artesanía e industria domésticas” (Art. 11) (Colección Legislativa, 1944-1945, pp. 838-886). Aggiunge Bengochea: “Las mujeres debían atender a su familia en el hogar, pudiendo acceder al trabajo solamente como complemento del salario masculino” (2016: 213).

Circa i principi cardine della Sección Femenina della Falange Española,costituita nel 1934, e delle JONS riferiscono Morales, Vieitez: “La Sección Femenina del Partido Político Falange Española y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) es conocida por la labor desempeñada durante la larga etapa franquista para hacer de la mujer española -así siempre indicada, en singular-, el baluarte del hogar y de la Patria” (p. 120). E più avanti riportano: “[...] había que despertar en ellas [las mujeres saharauis] ante todo conciencia de su importancia en cuanto mujeres y hacerlo a través de su condición de madres [...] despertar en la mujer nativa un sentido de utilidad en su vida, inculcándole la importancia que tiene el trabajo que sale de sus manos, y la participación en todas las cosas que se refieren a la familia” (2014: 129).

139 Lo studioso s’interessa al processo di “acculturazione” della mujer saharaui conducendo i propri studi

sulla base dell’esperienza con le alunne del Colegio Menor de Sección Femenina e gli alunni di entrambi i sessi del Instituto de Enseñanza Media “General Alonso”. Nello specifico, si dedica all’analisi delle differenze psicolnguistiche di base del popolo saharawi (in quanto transculturado o aculturado), in generale, e della donna saharawi, in particolare.

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proceso, un despertar del sueño letárgico en que hasta hace muy pocos años estaban sumidos (1972: 141).

Le falangistas decidono pertanto di incidere sulla “politicizzazione” della società saharawi, a seguito del notevole cambiamento delle relazioni di genere, risultato della sedentarizzazione imposta dalla potenza coloniale:140

La sedentarización supuso nuevas prácticas sociales en las que el papel de la mujer se vería rebajado: parte de la responsabilidad de esta dinámica la tenían las políticas metropolitanas guiadas por ciertos estereotipos de género que debían ser aplicados sobre la población local (Bengochea, 2013:122).

I principi cardine di tale intervento si riassumono nei termini empoderamiento, promoción, educación de las mujeres: donne “difficili” e “problematiche”, con una mentalità ben diversa da quella delle mujeres nacionales (Morales, Vieitez, 2014: 118- 121). Obiettivo ultimo è qualificare le donne autoctone per le mansioni più elementari, “sobre todo en algo de artesanía y en industrias rurales con el material natural que allí tienen: lana de camello, curtido de piel de camello y cabra, fabricación de esteras, etc.141” e, più in generale, “en todo lo referente a la preparación de la mujer como: ama de casa, madre y ayuda al hogar, artesanía e industria rural” (Bengochea, 2016: 155-217). Riferisce Blasco:

En este mundo en transformación, la educación no es solamente un modo de transmisión de la cultura, prepara también a un porvenir siempre en evolución, desconocido. Y la mujer tiene el mismo título que el hombre para afrontar este porvenir, y en su calidad de madre no puede criar niños con los conocimientos tradicionales adquiridos de generación en generación [...] (1972: 211).

Nello specifico, da quanto riportato circa le prerogative dei Círculos de juventudes: “tenemos que lograr que con esta formación que vayan recibiendo las niñas indígenas, consigamos en ellas una educación que las haga capaces como futuras madres de elevar la vida de estas provincias y de dirigir dentro de unas generaciones, por si mismas todas estas actividades” (in Bengochea, 2016: 218).

Al 1963 risale l’insediamento della prima Delegación Provincial della Sección Femenina ad El Ayoun, presieduta da Concha Mateo, delegata provinciale (dal 1964 al 1972) e docente di Enseñanzas del Hogar. Seguirà la Delegación Local di Villa Cisneros per poi estendere la presenza della Sección alle località di Smara, Aargub e La Güera.

140 §1.4.1.

141 In tal senso, si presenta un progetto che coinvolge la Delegación Provincial di Las Palmas nell’istituzione

di una Obra Social de Ayuda al Hogar, pur disponendo di poche informazioni circa la situazione della provincia. La Obra Social permetterà di “aumentar los ingresos familiares con el trabajo de la mujer hecho en el hogar y a horas compatibles con sus obligaciones caseras”, cercando di inserire le donne saharawi nella logica della produzione capitalista, accedendo al mercato lavorativo da una posizione complementare a quella del lavoratore uomo ed “en tanto que elemento folclórico” (Bengochea, ibid.: 191).

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Nel settembre del 1964, si inaugura la prima Escuela-Hogar, pensata per ospitare 28 alunne e offrire dei corsi appositi presso l’Instituto de Enseñanza Media di El Ayoun. Riporta Bengochea: “El centro estaba edificado en el estilo característico de la arquitectura colonial y contaba con aulas de labores, cocina y “teórica”; biblioteca- despacho y un servicio de ducha con agua caliente. Anexo se encontraba el Círculo de Juventudes así como la casa de los conserjes” (ibid.: 165). Ogni centro – Villa Cisneros e Smara, in primis – comincerà quindi a contare sulla presenza di una o due volontarie della Sección Femenina e delle infrastrutture messe a disposizione dei governatori: l’idea è quella di crescere in numero e servizi.

Nel 1975, El Ayoun vanta una Escuela-Hogar per donne saharawi, un Círculo de Juventudes, un asilo nido, un centro sociale, una Escuela-Hogar internado e una scuola di formazione professionale nella quale si svolgono laboratori di Corte y Confección Industrial. Presso il centro di Villa Cisneros si registra la presenza di: una Escuela-Hogar per donne saharawi, un Círculo de Juventudes e un centro sociale. Nei centri rurali dell’interno (Daora, La güera, Bu-Craa), la Sección Femenina interviene mediante l’istituzione di Cátedras Ambulantes142 (1972) (Bengochea, 2012a: 52).

Al contempo, tra le attività realizzate dalle falangiste si annovera la raccolta e codificazione del “folclore español” mediante cori e gruppi di danze popolari, l’amministrazione del servizio civile – in ospedali e strutture delle Sección – e la formazione di quadri dirigenti (Bengochea, 2016: 150).

Come riportato sempre da Bengochea, l’intervento della Sección Femenina è giustificato dal considerare la società saharawi come bisognosa d’aiuto: “de este modo, se deslegitimó las labores que realizaban las mujeres saharauis, mostrándolas como eternamente ociosas y negligentes en lo que a su hogar y su familia, principios rectores de la organización, se refiere” (Bengochea, ibid.: 206).

Le difficoltà, legate alla mancata padronanza della lingua hassania ed estraneità a usi e costumi locali non sono di poco conto: “la niña saharaui hasta ahora no se había incorporado voluntariamente a la Escuela y fue necesario interesar familia por familia, padre por padre, para que las dejaran asistir” (Bengochea, ibid.: 236). La maggior parte delle donne saharawi non parla spagnolo e inizialmente non assume comportamenti consoni al contesto istituzionale falangista:

142 Stando a quanto riportato da Bengochea, presso le strutture delle Cátedras Ambulantes di Smara,

Aargub, Daora e La güera si impartono corsi di lavori domestici, puericultura, nozioni matematiche e incontri settimanali di bon ton (2016: 194).

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arrastraban sillas, ponían los pies descalzos encima de las mesas para coser, se tumbaban cuando les parecía... no querían aprender a coser a mano, sólo a máquina... aquello parecía no tener solución [...] De todas estas mujeres, a excepción de una que sabía coser un poco, las demás no sabían ni como coger la aguja. La única aguja que conocen es la de coser la Jaima que es grande y la cogen con el puño apretado. Las tijeras tampoco sabían cogerlas adecuadamente y menos cortar derecho (in Bengochea, ibid.: 166).

Si registra altresì un notevole assenteismo scolastico, che si manifesta nel numero di iscritte in calo già dopo i primi mesi e drasticamente ridotto una volta raggiunta la pubertà, spesso in età precoce (Satué, 2016: 77). I matrimoni prematuri ─ a partire dai 12 anni ─ sono tra le cause principali dell’abbandono scolastico. A tal proposito, riferisce Benítez: “A mí me quitaron a una niña a los 10 años porque tuvo que casarse con un viejo que podría ser su bisabuelo […] Cursaban hasta 4º de primaria, pasaban luego a 1º de bachiller […] A los 11-12 años las casaban”. Altro elemento che influisce negativamente sul processo di “acculturazione” è il semi-nomadismo: “aunque en la actualidad sitúan [las jaimas] en las cercanías de alguna población o puesto militar, sin embargo en cuanto llueve las desmontan y se van al interior para dar pasto a los ganados” (in Bengochea, 2016: 230).

In generale, per ragioni sociologiche, il tasso di scolarizzazione delle alunne saharawi è inferiore a quello degli alunni, soprattutto nelle zone dell’interno,143 dove il processo di

acculturazione è meno intenso (Satué, 2016: 74).

Inizialmente, l’operato della Sección Femenina si sviluppa su due vertenti: l’ambito produttivo e quello educativo (Satué, ibid.: 160). Per quanto riguarda il primo, l’insegnamento si limita ai corsi di corte y confección144 – taglio e cucito ─, considerati

“para la mujer de todos los tiempos y épocas algo muy sugestivo” (Barona, 2004: 98) e di pulizia di edifici pubblici e privati. Il secondo, invece, prevede corsi di puericultura e lavori domestici145 (Satué, 2016). Il ventaglio di materie si amplierà progressivamente per includere in seguito:

Formación Familiar y Social, Economía Doméstica y Cocina, Labores, Corte y Confección, Coser a Máquina, Trabajos Manuales, Cultura General, Higiene y Puericultura; por otra parte, en la Escuela-Hogar, además de la asistencia a la escuela se impartían: clases de árabe y de Corán, Estudios Dirigidos, Teatro, Literatura y Artes Plásticas. A estos servicios seguirían otros eventos más lúdicos

143 Tra le difficoltà riscontrate nei puestos dell’interno, dove si stanziano le Cátedras Ambulantes, riporta

Bengochea: “entre los problemas que la cátedra tuvo que afrontar se incluye la incomprensión de los padres, cuesta mucho inculcarles la trascendencia que tiene para los niños en edad escolar la asistencia a la escuela, y en las mujeres la importancia que representa en su vida la Escuela Hogar” (ibid.: 180).

144 Il laboratorio di confección industrial sarebbe stato avviato nel 1969 (Bengochea, ibid.: 191).

145 “Se trataba de poder habitar el espacio de la casa de forma adecuada, cocinar de cierta manera, vestirse

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y culturales como deportes, danzas (saharauis), excursiones y estancias en albergues de Verano (Bengochea, 2012a: 53).

Dal 1964 in poi, si incentivano altresì i soggiorni nella penisola iberica per la realizzazione di studi di specializzazione.Il “successo” di certe iniziative di integrazione e ibridazione sarebbe testimoniato da esempi quali il “Soneto a Smara”, presentato da Fatma Ahamed Abdesalam, giovane studentessa saharawi vincitrice del concorso letterario nazionale:

Eres la cuna feliz de mis abuelos Santa entre las Santas, Smara. Caduca está tu gloria

pero no de mis sueños alejada. Tus piedras viejas, señal de esplendor en otros tiempos, están viejas y altaneras

resistiendo el embate de los vientos. Dime porqué triste desierto

no ayudaste a triunfar,

el grandioso verdor de sus palmeras. Canto la gloria inmensa que se encierra en tus ruinas llorosas, desoladas, prendada de otros tiempos de añoranza (Satué, 2016: 161)

Come evidente, l’intensificazione dell’intervento coloniale a seguito della provincializzazione relega il sapere delle donne saharawi a una posizione di secondo piano (Bengochea, 2016: 240): ai report della Sección in cui si esalta l’operato dell’organizzazione, fanno fronte le costanti proteste delle alunne,146 causa lo scarso

livello di istruzione e il trattamento ricevuto. In un manifesto del 18 gennaio 1975 le studentesse saharawi rivendicano la necessità di studiare lo spagnolo e l’arabo e di aver accesso al materiale scolastico: dopo sei anni di studio “no saben hacer la o” e sono stanche di cucire. Criticano altresì la scarsa preparazione degli insegnanti, la poca utilità dei corsi impartiti – tra cui quello di “cucina spagnola”: “El modo de enseñarles ha sido que cada una fuera haciendo el plato un día y que lo realizaran en su casa y de esta forma también podrían alimentar a sus hijos y marido mejor ya que todos están faltos de alimentación” (in Bengochea, ibid.: 176). Le proteste, però, non avranno alcun seguito:

146 Circa le manifestazioni studentesche in cui la componente femminile occupa una posizione di rilievo,

Bengochea riferisce riguardo allo sciopero del 30 gennaio del 1975 presso i centri di Educación General Básica di El Ayoun, “especialmente significativa [pues] puede aportar luz sobre la imbricación de las mujeres en el movimiento nacionalista”. Si esige l’aumento di corsi del Patronato de Promoción Obrera, la facilitazione dell’inserimento nel mercato lavorativo e più corsi di formazione professionale (2016: 322).

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le falangiste si dimostrano diffidenti e impaurite all’idea di perdere il controllo delle proprie istituzioni e politiche educative (Barona, 2004: 98-100).

Della consapevolezza acquisita e del potere esercitato dalla donna saharawi, sulla scia del movimento di liberazione nazionale,147 prende nota Concha Mateo, questa volta in qualità di Inspectora del Sáhara, nel resoconto presentato nel 1974: “hay que destacar que, de hecho, la mujer de este territorio, no sólo influye sino que manda” (in Bengochea, 2012a: 8). La stessa Concha Mateo evidenzia inoltre un incremento della sensibilità e della forza politica acquisita dalle donne saharawi a ridosso del prospettato imminente referendum per l’autodeterminazione del Sahara Occidentale: “tienen el 50% de los votos en el referéndum. […] Este derecho del 50% de los votos se ha convertido en la bandera de la mujer. Se siente contenta de su condición femenina” (in Bengochea, ibid.: 58).

Già nel 1959, la Regidora Central del Sindicato Español Universitario, Dolores Cañete, si era mostrata sorpresa nel constatare come gli uomini svolgessero compiti solitamente affidati alle donne, mentre queste si dedicavano a filare la lana per le jaimas. Ancor più sorprendente la capacità riconosciuta e l’opportunità offerta alle donne, secondo il diritto consuetudinario, di poter divorziare se non contente delle condizioni matrimoniali. Consuetudine ancora in vigore nei campi di rifugiati saharawi (Morales, Vieitez, 2014: 123). Si esprimerà allo stesso modo Blasco:

Suele ser axioma educativo que del concepto que se tenga del hombre, se sacará el concepto de educación. Pues bien, los resultados obtenidos muestran una especie de antinomia: los no-nativos coinciden en señalar al hombre como más potente; mientras que los nativos hacen lo propio con la mujer [...]Lo cierto es que los varones nativos son más sensibles a la realidad hombre, y los no-nativos a la realidad mujer. Se revelan, pues, dos sociedades centradas en distintos polos, el hombre y la mujer (1972: 142).

Nel maggio del 1975, a seguito della visita delle Nazioni Unite,148 si sospendono

molte delle attività della Sección. La partecipazione attiva delle donne alla politica e al movimento di liberazione promosso dal Fronte POLISARIO fa sì che ascenda il tasso di assenteismo scolastico “pues la mujer [ha pasado] a ser la figura visible en estos momentos” (Barona, 2004: 101). Si registra, in generale, un incremento dell’ostilità nei confronti delle istituzioni coloniali. Concha Mateo segnala che “son especialmente las más «promocionadas», es decir, las que han tenido una educación en la institución falangista, las más agresivas en la defensa de sus «ideales», que incluyen demandas de empoderamiento femenino y de independencia nacional” (in Bengochea, 2016: 308).

147 §1.4.1. 148 §1.3.

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A partire dal novembre del 1975, a seguito dello smantellamento degli insediamenti e il progressivo abbandono del Sahara Occidentale, si pone fine all’operato della Sección Femenina (Morales, Vieitez, 2014: 126). Per quanto riguarda, ad esempio, lo smantellamento della Delegazione Provinciale di El Ayoun, si trattò di una decisione repentina, concretizzatasi il 6 novembre del 1975. Le iscrizioni per l’A.S. 1975-1976 erano già state aperte al momento della dipartita e si vagliò la proposta di affidare alle donne saharawi la gestione delle posizioni di delegata provinciale, assistente sociale, responsabile della Escuela-Hogar, docente ed educatrice. La proposta non venne poi presa in considerazione “puesto que no se confiaba en la adicción política de ninguna de estas mujeres” (Bengochea, 2016: 173).