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LA FIGURA DI LUIS ARANA NEL NAZIONALISMO BASCO

1. Stato degli stud

La prime opere di rilievo storiografico ad occuparsi di Luis Arana furono due classici della letteratura nazionalista, Ereintza: Siembra de nacionalismo vasco (1935) di Engracio Aranzadi e Biografía de Arana-Goiri'tar Sabin di Ceferino de Jemein (1935), che esprimevano le tendenze allora esistenti nel movimento aranista.

Nell'epopea nazionalista raccontata da Aranzadi, Luis Arana veniva associato all'autore nella lotta in favore del «pueblo mas valiente y religioso a los pies de Cristo [...] para apartar esta raza bendita de la impiedad que cangrena la latina»1. Un linguaggio vicino al radicalismo sabiniano che ne ribadiva l'impostazione etnica e religiosa, dal momento che «por mas que se empeñan en lo contrario, los que sueñan en lavar la cara al negro, la subsistencia de la ley del 39, trae el reinado en Euskadi de la blasfemia, de la prensa sin pudor, de la irreligión, de la lascivia y de la anarquía, que mina las bases de las sociedades latinas, y los partidos católicos españoles arraigados en nuestra tierra, que quieren mezclarnos mas y mas con ellas, para que con nuestro roce los muertos resuciten, ofenden gravemente a la Religión, a la Patria y al sentido común»2. Rispetto a Luis Arana si confermava il riconoscimento ufficiale verso «al que debe la patria eterna gratitud por dos motivos, el de haber descubierto el ideal nacionalista vasco y haber conquistado para ese ideal su hermano Sabino»3. Aranzadi ribadiva del resto l'esistenza dell'evoluzione españolista di Sabino (negata dagli aranisti ortodossi), interpretata come sacrificio ma anche come opportunità politica del nazionalismo.

1. E. de Aranzadi, Ereintza: Siembra de nacionalismo vasco: 1894-1912, Donostia, Auñamendi, 1980, (I ed. 1935), p. 331.

2. Ivi, p. 327. 3. Ivi, p. 40.

Più vicino al pensiero di Luis Arana, la biografia di Jemein esordiva con un significativo omaggio alla pieve di Abando, considerata da Luis e dai suoi sostenitori come la vera “Betlemme” dell'idea nazionale:

Pequeña República de Abando, ¡cuanto te quiero! No solo porque en tu iglesia parroquial de San Vicente Mártir me hice cristiano, y porque sobre mi cabeza corrieron las aguas bautismales en la misma pila que las recibió el Maestro; sino porque fuiste la cuna del Nacionalismo Vasco, del nacionalismo que nos regeneró, enseñándonos a levantar las testas rebeldes al viento de la vida [...] No ha llegado a nuestro tiempos Abando con una historia gloriosa conocida. Anteiglesia bizkaina de origen remoto, se rigió patriarcalmente conforme al espíritu más genuinamente bizkaino, hasta que fue absorbida por el dinamismo creador de la urbe laboriosa que es Bilbao. De la Villa que con Abando va unida a los orígenes y a la marcha arrolladora del Nacionalismo Vasco. Y a la que por eso amamos también, aunque mato la personalidad de nuestra República abandotar´, tal vez por indiferencia de sus propios hijos. Abando y Bilbao, Anteiglesia y Villa, fundidas hoy por el espíritu patrio, caminan juntas y se agitan en lucha palpitante, tumultuosa y brava entre el hervor de las inquietas pasiones de la lucha político-social, frente a todo exotismo4.

La nostalgia verso l'antica Repubblica cristiana si fonde al «dinamismo creador» della città industriale, conservando la propria vocazione ruralista. Ceferino de Jemein, che con Manuel Eguileor (1884-1970) fu il più significativo sostenitore di Luis Arana della seconda generazione nazionalista, trasferì su Luis la dimensione sacra precedentemente assegnata a Sabino. In questo senso i fratelli Arana-Goiri erano «dos corazones en un ideal [...] los dos hombres más ilustres que dio la Raza vasca en los días de su existencia, entrañablemente unidos y mutuamente amados en la fraternidad de la sangre y del ideal, jamás quisieron cada uno de ellos para si la gloria de figurar en la historia como los descubridores del secreto que la Raza iba arrastrando hacia la tumba [...] jamás hubiésemos sabido por boca de Koldobika, que el fue el primer patriota euzkadiano, en el orden cronológico. Y cuando le recordamos esto, rehúye la conversación diciendo: ‘Toda la gloria para Sabino’. Y Sabin , contrariamente, ¡toda la gloria para Luis!»5. Nel 1945, in La visión pensativa y atormentada de Arana-Goiri: Aberri-Eguna 1945, Jemein pose sullo stesso piano l'opera politica dei fratelli Arana,

4. C. de Jemein y Lambari, Biografía de Arana-Goiri'tar Sabin e historia grafica del nacionalismo, Bilbao, Geu, 1977 (I ed. 1935), p. 14.

tenendo conto il ruolo giocato da Luis nella celebrazione dell'Aberri Eguna (ovvero della più importante festa collettiva del nazionalismo) e nella conservazione del dogma JEL. La storia dei Paesi Baschi, per Jemein, entrò nell'era sabiniana nel 1882, quando Luis Arana rivelò a Sabino (nella casa paterna di Abando) l'esistenza della patria euskaldun. Da allora «la Raza emprendió su rumbo nuevo y seguro, con impeto maravilloso, porque solo entonces se le abrieron los ojos del alma: el alma de la Raza, que palpitaba en las pupilas de Arana-Goiri'tarr Sabin»6. Per Jemein, Luis Arana era un profeta della novella nazionale e precisamente «fue el año de 1880 en el que había de nacer – sin que sepamos aun como – en la mente de un muchacho de 17 años, hijo de ilustre casa abandotar, la idea consciente de la patria esclavizada»7. Quando «Luis volvió a su casa paterna de Abando [...] apretando fuertemente contra su pecho el valioso tesoro, su primera preocupación fue la de revelar a su hermano Sabin el gran descubrimiento que había hecho y tratar inmediatamente de convencerle de la verdad, porque le conocía bien y presentía en el al salvador de la Patria esclavizada»8. In questo senso «en la Historia de la Resurrección euzkadiana, Luis fue el precursor, y Sabino el Maestro»9.

Se l'opera di Jemein influenzò notevolmente la bibliografia nazionalista, la “sacralizzazione” della figura di Luis Arana fu rallentata dalla generale crisi a cui l'aranismo andò incontro dopo il Congresso di Tolosa (1933). Negli anni dell'esilio le tendenze radicali e moderate furono rappresentate dai testi di Marcos de Urrutia (Manuel Eguileor) Arana-Goiri' Tar Sabin en la historia de Euzkadi (1954), fedele ai pricipi jelisti, e di Pedro de Basaldúa El libertador vasco. Sabino de Arana Goiri. Biografía histórica (1953), che ridusse il peso politico di Luis Arana (rispetto al ruolo di martire e ideologo interpretato da Sabino)10.

6. Jemein’dar Keperin, La visión atormentada y pensativa de Arana-Goiri: Aberri-Eguna 1945, Bayonne, Impr. du Sud-Ouest, 1945, p. 9.

7. Ivi, p. 11. 8. Ibidem. 9. Ivi, p. 11.

10. «... la literatura histórica nació en la II República con la publicación en 1935 de las primeras obras sobre la figura del fundador a cargo de destacados discípulos suyos e ideólogos del PNV: Ereintza:

Siembra de nacionalismo vasco, de Engracio Aranzadi (Kizkitza), y la oficial Biografía de Arana- Goiri'tar Sabin de Ceferino Jemein, de marcado acento hagiográfico. Casi dos décadas después, en los

centros principales del exilio vasco, Buenos Aires y Bayona, aparecieron dos biografías mejores, escritas también por dirigentes nacionalistas: El libertador vasco. Sabino de Arana Goiri (1953), de Pedro

Manuel Eguileor ricordò i termini entro cui avvenne l'“intuizione” nazionalista, durante la conversazione tenuta da Luis con un anonimo santanderino verso il 1880 (nel viaggio verso il Collegio gesuita di La Guardia in Galizia). La nazionalità basca emerse nella riflessione di Luis come somma delle precedenti posizioni carliste e fueriste, sia pure ammantata dal mistero e dal rispetto dovuto alle “verità rivelate”.

Luis – dos años y medio mayor que Sabino – fue el primero en conocer la verdad y en mantener la tesis patriótica. ¿Como llegó a este convencimiento? No lo sabemos. Nunca quiso revelárselo a sus amigos, porque entendía que, aunque iniciado por el, era su hermano Sabino quien había llevado a cabo la obra y a quien la Patria debía eterno agradecimiento11.

Eguileor non riconobbe alcuna relazione tra la svolta “nazionale” di Luis Arana e il “catalanismo” politico di quegli anni; tesi che traspariva nelle riflessioni storiografiche españolistas di Sierra Bustamante e García Venero. Per Luis Arana «no era ningún secreto, por otra parte, la existencia de la raza vasca, del Pueblo Vasco étnicamente reconocido por todo el mundo, con existencia de miles de años anterior a la existencia de España y de Roma»12. In particolare, sottolineava Eguileor, Luis «era muy aficionado a la historia, y las endebles historia de Bizkaya, hablando de la independencia originaria, anterior en siglos a la independencia de España, y de las ‘uniones’ de los vascos a Castilla le proporcionaron luz suficiente [...] Durante aquel curso de 1880-81 se hizo en su conciencia nacionalista vasco»13.

Diversamente, nel Prologo curato da José Antonio Aguirre (1904-60) al testo di Basaldúa si percepisce il tentativo di riportare l'opera sabiniana nel proprio contesto temporale, soprattutto in opposizione alla tendenza storica rappresentata allora da Ceferino Jemein. In questo senso Aguirre ricorda come Sabino Arana visse «en tiempos Basaldúa, y Arana Goiri'tar Sabin en la Historia de Euzkadi (1954), de Manuel Eguileor (Marcos de Urrutia). Estos cuatro autores representaban las dos tendencias tradicionalistas en el seno del PNV: la moderada (Kizkitza, Basaldúa) y la radical (Jemein, Eguileor), quedando de manifiesto por su diversa interpretación de la controvertida ‘evolución españolista’ de Sabino Arana (cuyos textos apenas se encuentran en sus Obras Completas, editadas en 1965, al haber sido compiladas por Jemein y prolongadas por Eguileor)». J. L. de la Granja Sainz, Introducción, in S. de Pablo, L. Mees, El péndulo

patriótico: Historia del Partido Nacionalista Vasco, V. I, Barcelona, Crítica, 1999, p. VIII.

11. M. de Urrutia, Arana-Goiri tar Sabin en la historia de Euzkadi, Bayona, Sabindiar-Batza, 1954, pp. 31-32.

12. Ivi, p. 32. 13. Ivi, p. 33.

de feroces intransigencias»14, riuscendo comunque a interpretare «el sentimiento de libertad innato entre los vascos no solo proclamando el derecho de su pueblo, la nación vasca, a disponer libremente de sus destinos, conforme a la historia y a la filosofía, sino también de acuerdo con la voluntad popular»15. Aguirre comparò l’uguaglianza universale forale con la democrazia moderna, spingendosi ad affermare che «la doctrina de Arana Goiri es fiel reflejo de nuestra vieja tradición que cimentó toda su filosofía política y moral en el respeto intransigente de la libertad del hombre»16. In particolare «la obra de Basaldúa completa las anteriores porque coloca la figura de Arana Goiri en medio de los acontecimientos de su tiempo dando al relato histórico movimiento y vida»17.

Coerentemente con i propri propositi Basaldúa non approfondì la commistione politico-religiosa dell'aranismo affermando che «Sabino supo establecer en aquella época, con criterio y pensamiento que hoy denominaríamos ‘maritainiano’, una clara y marcada distinción entre el orden religioso y el político, entre lo eclesiástico y lo civil, diferenciando de modo certero los planos que corresponden a la acción temporal y espiritual, reconociendo y recalcando sin embargo, que el fin temporal está subordinado al fin eterno»18. La figura di Luis Arana venne menzionata raramente (al pari di altri dirigenti secondari), entrando ufficialmente nel lungo oblio riservatogli dalla bibliografia nazionalista e universitaria.

In epoca franchista il testo di Ramón Sierra Bustamante Euzkadi: de Sabino Arana a José Antonio Aguirre. Notas para la historia del nacionalismo vasco disegnò la mappa organizzativa del primo nazionalismo, che vedeva in Luis l'ispiratore, in Sabino l'apostolo e in Aranzadi «el doctor del nuevo credo»19. Le differenze interne al nazionalismo erano giustificate prevalentemente da ragioni tattiche, che dettero luogo «a que se marcaran en el nacionalismo vasco dos tendencias bien claras (Espalza,

14. A. Aguirre, Prologo, in P. de Basaldúa, El libertador vasco Sabino de Arana Goiri: biografía

histórica, Buenos Aires, Ekin, 1953, p. 4.

15. Ivi, p. 3. 16. Ibidem. 17. Ivi, p. 2.

18. P. de Basaldúa, op. cit., pp. 83-84.

19. R. Sierra Bustamante, Euzkadi: de Sabino Arana a José Antonio Aguirre: notas para la historia del

Chalbauld, Sota), sostenida por todos los hombres de cuello duro del nacionalismo, y la independentista, que defendían los despechugados (Arrien, Gallastegui, Eguileor)»20.

La prima edizione del testo di García Venero Historia del nacionalismo vasco riconobbe invece in Luis Arana il primo nazionalista euskaldun, sottolineandone il ruolo nella celebrazione del primo Aberri Eguna21. Un'interpretazione ribadita negli anni Settanta dalla nuova storiografia, che assegnò alla figura di Luis Arana lo stabile ruolo di ispiratore del nazionalismo e di rappresentante dell'ortodossia nazionalista più settaria. Scarsi contributi verranno dedicati del resto alla rifondata Euskaldun Batzokija, citata come un episodio marginale della storia nazionalista.

Stanley Payne, nel suo testo El nacionalismo vasco: de sus orígenes a la ETA, ricorderà (con qualche inesattezza storica) come «las fuerzas agrupadas de los aberrinianos con la pequeña facción dirigida por Luis de Arana y Goiri (nadie más intransigente que él, y la nueva tendencia se ajustaba a su estilo) fundaron en julio de 1921 el ‘partido nacionalista vasco’ (PNV), volviendo al nombre original, con Ángel de Zabala como presidente una vez más»22. Imprecisa era del resto la considerazione “izquierdista” di Aberri, non essendo ancora chiaramente sviluppata la prospettiva socializzante di Gallastegui (in realtà rallentata dalla fusione con EB).

Per Antonio Elorza, in Ideologías del nacionalismo vasco, Luis Arana non fu tra i protagonisti del movimento nazionalista, rimanendo imprigionato dentro posizioni settarie e germanofile. Dopo la morte di Sabino Arana il partito si sarebbe diviso in due ortodossie distinte, contrapposte sul piano strategico tra indipendentismo e autonomismo23. Secondo uno schema ripetuto dalle posteriori sintesi monografiche lo scontro tra euskalerríacos (e successivamente dai comunionisti) e ortodossi, esprimeva il conflitto tra grande e piccola borghesia basca. In questo senso «puede decirse que la síntesis sabiniana trata inicialmente de conjugar los intereses populares (capas medias, pequeña burguesía) y el sector fuerista de la propiedad rural, marginando tanto las capas ajenas al modelo por causantes del conflicto (burguesía monopolista, proletariado

20. Ivi, p. 108.

21. M. García Venero, Historia del nacionalismo vasco, 1793-1936, Madrid, Editora Nacional, 1945, p. 437.

22. S. Payne, El nacionalismo vasco: de sus orígenes a la ETA, Barcelona, Dopesa, 1974, p. 122. 23. A. Elorza, Ideologías del nacionalismo vasco, 1876-1937, San Sebastián, L. Haramburu, 1978, p. 326.

inmigrante) como aquellas que buscan una solucion de compromiso entre fuerismo y regionalismo, inclinadas a satisfacer los intereses de la burguesía no monopolista»24.

Su un piano “funzionale”, Elorza osserva come a partire dal 1908 la piccola borghesia sabiniana ottenga «la hegemonía sobre las pretensiones revisionistas de los sectores burgueses cuyo portavoz es el semanario Euskalduna […] estos, una y otra vez, alcanzaran el protagonismo de la actuación política y, tras la expulsión de Luis de Arana Goiri en diciembre de 1915, un control absoluto del partido»25. Elorza sottolinea il radicalismo di José de Arriandiaga “Joala” (1856-1923), di Evangelista de Ibero e di Santiago Meabe (1878-1961), nella «prolongación estricta del pensamiento ‘bizkaitarra’, entendido como una ortodoxia cerrada»26. In particolare, a Joala si assegna il ruolo di «paladin de la intransigencia», proponente «una separación total respecto a quienes sustentan una opción incompatible con el nacionalismo»27.

Gli studi sul nazionalismo non hanno del resto offerto una riflessione esaustiva sulla corrente ortodossa, prescindendo dalla significativa ma dispersa opera teorica di polemisti e pubblicisti come Ibero e Joala. Un approfondimento in grado di definire le differenze metodologiche e organizzative (ma anche teoriche) tra il nazionalismo confederale e religioso di Luis Arana e quello pragmatico e “unitarista” di Aranzadi; dove l'indirizzo etnico perdeva l'originario significato confessionale in favore di quello biologico o di un più moderno principio di nazionalità. La scissione di EB non fu quasi menzionata dalle ricerche specializzate negli anni Settanta e Ottanta, mentre largo spazio fu dedicato a quella aberriniana; successivamente appoggiata da Luis Arana e dai veterani nazionalisti. In questo senso, per Elorza (tralasciando le differenze tra EB e “Aberri”) «las convergencias doctrinales, con el denominador comun de la fidelidad a ultranza al ideario sabiniano, determinaron la aproximación del nuevo partido y el núcleo de veteranos nacionalistas que permanecía agrupado entorno a Luis de Arana- Goiri»28. 24. Ibidem. 25. Ivi, p. 330. 26. Ivi, p. 331. 27. Ivi, p. 335. 28. Ivi, p. 380.

Anche nel testo di Koldo San Sebastián Historia del Partido Nacionalista Vasco (1984) (la prima sintesi monografica sul PNV), la corrente integrista di Luis Arana viene schematicamente ricondotta al radicalismo indipendentista (nella sua accezione attuale). San Sebastián si limita ad osservare che «entre los años 1908 y 1915, en que Luis de Arana dirige los destinos del PNV, la ferrea disciplina que impone encubre todas las contradicciones del movimiento»29.

I primi lavori sistematici sulla scissione di EB li dobbiamo pertanto a Ludger Mess, nei saggi Luis Arana Goiri y la crisis de la comunión nacionalista en 1915-16 (1989) ed Entre nación y clase: el nacionalismo vasco y su base social en perspectiva comparativa (1991)30. In particolare, Mees non si riconobbe nel paradigma storiografico che giustificava i conflitti interni al PNV sul piano sociale ed economico (non accettando la schematica associazione tra “sotismo” e “industrialismo”), dal momento che «ni Domingo de Epalza, ni Javier de Gortázar, que podríamos considerar como los dos hombres jeltzales mas ligados al mundo de la industria, llegaron a tener el poder económico de Sota»31. Anche rispetto alla scissione del 1915, viene respinta l'interpretazione promossa da Antonio Elorza e Manu Escudero, secondo cui l'espulsione di Luis Arana non era che un «golpe de estado de la media burguesía vasca, dialogante con la oligarquía, frente a la pequeña burguesía»32. Si trattava piuttosto di riconsiderare la posizione di Luis Arana nell'offensiva anti-Euskalduna, riconoscendone la funzione politica e organizzativa nella transizione post-sabiniana. Per Ludger Mees, l'opera di Luis prescindeva in ogni caso dal carisma personale, dal momento che «no encajaba en absoluto con la imagen de líder carismático, de alto rango, con prestigio social y bien reputado entre las clases altas de la sociedad; rasgos, una y otra vez perfilados en las paginas de su periódico»33. Inoltre «la gran indignación entre los afiliados de la Comunión hizo vulnerable al, hasta entonces y por su parentesco con Sabino, líder carismático Luis Arana […] él había ensuciado públicamente la imagen

29. K. San Sebastián, Historia del Partido Nacionalista Vasco, San Sebastián, Txertoa, 1984, p. 40. 30. Vedi L. Mees, Luis Arana Goiri y la crisis de la comunión nacionalista en 1915-16, Muga, n. 69, 1989, pp. 38-43; Id., Entre nación y clase: el nacionalismo vasco y su base social en perspectiva

comparativa, Bilbao, Fundación Sabino Arana, 1991.

31. L. Mees, Entre nación y clase..., p. 52.

32. M. Escudero, Euskadi: dos comunidades, San Sebastián, Haramburu, 19878, p. 59. 33. L. Mees, Entre nación y clase..., p. 60.

del nacionalismo, conviertiendolo en un partido caciquil y corrupto como los demás»34. In questo senso:

Un análisis mas profundo de la crisis nos permite establecer que la caída de Arana no fue el fruto de una supuesta maniobra burguesa en la lucha por el poder, sino de un largo proceso de automarginación del máximo dirigente dentro del movimiento nacionalista. Este proceso tuvo fundamentalmente tres vertientes:

1) En primer lugar, cabe señalar que su manera autoritaria y egocéntrica de liderar el partido ya no se podía legitimar frente a las nuevas generaciones de jeltzales que estaban ingresando en el partido con el mero recurso a la legitimidad tradicional y carismática de Luis Arana, como hermano de Sabino. Hay que recordar que nada más llegar a la cupola del partido, cuyos resultados habían sido unos Estatutos nuevos, “limpios” de los elementos democráticos contenidos en la organización de 1906...

2) Otro argumento en el proceso de autoemarginación de Luis Arana es su defensa a ultranza del

concepto provincialista o federalista del nacionalismo frente a una visión unitarista o nacionalista

[...] hay que tener en cuenta las implicaciones tácticas y de poder que se mezclaban con las determinaciones ideológicas, siendo hasta cierto punto lógico el “Bizkaitarrismo” de Luis Arana, ya que la mayoría de sus seguidores se encontraba en Vizkaya, sobre todo en Bilbao.

3) Como último punto referente a la autoemarginación de Luis Arana hay que mencionar su mal

disfrazado germanofilismo durante la guerra. Esta postura le llevó a una dura confrontación con el

diario Euzkadi, que desde el comienzo de la contienda y especialmente después de la invasión de la Serbia y Bélgica, mantuvo una clara linea antialemana [...] El escándalo electoral no fue mas que la ultima gota que colmó el vaso...35

La costituzione nel 1921 del nuovo PNV aberriniano, rispondeva invece alla vocazione socialistica dei giovani del partito, sebbene «la alianza de los promotores del