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In una circoscrizione sempre maggiore dell’ambito di interesse – dalla raccolta, a Calderón, a El Alcalde de Zalamea – la critica si poi è rivolta soprattutto alla ricezione tedesca di tale

dramma calderoniano e alla filiera che a partire da Linguet arriva al movimento dello Sturm

und Drang, risquotendo notevole successo. Come spiega Sullivan:

Una larga sinopsis de Le Viol puni (título que Linguet dio a su versión de El alcalde de Zalamea), apareció en el Mercure de France en junio de 1768 y corresponde a lo leído por Lessing, quien mucho tiempo después, en 1777, aún recordaba a ‘un hombre común [que] en virtud de esta misma [juridisdicción especial] administra justicia personalmente contra un noble que ha seducido a su hija’. La traducción de Linguet, primera obra de su segundo volumen, convirtió El alcalde de Zalamea de Calderón en un éxito europeo de sensiblerie y revolución política, la cual siguieron unas quince diferentes versiones francesas,

(Venecia, 1796, 1799) tradujeron la obra de Linguet presentándola esí en teatros holandeses e italianos. Del favor que gozó en Francia durante el siglo XVIII hablan otras tres versiones que siguen el modelo de 1770: Collot d’Herbois: Il y a bonne justice, Marsuella, 1778, París, 1790, trambién bajo el título: Le paysan magistrat, París 1780, 1789; Ánonimo, L’alcalde de Zalamea, París, 1778; N. Faur: Isabelle et Fernand, ou L’Alcalde de

Zalamea, País, 1784.”: Martin Franzbach, El teatro de Calderón en Europa, cit., p. 115. “En 1770 publicó en París

Simón Nicolás H. Linguet el Théâtre espagnol. Son translaciones en prosa, de forma resumida, entre las que se encluye El alcalde de Zalamea (Le viole puni). De ella proceden otras versiones: la alemana de Zachariae Gärtner (1771), la holandesa de R. C. van Goens (1783) y la italiana de Pietro Andolfati (Venecia, 1796). Pero las circunstancias históricas de Francia, previas a la Revollución Francesa, donde la burguesía estaba liquidando los viejos privilegios de la nobleza, provocaron que la obra tuviera una gran demanda ya que sonaban retadoras las palabras de Pedro Crespo ‘el noble y el labriego son iguales ante la ley’. Tal vez por esta razón aparecieron nuevas adaptaciones: una anónima, L’alcalde de Zalamea (1778) y otra que lleva la firma de N. Faur, Isabelle et

Ferdinand, ou l’alcalde de Zalamea (1784). Con todo, las más sobresalientes fueron las dos versiones que hizo

Collot d’Herbois, varias veces reeditaas, Il y a bonne justice (1788,1790), Le paysann magistrat (1780, 1789). El autor, que manejó la comedia de Calderón y la traducción de Linguet, fue quien trató con mayor originalidad y destreza el texto adaptándolo a la estética clasicista (verosimilitud, unidades, desaparición del gracioso), de forma tal que se convirtió en obligada referencia para otras versiones que aparecieron con posterioridad.”: Emilio Palacios Fernández, “Juicios críticos sobre Calderón desde Europa (siglo XVIII)”, in Héctor Urzáiz Tortajada, Javier Huerta Calvo, Emilio Javier Peral Vega (a cura di), Calderón en Europa: Actas del Seminario

Internacional celebrado en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid (23-26 de octubre de 2000), Madrid, Iberoamericana-Vervuert, 2002, pp. 203-242, pp. 207-208. Belén Tejerina, oltre ad

individuare in Jean-Nicolas Dufort l’anonimo autore della versione edita a Parigi nel 1778, segnala inoltre un precedente adattamento neoclassico italiano realizzato dal gesuita valenciano Bernardo García: Gonzalo della

Riviera ossia Il Giudice del proprio onore, rappresentata per la prima volta a Venezia nell’autunno del 1783: cfr.

Belén Tejerina, “El Alcalde de Zalamea…”, cit., p. 216. Cfr. inoltre: Franco Meregalli, “Consideraciones...”, cit.; Henry W. Sullivan, “El Alcalde de Zalamea de Calderón en el teatro europeo de la segunda mitad del siglo XVIII”, in Luciano García Lorenzo (a cura di), Calderón: actas del Congreso Internacional sobre Calderón y el

teatro español del Siglo de Oro (Madrid, 8-13 de junio de 1981), Madrid, C.S.I.C, 3 voll., 1983, vol. III, pp. 1471-

1477.

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alemanas, holandesas, polacas, suecas e italianas. Linguet redujo la obra a una prosa sin adornos, cortando las ‘relaciones’ complejas y que se van por las ramas, los ornamentos estilísticos y las partes cómicas. Consideró que el papel de La Chispa, una tosca mujer de soldado que en el Acto III resulta embarazada, era ofensivo para sus conceptos neoclásicos de binséance y redujo su papel a un mínimo. Sin embargo, en vez de recurrir a extractos de antología (como Du Perron de Cástera lo hiciera en su

Théâtre Espagnol de 1740), Linguet conservó el diálogo completo en toda la obra y alcanzó de esta

manera su mayor objetivo general de presentarle al público francés ‘una idea del teatro español’ (‘Avertissement’). [...] las adaptaciones francesas de Le Viol puni de Linguet afectaron profundamente la forma en que el Alcalde de Calderón fue refundido durante el Sturm und Drang en Alemania [...].86

86 Henry W. Sullivan, El Calderón alemán..., cit., pp. 164-165. Lo stesso critico approfondisce: “La versión de Linguet de la obra de Calderón [El alcalde de Zalamea] tuvo fuertes repercusiones en Alemania durante el período del Sturm und Drang. Los cuatro volúmenes de su Theatre Espagnol fueron traducidos en 1770-1 por J. F. W. Zachariae y su colaborador C. Ch. Gärtner bajo el título Spanisches Theater y publicados en Brunswick. Le viol puni de Linguet apareció en el volumen II como Die bestrafte Entführung (‘El rapto castigado’) en una traducción libre en prosa. La carta de Lessing a su hermano Karl Gotthel fechada el 20 de septiembre de 1777 suguere también que quizás éste último tomara en sus manos el proyecto de germanizar el resumen vagamente recordado del Alcalde en el Mercure de France, ‘que da muestras de volverse muy inbteresante para nuestro teatro’. [...] Después, puede ser que Lessing haya presionado a su amigo cercano, el destacado actor Friedrich Ludwig Schröder (1744-1816), para emprender la misma tarea. En todo caso, Schröder refundió el Alcalde de Calderón como Amtmann Graumann oder die Begebenheiten auf dem Marsch (‘El alguacil Graumann, o Los acontecimientos en la marcha’) y lo montó con mucho éxito el 18 de diciembre de 1778 en Hamburgo, tomando para sí mismo el papel principal del Graumann. La obra fue editada dos verces en 1781 (en Mannheim y Hanóver) y nuevamente en 1783 en Dessau. Es difícil decir si Schröder utilizó la traducción al alemán de Brunswick de 1771 o las versiones de Dufort y Collot d’Herbois de 1778. quizás haya consultado las tres.”: Ivi, pp. 168-169. Grassetti miei. Per la relazione tra El Alcalde de Zalamea e il movimento dello Sturm und Drang cfr. Ivi, pp. 162-173. In merito alla ricezione romantica tedesca del teatro aureo cfr. Werner Brüggemann, Spanisches Theater und deutsche Romantik, Münster, Aschendorff, 1964. In merito alla relazione tra Lessing e il teatro spagnolo cfr. John George Robertson, “The Spanish Drama”, in Id., Lessing’s

dramatic theory: Being an Introduction to & Commentary on His «Hamburgische Dramaturgie», Cambiridge,

The University Press, 1939, pp. 293-306. Si noti come anche Franzbach e Palacio Fernández riconducano la decisione di Schröder di “germanizar” l’Alcalde di Calderón a un probabile suggerimento ricevuto da parte di Lessing a partire dalla lettura di questi del già citato estratto de Le viole puni di Linguet nel «Mercure de France» del 1768 [cfr. supra, p. 143, nota 39]: “En el Mercure de France (junio 1768, p. 57-64) se resumió la obra El Alcale de Zalamea que parece llamó también la atención de Lessing, pues el 20.9.1777 escribió a su hermano Karl Gotthelf en Berlín: «En el Mercure de France del año 1768-69 se encuentra una comedia española traducida en la que un hombre vulgar, que tenía cierta jurisducción de la que no puedo acordarme, logra mediante ella hacer justicia a un hombre distinguido que había seducido a su hija. Se me ha ocurrido una circunstancia por la que esta obra, que me agrada extraoridnariamente, podría adaptarse plenamente al alemán (algo más que traducirse) (...) Por lo menos podría darle yo así un trabajo que tendría todas las posibilidades de ser muy interesante para nuestro teatro.» Probablemente esta sugerencia cayó en buen suelo en el amigo de Lessing, el director del teatro de Hamburgo Friedrich Ludwig Schröder. Pues Schröder, como director e intérprete central, logró el 18.12.1778 un gran éxito escénico con su Amtmann Graumann oder

die Begebenheiten auf dem Marsch (El funcionario Graumann, o los sucesos durante la marcha).

Indudablemente conocía la traducción de Brunswick o la versión francesa de Collot d’Herbois; sin embargo la obra no muestra ya huella alguna del espíritu del original español”: Martin Franzbach, El teatro de Calderón en

Europa, cit. pp. 116-117; “Beben en este modelo [la già citata duplice versione che Collot d’Herbois diede

dell’Alcalde a partire dal testo di Calderón e la traduzione di Linguet: cfr. supra, pp. 160-161, note 90 e 91] la translación Landman Rechter (1783) del holandés R. C. van Goens, quien en la versión de 1795 hizo republicano al ciudadano Pedro crespo, símbolo de la libertad; la de F. L. Schröder [segue il rimando a una nota a pié di pagina in cui si riferisce: «Seguía en esto el consejo de Lessing que conoció El alcalde de Zalamea a partir de un resumen inserto en el Mercure de France (junio, 1768), y comentaba en una carta: ‘me ha parecido que esta obra, que me agrada extraordinariamiente, podría adaptarse plenamente al alemán, algo más que traducirse’.»], director y actor del teatro de Hamburgo, alcanzó gran éxito con Amtmann Graumann oder die

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Se dunque a partire dal XX secolo all’operazione traduttiva di Linguet viene riconosciuto un

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