In questa parte ci occuperemo di analizzare più nello specifico la poetica lemebeliana, le principali tematiche da lui trattate e i principali mezzi narrativi da lui utilizzati nelle cronache raccolte in De perlas y cicatrices.
Marta Sierra, nel suo saggio “Tu voz existe’: percepción mediática, cultura nacional y transiciones democráticas en Pedro Lembel”, analizza la connessione tra
media, cultura tecnologica e produzione culturale, e stabilisce una proposta estetica
lemebeliana che chiama “estética de la interrupción barroca”, da lei descritta nel seguente modo:
Frente a una percepción del espacio que volatiliza la experiencia histórica, Lemebel propone la creación de una conciencia crítica por medio de la interrupción de las imágenes mediáticas. Al mismo tiempo, De perlas y cicatrices reconstruye la proximidad de una voz y evoca experiencias de comunicación comunitarias a partir del espacio radial.58
Sempre secondo Sierra il libro rappresenta un’analisi delle possibilità ‘democratizzatrici’ delle industrie culturali, stabilendo che mezzi culturali come la radio o la cronaca possono generare sentimenti di cittadinanza e partecipazione democratica. Il rapporto tra le industrie culturali e i mezzi di comunicazione viene trattato da Lemebel con una prospettiva ironica che rende evidente che le immagini predominanti durante la dittatura vengono riciclate durante la transición democrática e diventano neutrali. Chiari esempi di questo sono le cronache El cura de la tele, Cecilia
Bolocco, Don Francisco, Gloria Benavides e El romance musical de los sesenta.
Nel primo caso, la cronaca si conclude con una critica aperta e diretta: il prete che era stato complice della dittatura nell’occultare e filtrare le notizie, oltre a predicare contro le sinistre, ha ancora il permesso di stare in tv:
En tanto hoy, la pantalla democrática pareciera evangelizar su negociada transición con estas negras máscaras que comulgaron con el horror. Pero la amnesia es otra mentira de este reconciliado carnaval, porque en los dulces Ora Pronobis de este inolvidable pastor, aún su lengua lagarta se asoma en la TV como una beata comadre que vocea el Santo, Santo de aquella podrida inquisición.59
58 Marta Sierra, “‘Tu voz existe’: percepción mediática, cultura nacional y transiciones democráticas en
Pedro Lembel”, in Fernando A. Blanco e Juan Poblete, “Desdén al infortunio. Sujeto, comunicación y público en la narrativa de Pedro Lemebel”, Editorial Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2010, pp.101- 133.
59 Pedro Lemebel, “El cura de la tele”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
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In Cecilia Bolocco, la protagonista viene eletta Miss Universo durante il periodo dittatoriale. Con l’arrivo della democrazia la miss se ne va negli Stati Uniti per poi ritornare in patria, dove il pubblico ha già dimenticato la sua “reaccionaria adhesión”:
El caso de Cecilia Bolocco no fue la excepción, ya que su belleza aguachenta era similar a la de las misses anteriores. Pero de tanto insistir con esa imagen de barbie sin drama, de tanto copiar el modelito castaño claro, seminatural, casi saliendo de la ducha, y sin opinión política. Sobre todo eso, le machacaba la chaperona a la Ceci en las entrevistas. Ni hablar de la situación de Chile que, por esos años, se peleaba a bombazos su vuelta a la democracia. Menos opinar sobre el aborto y esos horrores que discuten las feministas. Porque una reina no tiene opinión, solamente habla de las bondades de su tierra: del clima, del paisaje, de los copihues, del vino y sus lindas mujeres. Todo en orden, todo tranquilo gracias al gobierno militar. […]
De regreso al país, lo primero que hizo fue visitar al dictador que la recibió en palacio retratándose con ella como emperador y soberana. […]
Actualmente, en el devenir político de los acontecimientos, se ve bastante cambiada animando la tontera chistosa de la pantalla chilena. Pareciera otra, compartiendo las tallas sin gracia de los humoristas de turno. Seguramente, a la Ceci no le quedó más que hacerse la popular para que la gente olvidara la reaccionaria adhesión que manchó su reinado.60
Anche nella cronaca Don Francisco, dove il protagonista è descritto come massimo rappresentante del conformismo culturale, ritroviamo lo stesso elemento: il successo del conduttore televisivo “quizá se debe a que supo entretener con el mismo cantito apolítico todas las épocas”. In questo modo “Don Pancho” organizza “la felicidad consumista del pueblo” e “hace mofa de la audiencia pulguienta ansiosa por agarrar una juguera radio-encendedora-estufa a costa de parar las patas, mover el queque o aguantar las bromas picantes”. Don Francisco quindi alimenta il divertimento facile e nutre di idiozia il popolo televisivo che, grazie a lui, è libera di non pensare.
Gloria Benavides, la “Gotita”, che come la maggior parte dei nuevaoleros non si era mai espressa politicamente, forse fa anche peggio: si fa scoprire sposata con un agente della CNI:
Durante los años triunfales de su carrera humorística, nada se sabía de su vida privada. Hasta aparecer en la prensa la noticia policial que la Benavides había quedado viuda de su segundo matrimonio. Lo curioso fue que nadie conocía a ese segundo marido, hasta leer el diario y enterarse que era un agente de la CNI
60 Pedro Lemebel, “Cecilia Bolocco”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
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muerto de un balazo por el hijo del General Contreras, ex jefe máximo de la antecesora e igual de tenebrosa organización (DINA).61
Ma non finisce qui: successivamente ritorna in televisione interpretando personaggi del popolo per divertire il pubblico con caricature di personaggi poveri, contribuendo anche lei a quella tv della risata facile e che prende in giro i più umili, elemento del quale riparleremo anche più avanti.
Queste cronache, così come Los dientes postizos de la nueva ola, ma anche El festival de
Viña, mettono in luce come le industrie culturali siano complici della sparizione della
memoria storica in cambio della ‘felicità’ venduta dal neoliberalismo: La Nueva Ola fue una manga de artistas popotitos y gotitas de lluvia en la ventana, la balada-manía que nunca se comprometió con los cambios sociales. Los mismos que reaparecen de vez en cuando rememorando esos años felices. Tan ambiguos y complacientes, que pueden volver en cualquier época. Tan apolíticos, que pueden sonar sus canciones en un orfeón militar o en el compact de la democracia.62
Entonces, la opinión gritona de esta barra es un cómputo en vivo y en directo de lo que es Chile, de sus afectos sentimentales o sus rencores que hacen sudar al animador, el inolvidable canoso que junio al director de orquesta se quedaron piola, haciéndose los lesos después que llego la democracia. Quizás estos personajes son los únicos que recuerdan otros festivales más reaccionarios, donde los cantantes que amaban el perfume de los bototos eran los únicos invitados,, los favoritos del régimen, más uno que otro cómico que cuando se salía del libreto lo cortaban con el “Vamos a comerciales”.63
In questo senso il lavoro di Lemebel è un importante e ben riuscito tentativo di denunciare “la construcción de un discurso único (la ilusión de las imágenes mediáticas) a partir de las industrias culturales”64 e rendere lo spazio mediatico (la
radio e la cronaca) un mezzo per dare alle industrie culturali un nuovo significato. L’ estetica di De perlas y cicatrices, riassunta da Marta Sierra:
61 Pedro Lemebel, “Gloria Benavides, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
Biblioteca Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 32-34.
62 Pedro Lemebel, “Los dientes postizos de la nueva ola”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”,
Seix Barral Biblioteca Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 69-71.
63 Pedro Lemebel, “El festival de Viña”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
Biblioteca Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 241-244.
64 Marta Sierra, “‘Tu voz existe’: percepción mediática, cultura nacional y transiciones democráticas en
Pedro Lembel”, in Fernando A. Blanco e Juan Poblete, “Desdén al infortunio. Sujeto, comunicación y público en la narrativa de Pedro Lemebel”, Editorial Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2010, pp.101- 133.
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permite develar un funcionamiento de las imágenes con mecanismos simbólicos en la sociedad neoliberal del Chile de la transición Al mismo tiempo, Lemebel usa sus “perlas y cicatrices” para ensayar posibles conexiones entre lenguaje y experiencia histórica, ya sea en la abigarrada acumulación de los símbolos o la desnuda precariedad de los cuerpos. Es a través de la relación compleja entre medios e industrias culturales que Lemebel explora las posibilidades del discurso de la crónica para entretejer significados sobre la experiencia social (los vestidos sobre los cuerpos, la arquitectura de imágenes sobre la ciudad virtual o mediática) o bien descubrir la carne de un cuerpo social que aún no sana bajo el manto artificial del consumismo y la amnesia colectiva. La crónica es un mecanismo de revelación que activa significantes no sólo en el plano de la ficción sino de la historia colectiva de denunciar la construcción de un discurso único (la ilusión de las imágenes mediáticas) a partir de las industrias culturales. Sin embargo, y como revela la actividad comunitaria de las tejedoras65, es posible hacer de lo mediático
un espacio en que las industrias culturales adquieran una nueva significación a nivel social y comunitario. 66
Un altro importante elemento caratterizzante delle cronache di De perlas y cicatrices, da mettere in relazione anche con titolo stesso dell’opera, è quello della giustapposizione, che ritroviamo in diversi aspetti e parti del testo.
Innanzitutto la giustapposizione tra i corpi (e tra gli spazi) segnati dalle cicatrici della violenza politica, i corpi delle vittime della dittatura o del neoliberalismo, e quelli delle “perle”, dell’aristocrazia infiocchettata coperta di accessori scintillanti e alla moda.
Di questo tipo di rapporto sono chiari esempi, tra le altre, le cronache Las joyas del
golpe e Martita Primera, La visita de la Thatcher, Presagio dorado para un Santiago Otoñal, Carmen Gloria Quintana, Karin Eitel e Ronald Wood.
L’abito e in generale l’estetica sono il mezzo principale attraverso il quale vengono definite le ‘perle’ o descritto il mondo a cui esse appartengono.
In Las joyas del golpe troviamo subito l’esagerazione del decoro e dell’accessorio luccicante:
la Mimí, de traje largo y guantes, entró del brazo de su almirante al gran salón lleno de uniformes que relampagueaban con medallas, flecos dorados y condecoraciones tintineando como árboles de pascua. Entre todo ese brillo de
65 Pedro Lemebel, “Presagio dorado para un Santiago otoñal” in Pedro Lemebel, “De perlas y
cicatrices”, Seix Barral Biblioteca Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 260-262.
66 Marta Sierra, “‘Tu voz existe’: percepción mediática, cultura nacional y transiciones democráticas en
Pedro Lembel”, in Fernando A. Blanco e Juan Poblete, “Desdén al infortunio. Sujeto, comunicación y público en la narrativa de Pedro Lemebel”, Editorial Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2010, pp.101- 133
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galones y perchas de oro, lo único que vio fue un relámpago azul en el cogote de la embajadora.67
Mentre le due first lady, Margaret Thatcher e Marta Larraechea vengono entrambe descritte mentre indossano abiti conservatori ed efficienti:
In Martita Primera la moglie del presidente si sente costretta nei suoi abiti conformisti e noiosi, scomodi e che non la rispecchiano, che vogliono dare un’immagine non corrispondente alla realtà:
A sólo unos pasos, custodiada por los nerviosos guardaespaldas, se le nota la obligada pose diplomática aguantando esos fruncidos tacoaltos que le hinchan los pies cuando chancletea de inauguración en inauguración, del cóctel al orfanato, del aeropuerto a La Moneda, con el tiempo justo para retocarse el maquillaje y los minutos contados para cambiarse esos horribles vestidos, todos iguales, todos cortados por la misma tijera de la moda presidencial.68
Margaret Tatcher invece sembra essere perfettamente a suo agio: “Se ve tan soft encorsetada en el traje sastre que no lo deja ni para dormir.” Lei è l’incarnazione delle idee date dal vestito che indossa, al contrario di Marta Larraechea che è vittima del proprio ruolo.
In Presagio dorado para un Santiago Otoñal, la contrapposizione attraverso l’elemento del vestiario prende forma attraverso i punti a maglia e i maglioncini filati appositamente per l’inverno:
Quizás la capital necesite de estas estaciones intermedias como el otoño, para prepararse a resistir la crudeza del invierno. Para encontrarle alguna justificación al tejido punto canutón, punto araña, punto panal de abejas, punto arroz, punto garbanzo, punto argolla, punto maíz, punto coliflor, jersey y correteado en las mangas de la chomba, para la Jacqueline que este año va al colegio. En lana palo de rosa, calipso, verde agua, verde nilo, amarillo pato o celeste Jacinto, que son los colores chillones con que los pobladores arropan su pobreza. Porque las diferencias sociales del otoño, también se dividen por colores. Así, los tonos jaspeados tipo Cachemira o Shetland, demarcan el status de abrigarse con clase, de recibir el frío con buen gusto, con tejidos a máquina que parezcan artesanales, como se usan, dice la cuica, “para la Francisquita que este año también va al college”.69
67 Pedro Lemenel, “Las joyas del golpe”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
Biblioteca Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 17-21.
68 Pedro Lemebel, “Martita primera” in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral Biblioteca
Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 87-89.
69 Pedro Lemebel, “Presagio dorado para un Santiago otoñal” in Pedro Lemebel, “De perlas y
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Tra le “cicatrici”, ci sono diversi tipi di vittime: quelle della dittatura: Ronald Wood,
Karin Eitel, Carmen Gloria quintana, ma anche Las sirenas del café, giovani e belle ragazze
che avevano il sogno del mondo dello spettacolo ma si sono ritrovate a lavorare nel caffè per uomini in abiti succinti:
De caer en esa hipnosis de la calle céntrica donde se colorea el consumo de las pilchas que lucen las muñecas plásticas de los escaparates. Esos cuerpos androides de risa acrílica y peluca sintética. De mirar a la pasada la vitrina de un café, donde los mismos maniquíes se mueven, se pasean detrás de un mesón mostrando un bosque de largas piernas enfundadas en finas medias y cortísimas minifaldas. Todas bellísimas con sus pelos brillantes y maquillaje de set televisivo. Todas atentas sirviendo cafecitos, complaciendo el voyerismo de los oficinistas que, a la hora de colación, babean mirando este acuario de sirenas en día claro.70
Il paragone con i manichini è particolarmente significativo: le ragazze sono trasformate in manichini dallo sguardo della folla che passa in strada, che spersonalizza la ragazza e la fossilizza in qualcosa di falso.
A questa tipologia di vittime corrisponde quella parte della società con poche risorse economiche, coloro che, nonostante ce la mettano tutta per realizzare i propri sogni, sono destinati alla delusione; nella società cilena non c’è posto per loro.
Nemmeno quando qualcuno ce la fa e diventa un eroe nazionale, come Zamorano (La tristeza de Bambi) o Zalo Reyes (El gorrión de Conchalí) sembra esserci un lieto fine. Nelle cronache di Lemebel ci sono due tipi di persone di origine umile che raggiungono il successo: quelle che si trasformano in una caricatura di sé stessi e quelli che non si sentiranno mai davvero inseriti nel mondo del successo, rimanendo dei pesci fuor d’acqua condannati a un legame indelebile con la propria origine. Il primo caso è quello di Zalo Reyes, che fa della propria immagine caricaturizzata la propria fonte di guadagno:
Así, la caricatura de lo popular se hizo ganancias para el personaje de Zalo Reyes. Y de tanto venderle a los ricos el Condorito cantor, de tanto trago fino y otras exuberancias en polvo que compartió con sus nuevos amigos de sangre azul, el espigado cabro de Conchalí se fue hinchando de humos y placeres burgueses que lo convirtieron en un panzón de risa plástica, un fetiche picante de la cultura light, un invitado exótico para esos programas de conversa y liviandad que auspicia la actual tele democrática.71
70 Pedro Lemebel, “Las sirenas del café”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
Biblioteca Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 90-92.
71 Pedro Lemebel, “El gorrión de Conchalí”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
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Zalo Reyes non è il solo che ha fatto della caricatura della povertà una fonte di guadagno: come accennato sopra, la “Gotita” Benavides comincia a interpretare personaggi-macchietta ispirati alle classi più umili, la più famosa dei quali è la “Quattro denti”:
De todas sus interpretaciones, la más famosa es la Cuatro Dientes, que ahora triunfa con Don Francisco en Miami, y varias veces ha hecho llorar a todo Chile en el Festival de Viña. La popular Cuatro, una lola proleta a la que se le cae el casette cuando habla silbando por los hoyos pintados de sus caries dentales. Pero resulta que las mujeres pobres no hablan así, tampoco son tan dulcemente brutas, y menos se visten con esos trapos pasados de moda que la Cuatro lleva como uniforme marginal. Ese personaje sólo existe en la cabeza de la Benavides y en la risotada de un país gozoso con el chiste fácil que humilla a los débiles.72
Il secondo caso è quello di Zamorano:
Quizás Bambi, aunque pasaste a ser un personaje top; algo en ti no ha cambiado, y a través del cable los tierrales secos de Maipú aún te enrojecen la mirada. Aún algo incierto acompleja tu risa, como si todavía soñaras y en cualquier momento el destino de pobre te fuera a pegar su coletazo. Hace algunos años, ese miedo fue un calambre que no te dejaba meter el gol. Era una nube de polvo nublando el arco, y todo el estadio que voceaba tu nombre se convirtió en enemigo. Pasaban los meses, los partidos, la hinchada esperando el gol, Chile esperando que Bam Bam no dejara mal al país que le va tan bien en su economía.73
La non appartenenza del calciatore al mondo europeo è enfatizzata dall’uso della parola sudaca, modo dispregiativo per indicare una persona proveniente dai paesi latinoamericani, usata nel momento in cui Zamorano non riesce più a fare gol: “Se corrían rumores que el Real Madrid iba a devolver al sudaca”. L’Europa torna ad essere colonizzatrice e sfrutta le risorse americane per poi gettarle via quando non gli servono più.
Molte cronache ridanno voce invece alle vittime della dittatura: Ronald Wood, Karin
Eitel, Carmen Gloria Quintana e Corpus Christi sono solo alcune. In particolare nelle
prime tre sono un importante esempio di giustapposizione tra volti fisicamente segnati dalle cicatrici e l’agghindarsi delle signore del Barrio Alto, la pelle bruciata dalle fiamme dei milicos accanto a quella bianca e liscia delle modelle sulle copertine dei libri della Feria del Libro:
72 Pedro Lemebel, “Gloria Benavides”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
Biblioteca Breve, quinta edizione, Santiago de Chile, 2017, pp. 32-34.
73 Pedro Lemebel, “La tristeza de Bambi”, in Pedro Lemebel, “De perlas y cicatrices”, Seix Barral
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Me la encuentro hojeando poesía y mirando portadas, confrontando su cara tatuada a fuego, con las "boquitas de caramelo y los cutis de seda" de las niñas top que chispean las tapas de best sellers y revistas. Carmen Gloria Quintana, la cara en llamas de la dictadura, parece hoy una magnolia estropeada en los ojos